Revelación de Oro

 

Introducción

Con la finalidad de cumplir los propósitos de Dios, Dar a conocer la revelación del anuncio de la venida de su hijo. Y por razones de existir varias interpretaciones del capítulo de Isaías 53. Por ejemplo: Para los judíos, Isaías 53, Expresa los momentos de sufrimientos e infortunios que paso el pueblo judío durante el cautiverio de Israel, Luego en el cautiverio de Judá. Para cualquier persona creyente en el hijo de Dios, Isaías 53, representa la expresión de los sufrimientos y pasión de Jesucristo. 

Para esta revelación en general, La escritura de Isaías 53. Es el anuncio revelado de la obra de Jesucristo, Como hijo de Dios y el vivo resumen de los evangelios de Jesucristo. Es la revelación del hijo de Dios, Pero Isaías la manifiesta unos 700 años antes de su venida, Para ofrecerse en expiación. Revelada al profeta Isaías. 

Pero Dios ya había revelado, Anunciado a su pueblo Israel todos los eventos de la promesa de redención a través del Mesías a su pueblo Israel.

Por esta razón Isaías escribe una pregunta: ¿Quién había creído a ese anuncio? Y de allí parte su profecía. 

 

Antes de continuar. Ore. Sea de su agrado leer este mensaje de revelación. Sea iluminado por su Espíritu, para conocer esta profecía.  Se recomienda junto al capítulo 53 de Isaías, leer los libros de los reyes de Israel, en la Biblia. Textos. Tomados de RV1960.

 

Isaías 53 Pura Revelación.


Capítulo I

         Isa 53:1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?

A.   ¿Quienes creen el mensaje de Cristo? ¿Para quién es?

Según nos índica: Rom 10:16 ¿Quién creía el mensaje cuando vino el Mesías? Según el Salmo 78:21-22. El Salmista nos habla de Jacob, refiriéndose a él, como pueblo de Israel. En ese momento de escribirse el Salmo, era la época de los reyes de Israel y Judá. Y habían rechazado el plan de salvación y tentaron a Dios, al igual como lo habían hecho en el desierto.

 

De igual forma lo hicieron cuando gobernaba Dios a través de los jueces. Rechazaron su gobierno y pidieron rey. Dios escoge a la tribu de Judá, para enseñar y anunciarle a la humanidad de su Simiente Santa. Y a Jerusalén como la ciudad Santa donde nacería el Mesías. Sal 78:68

 

         En este sentido no habían creído en el plan de salvación, trazado por Dios. Jesús mismo reprocha la incredulidad de su pueblo Israel y Judá.  Marcos 16:4. Y luego en evangelio de Juan se nos indica: a pesar de Jesús hacer muchas señales delante de ellos, no creían en Jesús. Jua 12:28-38

 

         Este mensaje del profeta Isaías, con la pregunta en primera persona ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? se cumplió antes y después del Mesías. Y el Apóstol Pablo en Romanos nos habla sobre: todos no obedecieron al anuncio del evangelio. Y el mismo Apóstol Pablo fue convencido por el mismo Señor Jesús. Quien se le apareció en el camino cerca a Damasco. Romanos 10:16. Hechos 9:3-5

 

         Juan el Apóstol y evangelista llega a la conclusión, escribiendo las palabras del Señor, sobre: Los hombres amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. Juan 12:43.

         Todo lo escrito en la sagrada escritura se cumplió cuando el hijo de Dios vino. Pero todo el pueblo de la época de su venida, no lo creyó y no lo entendió. Juan 12:16. Y Juan afirmo: a pesar de haber hecho tanta señal no creían en Jesús. Juan 12: 37-38.

 

         Y sigue diciendo Juan: porque Dios les segó el entendimiento de ellos. Y en el evangelio de Lucas 1:50-51. Resalta el recitar de María. Haciendo referencia a la oración de Ana, en 1 Samuel 2:1-10. En Romanos 10:16, también es mencionado que no todos creerían al anuncio.

 

          B. ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?

 

         El mensaje de su venida había sido profetizado, y anunciado. ¿Pero a quien se le revelo o ilumino? Fue cierto que a Simeón y Ana les fue revelado cuando fueron al templo y vieron a Jesús en brazos de María. ¿Y para quien era el mensaje? Para Israel y Judá. Luc 2:27-38

 

         Ellos anunciaron, la revelación, el mensaje del Mesías, de la promesa del salvador. Dicho en las escrituras, a los patriarcas, jueces, reyes, profetas y al pueblo de Israel. Pero ¡no todos creyeron! a este anuncio. El brazo poderoso de Jehová. Fue su brazo de gloria que los guio por su diestra.

 

         En este aspecto el pueblo de Israel, cuando vio dividirse el mar, huía de Faraón. Y su brazo poderoso, los condujo por un camino que ellos no conocían. Y lo libro de manos de Faraón, haciendo el mar como paredes, para ellos cruzarlo, y estar a salvo.

 

         Pero ellos no creyeron cuando se manifestó a Israel en el poder de brazo poderoso, su diestra. Cuando los guio con su Espíritu Santo. ¿Cuántas veces salvo el brazo fuerte de Jehová a Israel? Muchas veces. Isaías 62:8, 63:12, 59:16, Juan 12:38.

 

         Su brazo poderoso, se refiere a la acción para ejecutar su voluntad. La voluntad del Padre Eterno. La voluntad realizada o cumplida por medio de su hijo. Es Jesús la palabra hecha carne. El Brazo de Jehová se manifestó a Israel y no le creyeron. Ante todas las naciones siempre lo libro de sus enemigos, y no le creyeron. Deuteronomio 33:27.

 

         Sabiendo el pueblo, con su brazo los redimió. Tuyo es el brazo potente; Fuerte su Mano, Exaltada tu Diestra. Sal 77:15, 89:13. ¿Quién hecho a sus enemigos de Canaán? su brazo poderoso. ¿Quién le prometió a su siervo David, su descendencia sería para siempre?

 

         Pero, así como desecharon la descendencia de su siervo David.  Desecharon a Jesús y lo menospreciaron. Por tal razón, Dios se airó contra ellos. Porque rompieron el pacto y lo profanaron. Salmo 77:13-20. Aunque Dios se lo había manifestado, no le creyeron. Y así Él no hizo con otras naciones, como hizo con su pueblo de Israel. Salmo 147:20.

 

         En el evangelio de Juan, escribe, él no lo conocía, para ser Jesús manifestado a Israel el bautizaba con agua. Y cuando viera al Espíritu Santo posarse, indicaba que sería aquel que bautizaría con su Espíritu. Refiriéndose a Jesús y su manifestación a Israel. Juan 1:33.

 

         También Jesús en su oración a su Padre, le dice: he manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me distes. Juan 17:6. Era la manifestación de la justicia de Dios. De Jesús, testificado por la ley y los profetas. Romanos 3:21-26; 16:25-27. 

 

         Y ahora es manifestado a toda la gente para que obedezcan a la fe. Su simiente que es Jesús. Romanos 16:26. Este misterio ha sido manifestado a sus santos. La manifestación de Cristo, que nos vino a traer la vida. Porque él es la vida. Colosenses 1:26; 3:4.

 

         Esta manifestación de Dios, de su piedad. Dios la manifiesta a los Apóstoles. La manifestación de haber venido en carne. Justificado en el Espíritu. Visto por los Ángeles. Predicado a los gentiles y creído en el mundo. Y recibido arriba en gloria. 1Timoteo 3:16.

 

         La gracia de Dios se manifestó para salvación a todos los hombres. Tito 2:11. Manifestó el camino al lugar Santísimo. Rasgando el velo de su carne. Rociándonos con su sangre, para perdonar nuestros pecados. Es a través de Cristo, el Ungido, el Mesías Jesús, que llegamos al lugar santísimo de Dios, ¡no hay otro camino! Hebreos 9:8.

 

         Y su gracia se manifestará por completo cuando venga por segunda vez en gloria. Por amor Dios la manifestó ahora en Jesucristo. Habiéndola establecido desde antes de la fundación del mundo. Pero aún no se ha manifestado lo que hemos de ser. Ser semejantes a él. 1 Juan 3:2. Cuando se manifieste sus juicios. Apocalipsis 15:4.

 

         La manifestación de Dios. Había sido anunciado a los antiguos. Esta manifestación antes descrita, viene dada de la simiente de Eva, es la enemistad en la carne. Ge 3:15. De Noé viene la demanda de la sangre, de todo animal y de todo hombre. La cual es, el sacrificio para demandar la sangre. Ge 9:5-6.

 

         El establecimiento de la ley, fue dado por Moisés. En Abraham, la bendición, es manifestada en su simiente. En la cual, vendría la justificación. Y en David representado, en el reinado del salvador, la salvación por medio del Mesías.

 

         Luego en el evangelio de Lucas, presenta en la genealogía. Una representación de Adán, el primer hombre. En Noé la vida que es la carne con la sangre, es él sacrificio demandado por Dios. En la simiente de Abraham, nos enseña, así como Abraham entrego a su hijo para hacer la voluntad de Dios. Dios entrego a su hijo para que el cumpliera su voluntad. Y a la desinencia de Abraham se entrega la Ley para ser cumplida por la carne.

 

         Abraham es probado en el sacrificio en la simiente, en obediencia a la voz de Dios. Posteriormente Dios ordena las leyes que debería obedecer su pueblo Israel. La ley sobre la expiación o sacrificio, se la entrega a Moisés como sacerdote de la tribu de Levi.

 

         A David se le manifiesta la salvación en su simiente, en la carne. Por la promesa a David en su simiente. Así es completa toda la revelación dada a Israel. ¿Tenían los israelitas toda la verdad revelada en su palabra? la tenían, ¡Pero cuando se manifestó! ¡No la creyeron! Todo seria manifestado en carne. En otras palabras, en la simiente. La palabra hecha carne. Génesis 3:14,15; 9:4-6; 22:2,18, 2 Samuel 7:12-14. Lucas 1:69. Hecho 13:22-23.

 

         Y los brazos de sus manos se fortalecieron, por las manos del fuerte de Jacob. Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel. Génesis 49:24b. El que coloca su casa sobre la roca, ese es el que permanece. Lucas 6:48. La roca inconmovible es Jesús. Salmo 89:26, 95:1. 144:1. Juan 1:18 7:4 8:10, 28 14:7, 20 15:15 17:6, 26, Lucas 8:17 Marcos 4:22 Mateo 10:16.

        

C. ¿A Quién el Señor revelo su brazo poderoso?

1. ¿Quién entiende su Mensaje?

Según Éxodo 6:6:

         ¿A quién se le revelo el brazo poderoso de Jehová? Su brazo poderoso fue manifestado a Israel, pero desecho el plan de Dios con ellos. Por esta causa luego, se manifestó a los despreciados, a los pobres, a los quebrantados de corazón. A los enlutados, a los pecadores, a los enfermos, a los menospreciados. A los más miserables, sin esperanza, andando con todo su dolor. A los que nadie ayudaba, ni nadie pensaban en ellos. Luc 4:18, Isa 61:1-3.

         Cuando Dios había escogido a un pueblo para ser santo y apartado, para anunciar las virtudes de aquel, que los llamo de las tinieblas a la luz. Pero ellos no comprendieron. Era Jesús el brazo poderoso de Jehová. El anduvo sanando, liberando y perdonando en el poder del Espíritu Santo, a todo el que creía en El.

         Dios todopoderoso se manifestó en todas aquellas personas, que nadie hubiese podido depositar su confianza. Pero esperaron en Dios, que les diera su pan a tiempo y fue propicio a sus pecados y enfermedades. Dios se manifestó a aquellos que nadie tomaba en cuenta, y también eran menospreciados.

        

Capítulo II

 

Isa 53:2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca. No hay parecer en él, ni hermosura le veremos. Más sin atractivo para que le deseemos.

 

A. Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca.

        

         En este sentido cobra importancia la profecía de Ezequiel, en lo dicho por Dios sobre: Su juicio, es por menospreciar al cetro de su hijo. Ez 21:10. Al igual Jesús mismo le anuncio que morirían en sus pecados, si no creen en él. Jua 8:21.

 

         En este aspecto, después de haber dado muerte al rey Gedalias. El cual coloco el Rey de Babilonia, cuando estaba sitiada Jerusalén, en cautiverio. 2 R 25:23-25. Dios le da esta profecía, sobre el renuevo, al profeta Ezequiel. Ez 17:22-24. Porque Dios había hecho Juicio en el rey Sedequías, y luego colocan a Gedalias. Y lo matan.

 

         Pero según el profeta Ezequiel, Dios les dice: como pueden invalidar su pacto, acusando a la descendencia de David de hacerlo. Y profetiza Ezequiel sobre el renuevo. Ez 17:12-24.

 

         Luego a través del profeta Jeremías. Profetiza, Dios levantará un renuevo Justo. Refiriéndose al Mesías. Llamará su nombre Jehová Justicia Nuestra. Y Dios le dice: dirán vive Jehová que trajo su descendencia de las naciones que los hizo ir. Referente al regreso del cautiverio de Babilonia. Cuando regresaron a Jerusalén, después de 70 años. Isa 6:13, Jer 23:5-8.

 

         Por otra parte, también indica, si quedaren aún en ella la décima parte, ésta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente Santa.

 

         La promesa del advenimiento del Mesías fue frustrada por causas políticas internas e internas. También podemos decir: por desconocimiento de su palabra. Y por el hombre trazar sus propios planes, sin tomar en cuenta los planes de Dios. De igual forma su pueblo se mesclo con estajero. Fueron Eunucos sus príncipes, muertos, quemados y asesinados. Pero Dios cumplió su plan a pesar de todo, y el Mesías prometido vino.

 

         Podemos resumir los sucesos: recordando, Dios elige a David para ser Rey, y tuvo conflicto con el rey que había puesto el pueblo de Israel, con el rey Saúl. Y la sucesión de la descendencia de su reinado, siguió teniendo conflicto, a partir del Rey Roboam hijo de Salomón. Conflictos agudizados en el transcurrir del tiempo, entre la descendencia escogida de Judá y el pueblo de Israel.

 

         En este sentido hubo guerras entre Judá e Israel. Luego Dios los divide, rompiendo el reino de Israel. Los conflictos continuaron entre ellos. Hasta el punto de Dios castigar muchas veces a su pueblo, hasta el punto de cautivarlos, y deportarlo. Primero Israel a Asiria y luego a Judá, todos deportados a Babilonia. Siendo quemada toda Jerusalén. A sus príncipes y a los grandes dieron muerte. También sus príncipes fueron llevados para ser eunucos al servicio del rey.

 

         Pero para poder dejar Dios un remanente los lleva en cautiverio. Para que no fuesen destruidos en totalidad. Es por esta razón anunciada por el profeta, el reinado del Mesías, vendría como un renuevo, como si fuera una raíz en tierra seca. Porque después de estos sucesos ya no quedaba descendencia a Judá.

 

         En este aspecto el salmista David, muchos años antes, recita, en tierra seca y árida, donde no había ni agua, para ver tu poder y tu gloria. Sal 63. Por la desobediencia de Israel, había sido apagada, no cultivada, y secada su tierra. La raíz de su descendencia ya estaba sin vigor, sin fuerza, como para dar un brote. La evidencia de su poder, en el cual de su simiente nacería el Mesías.

 

         En consecuencia, el Mesías nace de esta sequedad. Porque después del cautiverio, siguieron desobedeciendo a Dios. Y el Mesías brota de su retoño, de la raíz de Isaí. Porque después del destierro continuaron las guerras, y siendo los judíos subyugados a otros imperios. Y el profeta Zacarias, nos indica que Dios traerá a su siervo, el cual es el renuevo. De la simiente prometida. El Mesías, sería el nazareno. Traducido su significado: vástago, o raíz. Zacarias 3.8.

 

         La descendencia de las tribus después del cautiverio fue esparcida por toda la tierra. Porque se apartaron de Dios. David viene de la tribu de Judá. Efraín de José. Las tribus se dividieron y se desagregaron. Con Roboam hijo de David y Salomón. Se desintegro el gobierno y se torció el derecho, hasta ser puesto en cautiverio.

 

         Luego Dios los une a todos y los toma en su mano, cuando fueron en cautiverio tanto Israel como Judá, según el profeta Ezequiel. Ezeq 37:19. Según la bendición que hizo Jacob-Israel en Génesis sobre la descendencia de Efraín hijo de José, se multiplicaron tanto, que Israel fue llamado Efraín. Gén 48:16. Pero el profeta Oseas profetiza, que se secó su raíz, su descendencia. Oseas 9:16.         

 

         En este sentido el profeta Isaías, profetizo que Efraín dejaría de ser pueblo. Isaías 7:8. Profecía cumplida después del cautiverio Asirio, dejando de llamar Israel. Y fueron llamados a todos judíos. Dios quería hacer un pueblo de sacerdotes y de reyes. Pero se pelearon y envidiaron entre ellos.

 

          Por tanto, serian pisoteados según Isaías. Echados de su presencia escribe Jeremías, Pero volverán a Jerusalén, así fuesen esparcido. Y siempre su misericordia estaría sobre ellos.  Jer 7:15, 31:9, 50:19, Isa 28:3, 9:21.

        

         También profetizo Jeremías sobre los azotes que recibiría el Mesías, por causa de sus rebeliones. Por esta causa en Getsemaní mostro Dios sus entrañas por amor a Efraín. Jeremías 31:18-20, 38.

        

         Luego Dios a través del profeta Oseas les dice: Traspasaron mi Pacto, como lo hizo Adán. Y les muestra, él quería, era misericordia y no sacrificio, conocimiento de Dios más que holocausto. Y sigue el profeta indicándoles que no quedara retoño. Porque no procrearan. Y continúa diciendo que su raíz está seca. Oseas 6:4-7, 9:11-17.

 

         Jesús le dice tomen mi yugo, que ligera es mi carga, refiriendo, él es salvador.  Muchos años antes había profetizo en Oseas. Les haría llevar yugo a Efraín, arará a Judá, quebrará sus terrones a Jacob. Pero Dios le asegura tendrían toda su compasión. Oseas: 10:11, 11:8.

 

         El Santo de Israel salió de esa raíz seca por las transgresiones que cometió su pueblo. Pasando mucho tiempo enojado con ellos y no les mando más profetas por 400 años. Pero no quito el cetro de Judá, ni legislador entre sus pies. Hasta que vino Siloh o el salvador. Y al se congreguen todos los pueblos. Jesús es retoño de esa raíz seca, en el cual, en su nombre se congregan todos los pueblos. Gén 49:10.

 

          B. No hay parecer en él, ni hermosura le veremos. Más sin atractivo para que le deseemos.

 

         Los reyes de Israel se caracterizaban por su aspecto hermoso, de buen parecer. Y le seguía el poderío económico, político, religioso y social de su pueblo. Ellos esperaban a un Mesías que los librase de la esclavitud de los imperios. Y en la época de Jesús, del imperio romano.

 

         En tal sentido estaban acostumbrados a las batallas, a las guerras. Así conquistaron Naciones y Países. Pero el Mesías que se les presento fue muy pacificó.  No tenía nada que ver con guerras, ni gobierno, ni reinado. Tuvo que ver con enseñar el derecho de su verdad.

 

         El ambiente donde creció Jesús, era una ciudad pobre. Las clases sociales judías venían de una devastación imperial. Después de la toma de Jerusalén por Pompeyo. Quedaron al servicio de los romanos. Muchos eran esclavos de ellos, las mujeres empleadas al servicio de mujeres y del cuidado de los niños de romanos. Y los hombres eran agricultores y pescadores.

 

         En tal sentido sus recursos eran producto de la agricultura, la pesca y del campo. Si Jesús hubiese venido después del rey David, a principio del reinado del rey Salomón. En un ambiente de satisfacción económica, política, religiosa y social. Con un gran ejército y muchas ciudades amuralladas, igual hubiese sido despreciado, así como David al principio por Israel.

 

         Era esto lo esperado por Israel y Judá. Ese era el Mesías anhelado por la gente judía. Pero que poder económico podría tener los judíos, si la lucha de poder era contante entre ellos y otros reinos, después del reinado de Salomón, por su sucesor Roboam. Porque Egipto despojo a Israel de los escudos de oro que había hecho el rey Salomón, en el reinado de Roboam. Y el rey Roboam les construyó y colocó escudos de bronce. 1 Re 14:26-27.

 

         Por otra parte, en lo sucesivo, ellos mismos, ni siquiera permitían que los herederos gobernaran, eran muertos antes de su tiempo. Como en el caso de Atalía, para quedarse con el poder del Reino. Está mato a toda la descendencia real del rey Josafat, después de la muerte de su Hijo Ocozías. Que podía ofrecer Jesús económicamente. Si habían destruido la gloria económica de Israel y Judá estaba acabado y pobre. 2 Re 11:1.

 

         A Jehová, el Gran Yo Soy. Que apareció a Moisés entre la zarza, para liberar a su pueblo de la esclavitud de Faraón, no le creyeron. Teniendo más credibilidad para ellos Salomón, que Jesús. Salomón que representaba el poderío Real. Y Jesús les dice: Esta aquí uno mayor que Salomón, y ni lo entendieron.

 

         Porque la reina de Saba. Viajo de lejanas tierras para ver la sabiduría de Salomón, que le había dado Dios, y a Jesús no le creen. Cuando él se presenta con la imagen verdadera de Dios y les habla como se debe hacer las cosas. Y hace prodigiosos milagros.

 

         Por esta causa no hay una imagen precisa, cuando se viene manipulando todo, no consultaron a Dios, para elegir a un Rey, destruyeron todo lo conquistado por el rey David. Hicieron todo lo que Dios les dijo que no hicieran. Hicieron lo malo, resume el cronista.

 

         Dios los envía luego al exilio Asirio y después al Babilónico. Fueron dominados por el Imperio Persa y Medos. Luego los de Grecia. Y terminan subyugado por el Imperio Romano. En la genealogía de Jesús no fueron incluidos unos 8 reyes de Judá. Y ninguno de los de Israel, solo el rey David. Por causa de no haber cumplido con lo establecido por Dios.

 

 C. ¿Quién entendió el tiempo de su venida Justa y con Justicia?

         Escribió Isaías: Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca. Ya en el libro de Job, nos hablaba proféticamente de los renuevos de su casa serán transportados en el día de su furor. Job 20:23. En Apocalipsis Jesús, confiesa que él es la raíz y el linaje de David. Ap. 22:16, 5:5.

 

         En el libro de Romanos, confirmando al libro de Isaías, nos anuncia a Jesús como la raíz de David. Y a Jesús rigiendo a los gentiles. Y los gentiles esperaran en él. Y los gentiles hemos sido participante de esa raíz. Isa 11:10, Rom 11:17, 15:12.

 

         En los escritos recogidos por Lucas, nos habla sobre el hecho de arraigarse a la raíz. A Jesús. Porque si no, será cortado y echado en el fuego. Lucas 3:9. Jesús también nos habló en Marcos y Mateo, sobre cuando se siembra la palabra y no tiene raíz, se seca. Refiriéndose a creer en él, e indagar, así como comprender. Él, es él Mesías.  Mar 4:6, Mat 13:21.

 

         De acuerdo a los descendientes de David, nos indican claramente, de donde había de nacer Jesús el Mesías. Isaías 11:10. El Mesías es la raíz de Isaí. Los judíos procuraron determinar a través de la genealogía, si Jesús era el Mesías. Es por esta razón que Isaías indica: subirá como raíz en tierra seca. Brotará como un retoño. Nacerá de esta dependencia desbastada.

 

         Por la desobediencia del pueblo escogido por Dios, fue muy escasa su descendencia. Y muchas veces se dificulta encontrar el seguimiento. Por ejemplo: En los 70 años del destierro, después en los 400 años de oscuridad, se vuelve a tener inconvenientes. Cuando Jesús nace. Todos se preguntaban. ¿De dónde vendría el Mesías, y si esté, era su tiempo, y de quien era hijo?

         En tal aspecto, encontramos en el libro de Rut. Como a través de Rut moabita, Nohemí pudo restaurar la descendencia de Isaí. Y posterior mente procedería José. Desposado con María, que sería el padre y la madre del Mesías.  Este es un ejemplo, de los muchos, de una raíz seca, como Nohemí, que no pudo tener descendencia, y fue redimida por Booz.

         En este sentido Nohemí pudo obtener su redención a través de Booz, el cual se casó con Rut. Cuando Rut le pide a Booz que redima a su familia. Booz se acuerda de otro pariente cercano, y si él no la redime, Booz lo haría. Rut 3:13; 4:4.

         Esta historia, de Rut con Booz, cuyo hijo fue Obed y padre de Isaí, nos da a conocer la raíz de donde nacería el Mesías. El hijo de Rut con Booz, el abuelo del Rey David. La preocupación de Nohemí fue grande, pero la promesa fue alcanzada, porque creyó en su redención. Con Booz y Rut ella vio restaurada su redención a través de su descendencia y la alcanzo porque creyó. De su descendencia procede el Mesías.

         En este sentido la promesa dada Abraham tuvo dificultad desde el comienzo en su descendencia. Debido a los descendientes de Judá que había escogido Dios. Al comienzo no lo entendieron y depusieron su dignidad, por lo cual murieron, como los dos primeros hijos de Judá, Er y Onán. Gen 38:7-10.

         Por su parte Tamar la nuera de Judá, en la descendencia por parte de Judá, redime a Judá mismo, solo por creer. Y Judá la da por justa. Al Tamar comprender que en su simiente serian benditas las naciones de la tierra. Y de está procedería la descendencia Santa. Luego su hijo Fares que Tamar le dio a Judá, aparece posteriormente en la descendencia de Booz y luego del rey David. Este Fares sería el elegido, para de él procediera la descendiente del Mesías.

         Entre tanto hubo otra historia dentro de la genealogía de Jesús que la Biblia no especifica en detalles. Pero se puede deducir. La cual viene de Salmón hijo de Naasón, descendiente de Judá, que nació de Rahab la ramera.

         En esta razón nace Salmon padre de Booz. Por la fe de esta mujer Rahab. Ella escondió a los espías que envió Josué a Jericó. Jueces 6:25. Una mujer de Jericó, creyó en la historia de los hijos de Israel, y puso su confianza en Dios. Un caso inusual e inesperado en la simiente Santa. ¿Que se necesitó? ¡Creer! Y por su hazaña Dios la galardona, en una madre, que produjo una simiente santa, en la genealogía de Jesús.  

         En este sentido Jesús les dice a sus discípulos cree solamente y veras la gloria de Dios. Rahab creyó y vio la gloria de Dios, pues solo fue salva, ella y su familia, cuando fue destruida Jericó. Y con una mejor bendición, Dios la premia en su descendencia, porque la incluye en la genealogía santa. ¡Que gloria más grande y espectacular! la de Rahab la ramera, ¡creyó en el Dios de Israel. Y dejo todo, su pueblo y pasado atrás, por él. 

         Por su parte el Mesías nacería en Belén de Judea, una ciudad insignificante a los ojos del pueblo, según el profeta Miqueas. Y Mateo, confirma que Jesús nació en Belén. Y Lucas afirma que subió a Belén, porque era la casa y familia de David. Y Juan hace una pregunta sobre el lugar donde nacería. Mi 5:2-6, Mat 2:1, Luc 2:4; 15, Jua 7:42.

         Por otra parte, entre las dificultades presentadas en la descendencia del Mesías. Había otro inconveniente, determinar el linaje, la descendencia del Mesías. Pareció imposible para los judíos, el hecho de José y María pudieran haber sido escogido por Dios, para dar nacimiento al Mesías.

         Porque estos no eran de renombre. Ni nadie lo hubiese esperado de ellos, mucho menos de la ciudad donde se crio, porque Nazaret no era un pueblo de fama, de allí no salía nadie bueno, como insinuó Natanael. Pero Natanael creyó en Jesús. Jua 1:46-49.

 

Capítulo 3

 

         3. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

 

         Despreciado y desechado entre los hombres, nos indica Isaías y Oseas. Isa 53:3, Ose 9:17. En este sentido los judíos tienen inconvenientes en aceptar la genealogía de Mateo. Desprecian a Jesús como Mesías, así como despreciaron los mandamientos de Dios y desecharon sus Jueces, pidiendo Rey.

 

         No se sometieron en nada a lo ordenado por Dios. Y por eso Dios desecho a Israel, en la descendencia del Mesías. No le importo la descendencia real de la cual procedería el Mesías. Fue más grande para ellos las ansias del poder, sus propios intereses y era lo que querían. En los libros de Reyes, de Crónicas y en profetas podremos entender mejor el desprecio que hicieron a nuestro Mesías Jesús.

 

         Y aún en este tiempo lo siguen despreciando cuando en los manuales doctrinarios que yacen en nuestras congregaciones, y cuya enseñanza es necesaria para nuestro bautismo. Ni siquiera hablan de Jesucristo, del hijo de Dios, del Mesías. Si se supone que el bautismo es después de haber conocido a Jesús, como el único y suficiente salvador. Tenemos en nuestro doctrinario la doctrina del bautismo, más no la doctrina de Jesucristo, por quien debemos bautizarnos.

 

         En este sentido el significado de su muerte y resurrección es completamente desconocido para un pueblo que busca a Dios. La gloria de hombre es más importante que la gloria de Dios. Todo queda en palabras. Pero de Jesús no se sabe nada. Durante años cantamos y alabamos a un Dios que no conocemos verdaderamente, porque nadie nos los ha enseñado.

 

         Es difícil comprender que Dios nos ama, mucho menos entender que en realidad nos ama. Que somos sus amados hijos, y que la salvación le costó mucho a Dios. Desde la eternidad la planifico. La entrego en manos de su pueblo y su pueblo la rechazo desde sus comienzos. Los sufrimientos de Jesucristo en sus años de ministerio, son el resultado de comparar los pasados por su pueblo Israel. Muchas gentes murieron rechazando esta verdad.

        

         Cuando Isaías dice: fue despreciado, se está refiriendo al desprecio que había hecho su pueblo, de los planes que Dios tenia de redención. Desde el comienzo se vio el desprecio. Desde su partida de Egipto, al entrar en la tierra prometida. Hubo una murmuración constante.

 

         Todo este pueblo que no creyó y murmuro contra el plan de Dios con los Israelitas que los llevo al desierto a pasar hambre, que no tenía agua, y pensaban en los privilegios que tenían en Egipto. Se olvidaron de la esclavitud, de su llanto por liberación. De las maravillas de ser guiado por un camino desconocido para ellos, pero que los libraría de la persecución de Faraón. Pronto se olvidaron para empezar a protestar y a dudar del plan de Dios con su pueblo.

 

         Quien creyó al anuncio en el Impero Romano, cuando fue engrandecido Jafet. Y moraba y gobernaba en las tierras de Sem. Por no creer en mí, dice el Señor. Sem son los habitantes de Jerusalén. Sem vino a estar gobernada por Roma. Sem habitaba en Canaán. Porque Dios le entrego a Sem a Canaán para que habitará en ella. Porque Dios lo había prometido a Abraham. Pero Sem después de haber sido poseedor de la tierra de Canaán. Se mesclo con los habitantes que quedaron en ella.

 

         En este sentido cuando llega el cumplimiento del tiempo y nace el Mesías. Roma imperaba y gobernaba a Jerusalén. El pueblo de Dios, que era antes llamado Israel, que Dios dividió en dos, luego volvió a unirse otra vez después de la época de los reyes.  Y que en esa época era llamado pueblo judío. Habitaba en Roma. E imperaba roma, que es Jafet. Y Sem que eran los judíos que habitaban en Cam o Canaán, que era Jerusalén. Todo estaba siendo dominado por Roma.

 

         De igual forma como en el desierto, no creyó lo que Dios iba a ser en el futuro. Como hubiese sido todo si le hubiesen creído a Dios. Despreciaron el plan de Dios en el desierto, cuando les mostraba el tabernáculo figura de lo que había de venir. Que era sombra de lo que es el Mesías Príncipe. El tabernáculo representaba a Jesús mismo.

 

         Por esta razón, Dios no les dejo ver la tierra prometida a los israelitas, por no haber creído. Y todos murieron en el desierto. Como testimonio a los que dudan de sus planes. De lo que Dios tiene previsto y lo que ha prometido en su palabra. Lo cumplió y cumplirá. Él lo dijo y él lo hará.

 

         Así lo advierte el apóstol, quienes fueron los que no reposaron de sus obras y gozaron de lo prometido, los que dudaron. Así sucederá a todos los que dudan de la salvación de su hijo Jesucristo. Él les manda a creer solamente. Cree solamente y serás salvo.

 

         Es cosa difícil creer, pero no les parece. Dice: el Señor tu Dios: que fue difícil soportar a un pueblo por el desierto que no creía, lo que iba yo hacer, de darles una tierra que ellos no sembraron y unas casas que no construyeron. Y se las di, poseyeron la tierra prometida. Pero al poseerla ¿qué paso?, tampoco hicieron como les dije, dejaron pueblos, y fue su hayo, porque ellos mismos fueron su perdición y corrupción. Llegaron a ser peor que Sodoma y Gomorra. Y su pecado mayor que ellos.

 

         Luego como iban a creer, si se iban tras los ídolos obra de sus manos, tras lo que veía sus ojos. Porque les di jueces, y siempre se desviaban de su camino, nunca escucharon a mis profetas, ni mucho menos a mis jueces. Condenaban las generaciones de mis profetas y de mis jueces. Los criticaban y los mataban.

 

         Me enoje otra vez con ellos, hasta que desecharon mi gobierno a través de jueces. Y pidieron reyes. Le di reyes. Reyes que también desecharon y mataron. Se ligaron con pueblos que no les mande a ligar, entre ellos también se mesclaron, y todos pueden criticar el linaje puro de mi pueblo, que no ha sido puro, porque no me obedecieron.

 

         Continúe con mi plan, y de su linaje todo ligado, con sangre extranjera, es mi linaje real, de David a Jesús. Ahora pretende como todos también pueden criticar sacar de su descendencia al salvador del mundo, ¿de qué descendencia?, de las que ellos hacen con los semitas, sionistas y todas las organizaciones fundadas.

 

         Sacaran de esta descendencia de años de milenios esparcida por el mundo, al anticristo, de un linaje de muertos y de un linaje que mesclaron con todos los pueblos. Y dirán que es puro del linaje de David. Y se lo creerán. Y no me creyeron en mí. Cuando estuve con ellos.

 

         Ahora bien, ¿cumplió Dios su promesa? ¿Le envió al salvador? el salvador que Dios había planificado, ¡no mi pueblo Israel!, fue Dios que estableció el plan, no ellos, el pueblo judío. Ellos no establecieron un plan con David, ni su descendencia, fue El Gran. Yo Soy, que lo estableció.

 

         En tal aspecto, ellos no tienen derecho de presentar ninguna genealogía. Es mi Genealogía la verdadera la escrita por los evangelistas. Y esa es la que tienen que respetar. La que está en el evangelio de Mateo y la de Lucas. De esas dos unidas, está el linaje del Mesías príncipe. 

 

         Escribe el profeta Isaías. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

 

         ¿Porque escribió el profeta Isaías? Porque despreciaron el plan de Dios que tenía desde el principio. No estimaron todo lo que él estaba haciendo. Su tabernáculo fue hecho, levantado a la vista de todos ellos, todo lo miraron, fue el modelo entregado de como funciono en el cielo, como es mi gobierno en la tierra y como será. Es un modelo lo que le mostré del tabernáculo y ellos lo tuvieron.

 

         Despreciaron el modelo de mi tabernáculo y la forma como juzgaba a mi pueblo a través de jueces. Le di reyes, y también despreciaron su linaje, matándolos a todos, así como mataron a los jueces. Les envié profetas y también los mataron. No estimaron nada de lo que hice. Escondieron el rosto, de él, quien iba a imaginarse que nacería el Mesías. De este linaje destruido. Para que en la actualidad pretendan tener una descendencia mesiánica.

        

         El sufrimiento que experimente desde los comienzos. Todo fue un experimento de quebranto por la humanidad, comparando al quebranto de un Dios por su pueblo. Los azotes por los pecados, comparado a todo lo que sufrió mi brazo poderoso por venir. Mi hijo. Su copa de su sufrimiento en el Getsemaní. Fue la copa que venía cumpliéndose, vería a su pueblo negarlo una vez más. Despreciarlo una vez más. Menospreciarlo una vez más.

 

         Humanamente es imposible explicar todo esto, solo Dios pudría explicarlo. Pero porque se han negado y han sumergido a una humanidad en ignorancia. Es el mismo motivo de siempre, de menospreciar el plan de Dios y establecer humanamente sus planes. La descendencia del Mesías, fue fracturada varias veces en época de los Jueces. Y en los Reyes primero en Abías, luego en Josafat, luego en Ocozías, luego en Josías, finalmente en Sedequías y Gedalías.

 

         Luego Dios inviste a otros reyes que gobernaran a su pueblo. Y refiere que el Rey de Babilonia es su siervo y hará todo lo que le pida. Y el cumplirá sus propósitos. Vemos a un Rey de Persia dominando a Babilonia, porque tampoco Babilonia se alineo al plan de Dios.

 

         En este sentido fue en Babilonia, donde sus siervos fueron eunucos. Triste mente la genealogía fracturada nuevamente. Luego levanta al Rey de Persia y dominó al mundo entero. Y se estima una nueva esperanza con la tribu de Benjamín, a través de Mardoqueo y Ester. Y con los descendientes de Judá del rey Eliaquim, que fueron en cautiverio.

 

         En este sentido constituí imperios más poderosos, y subyugué nuevamente a Egipto, a quienes mi pueblo Israel y Judá querían servir. Le levante a Babilonia, luego Persia y Medos. Y por último el Imperio Romano. Y actué secretamente no les di más profetas, que les hablaren, hasta que vino el Mesías príncipe. Por eso se observa este período de silencio. Donde Dios calla, no les quiso hablar más a su pueblo.

 

Capítulo IV

 

                4. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores. Y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

 

         Creían que vendría un Mesías poderoso política y económicamente. Que los libertara de los imperios y en esta época de su venida, imperaba Roma. Que hicieron con la gloria del reino de David, y cuando engrandeció a Salomón, con respecto a todos los pueblos. Destruyeron el reino de Israel. Destruyeron sus altares y se lo entregaron a los ídolos paganos, adoraron a Baal.

 

         Por eso los entregue al lloro y al lamento, como estierco era su estado, desprovistos de alimentos, y con muchas enfermedades encontró su Hijo, a un pueblo. Un pueblo que Dios le había dado toda gloria. El llevo las enfermedades que le produjo su pecado, por el abandono de sus leyes, de sus mandamientos y de sus preceptos. Y que le dieron sus dioses, que me menospreciaron a mí, por ellos. Sometieron a sus descendientes al más terrible lamento.  Sus dioses que ellos decían que les daba todo y estaban contentos ¿Que le dieron?

 

         En este estado, encontró el Hijo de Dios a un pueblo, enfermo, y él tuvo que seguir sufriendo sus dolores. Luego con todo esto lo azotaron, lo hirieron y lo abatieron. Lo mismo que pensaban ustedes, que Dios le daba padecimiento. Cuando fueron traídos en cautiverio con el rey de Babilonia, luego pasó el gobierno imperial persa, porque no entendían. Así mismo Jesús sufrió todas estas penalidades.

 

Capitulo V

 

                5. Más él herido, fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

 

         Este sufrimiento padecido por Jesucristo, por todo su pueblo, es el mismo dolor pasado por el pueblo de Israel y Judá, por no entender a su Dios, que los saco con su brazo poderoso de Egipto.

 

         Herido fue su hijo, por las rebeliones de Israel. Por sus pecados fue destruido su carne, y todo el castigo de la paz que no tenían con Dios. Porque él se había airado contra su pueblo, fue sobre Jesucristo. Y todo lo que no sanaba la llaga enferma, por no obedecerle, lo sana Jesús en su cuerpo.

 

         Todo el dolor sufrido en todos estos años lo llevo Jesucristo. Él nos curó el cuerpo, el alma y el corazón. Jesús curo el cuerpo enfermo por causa de la desobediencia. Al librarnos de la muerte eterna. Resucitando este cuerpo de muerte, en un cuerpo de gloria.

 

         Ahora podemos entender todo su sufrimiento. No era un Mesías sufrido el que esperaban, sino el Mesías glorioso. El que trajera paz y felicidad. ¡Qué paz y felicidad Israel! ¡Si tu pecado era una llaga podrida! ¡Oh Pueblo de Israel! ¡Si quería, que mi gloria se manifieste en ti!  ¡Pero fuiste un desecho de la gloria del Dios Altísimo! La humanidad meneo su cabeza. ¡Era ese mi propósito que sufrieran!, ¡o que sufriera mi hijo!, ¡eso fue lo que tu escogiste Israel!

 

         Mi propósito no era el sufrimiento, fue el que escogió mi pueblo por desecharme. Por eso me desecharon a mí. Por eso los deseche a todos ellos. ¡Y solo es mi pueblo! todo aquel que cree en mi Hijo. De igual manera con su publicidad ¡del pueblo escogido! han menospreciado a mi pueblo ¡que si creen en mí! y lo tienen como indigno y los matan por creer en mí.

 

 

Capítulo VI

 

                6. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino. Más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

 

         Nosotros se refiere al pueblo de Israel, ellos se apartaron del camino antes y después del Mesías. Tomaron otros caminos, más no el camino a la vida eterna, no el camino del Hijo. Pues lo despreciaron. Y Jehová cargo en Jesús el pecado de todos ellos, de nosotros, pues cumplió con sus planes, aunque lo desviaron y lo atropellaron. Fue fiel a sus planes y propósitos.

 

 

Capítulo VII

 

                7. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja delante de sus trasquiladores. Enmudeció, y no abrió su boca.

 

         ¿Qué hablar? ante un pueblo totalmente de espalda a él, sin entendimiento. Y manejados por ciegos, y guías de ciegos. Como ovejas que van mansa cuando la van a tranquilar o a cortar su pelaje, para ser degollada para la matanza, para ser entregada por el pecado y ser sacrificada en expiación. Al igual que iba el corderito, así fue Cristo.

 

         Las ovejas se habían utilizado para el sacrificio por el pecado, eran sombra del Mesías, del cordero pascual, de la ley de expiación por el pecado. Así resulto ser Cristo. La oveja que los trasquiladores llevaban, no decía nada, ni abrió su boca, cual oveja al matadero. La posición de Jesucristo frente a sus adversarios, frente al pecado, sumisión total, indefenso totalmente.

 

 

Capítulo VIII

 

                8. Por cárcel y por juicio fue quitado. Y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

 

         Así como fueron puestos sus príncipes, nadie conto la generación de Daniel y sus compañeros príncipes. Así mismo fue la historia de Jesucristo. Fue por juicio y por cálceles como sus príncipes en Babilonia. Y en Persia, con Ciro, en la historia de Mardoqueo y Ester.

 

 

Capítulo IX

 

                9. Y se dispuso con los impíos su sepultura, más con los ricos fue en su muerte. Aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

 

         El pueblo de Israel desecho el plan de Dios de salvación. Su diestra ocupo el lugar de malhechores y de impíos, por la rebelión de su pueblo. Igual lo hubiesen matado con honores de rico, si el poderío del Rey David hubiese llegado hasta sus tiempos, porque igual mataron a sus príncipes y reyes. Hubiesen hecho Juicio contra Jesús y le hubiesen tratado como un malhechor, pues desecharon sus palabras.

 

         ¡Todo hubiese sido igual con el poderío de un Reino, que sin él! Jesús era inocente de los Juicios, igual que mucho pueblo que fue al exilio, por la culpabilidad de todos. Pero el remanente será salvo.

 

         Aunque toda la actuación de Jesús fue impecable, la voluntad de Dios fue cumplida por él. Su vida era para ser un sacrificio expiatorio y aceptado por Dios, para poder justificar, santificar y redimir al hombre.

        

         Como todos los príncipes de Israel fue su sepultura de Ricos, porque un discípulo rico, José de Arimatea, pidió su cuerpo para sepultarlo, en un sepulcro nuevo.

 

Capítulo X

 

                10. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

 

         A pesar de todo era inocente. Pero Dios lo sometió a padecimiento. Se cumple el plan de Dios en toda la Biblia, en Jesucristo.

 

         Con todo esto, se refiere, que a pesar de Jesucristo ser inocente, el plan de Dios tenía que cumplirse en él. Dios lo había trazado y lo cumplió.  Se lo plantío al primer hombre Adán que a través de la simiente de la mujer habría enemistad. Que él saldría herido en el calcañal y el otro en la cabeza.  Un pueblo salió y se dividió en dos, luego se volvieron enemigos. Enemigos de la Cruz y el sufrimiento de Cristo. La cabeza pensante y sabia de un pueblo instruido en la ley y otro pueblo que desconocía la ley.

 

         Por consiguiente, la ley se le volvió contraria y tropezaron en la piedra que rechazaron los edificadores, ¿quiénes edificaban?, los que construían un plan diferente al de Dios creador. ¿Quiénes? los adversarios de Dios, que hacían planes sin Dios. Que construían y construyen una salvación del hombre sin Dios. ¿A Quiénes hirió Dios en la cabeza? a ellos, y todavía siguen buscado al Mesías, al salvador del mundo.

 

         En este orden de ideas los que son hijos de vuestro padre el Diablo, como dijo Jesús. Terminaron hiriendo al Mesías, y él les hirió en la cabeza porque triunfo sobre ellos. Un pueblo que escogió Dios para que fuese su pueblo, obedeció más al diablo que a él, pues Dios se le volvió también contrario. Y Jesús la piedra que ellos desecharon fue la cabeza del Angulo, de todo el edificio de Dios.

 

         Jesús vino a ser el cordero, la oveja, trasquilada, siendo la ofrenda para la expiación por el pecado. Cuando lo sometieron a cárcel y lo juzgaron por hacerse pasar como Hijo de Dios. Estaban también sentenciado su condenación, igual estaban preparando la ofrenda única por el pecado, de ellos y del mundo. Ellos estaban preparando la expiación por el pecado. Un sacrificio humano. ¡Y vio Linaje! ¡Porque muchos creyeron y siguen creyendo en el él!

 

         Cuando Jesús cumplió la voluntad de Dios. Dios reposo de toda su obra en Cristo. Y fue prosperado todo lo que él hizo. Los apóstoles comenzaron anunciar el evangelio. Su nombre comenzó a ser conocido por el mundo entero. Hasta que su fama es conocida en el mundo actual.     

 

Capítulo XI

 

                11. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

 

         El fruto de la aflicción de su alma, es su expiación por el pecado, el salvo a la humanidad de la condenación eterna. Liberto al hombre de la esclavitud del pecado. Y nos dio una nueva naturaleza. La divina. Esto no lo podría hacer ningún hombre, solo el Hijo de Dios.

 

         El conocimiento de su palabra, que desconocía su pueblo, porque los levitas encargados de instruir a los hombres de su pueblo, no lo hicieron. Porque torcían el derecho de la palabra y exponían otras ordenanzas, que Dios no envió a enseñar.

 

         Por esta razón sumergieron al pueblo en completa ignorancia. Jesús por su conocimiento Justifico al que no conocía nada de él. A todo un pueblo que creyó. ¿Quién tenía conocimiento de él, de los gentiles? nadie. Pero él lo justifico por su conocimiento.

 

         El conocimiento que tenía Jesús del plan de Dios eterno. No lo tenía nunca su pueblo, porque lo desecharon. Pero Jesús su Hijo, si tenía el conocimiento de la justificación a través del único camino, la verdad y la vida que es él. El los justifico, llevo sus iniquidades.

 

         Él nos justificó. Su conocimiento nos Justificó. No el plan de los hombres. La ley no justifica. Porque por la obra de la ley, ningún hombre será justificado ante Dios. Solo Jesús nos Justificó. Rom 3:20, Gal 2:16.

 

 

Capítulo XII

 

                12. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos. Por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

 

         Jesús dijo Señor no le tomes en cuenta sus pecados, porque no saben lo que hacen. No sabían lo que hacían cuando mataron al hijo de Dios.

 

         Dios le dio parte con los grandes. ¿Quién es más grande que Jesús? Esta igualado en la historia con los grandes. Él es el más grande de todos. Y en todas las generaciones ha sido comparado y puesto con los grandes. Con los fuertes repartirá despojos.

 

         El Reino de Dios, será después del milenio, cuando el repartirá su reino, como él quiere. Con él se sentarán a reinar patriarcas, reyes, los apóstoles y todo a cuanto el escoja. 

 

         Quien ha hecho una obra más grande que la que hizo Jesús de dar su vida por la humanidad, de entregar su vida hasta su muerte, siendo contado como un pecador. Y luego resucitar de los muertos, levantarse como nunca jamás había hecho nadie. El plan excelso de Dios cumplido en Jesucristo.

 

         Imaginémonos nosotros criaturas de Dios, un Dios morir por su propio pueblo.

 

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