Capítulo III
III. El Señor Jesucristo.
A. Anuncio de la venida del Hijo de Dios.
1. A Adán
En Génesis nos dice; tu simiente será herido en el
calcañar, más tú en la cabeza. Gen 3:15. Significa la traición intencionada
recibida de Judá, movido por parte de los ancianos de su propio pueblo. Y en el
salmo de David, nos señala, que era muy cercano, hasta comía de su pan. Esto
indica la traición que recibiría el Mesías. Sal 41:9. Judá fue su discípulo, lo
traicionó, y comía de su pan. Jua 13:18-27
2. A Noé.
En Génesis 9, aparte de la promesa de no destruir más la tierra y los
seres vivientes con agua, vemos una de las revelaciones anunciadas de las
Escrituras más valiosa, la demanda de la sangre de todo hombre y de todo
animal. Posteriormente dada como ley a Moisés en el Sinaí. Y que sería
realizada por el Hijo de Dios. Gen 9:4-6.
También se le anunció a Noé, la señal exacta, en
la venida del Hijo de Dios, con respecto a la situación geopolítica, en la que
se encontraría el Mesías en su estadía en la tierra, para salvar a su pueblo de
sus pecados. Donde Dios cumpliría totalmente las profecías de su venida como
salvador, y en su venida el total cumplimiento de la bendición de Noé a sus
hijos. Gen 9:27
La demanda de la sangre fue dada y Jesús anuncia el nuevo pacto y lo
recibieron sus discípulos en la despedida de Jesús. La de entregar su carne y
su sangre para remisión de los pecados. Mat 26:26-28. Porque sin derramamiento
de sangre no hay remisión. Heb 9:22. Y también en la venida de Jesús. Jafet
siendo el Imperio Romano fue engrandecido, y moraba en las tierras de Sem,
Jerusalén, y Cam era su siervo. Mat 2:1
3. A Abraham.
A Abraham le revela la fe,
como medio para recibir la justificación, porque le cree a Dios. Gen 15:6, Gal
3:6, Sant 2:23. Y le muestra el sacrificio expiatorio al cual sería sometido su
Hijo en rescate por muchos, así fue Jesucristo. Gen 22:1-18. Hoy debemos creer
a Jesucristo. Y creer, él es, el Hijo de Dios. Jua 9:35-38, He 8:37. En su obra
expiatoria para perdonar los pecados, tal como nos anunció el profeta Isaías y
Jesús. Isa 53:10; Mat 20:28; Luc 5:24
4. A Moisés.
A Moisés Dios le revela el Tabernáculo de Dios en
el cielo, y se lo muestra para que haga una réplica o una figura para que
podamos entender a Jesucristo. Desde su salida de Egipto le muestra su
salvación a través de su brazo poderosa. El vio la salvación de Dios. La
institución de las leyes eternas, junto a la vara de Aarón y el maná, guardadas
en el arca del pacto como testimonio, resguardada por querubines. Ex 25:21;
40:20; Heb 8:5
5. A David.
Al Rey David le indica, su reino será firme
perpetuamente delante de Jehová, refiriéndose al Mesías. 2 Sam 7:16, 1 Re 2:45.
Y no faltara lámpara en su reino. Porque a su reino lo destruyeron, pero Dios
le prometió retoñar el poder de David; he dispuesto lámpara a mi Ungido.
Refiriéndose al Mesías como raíz de David. A pesar de que no cumplirían sus
generaciones su pacto con Dios. Dios si cumpliría su pacto con el Mesías. Sal
132:17
1.
A
los profetas.
La profecía que nos revela el anuncio y la revelación del Hijo de Dios,
se encuentra en la profecía dada a su pueblo, en Isaías cap. 52 y 53. También
Jeremías al igual que Isaías anuncia sobre el Mesías, como el renuevo. Isa 4:2;
Jer 33:15. En los Salmos, nos habla del Hijo de Dios como un decreto publicado.
Sal 2:7.
Luego habló el profeta Oseas, de Egipto llamó a su Hijo: habla de su
pueblo cuando salió de Egipto como teniendo en su descendencia, en su linaje
según la carne la procedencia humana de su Hijo. Ose 11:1. Profecía que se
cumple, como referencia, escrita en los evangelios. Mat 2:15
7. A su pueblo de Israel.
El único, verdadero Dios, instituyó a sacerdotes, escribas y profetas,
quienes instruyesen a su pueblo Israel. El pueblo era instruido en la ley y en
la venida del salvador; encontramos muchos escritos al respecto, de la venida
del Mesías.
En la época en la cual vino el Mesías, Zacarías el sumo sacerdote y
padre de Juan el Bautista al nacer Juan. Hizo una declaración, lleno del
Espíritu Santo, donde bendijo al Dios de Israel, diciendo que lo ha visitado, y
redimido a su pueblo, levantó un poderoso salvador en la casa de David su
siervo. Luc 1:67-79.
Igual encontramos como muchos esperaban su manifestación a Israel, la
consolación a Israel, la redención en Jerusalén, entre ellos lo referente a
Simeón y Ana. Luc 2:25-38. Natanael, y los discípulos de Juan, hablaban entre
ellos hemos encontrado al Mesías. Jua 1:41
En resumen, como anunció a Jesús, a través de sus siervos los profetas,
a su pueblo Israel.
7.1. Fue revelado. Como hijo de Dios. Sal 2:7
7.2. Es Eterno. Sus salidas son eternas. Miq 5:2
7.3. Su Deidad. Como la diestra de Dios. Su brazo ejecutor de su
voluntad. Ex 15:6, Sal 110:5, Mar 12:36
7.4. Su Plenitud. Lo llena todo. Sal 16:11, Col 2:9
7.5. Gracia. Por su gracia son salvos. Ose 14:4
7.6. Humano. Lo revelo a sus siervos, y profetas. De simiente santa. Isa
6:13, 80:17
7.7. Unidad. Dios es uno con su diestra. Sal 44:3, Ex 15:12
7.8. Santidad. Como hijo Dios es santo. Ex 15:11, Isa 57:15, Sal 110:3,
7.9. Sanidad. El árbol de la vida para sanidad a las naciones. Jer 36:6,
Apo 22:2
7.10. Salvador. Es redentor. Sal 20:6, 98:1
7.11. Resurrección. Los levantará. Os 6:2, Isa 26:19
7.12. Gloria. Isa 63:12, Sal 66:2, 72:19
B. El Hijo de Dios.
1. Morada.
a. Eterna.
Su morada es Eterna. Es desde la eternidad como lo pronuncia el profeta
Miqueas nos habla de que sus salidas son desde el principio de la eternidad.
Miq 5:2. El evangelio de Juan nos dice que él era con Dios, era Dios y todo fue
hecho por él. Jua 1:1-3
Jesús indicó una oración especial y única al Padre, el cual le dijo sea
glorificado a su lado con la misma gloria que él tenía antes que el mundo
fuese. Juan 17:5. Desde su comienzo en su ministerio dijo que verán al Hijo del
hombre sentado a la diestra de Dios. Después de 40 días de resucitado, fue
recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Marc 16:19
Jesús está en el seno del Padre, eso implica cercanía, unidad, voluntad
íntima, estar cerca en la eternidad. Juan 1:18. Jesús les dijo a sus discípulos
que él había salido del Padre, y he venido al mundo, pero otra vez lo dejaba,
para ir al Padre. Y sus discípulos eran amados por el Padre, porque amaban a
Jesús y creían, salió de Dios. Jua 16:27-28
2. Nombre.
a. Autoridad y Poder.
Enseñó con autoridad. Sujeto los vientos y los mares con autoridad. Sujeto
al enemigo con autoridad. En el poder del Espíritu Santo. Su Nombre es sobre
todo nombre nos indicó Pedro. He 4:12. Pablo en las epístolas nos dice; en su
Nombre se sujetan todas las cosas las del cielo, las de la tierra y debajo de
la tierra. 1 Cor 15:27; Fil 2:10
Nadie tiene la autoridad, el carácter, el poder, el dominio sobre los
poderes en la tierra y en el cielo, solo Jesús. Por eso hablar de su Nombre es
expresar su carácter, su autoridad, su poder, su fama, adquirido por él mismo,
El Hijo de Dios.
Su nombre es preguntado por Manoa padre de Sansón. Y él dijo: porque me
preguntas mi nombre que es admirable. Jue 13:18. El profeta Isaías también nos
indica que su nombre es Admirable, Consejero, Padre Eterno, Príncipe de paz. Isa
9:6
El Hijo de Dios, antes de venir a esta tierra como ya hemos mencionado:
es la diestra de Dios, El brazo ejecutor de sus obras prodigiosas y
maravillosas. Estaba en el seno del
Padre. Es uno con él, en cuanto a unidad y voluntad.
Los antiguos escritores, para
distinguirlo del supremo Dios, lo mencionan como Ángel de Jehová. Es lo que se
conoce en la Teología como una teofanía. Es decir; una manifestación de Dios de
forma visible y corpórea. También es anunciado como el Ángel del Señor. El
Ángel de Jehová es identificado con Dios mismo, dando mandato, bendiciones y
promesas.
Es este, el caso del encuentro de Agar la sierva de Saraí con el Ángel
de Jehová. Gen 16:7-13. Y el encuentro que tuvo Abraham cuando fue probado,
desde el cielo escucha su orden y luego su promesa. Gen 22:11-18. Como Ángel de
su Faz, solo es mencionado por el profeta Isaías. Isa 63:9
El Nombre que obedeció la voluntad de Dios para cumplir con sus planes
es Jesús el Cristo. Jesucristo. El Todopoderoso. En su Nombre sucedieron y
suceden sanidades. He 3:16. Liberaciones, transformaciones y milagros. Solo en
el Nombre de Jesús hay que esperar. Pero su Nombre significa su poder, su
autoridad, su carácter. Su gobierno sobre todas las cosas visibles e
invisibles, en todo lo alto, ancho, largo, y profundo de lo existente.
En este sentido debemos comprender su Nombre desde los siguientes
aspectos:
a. Para que conocieran su Nombre. Isa 52:6; 53:12, Ju 17:6
b. Su Nombre es Poder, Autoridad, Carácter. Isa 11:2; 52:6-7; Luc 4:36,
8:49, 20:2, 22:51
a. Se dirige a Dios como Padre y Santifica su Nombre. Luc 11:1-2
b. Dios le dice a Moisés Él es, Él que
es, El Yo Soy. Es su Nombre. Ex 3:11-15; Jua 8:28
c. El Salvó a su pueblo de sus pecados. Y les cumplió su promesa. So
3:17; Mat 1:21
d. Y en ningún otro hay salvación. No hay otro Nombre. He 4:12
e. Todo cuanto pidamos al Padre en su Nombre será hecho. Jua 14:13-14
f. Igual que el Nombre de Jesús es todopoderoso, en su Nombre se doblará
toda rodilla. Y toda lengua confesará que Jesús el Señor. Isa 45:23; Ro 14:11
g. Su Nombre es el poder con el cual su obra en su Nombre se cumple.
Para ser sus embajadores, sus testigos. He 1:8. El profeta Isaías nos dice: que
es Admirable, Consejero, Dios de Paz, Padre Eterno. Isa 9:6. Siempre se les
otorgó el derecho a los sacerdotes de utilizar el Nombre de Dios para bendecir
al pueblo. Dt 10:8. Y para hacer las cosas Santas en su Nombre. Dt 23:14
3. Pacto.
Dios hizo pacto con los antiguos para hacer un pueblo para él, para su
Hijo. Ex 34:24. Su pueblo no cumplió con el pacto establecido y anunciado;
invalidaron su pacto concertado con familias, pueblos y naciones, de la
descendencia de Israel. Gen 22:18; Jer 11:10; De 29:13-15. Dios levanta un
renuevo justo. Jer 23:5. Y hace un nuevo pacto con su Hijo. Pacto que cumplió
Dios. Isa 6:8-9; Jer 31:31. Y Jesús hizo todo lo que quiso el Padre, y obedeció
en toda su voluntad. Antes de entregarse a sacrificio y a muerte, se lo índico
a sus discípulos. Mat 26:26-28
4. Nacimiento.
Antes de venir a la tierra Jesús, el Hijo de Dios, es la diestra del
Padre, su brazo que ejecuta su voluntad, hay manifestaciones de su presencia.
Los antiguos escribieron, nombrándole como el Ángel de Jehová, recibiendo
adoración como Dios. Jue 13:18-22
El nacimiento de Jesús sucede cuando
María y José estaban desposados para casarse antes que se juntasen. Sin María
conocer varón, el Espíritu Santo vino sobre ella, y el poder del Altísimo la
cubrió con su sombra, a María; y el Hijo de Dios fue concebido en el vientre de
María. Mat 1:18; Luc 1:34-35
Luego acercándose la fecha del nacimiento, vinieron José y María a
empadronarse a Belén. Luc 2:4-7. Y Jesús nació en Belén de Judea como dice las
escrituras que nacería en la ciudad de David. Belén de Judea era de la ciudad
de David. Miq 5:2. Mat 2:5. También recibe adoración de unos astrólogos o magos
del oriente, que vienen a ver al Rey de los judíos, porque vieron su estrella
como dice las Escrituras. Mat 2:1-2, 10-11. Y unos pastores fueron avisados por
unos ángeles de su nacimiento. Luc 2:15
Después por causa de Herodes, mandar a matar a todos los niños, temiendo
por el rey de los judíos. José se va a
Egipto porque fue avisado en un sueño. Luego de otro sueño, para irse de Egipto
a Israel, no regresa a Belén, sino se va Galilea a una ciudad llamada Nazaret,
porque después de la muerte de Herodes reina su hijo Arquelao. Cumpliéndose así
la profecía de Egipto llamé a mi hijo y sería llamado Nazareno. Nazareno
significa raíz o vástago. Mat 2:12-15,
19-23; Ose 11:1; Isa 53:2
5. Ministerio.
Jesús comienza su ministerio a la edad de 3o años, según las Escrituras,
venía a manifestar su Nombre a Israel. Manifestó el nombre del Padre,
glorificándole por la obra que él hizo. A salvar a su pueblo de sus pecados. El
profeta Isaías hace una explicación magistral en la profecía entregada por el
Padre. El pueblo de Israel esta profecía la toma para ellos, en realidad es
para ellos, pero para decirle que el Mesías vendría, y vino como lo anuncia el
evangelio de Juan. Ju 1:9-10
Todo lo que dice las profecías de Isaías cap. 52 y 53, fue cumplido a
cabalidad en el ministerio en la tierra del Mesías. Según la profecía de Isaías
cap. 61:1-2a y 11:1-2, igual fue cumplido en Jesús el Hijo de Dios. Ministerio
que se encuentra relatado en los evangelios y que se resumen en la obra
redentora del Hijo de Dios.
Dentro de su ministerio principal, se desempeñó como el Ungido de Dios,
el sacerdote, el salvador de Israel. El maestro, evangelista por excelencia, el
pastor de las ovejas, que dio su vida por sus ovejas, quien también fue
profeta, sanador, libertador de su pueblo Israel y todo aquel que le cree.
Hacedor de estupendos milagros, prodigios y maravillas. Y es actualmente
nuestro abogado, quien intercede ante el Padre por su pueblo. Vendrá como Juez
y Rey.
6. Profecías.
Dentro de las profecías sobre su venida, son variadas. Están muy ligadas
los relatos de las dos venidas. Sus acontecimientos y señales parecen los
mismos. La primera como salvador, la segunda como Juez y Rey. Si está claro que
todos los profetas hablaron de su venida. Los libros de ley de Moisés, los
salmos y los históricos, todo está escrito, íntimamente ligado a los acontecimientos
de su venida.
Génesis nos habla de la generación de Adán. Igual de la enemistad, entre
los que creen a Dios y los que no logran creerle, porque son los hijos del
maligno. Gen 3:15. Culminando en Judá, el cual alzó su calcañar contra Jesús y
lo entendieron sus discípulos. Jua 13:18. También Génesis nos habla del pacto
de sangre que haría Dios con el Mesías. Gene 9:5.
Los libros subsiguientes a Génesis escritos igualmente por Moisés, que
constituye los libros de la ley, o pentateuco, todos hablan del programa de
Dios sobre la expiación que realizaría su Hijo, su Ungido, el Mesías. El
Tabernáculo de Dios con los hombres. Heb 9:8-28
Los libros Históricos desde Josué hasta Ester, nos hablan de los hechos
prodigiosos y maravillosos de su brazo, su diestra. Y aun así no creyeron.
Luego los libros poéticos recogen todos los sucesos de forma cantada y poética
que realizó su brazo, su diestra. Sal 44:3; 98:1. Para entender las grandes
verdades de la venida de Jesús. Tal como nos anuncia el salmo de David. Salmo
110:1-4
De esta forma encontramos la profecía de Isaías, nos dice: el mismo que
habla vendría. Isa 52:6. Al profeta Zacarías le anuncia, canta y alégrate hija
de Sión, porque he aquí vengo, moraré en medio de ti, ha dicho Jehová. Zac
2:10. El libro a los hebreos cito este salmo. Entonces dije: He aquí, vengo. En
el rollo del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha
agradado. Sal 40:7; Heb 10:7
7. Labor desempeñada.
Jesús desempeñaba una labor en la
tierra de carpintero. Mat 13:55. Y luego comienza su ministerio, y es Maestro.
Mat 12:38. Desde muy pequeño escucha a los doctores de la ley, todos estos se
maravillaban de su inteligencia y respuestas. Luc 2:46-47. Acudió todos los
sábados a la sinagoga, como de costumbre, por ser maestro se levantó a leer y
se le dio el libro de Isaías. Luc 4:16-18
Su labor como Pastor, el mismo lo dijo a sus discípulos, yo soy el buen
pastor. Juan 10:14. Como pastor también dijo Jesús, él es la puerta de las
ovejas, es la puerta que nos lleva al lugar santísimo, a la misma presencia de
Dios. Porque cuando muere el velo del templo se rasgó. El velo es la puerta.
Jua 10:7-11; Luc 23:45
Es el Hijo de Dios y también, es siervo de Dios, por medio del profeta
Isaías le dice: mi siervo, mi siervo justo. Isa 42:1, 53:11; Mat 12:18. Es Rey
de los Judíos, porque Dios le prometió a David que no faltaría uno de su linaje
en el trono de Israel. 1 Re 9:5. Y después de hacer su obra se sienta a la
diestra del Padre como en el principio. Mar 16:19
8. Doctrina.
La doctrina no era como la de los religiosos de su época. Su doctrina
era con autoridad. Jesús vino a plantear la verdadera forma de cumplir la ley,
no sujeta a tradiciones de hombre, ni ha mandamiento de hombre. Habló sobre el
derecho de la verdad. El amor y el perdón caracterizan la doctrina de Jesús.
Descritas en los evangelios. Sentían admiración de su doctrina. Ordenó
investigar minuciosamente en las escrituras. Jua 5:39; Mat 7:28
El principal tema de Jesús es entender, que Dios es uno. Que él y el
Padre son uno. Juan 10:30. En lo sucesivo sus enseñanzas doctrinales, se
sujetaban a las Escrituras como el fundamento principal para determinar toda la
verdad. Mat 22:29. Santifico, glorificó, y manifestó al Padre en el
conocimiento de su verdad. Luc 11:2; Jua 12:28; 17:4
Jesús dio especificaciones a sus discípulos como debería administrar su
iglesia, haciéndole hincapié a Pedro que él es la roca, donde se debería
fundamental su iglesia. Mat 16:18. Habló de todas las doctrinas que se manejan
como pilares fundamentales del cristianismo. Jesús afirmó que su doctrina no
era de él, sino del Padre que lo envió. Dando a entender que toda la doctrina
estaba en las escrituras. Jua 7:16
En resumen, la doctrina transmitida por Jesús, es igual a toda la
descrita en las escrituras. Jesús hizo hincapié en conocer a Dios. Afirmo Él es
Uno. Explicó hay que comprenderlo a él y a su doctrina. Jua 7:17. Informó había
que investigar a profundidad las escrituras. Ju 5:39. Jesús señaló la obra del
Espíritu Santo y su importancia para el hombre. Ju 16:8-16. Él les habló a sus
discípulos sería su consuelo, y uno igual a él. El Espíritu Santo, que enviaría
después de su partida. Ju 15:26
Jesús hizo referencia de la condición del hombre en su corazón, y
también afirmó, morirían en sus pecados sino creían en él, como el Hijo de
Dios. Jua 8:24. Haciendo referencia de lo que hay en el corazón del hombre. Mat
15:19.
También habló Jesús de su iglesia y mencionó, él era el fundamento donde
debe ser edificada. Mat 16:18. Instruyó
a sus discípulos sobre su segunda venida en gloria. Mat 21.27. Y de igual forma
de la condición de la iglesia, como la novia del cordero y la celebración de la
unión final, las bodas del cordero. Mat 25:6
Por otra parte, Jesús habló de los ángeles como sus mensajeros y
colaboradores. De la condición de los ángeles. Mat 22:30, Mat 13:39, 41, 49;
24:32. Igual hablo de la condición del hombre alejado de Dios, que obra igual
al Diablo. Jua 8:44. Resistió la tentación de Satanás. Mat 4:10. Habló sobre lo
que puede hacer al hombre, Satanás, sólo si él lo permite. Luc 22:31.
Por último, habló sobre el fin de los tiempos, de su reino, del juicio,
y del reino de los cielos. Mat 24:7; Mar 13:8; Luc 21:10.
En resumen, la doctrina Jesús la especificó en lo siguiente:
8.1. Doctrina de las Escritura:
a. Examinar.
Escudriñar. Las Escrituras. Porque son las que dan testimonio de él. Juan 5:39,
Pro 2:2-5
b. No ignoremos las
Escrituras. Para no errar. Mat 22:29
c. Las Escrituras se
tenían que cumplir en él. Y así sucedió. Luc 24:26-27
d. Jesús abre el
entendimiento para comprender las Escrituras. Luc 24:45
e. Creer en las Escrituras con
mucha prudencia, sensatez. Luc 24:25
8.2. Doctrina de conocer a Dios.
a. Es su Padre y
nuestro Padre. Ju 20:17
b. El único Dios
verdadero. Ju 17:3
c. Es bueno. Mat 19:17
d. Santificar su
nombre. Lucas 11:2
e. Orar al Padre en su
Nombre. Ju 14:13
f. El Padre envió a
Jesús. Y salió de él. Ju 17:8
g. Él y el Padre son Uno. Ju 17:21
h. Él vino a manifestar
su Nombre. Ju 17:6
i. Las palabras que
hablaba se las dio su Padre. Ju 17:8
j. Su reino. Fue
preparado desde la fundación del mundo. Mat 25:34
8.3. Doctrina del Espíritu Santo.
a. Hay que pedirlo. Luc
11:13
b. Es una promesa del
Padre. Luc 24:49
c. Hay que creer en la
voz del Espíritu Santo. Sin blasfemar. La blasfemia contra él no tiene perdón.
Mar 3:29
d. Guia a toda la
verdad. Ju 16:13
e. Da el poder para ser
sus testigos. He 1:8
f. Redarguye de pecado,
justicia y juicio. Ju 16:8
g. Enviado por el
Padre, por medio de Jesús, para glorificar a Jesús. Ju 11:4
h. Es el consuelo. En
los momentos de debilidad, aflicción y difíciles. Ju 14:26
i. Somos el templo de
su Espíritu. Está con nosotros, y hará morada en nosotros. Ju 2:19-21; 14:17
8.4. Doctrina de Jesús.
a. Creer en él. Él es
el hijo de Dios. Ju 3:36, 9:35-39
b. Oír sus palabras.
Creer al que lo envió. En su Padre. Para tener vida eterna. Ju 5:24, 36-37
c. Tiene todo poder y
autoridad. Mat 28:18
d. Él envió al Espíritu
Santo. Luc 24:49, He 2:4
e. Es el principio.
Antes que el mundo fuese. Ju 17:5
f. Vino para que
tengamos vida. Vida en abundancia. La vida eterna conocerlo a él y a su
Padre. Ju 10:10; 17:3
g. El Padre le dio
autoridad de hacer, según su voluntad juicio justo. Ju 5:22, 30
h. Está a la diestra
del Padre. Luc 22:69
i. Vendrá con gran
poder y gloria. Luc 21:27
8.5. Doctrina del Hombre.
a. Hay que cambiar todo
el interior del hombre, corazón o mente. Del corazón sale todo lo malo. Hay que
morir, para salir el nuevo ser, y dar fruto. Mat 15:19, Mar 7:21, Luc 6:45, Ju
12:24
b. Nacer de Nuevo. Del
Espíritu de Dios. Ser una nueva criatura. Para poder ver el reino de Dios. Ju
3:3-7
d. Separados de él nada
podemos hacer. Creyendo a Jesús, siguiendo a Jesús. Ju 15:5
e. Escuchamos sus
palabras. Nacemos del Espíritu. Guardamos su palabra y Dios nos hace crecer.
Veremos su reino. Mar 9:10, Ju 3:6; 8:43, 51,
f. Reinaremos con él
sobre la tierra, en su reino. Apo 5:10
8.6. Doctrina de la Iglesia.
a. Sobre él, es la
base, para construirla. La cabeza del ángulo. Zac 10:4, Mat 21:42
b. Adquirida con su
sangre inocente. Mat 27:4
c. Adquirida con su
padecimiento corporal. Luc 9:32; 22:15
d. Lo señala su pacto.
Su sangre y su carne derramada para remisión. Mat 26:28
8.7. Segunda Venida de
Jesucristo en Gloria.
a. Vendrá en una nube con poder y gran
gloria. Luc 21:27
b. Vendrá con sus ángeles, en la gloria de
su Padre, pagará a cada uno conforme a su obra. Mat 16:17
c. Las tribus de la tierra lo verán y
lamentarán. Ma 24:30
8.8.
Las Bodas del Cordero.
a. Habló sobre unas
bodas, en sus parábolas. Refirió con una figura literaria, era el esposo de sus
discípulos, que andaban con él. Mat 25:1-13, 9:15.
8.9.
Milenio.
a. Jesús habló del
Milenio en la revelación del Apocalipsis, al apóstol Juan. Apo 20:2
b. Jesús habló de venir
en su reino. Mat 16:28
c. Comerán y beberán
sus discípulos en su reino. Luc 22:30
d. En la regeneración…Se
sentará en su trono de gloria. Y los discípulos también se sentarán sobre doce
tronos para juzgar a las 12 tribus de Israel. Mat 19:28
e. Jesús habla de su
reino, no era de este mundo. Si su reino fuese de este mundo como esperaban los
judíos. Sus ángeles pelearían para no ser entregado a los judíos. Ju 18:36
f. Reinará sobre la casa
de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. Luc 1:33
g. En su reino no habrá
personas que sirvan de tropiezo, no hagan in iniquidad. Mat 13:41
8.10. Los Ángeles.
a. Son asexuales. Ni se casan,
ni se dan en casamiento. Mat 22:30
b. Son servidores y
mensajeros. Mat 24:31, Luc 2:9-14
c. Si un ángel aparece,
a anunciar su venida, no es mensajero de Dios, porque ellos no saben ni el día,
ni la hora cuando viene, solo El Padre. Mat 24:36
d. El diablo, y sus
ángeles. Hay ángeles que no son mensajeros de Dios, sino del diablo. Mat 25:41
e. Los ángeles adoran y
se alegran de que crean en su hijo y se arrepienta un pecador. Luc 12:9
8.11. Los Juicios.
a. Coloca como ejemplo
a ciudades destruidas por juicio como Sodoma y Gomorra. Para juzgar por su
comportamiento a Israel y Judá. Los judíos. Mat 10:15
b. Y de igual forma
Tiro y Sidón. Y también de Nínive. Este Juicio que hizo a las Naciones. Porque
vieron los milagros, los prodigios que hizo Jesús y no se arrepintieron. Luc
10:12-14, Mat 12:41
c. Coloca también como
ejemplo a personajes importantes como la reina de Sabas para hacer juicio con
respecto al valor que se le da a Jesús y a su presencia en Jerusalén. Este
juicio a los reyes y a las personas en eminencias. Luc 11:31
d. Habló en su
enseñanza de la forma como se hará el juicio a Israel. Mat 5:21-22,28; 7:1-2,
e. Juzgará a las
personas de juicio por no creer en él, sin involucrar las acciones del diablo
sobre cada quién, ya que ya ha sido juzgado.
Juan 16:11
8.12. El Reino de los Cielos.
a. Jesús anuncia el
reino de los cielos. Por parábolas. Mat 18:23, 22:2
b. Entrarán los que se
hacen como niños. Y los niños. Mat 18:3, 19:14
c. Los humildes serán
los mayores. Mat 18:4
9. Títulos.
Jesús es el redentor de las familias, los pueblos y las naciones. Y el
mismo lo anunció, que cuando él se siente en su trono de su gloria, los
discípulos también se sentaran con él, a juzgar a las doce tribus de Israel.
Mat 19:28. El apóstol Pablo, lo anunció en la carta a los gálatas que es el
redentor de Israel. Gal 3:13-14. Él es
el salvador del mundo nos dice Juan en su primera carta. 1Ju 4:14. Y a Timoteo
el apóstol le dice; él es el Rey de Reyes y Señor de señores. 1 Tim 6:15
Entre los títulos más relevantes es el Mesías,
el Cristo, el Ungido, títulos dados en hebreo, griego y latín. El Ungido de
Dios, salvaría a su pueblo de sus pecados. Igual Jesús ejerce el título
honorífico de Sacerdote, único según la orden de Melquisedec. Heb 6:20. Pero,
sobre todo, es el hijo de Dios el título eterno. Mar 1:1. Es el Rey de los
Judíos, que ellos esperaban. Mat 2:2, 28:18
En un periodo de tiempo no descrito en la historia y anunciado ya por
los evangelios. Su nombre Jesús, fue unido a su título Cristo. Llamándose por
la lengua griega Jesucristo. Tal vez los judíos lo llamaban Jesús el Mesías, o
por otra parte para diferenciarlo de otros, Jesús de Nazaret. Ya los que
esperaban su manifestación a Israel, se referían y hablaban del Ungido. Jesús
el Ungido. Luc 2:26, 4:18, Isa 61:1
10. Obras.
La obra magnífica que hizo el Hijo de Dios fue la expiación por el
pecado de su pueblo. Él fue el cordero inmolado por el pecado. El significado
de su obra salvadora o de su sacrificio en la cruz o madero, es que nosotros
mismo estamos muertos en delitos y pecado. Necesitamos un salvador, ese
salvador es Dios mismo, tomando nuestra misma naturaleza humana, el cuerpo y la
sangre, que es la vida. Entregado en expiación, y muerte, y luego al resucitar
en la Naturaleza Divina. Para que nosotros seamos participe de su Naturaleza,
al creer en su obra maravillosa y admirable de Dios.
De esta obra parte las demás, porque él con su obra, nos perdonó, tiene
el poder para hacerlo. Se apartó la ira de Dios por desobediencia a su pacto de
la ley. Por ende, al darnos vida juntamente con él, somos liberados del pecado,
de la muerte, del infierno. Y somos sanados porque él en su cuerpo regeneró
nuestras obras muertas, en vida, por sus llagas fuimos sanados. Isa 53:1-12
11. Reconocimientos.
Jesús es el león de la
tribu de Judá, significa su autoridad sobre su pueblo de Israel, en su
descendencia. Jesús es de la tribu de Judá, como se lo había prometido a los
patriarcas, a Moisés, a David y a los profetas. Y él fue el que venció, y se le
dio la autoridad para abrir el libro y desatar sus sellos. Apo 5:5
Jesús es el Señor. Así lo
anunció el apóstol Pedro. En su elocuente discurso: A este Jesús Dios lo resucitó;
todos nosotros somos testigos. Exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del
Padre el Espíritu Santo prometido y lo ha derramado y ustedes lo ven. He
2:32-33. "Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha
constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien ustedes han crucificado"
He 2:36. Y luego Pablo explica: hay que
confesar a Jesús como el Señor. Rom 10:9
Cuando Jesús asciende al
cielo, y glorificado por el Padre, recibe todo poder y autoridad. Se evidencia
enviando Jesús el Consolador. El Espíritu de la verdad. Ju 16: 14. Siendo
recibido por sus discípulos. Quienes transmitieron el mensaje, ante la
multitud. "Al oír este mensaje, se sintieron compungidos de corazón "
He 2:37. Y en pocos días siguieron a Jesús miles de personas.
Jesucristo es el Señor,
porque es la plenitud del poder de la Divinidad. Bajo sus pies sometió todas
las cosas. Efe 1: 21-23. Es también la autoridad sacerdotal según Salmo 110:4.
"Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec"
Como Señor, Cristo es la
Cabeza de la Iglesia, que es su Cuerpo. La Plenitud de aquel que todo lo llena
en todo" Efe 1: 22-23. Col 1:19. En él habita corporalmente toda la
Plenitud de la Divinidad. Col 2:9. La Iglesia adquirida con su sangre He 20:28,
1 Co 6:20. Con su sangre inocente. Mat 27:4.
También Jesús al irse al
Padre dijo a sus discípulos: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta el
fin del mundo" Mt 28:20. Cristo es el Señor de la vida. A Él pertenece el
juicio. "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos
sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria, para juzgar. Mt
25:31-34
Pertenece a Cristo por ser
el Redentor del mundo. El pleno derecho de juzgar las obras dé los hombres y
sus acciones, en las conciencias humanas. El Padre le otorgó el juicio. Ju 5:
22. Sin embargo ha de venir en gloria y sobre todo para juzgar. Para otorgar la
vida que está en Él. "Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así
también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado autoridad para juzgar,
porque es Hijo del hombre" Ju 5:26-27
Por su parte la
misericordia del corazón desde el seno del Padre, y por quien procede el Hijo.
Del amor infinito. Por entregar a su hijo por la humanidad. Ju 3:16. También
desea recibir de cada hombre una respuesta a ese amor para darles la vida
eterna.
12. Reino.
Jesús habló del reino de los cielos, pedía a su
pueblo arrepentimiento, por haber desechado su plan con el Mesías, haber
incumplidos los pactos y las leyes de Dios. Habló de los lineamientos para
participar en su reino, para su pueblo Israel instruido en la ley, pero que no
obedecían. Eran manejados por las imposiciones de las costumbres y tradiciones
de los ancianos. Mat 15:8-9
Jesús les advirtió no porque le digan Señor, es requisito para entrar a
su reino, sino todo aquel que haga la voluntad de su Padre que está en los
cielos. Mat 7:21. La principal voluntad de Dios, es que crean en su Hijo, como
salvador. Vino en carne, y derramó su sangre, muriendo por sus pecados. De allí
parten las demás. Si creemos que él es Hijo de Dios, lo demás es resultado de
esta fe. Jua 3:36; 1Ju 5:10; Sal 2:12
Jesús consumando su obra en la cruz o madero. Pago en su totalidad la
culpa, la pena y la condenación sobre el pecado. Lo crucifican al lado de dos ladrones o
malhechores. Uno de ellos lo injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate
a ti mismo y a nosotros. El otro le replicó diciendo. ¿Ni aún temes a Dios en
la condición que estamos en condenación? Nosotros, padecemos justamente porque
lo merecemos, pero Jesús qué mal hizo. Y le dijo a Jesús que se acordara de él
cuando este en su reino y Jesús le dijo que hoy mismo estará en el paraíso. Luc
23:32, 39-43
En esta narración observamos, que primero el ladrón reconoció su
condición, segundo reconoció que Jesús era inocente de lo que se le culpaba, y
comprendió que él tenía un reino, es el Hijo de Dios. Por eso le pide que lo
haga partícipe de su reino, que se acuerde de él. Y Jesús le aseguró como Hijo
de Dios, que así sería. Es lo principal, creer en Jesús como el Hijo de Dios.
En la expansión de su
realeza, Cristo es Señor de todo el cosmos. "Este que bajó es el mismo que
subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo" Ef 4:10. En la
primera carta a los Corintios el apóstol Pablo añade que todo se le ha
sometido. 1 Co 15, 27. Contextualmente nos dice: "Cuando hayan sido
sometidas a él todas las cosas, entonces también el Hijo se someterá a Aquel
que ha sometido a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todo" 1 Co
15, 28. "Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de
haber destruido todo dominio, toda autoridad y potencia" 1 Co 15:24.
En Él la historia del
hombre, toma conciencia, y puede decirse toda la creación, encuentra su
cumplimiento trascendente. En todos los tiempos: Cristo es la Cabeza, en los
cielos y lo que está en la tierra" Efe 1:10
C.
Profecía de Isaías 53.
1.
Anunció y reveló su salvación.
Dios lo anunció, lo notificó. El
manifestó su salvación a Israel y esta profecía de Isaías 53:1, comienza
diciéndonos:
a.
¿Quién creyó a esta noticia?
El
profeta principia la profecía con una pregunta hecha por Dios. Toda la profecía
de Isaías 53 está en primera persona. Y su revelación es en primera persona. La
noticia dada, nos lleva también a un mensaje de desprecio hecho a los planes de
Dios. Fue despreciado nos dice la profecía, se está
refiriendo al desprecio de su pueblo Israel respecto a su pacto de redención.
Desde su partida de Egipto, antes de
entrar en la tierra prometida. Hubo una murmuración constante del pueblo de Israel. Todo este pueblo no creyó y desechó el
plan de Dios con los Israelitas. Diciendo: los llevó al desierto a pasar
hambre, y no tenían agua, pensaban en los privilegios que tenían en
Egipto.
Muy pronto olvidaron la esclavitud del
cual los libró Dios en Egipto, de su clamor y llanto por liberación. De las
maravillas de ser guiado por un camino desconocido para ellos, pero los
libraría de la persecución de Faraón. Pronto se olvidaron para empezar a
protestar y a dudar del plan de Dios con su pueblo. Sal 106:13.
Así como fue olvidado este hecho
prodigioso en toda la historia del pueblo Israel. También cuando vino el Mesías
se olvidaron de sus promesas innumerables. ¿Quién creyó al anuncio en el
Imperio Romano? cuando fue engrandecido Jafet. Moraba y gobernaba en las
tierras de Sem. Por no creer en el Señor tu Dios, no creyeron cuando vino el
Mesías.
En este aspecto Sem, Jafet y Cam, son
los hijos de Noé, que salieron con él de la barca con su familia. Y de esto se
pobló toda la tierra después del diluvio. Noé les da una bendición a sus hijos.
Que tuvo fiel cumplimiento. Y todavía actualmente lo posee. De Sem proviene
toda la descendencia del Mesías. Toda la descendencia de Israel. De Jafet toda
la descendencia de Europa. Y de Cam el
resto de los países.
Toda esta bendición se cumplió en la
época de la llegada del Mesías. Jafet, gobernó en Jerusalén, que pertenecía a
Sem. Actualmente todo el territorio de Israel y sus zonas de reclamación. Jafet
domina a todos los territorios incluso a Sem, y a Cam. Con el Imperio Romano. Y
Cam vino a ser su siervo. Tal como bendice Noé a sus hijos. Predice su
destino. Gen 9:27.
Sem son los habitantes de Jerusalén.
Sem vino a estar gobernada por el Imperio Romano. Sem habitaba en Canaán.
Porque Dios le entregó a Sem a Canaán para que habitará en ella. Porque Dios lo
había prometido a Abraham. Pero Sem después de haber sido poseedor de la tierra
de Canaán. Se mezcló con los habitantes que quedaron en ella, según lo relata
el libro de Josué.
En este sentido cuando llega el
cumplimiento del tiempo y nace el Mesías. Imperaba Roma y gobernaba a
Jerusalén. El pueblo de Dios, antes llamado Israel, dividido en dos, luego
volvió a unirse otra vez después de la época de los reyes. Y en esta época donde imperaba Roma, era
llamado pueblo judío. Habitaba en territorios conquistado por el Imperio
Romano. E imperaba Roma, que es Jafet. Sem los judíos, el pueblo de Israel y
habitaba en Cam que era Jerusalén. Y todo estaba siendo dominado por Roma.
De igual forma como en el desierto, no
creyó lo que Dios iba a ser en el futuro. No creyeron cuando vino el Mesías.
¡Como hubiese sido todo si le hubiesen creído a Dios! Despreciaron el plan de
Dios en el desierto cuando les mostraba el Tabernáculo figura de lo que había
de venir. Que era sombra de lo que es el Mesías Príncipe.
Por esta razón, Dios no les dejó ver la
tierra prometida a los israelitas que no creyeron. Y todos murieron en el
desierto. Como testimonio a los que dudan de sus planes. De lo que Dios tiene
previsto y lo que ha prometido en su palabra. Lo cumplió y cumplirá. Él lo dijo
y él lo hará. Así lo advierte el apóstol, ¡quienes fueron los que no reposan
de sus obras y gozan de lo prometido!, los que dudaron. ¡Así sucederá a todos
los que dudan de la salvación de su hijo Jesucristo! Él nos invita a creer
solamente. Cree solamente y será salvo.
Es cosa difícil creer, pero no les
parece que, para El Señor Dios Todopoderoso también fue difícil soportar a un
pueblo por el desierto que no creía lo que iba hacer, El Gran Yo Soy de darles
una tierra que ellos no sembraran y unas casas que no construyeron. Y se las
dio, poseyeron la tierra prometida. Jos 24:2-14.
Pero al poseerlas ¿qué paso?, tampoco
hicieron como les dijo, dejaron pueblos, y fue su hayo, porque ellos mismos
fueron su perdición y corrupción. Llegaron a ser como Sodoma y Gomorra. Y su
pecado mayor que el de ellos. Lam 4:6, Jer 23:14.
Luego como iban a creer, si se iban
tras los ídolos obra de sus manos, tras lo que veían sus ojos. Porque les dio jueces,
y siempre se desviaron de su camino, nunca escucharon a sus profetas ni mucho
menos a sus jueces, condenaban las generaciones de sus profetas y de sus
jueces, los criticaban y los mataban. Se enojó otra vez con ellos, hasta que
desecharon su gobierno a través de jueces.
Y pidieron Reyes. Les dio reyes. Reyes
que también desecharon y mataron, se mezclaron con pueblos que no les mandó
Dios a mezclarse, y entre ellos mismos también se mezclaron. Y todos pueden
criticar al linaje puro del pueblo de Israel, el pueblo de Dios que no ha sido
puro, porque no obedecieron. Ed 10:2.
b.
La revelación de su salvación a través
de su brazo.
Luego
en este primer verso de Isaías pregunta: ¿Y sobre quien se ha revelado el brazo
de Jehová? Isa 53:1 b.
Es su brazo; quien revela a su pueblo,
al Mesías, al Salvador prometido. Existen innumerables pronunciaciones hechas
de la revelación de su brazo en toda la Escritura y que ellos habían manejado
este término siempre.
Desde la bendición de Jacob dada a sus
hijos, está presente esta revelación. Luego cuando los saca del desierto. En la
conquista con su brazo extendido que hizo con Josué. De igual forma las
innumerables batallas libradas con su brazo en la época de los jueces y luego
en los reyes. Estas maravillas ejecutadas fueron motivo de cánticos de las
poderosas virtudes con su brazo.
Dios les reveló su brazo a los
patriarcas, jueces, reyes y profetas. Al igual que a su pueblo. Como lo reveló
a Isaías ¿A quién se le ha manifestado su brazo? Su brazo que fue revelado a su
pueblo Israel de muchas formas y de muchas maneras. Su brazo se refiere a
ejecutar su voluntad en la fuerza y poder, como los condujo por todos los
momentos que atravesaron. Tal es el caso de las guerras y a los lugares donde
salieron victorioso. Su diestra
poderosa. Sal 89:10,13.
2. Anunció sería el renuevo.
En
Isa 53:2. Nos dice: Creció como un retoño delante de él, y como raíz de tierra
seca; no hay apariencia en él, ni hermosura como para que le miremos, ni
atractivo como para deleitarnos en él.
El pueblo de Israel desechó el plan de
Dios y mezclaron su raza. Y de esa raza o linaje Dios le había prometido
traería el Mesías de su simiente. Pero por los innumerables desaciertos que
tuvieron no conservaron puro su linaje. Estuvieron en cautiverios y fueron
también deportados hacia otras naciones. Y no conservaron puro su descendencia.
Por esta razón la profecía indica:
creció como un retoño de una tierra seca, que no tenía la apariencia hermosa de
un retoño en arroyos de agua. Mezclaron su linaje aún con gente extranjera. No
podrían reconocer al cabo del tiempo en su descendencia los rasgos
característicos que poseían al principio de su salida de Egipto, el linaje de
Israel y en consecuencia la tribu de Judá.
Ciertamente continúo Dios con su plan, y de su
linaje todo mezclado, con sangre extranjera. Así mezclaron el linaje real desde
David hasta Jesús. Por eso también Isaías nos dice: que él sería llamado el
renuevo, el vástago, la raíz, el nazareno.
Ahora pretender, como todos también
pueden criticar, sacar una descendencia a el salvador de Israel, ¿de qué
descendencia?, de las que ellos hacen con el estado sionista y todas las
organizaciones fundadas por ellos. Sacarán al anticristo de un linaje de
muertos y de un linaje que mezclaron con todos los pueblos. Y dirán que es puro
del linaje de David. Y se lo creerán. Y no creyeron en Jesús cuando él vino.
Cuando estuvo con ellos.
Ahora bien, ¿Cumplió Dios su promesa?
¡La cumplió y le envió al salvador!, el salvador que Dios había planificado,
prometido a su pueblo, ¡no lo hizo el pueblo de Israel!, fue Dios que
estableció el plan, no ellos, es decir; el pueblo judío. Ellos no establecieron
un plan con David, ni su descendencia, fue El Gran Yo Soy, que lo estableció.
Dios estableció su Pacto con su Hijo.
Por lo tanto, Ellos no tienen derecho
de presentar ninguna genealogía del Estado Sionista. Es la Genealogía verdadera
la revelada en los Evangelios. Y esa es la que tienen que respetar. La que está
en el Evangelio de Mateo y la de Lucas. Estas dos unidas fueron las reveladas
en las Escrituras y estas conforman el linaje del Mesías Príncipe.
3.
Anunció Él fue despreciado.
Como profetizó Isa 53:3, indicando el
desprecio de la Simiente Santa. Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él el
rostro. Fue menospreciado, y no lo estimamos.
En este aspecto claramente nos indica
el profeta el desprecio al plan de Dios con su Ungido. Desde el principio su
pueblo Israel desprecia al Mesías. No estimaron todo lo que él estaba haciendo.
Su tabernáculo fue hecho y fue visto por todos ellos, todo lo miraron, fue el
modelo entregado de cómo funciona en el cielo y como es el gobierno de Dios en
la tierra y de su reino. Es un modelo que ellos tuvieron, le fue mostrado por
Dios, en el desierto, en el Tabernáculo.
Despreciaron el modelo del Tabernáculo
de Dios con los hombres y la forma como juzgaba a su pueblo a través de jueces.
Les dio reyes, y también despreciaron su linaje, matándolos a todos, así como
mataron a los jueces. Les envió profetas y también los mataron.
No estimaron nada de lo que hizo Dios.
Escondieron el rostro, de Él. Para vergüenza de los hombres que escogió para
que dé su simiente naciera su Mesías y para gloria de Dios cumplió su promesa.
¡Quién iba a imaginarse que nacería el Mesías! Y Dios cumpliera con su promesa
dando nacimiento al Mesías. Nació, vino estuvo entre ellos. De este linaje
destruido. Para que en la actualidad pretendan establecer una descendencia
mesiánica.
El sufrimiento que experimentó el
Mesías desde los comienzos de su manifestación a Israel, todo fue un experimento
de quebranto por la humanidad, comparando al quebranto de un Dios por su
pueblo; el azote por los pecados comparado a todo lo que sufrió mi brazo
poderoso por venir. Su copa de su sufrimiento en el Getsemaní. Fue la copa que
venía cumpliéndose, vería a su pueblo negarlo una vez más. Despreciarle una vez
más. Menospreciarlo una vez más.
Humanamente es imposible explicar todo
esto, solo Dios podría explicarlo. Pero porque se han negado y han sumergido a
una humanidad en ignorancia. Es el mismo motivo de siempre de menospreciar el
plan de Dios y establecer humanamente sus propios planes. La descendencia de su
propio Mesías.
Esta descendencia fue fracturada desde
el comienzo cuando los hijos de Judá la menospreciaron y muchas veces en los
Jueces. Y matando a todos los descendientes de Gedeón. Igual en los Reyes.
Primero matando a Abías. Luego a los descendientes de Josafat, luego a Ocozías,
luego a Josías, finalmente Sedequías y Gedalías.
Luego a causa del desprecio del
gobierno de los reyes y su linaje, desobedeciendo todo el pacto y las leyes de
Dios. Llevaron a sus príncipes en cautiverio y deportados haciéndolos eunucos
servidores de los reyes de otras Naciones.
Por su parte Dios inviste a otros reyes
que gobernaran a su pueblo Israel, ya llamado judíos en la época de la
deportación. Y Dios le dice que el Rey de Babilonia es su siervo y hará todo lo
que él le pida. Y él cumplirá sus propósitos, los que no cumplieron sus reyes en
Israel. Dice que el Rey Ciro es su ungido y su pastor y cumplirá todo lo que yo
quiero. Isa 44:28; 45:1
De igual forma vemos a un Rey de Persia
dominando a Babilonia; porque tampoco Babilonia se alineó al plan de Dios.
Babilonia fue donde sus siervos fueron eunucos. Tristemente la genealogía
esterilizada de su linaje real. Luego levanta al Rey de Persia y domina el
mundo entero. Y se estima una nueva esperanza con la tribu de Benjamín, a
través de Mardoqueo y Ester.
En
este sentido Dios construye imperios más poderosos, y subyugaron nuevamente a
Egipto, a quienes el pueblo de Dios Israel y Judá quería servir. Levantó a
Babilonia, luego los persas y los Medos y por último el Imperio Romano antes de
la venida del Ungido de Dios.
En este sentido Dios actúa secretamente
no le envió más profetas a su pueblo. Profetas que les hablasen, hasta que vino
el Mesías príncipe. Por eso se observa este periodo de silencio, iniciado en
Malaquías el último profeta de revelación especial que menciona las Escrituras.
4.
Anunció Él llevó nuestras enfermedades.
El llevó nuestras enfermedades.
En el versículo 4, de Isa 53, nos dice: Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores. Y nosotros le tuvimos por
azotado, por herido de Dios y abatido.
El pueblo estaba acostumbrado a librar
sus batallas a través de héroes poderosos utilizados por Dios para que
estuvieran en paz. Pero nunca observaron y conocieron al que verdaderamente los
libraba, su brazo poderoso.
Por esta razón creían que vendría un
Mesías poderoso. Que los libertará de los imperios y en esta época de su
venida, reinaba el Imperio Romano. Pero ellos ¿Qué hicieron con la gloria del
reino de David? y cuando Dios engrandeció a Salomón, con respecto a todos los
pueblos. Dándole no solo sabiduría e inteligencia para gobernar a su pueblo,
sino riquezas y glorias.
Pero ¿qué hicieron ellos con toda esta
gloria? En el reinado de Salomón y posterior a este. Destruyeron al reino, a
sus príncipes. Destruyeron los altares de adoración a Dios y el templo que hizo
el Rey Salomón para la adoración y se lo entregaron a los dioses paganos.
Por su parte Dios los entregó al lloro
y lamento, como estiércol era su estado, desprovisto de alimentos, y enfermo
encontró su Hijo en su venida a su pueblo. A un pueblo que le había dado Dios
toda gloria.
Por esta importante razón esta profecía
de Isaías 53, le indica a este pueblo de Dios, que El llevo las enfermedades
que le produjo su pecado, por el abandono de las leyes, de los mandamientos y
de los preceptos. Como consecuencia de sus actos, y del abandono del pacto que
había hecho con sus padres. Como está escrito en la ley y en el libro de
Deuteronomio. Dt 29:22-25
En muchas oportunidades Dios le envió
profetas que los exhortaran y traerlos a reflexión. Más ellos replicaron y
prefirieron adorar a dioses paganos y brindarles a estos la gratitud que no le
otorgaron a Dios Eterno.
Antes bien se rebelaron contra Dios y
siguieron sirviendo a sus ídolos, despreciando su pacto y las bendiciones que
trajo Dios con su cumplimiento.
¿Y qué le dieron sus dioses?
Menospreciaron al pacto de Dios, por esta causa ellos sometieron a sus
descendientes al más terrible lamento. E hicieron contra ellos todo este mal y
daño. Sus dioses paganos que ellos decían que les daba todo y estaban contentos
¿Que le dieron? Heridas, enfermedades, muerte, apartarlos del plan de Dios,
oscuridad, y miedo a ellos, antes que; temer a Dios.
En este estado, encontró el Hijo de Dios a un pueblo
enfermo, y él tuvo que seguir sufriendo sus dolores. Luego con todo esto lo
azotaron, lo hirieron y lo abatieron. Despreciado y calumniado. De la misma
manera sintieron ustedes como pueblo de Dios y pensaban ustedes que Dios le
daba ese padecimiento. Cuando fueron traídos en cautiverio con Babilonia, luego
pasaron al gobierno del Imperio Persa, porque no entendía, no comprendía el
plan de salvación. Así mismo Jesús pasó todos estos padecimientos, sufrimientos
y penalidades.
5.
Anunció Él fue herido por las rebeliones de su pueblo.
Vuelve a explicar la
profecía de Isaías y les dice cuál es la causa de la herida. Y continúa
diciéndoles en Isa 53:5. Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre
él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Este mismo sufrimiento tuvo que padecer
Jesucristo por todo su pueblo, el mismo dolor que pasó el pueblo de Israel y
Judá por no entender a su Dios que los sacó con su brazo poderoso de
Egipto. Herido fue por las rebeliones de
Israel.
Por sus pecados fue destruido su carne
con azotes, y todo el castigo de la paz que no tenían con Dios. Porque Dios se
había airado contra su pueblo. Y toda esta ira fue sobre Jesucristo. Y todo lo
que no sanaba la llaga enferma por no obedecerlo, lo sana Jesús en su cuerpo.
Todo el dolor sufrido por su pueblo en todos estos años lo llevó Jesucristo. Y
él nos curó el cuerpo, el alma y el corazón. Jesús curó el cuerpo enfermo por
causa de la desobediencia. Al librarnos de la muerte eterna.
Ahora podemos entender todo su
sufrimiento. No era un Mesías sufrido el que esperaban, sino el Mesías
glorioso. El que trajera paz y felicidad. ¡Qué paz y felicidad! si el pecado
del pueblo era una llaga podrida. ¡Oh Pueblo de Israel! ¡Si hubieses querido
que la gloria de Dios se manifieste en ustedes! en ningún momento hubieses
desechado su pacto. Pero lo hicieron ¡Y fuiste un desecho de la gloria del Dios
Altísimo! La humanidad meneo su cabeza. ¡Era ese el propósito de Dios que
sufrieran!, ¡o que sufriera El Hijo!, ¡eso fue lo que tu escogiste pueblo de
Israel!
El propósito de Dios no era el
sufrimiento, fue el que escogió el pueblo por desechar su pacto. Por eso
desecharon a Dios. Por eso los desecho a todos ellos. ¡Y solo es su pueblo!
todo aquel que cree en su Hijo. De igual manera con su publicidad ¡del pueblo escogido!
han menospreciado al pueblo que cree en Jesucristo ¡que si creen en su pacto!
¡Creen en Dios y también en El Hijo! Más todos los que no creen tienen como
indigno a los que creen y los matan por creer en Jesucristo.
6. Reveló Él cargó con el pecado de todos nosotros.
Isaías sigue diciendo en su
profecía Isa 53: 6. Qué Él cargó con el pecado y explica la causa: Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;
más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Nosotros se refiere al pueblo de
Israel, ellos se apartaron del camino antes y después del Mesías. Tomaron otros
caminos, más no el camino a la vida eterna, no el camino del Hijo. Pues lo
despreciaron. Y Jehová cargó en Jesús el pecado de todos ellos y de nosotros,
pues cumplió con sus planes, aunque lo desecharon, desviaron y lo atropellaron.
Fue fiel a sus planes y propósitos.
7.
Reveló Él es humilde.
La profecía de Isa 53:7, nos revela lo que ya se
venía diciendo en Isa 52:6. Él fue humilde a pesar de ser Dios, no se aferró a
esto.
El mismo profeta Isaías en Isa 53:7 nos
dice: Angustiado él, y afligido, no abrió su boca. Como
cordero fue llevado al matadero. Como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca.
En esta razón ¿Qué hablar? ante un
pueblo totalmente de espalda a él, sin entendimiento. Y manejados por ciegos, y
guías de ciegos. Como oveja que va mansa cuando la van a trasquilar o a recortar
su pelaje, para ser degollada en el matadero, para ser entregada por el pecado y
ser sacrificada. A igual forma que iba el corderito, así fue El Hijo de Dios al
sacrificio.
Las ovejas se habían utilizado para el
sacrificio por el pecado, era sombra del Mesías, del cordero pascual, del
cumplimiento de la ley de expiación por el pecado. Así resultó ser Jesucristo.
La oveja que los trasquiladores llevaban, no decía nada, ni abrió su boca, cual
oveja al matadero. La posición de Jesucristo frente a sus adversarios, frente
al pecado, fue sumisión total. Indefenso totalmente.
8. Reveló Él pasó por juicio.
Fue a la cárcel como lo dice
la profecía de Isaías 53:8. Sigue diciendo nuevamente proféticamente que por
causa de la rebelión de su pueblo fue herido, como lo menciona Isa 53:8. Por
cárcel y por juicio fue quitado. Y su generación, ¿quién la contará? Porque fue
cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue
herido.
Así como fueron puestos sus príncipes,
nadie contó la generación de Daniel y sus compañeros príncipes. Así mismo fue
la historia de Jesucristo. Fue por juicio y por cárcel como sus príncipes en
Babilonia. En persa, con el rey Ciro. En la historia de Mardoqueo y Ester con
el rey Asuero.
9.
Anunció Él fue inocente de lo que le acusaban.
Isaías nos continúa diciendo
que fue inocente de todo lo que le acusaban, porque no hubo engaño ni maldad en
Él, cómo nos lo indica Isa 53:9. Y
se dispuso con los impíos su sepultura. Más con los ricos fue en su muerte.
Aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
Tal como se ha venido mencionando sobre
la profecía de Isaías 53 el pueblo de Israel desechó el plan de Dios de
salvación. Desecho su Diestra, su Hijo. El Hijo de Dios, ocupó el lugar de
malhechores y de impíos, por la rebelión de su pueblo. Igual lo hubiesen matado
con honores de rico, si el poderío del Rey David hubiese llegado hasta sus
tiempos. Porque igual mataron a sus príncipes y reyes en la ciudad gloriosa de
Jerusalén.
De Igual manera hubiesen hecho Juicio
contra Jesús y le hubiesen tratado como un malhechor, pues desecharon sus
palabras. ¡Todo hubiese sido igual con el poderío de su Reino de Israel, que
sin él! Jesús era inocente de los juicios, igual a mucho pueblo que fueron al
exilio, por la culpabilidad de todos. Y el remanente será salvo fue la promesa.
Por otra parte, se dispuso con los
ricos su sepultura. Ya que así había sido sepultado todos los príncipes en
Israel. Patriarcas, Jueces y Reyes fueron sepultados con honores. Cuanto más el
rey de reyes y Señor de señores, que vino a dar su vida en rescate por todos.
Era el fin de la venida del príncipe de Israel a este mundo como siervo. El
glorioso Rey de los Judíos. De su pueblo Israel.
10.
Reveló El Mesías padeció y lo condenaron a muerte.
Así como continúa
diciendo Isa 53: 10. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándolo a
padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá
linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano
prosperada.
Con todo que era inocente. Dios lo
sometió a padecimiento. Se cumple el plan de Dios con su Hijo Jesucristo. Con
todo esto, se refiere que a pesar de Jesucristo ser inocente, el plan de Dios
tenía que cumplirse en él. Dios lo había trazado y lo cumplió.
Este plan ya lo había anunciado al
primer hombre Adán que a través de la simiente de la mujer habría enemistad.
Que saldría herido en el calcañal y el otro en la cabeza. Tal como le pasó a
Jesucristo, que su descendencia en la simiente, es decir: los judíos, alzó contra su Hijo la simiente Santa, el calcañal, entregándolo a muerte, siendo
inocente.
En este sentido un pueblo salió y se
dividió en dos, luego se volvieron enemigos. Enemigos de la Cruz y el
sufrimiento del Ungido. La cabeza pensante y sabia de un pueblo instruido en la
ley y otro pueblo que instruía la ley.
Por consiguiente, la ley se le volvió
contraria y tropezaron en la piedra que rechazaron los edificadores, ¿quiénes
edificaban? los que construían un plan diferente al de Dios creador. ¿Quiénes?
los adversarios de Dios, que hacían planes sin Dios. Que construían y
construyen una salvación para el hombre, sin Dios. ¿A Quiénes hirió Dios en la
cabeza? a ellos, y todavía siguen buscando al Mesías, al salvador del mundo.
En este orden de ideas a los que son
hijos de vuestro Padre el Diablo, como dijo Jesús. Terminaron hiriendo al
Mesías y él les hirió en la cabeza porque triunfó sobre ellos y sus planes
fracasaron. Un pueblo que escogió Dios para que fuese su pueblo, obedeció más
al diablo que a él, pues Dios se le volvió también contrario. Y Jesús la piedra
que ellos desecharon, vino a ser y es la cabeza del Ángulo, de todo el edificio
de Dios.
Jesús vino a ser el cordero, la oveja
trasquilada, la ofrenda para la expiación por el pecado. Cuando lo sometieron a
cancel y lo juzgaron por hacerse pasar como Hijo de Dios, estaban también
sentenciando su condenación, igual estaban preparando la ofrenda única por el
pecado de ellos y del mundo. Ellos estaban preparando la expiación por el pecado.
Un sacrificio humano.
El Ungido de Dios. Su Hijo amado en
quien tiene complacencia ¡vio linaje! como fue anunciado por el profeta Isaías.
¡Porque muchos creyeron y siguen creyendo en él! La Simiente Santa vio el
linaje prometido a todas las descendencias elegidas por Dios, para su Hijo.
Porque de su simiente serian y son benditos todas las familias, y naciones de
la tierra.
Cuando Jesús cumplió la voluntad de
Dios, cuando Dios reposó de toda su obra en Cristo, fue prosperado todo lo que
él hizo. Los apóstoles comenzaron anunciar el evangelio. Su nombre comenzó a
ser conocido por el mundo entero. Hasta que su fama es conocida en el mundo.
11. Reveló, el Ungido de Dios, realizó la expiación.
La redención implica justificar,
santificar, el nombre de Dios profanado entre su pueblo y redimir a Israel. Y
al mundo que en Él cree. De esta forma explica la profecía Isa 53:11. Verá el
fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho. Por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
El fruto de la aflicción de su alma es
su expiación por el pecado. Salvó a la humanidad de la condenación eterna.
Libertó al hombre de la esclavitud del pecado. Y nos dio una nueva naturaleza.
La Divina. Esto no lo podría hacer ningún hombre. Solo el Hijo de Dios Eterno.
Esto es el conocimiento de su palabra,
que desconocía su pueblo, y se negó a conocerla. Por un lado, los levitas
encargados de enseñar no instruyeron a los hombres de su pueblo. Por otra
parte, los maestros al instruir torcía el derecho de la palabra y exponían
otras ordenanzas que Dios no envió a decir, tal es el caso de las tradiciones
de los ancianos.
Sumergiendo al pueblo en completa
ignorancia. Jesús por su conocimiento Justificó al que no conocía nada de él. A
todo un pueblo que creyó. Y a todo el que quiera creer en Él. ¿Quién tenía
conocimiento de él, de los gentiles? nadie. Pero él justificó por su
conocimiento a todos.
El conocimiento que tenía Jesús del
plan de Dios Eterno. No lo tenía nunca su pueblo, porque lo desecharon. Pero
Jesús su siervo, si tenía el conocimiento de la justificación a través del
único camino, la verdad y la vida, siendo él. El los justificó, llevó sus
iniquidades. Él nos justificó. Su conocimiento nos Justificó. No el plan de los
hombres. La instrucción de la ley no justifica. Solo Jesús nos Justificó.
12.
Reveló Él resucitó al tercer día.
Así culmina Isaías esta profecía, dando
un alentador resultado de todo lo que antes venía mencionando. Ahora nos dice
Isa 53:12: Por tanto, yo le daré parte con los grandes. Con los fuertes
repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado
con los pecadores. Habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por
los transgresores.
Jesús cuando estaba a punto de morir le
dice al Padre: Señor no le tomes en cuenta sus pecados, porque no saben lo que
hacen. No sabían lo que hacían cuando mataron al Hijo de Dios. No sabían que
mataban al autor de la vida, y que su muerte traería vida ¿Por qué? como
también había dicho a sus profetas, en tres días le daría vida. Él tenía el
poder para quitar y poner su vida en rescate por todos.
Dios le dio parte con los grandes. Fue
glorificado con su misma gloria en el cielo, sentado a la diestra del Padre. Y
en la tierra ¿Quién es más grande que Jesús? Esta igualado en la historia con
los grandes. Él es el más grande de todos. En todas las generaciones ha sido
comparado y puesto con los grandes. Con los fuertes repartirá despojos. Ningún
Israelita, judío o cualquier persona puede dudar nunca que Jesús es el mejor y
único hombre, porque nadie es como Él, en la historia de la humanidad.
El Reino de Dios, llamado día del Señor
será cuando el repartirá su reino como él quiere. Con él se sentarán a reinar
patriarcas, reyes, los apóstoles y todos a cuanto él escoja. ¡Quien ha hecho una obra más grande de la que
hizo Jesús, de dar su vida por la humanidad! de entregar su vida hasta su
muerte, siendo contado como un pecador. Y luego resucitar de los muertos,
levantarse como nunca jamás había hecho nadie. El plan excelso de Dios cumplido
en Jesucristo.
Jesús
vino a ser el Señor del cosmos. Todo está sujeto bajo sus pies. Entendiéndose
que todo reino está bajo el poder, y la autoridad de Jesús. Solo el sustenta
todas las cosas con su palabra de poder. He 1:3
D. Fundamentos Doctrinal en la profecía
de Isaías 53.
1.
Fundamentos de la profecía de Isaías 53 en la revelación de las Escrituras.
1.1. Anunció y reveló su salvación. ver. 1
a.
Anunció su Salvación. Gen 49:18; 2 Sam 22:3, 47; 23:2-5; Sal 28:8
b. Reveló su Diestra los
Salva. Ex 15:6; Sal 20:6
c. El Brazo de Jehová los
salvó. Dt 9:29; 33:27; Sal 44:3; 77:15; 89:13
1.2. Anunció sería el renuevo. ver. 2
a.
La raíz de Isaí, el Nazareno, la Simiente Santa. Núm 17:8; Isa 11:1; Apo 5:9
b. El Nazareno es el nombre
recibido por ser la raíz de David. Mat 2:23
1.3. Anunció Él fue despreciado. ver. 3
1.3.1. Despreciaron el plan
de Dios.
a. El Tabernáculo de
Dios con los hombres. Ex 33:7
b. Menospreció a la
roca de su salvación. Dt 32:15
c. El Tabernáculo
perfecto, el Mesías. Heb 9:11-28
1.3.2. Desecharon su Pacto
antes y después de la venida del Mesías.
a.
El pacto concertado con su pueblo. 2 Re 17:15
b. Desecharon el
plan de Dios con su pueblo. 1 Sam 8:7
c. Él fue la piedra
desechada de Israel. Sal 118:22
d. Aunque hizo
maravillas no creyeron en Él. 2 Re 17:4; Jua 12:37
e. Padeció
nuevamente su desprecio con su venida. Mat 26:67
1.4. Anunció Él llevó nuestras enfermedades. ver. 4
a.
Por no obedecer al Pacto de Dios que realizó con su pueblo. Dt 29:22-26
b. Por desechar su Pacto
llevó sus enfermedades por su pecado. Mat 4:24; 8:17
1.5. Anunció Él fue herido por las rebeliones de su pueblo.
ver. 5
a.
Profanaron el Tabernáculo de su Nombre. Sal 74:7
b. Herido por las rebeliones
de su pueblo. Ex 23:20-21
c. Herido en su humanidad.
Sal 109:22; Isa 50:6; Sal 22:7; Zac 13:6; Mat 27:29
1.6. Reveló Él cargó con el pecado de todos nosotros. ver. 6
a.
En la humanidad de tu Simiente Santa. Luc 1:77
1.7. Reveló Él es humilde. ver. ver. 7
a. Fue humilde a pesar de ser
la Diestra de Dios. Mat 11:29
1.8. Reveló Él pasó por Juicio. ver. 8
a. El dador de la vida nos
Justificó. Mat 27:24
1.9. Anunció Él fue inocente de lo que le acusaban. ver. 9
a.
Inocente de todos los cargos en que lo acusaban. Mat 27:4; Heb 7:26
b.
El dador de la vida nos Santificó. Jua 17:19
1.10. Reveló el Mesías padeció y lo condenaron a muerte. ver. 10
a. Condenado a muerte por el
pecado de su pueblo. Mar 14:64; 1 Pe 2:24
b. Llevó la maldición de la
Ley. Gal 3:13
1.11. Reveló el Ungido de Dios realizó la expiación. ver. 11
a. Realizó la expiación por
el pecado. Heb 10:12
b. El pacto de Dios
consumado. Jua 19:30
c. Su siervo justo lo
realizó. Luc 22:27
1.12. Reveló Él resucitó al tercer día. ver. 12
a. Resucitó de los muertos.
He 2.32
b. Glorificado con poder con
la misma gloria tenida en el principio. Jua 17:5
c. Sentado a la Diestra de
Dios. Heb 10:12; Mar 14:62; Lu 22:69; He 7:56-57
2. Anuncio y revelación de la profecía de Isaías 53. En el
Antiguo Testamento.
2.1.
Anunció y reveló su salvación. Isa 52; 53
2.2. ¿Quién creyó a esa noticia?
a. La enemistad en tu
simiente. Gén 3:15
b. La bendición en tu
simiente. Gén 22:18
c. La bendición de Noé. Gén
9:26-27
d. La bendición de Jacob. Gén
49:8-12, 18
e. La bendición de Moisés Dt
33:7; Sal 114:2
f. La promesa a David. 2 Sam
23:2-5
g. El Eterno estará presente.
Isa 52:6
2.3.
Revela su salvación a través de su Brazo.
a. Los redimiré con brazo
extendido. Ex 6:6 d
b. El cántico de Moisés. Y ha
sido mi salvación. Ex 15:2
c.
El Eterno Dios es tu refugio. Los brazos eternos aquí abajo. Dt 33:27
d. Con tu brazo redimiste a
tu pueblo. Sal 77:15
e. Esparciste a tus enemigos
con tu brazo poderosos. Sal 89:10, 13
f. Su diestra lo ha salvado,
y su santo brazo. Sal 98:1
g. Saco a su pueblo Israel
con brazo extendido. Jer 32:21
2.4.
Anunció sería el renuevo. Isa 11:1
2.5. Anunció Él fue despreciado. Ez 21:10; Sal 22:6; 2 Re 17:5; 1 Sam 8:7
2.6. Anunció El llevó nuestras
enfermedades. Sal 77:10
2.7. Anunció Él fue herido por las
rebeliones de su pueblo. Sal 109:22; Isa 50:6; Zac 13: 6
2.8. Reveló Él cargó con el pecado de
todos nosotros. Isa 53:6; Zac 3:9
2.9. Reveló Él es humilde. Gen 49:11;
Zac 9:9
2. 1o. Reveló Él pasó por Juicio. Isa 9:7
2. 11. Anunció Él es inocente de lo que
le acusaban. Isa 53: 9;
5:16; Ez; 39:27
2. 12. Reveló Él Mesías padeció y lo
condenaron a muerte. Isa 53:
10; Gen 49:18; Sal 69:35
2. 13. Reveló Él Ungido de Dios realizó
la expiación por el pecado. Isa 53:
10; Sal 40:6-10
2. 14. Reveló Él resucito al tercer
día. Isa 52:2;
53:12; 11-12; Ose 6:2; 1 Sam 2:10
3. Cumplimiento de profecía de Isaías 53. En el Nuevo
Testamento.
3.1. Anunció y reveló.
a. ¿Quién creyó a esa
noticia? Jua 12:37-38
b. La revelación de la
salvación a través de su Brazo. Luc 1:51; He 13:17;
3.2. Anunció sería el renuevo. Mat 2:23; 26:76
3.3. Anunció Él fue despreciado. Luc 9:22; 17:25
3.4. Anunció Él llevó nuestras
enfermedades. Mat 8: 16-17
3.5. Anunció Él fue herido por las
rebeliones de su pueblo. Mat 27:26; Jua 19:34
3.6. Reveló Él cargó con el pecado. Luc
23:34
3.7. Reveló Él es humilde. Mat 21:5; 11:29
3.8. Reveló Él pasó por juicio. Mar
8:31; Mat 26:66; 27:1, 11, 25-26; Rom 4:25; 3:30; Ga 3:8
3.9. Anunció Él es inocente de lo que
le acusaban. Mat 27:4;
Heb 7:26
3.10. Reveló Él Mesías padeció y lo
condenaron a muerte. Luc 1:77;
3:6; 19:9
3.11. Reveló Él Ungido realizó la
expiación por el pecado. Mat 26:26-28; Heb 10:6-14; Efe 1:7
3.12. Reveló Él resucito al tercer día.
Jua 2:22; Mat 28:6-7; He 2:32
4.
Fundamentos de la profecía de Isaías 52.
4.1. El perdón de Dios para
su pueblo a través de su gracia. Isa 52:1
4.2. Libertad al cautivo del pecado, del infierno, de la
maldad. Isa 52:2
4.3. La redención como un regalo de Dios. Isa 52:3
4.4. El plan de Dios de redimir a su pueblo declarado como
la salida de Egipto. Isa 52:4-5
4.5. Anuncio el mismo que habla vendría, y sabrán su Nombre.
Isa 52:6
4.6. El viene con buenas noticias de salvación y anunciando
su reino. Isa 52:7
4.7. El los llevará nuevamente a Jerusalén en ese tiempo de
su venida. Isa 52:8
4.8. Vendrá para traer redención. Isa 52:9
4.9. Vendrá a redimir y traerá la salvación, con su
humanidad desnuda. Isa 52:10
4.10. Saldrán su pueblo redimido a causa del conflicto de
cumplir la ley. Isa 52:11-12
4.11. Prosperará su siervo, engrandecido y exaltado,
glorificado. Isa 52:13
4.12. Realizada su obra, quedan asombrados de verlo resucitado. Isa 52:14-15
5.
Fundamentos de la profecía de Isaías 53.
5.1. Anunciado y revelado.
Isa 52:6; 53:1
5.2. Sería el renuevo. Isa 53:2
5.3. Él fue despreciado. Isa 53:3
5.4. Él llevó nuestras enfermedades.
Isa 53:4
5.5. Él fue herido por las rebeliones
de su pueblo. Isa 53:5
5.6. Él cargó con el pecado de todos
nosotros. Isa 53:6
5.7. Él es humilde. Isa 53:7
5.8. Él paso por Juicio. Isa 53:8
5.9. Él fue inocente de lo que le
acusaban. Es Santo. Isa 53:9
5.10. Él Mesías padeció y lo condenaron
a muerte. Es el Salvador. Isa 53:10
5.11. Él Ungido de Dios realizó la
expiación por el pecado. Isa 53:11
5.12. Resucitó, es glorificado y
próspero todo lo que realizo. Isa 53:12
E. Revelación del conocimiento del Hijo de Dios en las
Escrituras. En Isaías 53.
1.
Revelo la venida del Mesías.
1.1.
El Mesías Eterno. Tus
salidas son desde el principio desde los días de la eternidad. Miq 5:2; Isa
9:6; 52:6, 10-15, 53:12; 43:13-19; Joel 2:27
1.1.1. La Redención Eterna. Fue Revelada. Lev 27:2; Rut 2:20; sal 49:7,15
1.1.2.
El mensaje del Mesías. Fue revelado, notificado, anunciado. Isa 53:1
1.1.3.
Anunciado en las Escrituras. Vendría a salvarnos. 53:1 a; 52:6; Ex 9:6; Joel
2:27
a. En la bendición de Noé.
Gen 9:27
b. Nacería en tu simiente. La
de Abraham. Gen 22:11-18
c. Tierra de Canaán daría a
los descendientes de Sem. 1 Cr 16:18; Ex 6:4.
d. Canaán fue hijo de Cam.
Hijo de Noé. 1 Cr 1:8
e. Cumplió y les dio la
tierra de Canaán a los descendientes de Sem. Jos 25:43-45; 3:1-8
1.1.4.
Los descendientes de Sem es Israel. Sal 135:10-13; He 7:11; 13:19
a. Ellos dejaron pueblo que
Dios no le había sido mandado a dejar.
b. Se mezclaron con estos
pueblos que dejaron a su alrededor. Sal 106:35
c. Se volvieron a los ídolos
de estos pueblos. Jue 3:1; Sal 105:11-23; 106:38.
1.1.5.
Les envío príncipe. Que los libertara. Isa 19:18; 23:11; Ez 16:3; 16:29.
1.1.6. Revela que su brazo. Su diestra ejecutaba su voluntad. 53:1 b; Sal 44:3-5
1.2.7.
Le envió al Salvador. He 13:17-23
2. Dios reveló que El Mesías sería el renuevo del linaje de
David. Isa 53:2
2.1. Es el renuevo. Isa 4:2; 27:6.
a. Fue llamado Nazareno. Mat
2:23; Job 14:7.
b. Profecía que se especifica
en Isaías 11:1.
c. Nazaret traducción al
griego, empleada para las Escrituras. Luc 4:16
d. Nazaret su significado es
vástago, retoño, renuevo, raíz. Juan 1:45
e. Nazaret está ubicado al
extremo sur del mar de Galilea. Mat 21:11
2.2.
En la voluntad de la Unidad Divina. Isa 6:8; 48:12-13
2.3. Su Diestra hizo su voluntad. Sal 110:1
a.
Por amor a su nombre
cumplió su plan en Unidad. Ez 20:44; Isa 27:6; 11:4; 37:31
b. Es la raíz de Isaí. Zac 6:12; Jer
23:5; 33:15; Apo 5:5; 22:16; Sal
80:15.
c. Vino a pesar de que no
comprendieron y le obedecieron. Ez 20:44
d. La promesa enviada a su
pueblo. Luc 1:69; He 5; 31
e. Su promesa se cumplió y el
salvador vino. Luc 2:11, 29-31; He 2:39
2.4.
Dios hizo un nuevo pacto. Jer 31:31; Mat 26:28
a.
En su humanidad. La raíz de Isaí, el renuevo de
su pueblo Israel. Rom 15:12
b. Porque despreciaron su
linaje. Dios envió su simiente. Gen 22:18; 26:4; Gal 3:16
2.5. Es el Salvador. Vino a su pueblo a salvarlos. Isa 52:6; Jua 1:11-14; Mat 1:23
2.6. Es la plenitud de Dios. Envió su Gracia. Juan 16-17;
Col 2:9; Sal 16:11
2.7.
Cumplido el tiempo el Mesías nace en Belén de Judea.
a. Cuando el Mesías se
manifiesta no le creyeron. Jua 1:31; 6:24; 12:37; 17:6
b. No entrarán en su reposo
por no haber creído a Dios. Sal
95:11; Heb 3:11
c. Nada es difícil para Dios.
Gen 18:14
d. Pero Israel no le creyó,
ni obedeció a Dios. Sal 78:21-22
e.
Y Dios cumplió sus promesas, a pesar de todo. 2 Re 17:5
f.
No creyeron. Desecharon su pacto y el conocimiento. Ez 5:6; 20:24 Isa 5:24
g.
Jerusalén era comarca de Roma en su venida. Mat 2:1
3. El plan de Dios fue
despreciado, desechado por su pueblo.
3.1. Despreciado y desechado.
a.
Despreciaron el plan de Dios que le había mostrado a Moisés. Ex 24:9
b.
Despreciaron el Tabernáculo de Dios en la Tierra. Heb 8:5
c. Desecharon su plan con su
simiente humana. 1 Sam 8:7; 10:19; Sal 22.6
d.
Despreciaron el plan de Dios porque iban tras sus intereses. Fil 2:21
e. Despreciaron su linaje, mezclándolo
con otros pueblos. Sal 106:35; 119:141
f. Desecharon a sus profetas y príncipes matándolos.
Sal 106:24-39; 2 Rey 11:1
g.
Despreciaron a Dios y no le creyeron. 2 Re 17:4; Ne 9:26
3.2. Como la vara de Aarón. Reverdeció. Así fue el Mesías para Israel. Núm. 17:8
a.
Su Linaje. Es su humanidad. Sal 89: 15-19
b.
Su voluntad. En su diestra fue despreciada. Sal 80:17; 77:10; Ex 15:6; 15:2;
Sal 45:4;
c. Hizo
uno porque buscaba una descendencia para Dios. Mal 2:15.
d.
Dios continúo su plan, Ungió a otros reyes. Isa 45:1
e.
Dios levantó otros imperios, hasta la venida del Mesías. Juan 11:48
3.3. Dios cumplió su Pacto. Su plan de salvación y su promesa a Israel.
2 Sam 23:1-5; Fil 2:1-11
a. Una sola carne. Gen 2:24; He 17:26
b. Del linaje de David,
declarado Hijo de Dio por su resurrección.
Rom: 1:3-4
4. El pueblo desechó su
pacto y El Mesías fue herido. Isa 53:4
a.
Por su pueblo. Isa 50:6; 1:4
b. Para su justicia. Gen 15:6; Sal 18:20; 22:31; Isa 5:15-16; Nah 2:2
c.
Destruida fue la gloria de Israel. 1 Sam 4:21; 2 Sam 1:19
d. No conocieron a Dios de su
salvación. Isa 1:3
e. Todo el pueblo era una
llaga podrida. Isa 1:6
f. Destruyeron su Tierra, que
Dios le había dado. Isa 1:7-9
g. El padecimiento por su
pueblo, también lo sufrió el Mesías. He 3:18
4.1. Esperaban un Mesías glorioso.
a.
Pensaban vendría para restaurarlos en la tierra. He 1.6
b.
Pero destruyeron la gloria de Israel. Y no fue el Mesías esperado. 2 Sam 1:19
c. Quebrantaron su
pacto. Isa 24:5
d. Su pueblo invalidó el pacto de Dios,
porque no lo cumplió. Jer 11:10
5. Dios establece un Nuevo Pacto. Jer 11:10; 31:31-32
5.1. Pacto con el Mesías. En su humanidad y Eternidad. Mat 26:28
a.
En su humanidad por el pecado de su pueblo. Mat 4:24; 26:37; Marc 1:34
b. En su humanidad el castigo
de La paz fue sobre Él. Rom 5:1; Sal 2:12
c. En su humana naturaleza
para acabar con la muerte. Heb 2:14
d. En su humanidad escogieron
el sufrimiento del Mesías. 1Pe 1:11
e. En lo Eterno por la
justicia. Sal 17:15; 22.31; 109:21-27; Jer 13:17; Isa 9:7
5.2. Por su llaga fuimos nosotros curados. Isa 53:5
a. Por no obedecer a Dios
tuvieron muchos sufrimientos. Neh 9:32
b. Por esta causa el Mesías
tuvo que venir a sufrir por su pueblo. 1Ped 1:11
c. Desechar el pacto de Dios
es la razón por la cual el Mesías padeció. 2 Re 17:15; Isa 5:24; 53:10
d. El sufrimiento fue lo que
escogió su pueblo por no obedecer su pacto. De 29:25-28; Ne 9:32; 1Pe 1:11
6.
Dios cumple con su Pacto y cargó en Él, el pecado de todos nosotros. Os 14:4
a.
Dios cumple con su Pacto.
Cargo el pecado. Isa 53:6. Porque aparto su ira. Os 4 c
b.
En lo Eterno nos Salvó. En su gracia. Os 4 b
c.
Dios cumplió todas sus promesas con Israel. Jos 21:45
d.
Ellos no oyeron a sus profetas, por eso estaban errantes. Os 9:17
e.
Cumplido el tiempo Dios envió a su Hijo. Isa 9:6; Mat 1:21
f.
Consumado es. Pagado en su totalidad. Sal 69:21; Ju 19:28-30
g.
Porque estaban errante. Sano su rebelión, tomaron de su plenitud. Os 4a; Jua
1:16
7. Su pueblo
escogió entregar a Él Mesías a padecimiento y muerte. Isa 53:7
a.
Su humanidad. Su carne. Humilde ofreció expiación por el pecado. Sal 40:6-9
b. En el Tabernáculo, en el
propiciatorio, su sangre fue rociada en Él. 1Pe 1:19
c. La propiciación por el
pecado, su sangre. 1Pe 1:2
d. Humilde, Justo y Salvador.
Para salvar a su pueblo. Zac 9:9
e. Con todas las manifestaciones
y no creyeron en Él. Mat 13:58; Ju 10:38
f. Condenaron a muerte al
autor de la vida. So 1:8; He 3:18;
Sal 27:6
g. Estaban preparando el
Sacrificio Expiatorio. Mat 16:21; He 3:18
h. El Mesías cumplió con la
voluntad de Dios. Mat 26:42
i. Cumplir con su voluntad,
como cordero llevado al matadero. Mat 26:66
8.
Entregado a Juicio por el pecado de su pueblo. Isa 53:8
a. Él
nos libró del juicio, pasando él por el juicio. Sal 119:106; 143:2, Amo 5:12
b. Para justificarnos. Sal
143:2; Rom 3:30; 8:30; Gal 3:8; 1 Cor 1:30;
c. Para cargar el pecado de
su pueblo. Mat 27:22
9. Inocente, Santo, entregado en expiación por
el pecado. Isa 53: 9; Mat 27
a.
Para santificar a su pueblo y limpiar sus pecados. Heb 13:12
b. Para ser culpado en lugar
de su pueblo. Por no creer. 1 Cor 11:27
c. Para llevar la impiedad de
su pueblo. Rom 11:26
d. Para que todos comparezcan
ante su Tribunal. Mat 27:19; 2 Cor 5:10
e. Fue condenado siendo inocente por su
pueblo. Isa 53:9; Mat 26:66
f. Inocente de las
acusaciones. Mat 27:24; He 13:29
g. Su diestra ocupo el lugar
de malhechores. Mat 27: 20
10. El Mesías
cumplió la voluntad de su Padre. Realizó la Expiación. Isa 53:10
a. Vino hacer
su voluntad y fue prosperada. Jua 6:38; Isa
53:10; He 4:30
b.
Es Santo. Santificó su gran nombre profanado en los pueblos. Mal 2:11
c.
Él es la imagen de Dios santificada. Ez 36:23
d.
Participamos de su naturaleza en su santidad. Col 1:22; 2 Pe 1:4
e.
La ofrenda perfecta entregada para la expiación. Mat 27:4,24; Heb 9:14
f.
Fue sin mancha para ser nuestro sacerdote. Heb 7:26
g.
Resucitó de los muertos, y nosotros con él.
Heb 13:20; 2 Cor 5:15
h.
Fue juzgado el enemigo. Juan 16:11
i.
A pesar de ser inocente y santo puso su vida en expiación. Sal 94:1
j. La piedra
desechada vino es ser la cabeza del ángulo. Sal 118:22; Mat 21:42
k.
Herido por los pensamientos contra Dios y sus planes. He 4:11; 1 Pe 2:7
l. Él fue el
cordero, pascual. Juan 19:42
11. El Mesías el
siervo de Dios nos redimió. Isa 53:11; Mat 10:45
a. Realizo la obra vicaria.
Expiatoria. Heb 10:8
b. Realizó la promesa de
redención. Heb 10:14; Efes 1:7; Sal 11:9; Rut 14:7
c. Fue realizada la expiación
a pesar de su pueblo. Heb 10:12
12. El Mesías el
Príncipe de Paz. Hijo de Dios. Jesucristo. Resucitó. Isa 9:6; He 13:33
a. Resucitó
como se había anunciado. Os 6:2; Mat 12:40; 27:63
b. La
resurrección y glorificación Eterna. Jua 12:27; Isa 52: 13; 53:12
c. Su Nombre
es sobre todo nombre. Isa 53:11-12; Dt 23:13; He
4:12; 3:16.
F. Doctrina Revelada del
Señor Jesucristo. Hijo de Dios en la profecía de Isaías 53.
1. Revelado.
Dios
en su Revelación Especial en las Santas Escrituras; Reveló vendría su Hijo
Jesucristo. Fue anunciado a los siervos de Dios y a sus profetas. Habló de
muchas formas y de muchas maneras. Hablo en las Escritura de forma objetiva,
con bendiciones, con sus palabras, con su misma Escritura por El dedo de Dios.
Con
la aparición de la manifestación de su presencia. Y luego a través de su propio
Hijo Jesucristo quien manifestó a su pueblo todo lo que Dios El Padre le había
mandado hacer en plena obediencia cumpliendo su voluntad. Isa 52:3, 6-10,
13-15; 53
1.1.
En estos aspectos debemos comprender:
a.
Reveló las Escrituras como testimonio, la venida de su Hijo como Salvador. Isa 53:1
b.
Reveló a través de sus siervos, sus profetas, a su pueblo. Sal 74:28; 18:35;
40:10; 147:19
c. Reveló su salvación a través de su
Hijo. Sal 2:12; Juan 17:6
d.
En las Escrituras es la diestra de Dios. Ex 15.6; Isa 53:1 b; Mar 16:19
e. Anunciado como el Ángel de
Jehová. Y El Brazo Poderoso. Gén 22:11-12
2.
Eterno.
A Dios
no le podemos aplicar existencia, él es, auto existe. Él es Eterno. Y Jesús
afirmó, tenía poder de poner su vida y volverla a tomar. Y ese mandamiento lo
recibió de su Padre. Esto fue así al resucitar de los muertos. Jesús resucitó
en su auto existencia. Cómo es Dios auto existente. Por lo tanto, es Eterno. Y
su Eternidad es desde el principio. Juan
10:18
Jesús
no se esfuerza al igual que Dios Padre creador, por demostrar que él es Eterno,
sino porque le crean. Y si es Eterno también es Divino. El problema de la
humanidad no es demostrar su Divinidad como muchos intentan; sino creer a
Jesús. Que Él es Dios. Y este es el hecho más impresionante que solo debemos
creerle para ser salvos. Juan 8:24
En
esta razón debemos entender estos aspectos de la Eternidad:
2.1.
Desde el principio de la fundación del mundo. Heb 9:12
a.
Antes de que el mundo fuese. Isaías 43:13.
2.2.
La Salvación Planificada en la Eternidad. Isa 52:6; 53:1
a. Jesús dijo: que antes que
Abraham fuese "Yo Soy". Juan
8:58
b.
El Dios de Abraham, Isaac y Jacob, ha a glorificado a su Hijo. He 3:13
c.
Un Hijo nos es dado. Su Nombre Padre Eterno. Isa 9:6 d
2.3. Sus salidas son desde el
principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.
a. El
que era y el que había de venir. Apo 1:4,8.
b.
Hemos seguido su estrella. Mat 2:2; Núm. 24:17.
c.
En el bautismo de Jesús, Dios anuncia es su Hijo Amado. Luc 3:22, 9:35, Jua
1:22-34
3. Deidad.
La Deidad de Jesucristo es imposible de ser cuestionada, negada,
comprobada, con basamentos Bíblicos para verificarla. Juan 8.23. Es inútil tratar de demostrar la Deidad de
Jesús. Porque Él es. Juan 8:28. Él dijo creedme que Yo Soy en el Padre y el
Padre en mí. Juan 4:11. Al igual que Dios en todas las Escritura. 2 Re 17:14;
Jesús también se encuentra confrontado con la duda de su pueblo, al no creerle
que Él sea. Juan 9:18; 12:37.
Así que el problema no es demostrar o probar
su Deidad. Juan 4: 25-26; 41. Sino la duda que existe, en creer que Jesús es el
Hijo de Dios Divino. Juan 14:10-11; 18:8, 37; Y aún después de haberlo visto
resucitado, seguían sin creer. Luc 24:11, 41. Todos somos enfrentados con esta
verdad para creerla. No para
cuestionar, ni confrontar, mucho menos probarla. Estamos en un
enfrentamiento continuo de creerle a Dios y a su palabra o creerles a los
hombres. Creemos los siguientes aspectos:
3.1.
Antes de que el mundo fuese Él es. Isaías 43:13.
a. Es
desde el principio. Jua 1:1-3.
Él es el Principio. Pero no el
principio que conocemos, sino que Jesucristo era antes de todas las cosas. Y
todas las cosas por él fueron hechas. Fueron hechas por Él y para Él. Sal
119:91; Rom 11:36. Enviado cuando vino el cumplimiento del tiempo. Gálatas 4:4.
El Hijo es Eterno al Igual
que El Padre Eterno. Y si es Eterno es Divino. Es la Deidad. Jesús mismo dijo
que era uno con Dios. Juan 10:30. En la transfiguración también se manifestó su
Deidad. Mat 16:17, 17:1-5
b. Un hijo nos es dado, y la
soberanía, autoridad reposará sobre Él.
Isaías 9:6.
c. Engendrado por Dios.
Salmos 2:7; Lucas 1: 31-35.
d. Pide adoración al
introducirlo al mundo. Sal 66:4, 45:2, Heb 1:6, Dt 32:43.
3.2. Es el pan que Descendió del Cielo.
Jua 3:13; 6:33, 51; Isa 52:6; 53:12; Rom 1:4
a. El
verbo se hizo carne. Juan 1:1. Vino, estuvo entre nosotros. Juan 1:11,14
b. Jesús hace una oración
única, como Hijo de Dios. En Juan 17:3-5
c. Jesús sube al Padre a ser
glorificado y luego vuelve a dar instrucción. Juan 20:17.
d. Los apóstoles glorifican a
Jesús. Col 1:16, Heb 1:10. 2 Cor 13:14
e.
Es revelado a Juan en Apocalipsis como el verbo. Apo 19:13.
3.3. Revelada en las Escrituras su
Divinidad.
a. Presentado
en el Antiguo Testamento su manifestación de forma visible, o teofanía.
b. Y es anunciado con el
nombre del Ángel de Jehová. Génesis 22:11-12.
c. Sus salidas son desde el
principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.
d. Antes de que el mundo
fuese. Isaías 43:13.
e. Es revelado como el Verbo,
la máxima expresión de Divinidad. Apo 19:13
3.4. En el cumplimiento de las
Escrituras.
a. El Verbo era Dios y todas las cosas
por él fueron hechas. Jua 1:1-3
b. En su oración al Padre, dice: glorificame
con aquella gloria antes que el mundo fuese. Juan 17:5
c. Jesús salió de Dios, y a Dios iba.
Juan 13:3
3.4.1. En el nacimiento.
a. Unos
magos del oriente le rindieron adoración. Mateo 2:2, Sal 81, Dan 11:44
b. La
profecía: de Egipto llamé a mi hijo. Cumplida. Os 11:1, Mateo 2:13, 20-21
c. Revelado
por el Espíritu Santo a los justos, piadosos: Simeón y Ana. Lucas 2:25-38
3.4.2. En su crecimiento.
a.
A los doce años afirma estar en los negocios de su Padre. Lucas 2:49
b.
Declarado en el bautizo, hijo de Dios por una voz del cielo. Lucas 3:22
c.
Juan el bautista da testimonio que Jesús es el Hijo de Dios. Juan 1: 32-34
3.4.3.
Los hechos transcurren de forma sistemática en las Escrituras.
a. Conociendo el tiempo del
cumplimiento le rindieron adoración. Mateo 2:2, Salmo 81
b. En la presentación en el
templo, Simeón y Ana, anuncian al Salvador. Lucas 2:25-38
c. A los doce años afirma
estar en los negocios de su padre. Lucas 2:49.
d. Fue declarado en el
bautizo, Hijo de Dios. En quien Dios tiene complacencia. Lucas 3:22.
e. Juan el bautista, da
testimonio de que Jesús es el hijo de Dios. Miq 3:1 a; Juan 1: 32-34.
f. Jesús dijo: “Yo y el Padre
somos uno.” Juan 10:30.
g. Jesús dijo: “En verdad, en
verdad les digo, Yo soy”. Jua 8:58
h. Fue revelado a Pedro,
según se lo declaró Jesús. Mateo 22:45
i. Se transfigura delante de
tres de sus discípulos. Mateo 16: 17, 17: 1-5
j. Un discípulo de Jesús
llamado Tomás le dice: “¡Señor mío y Dios mío!” Juan 20:28
k. Jesús recibe adoración.
Mateo 2:11, 14:33, 28:9, 17; Lucas 24:52 y Juan 9:38; Apo 19:10
l. Los apóstoles dan
testimonio de Él. 1Pe 1:10-25; Fil 2: 6, Col 1:17, Efes 1:4
3.4.4.
Hace una oración al Padre única: Glorificame con aquella gloria. Juan 17:5
1.
Declaración del Padre hacia el Hijo refiriéndose a él como Dios. Hebreos 1:8
2. El Padre se refiere a
Jesús. “Más del Hijo dice:” Tu trono, oh Dios es Eterno. Sal 45:6
3.4.5.
Juan escribe y afirma que Jesús había salido de Dios, y a Dios iba. Juan
13:3
3.5.
Los apóstoles escriben y revelan las Escrituras:
3.5.1.
Pablo escribió a los romanos para explicarle.
a. Hijo de Dios, del linaje
de David según la promesa en la carne. Rom 1:2-3; Isa 9:7
b. Declarado Hijo de Dios con
poder por la Resurrección. Rom 1:1-4, Oseas 6:2; Isaías 42:1
c. Por El Espíritu de
Santidad. Rom 1:4; Lucas 3:22.
3.5.2.
Tito le dice: Gran Dios. Tal como lo anunció Daniel. Dan 2:45; Ti 2:13
3.5.3.
Su Nombre Emanuel. Dios con nosotros. Ex 20:19; Isa 7:14; 8:8; Mat 1:23
3.5.4
Es la propiciación por el pecado. 1 Juan 2:2.
a. No conoció pecado, fue
hecho pecador por nosotros. 2 Cor 5:21
b. Dios estaba en Cristo,
reconciliando consigo mismo al mundo. 2 Cor 5:19
3.5.5.
Evidencias después de la ascensión de Jesús, en sus palabras cumplidas.
1. Envía la promesa del Padre. Luc
24:49, He 1:4, 2:1-36
2. La muerte del primer
mártir vio a la Diestra del Padre a Jesús.
He 7:55
3. Luego el apóstol Pablo
tiene un encuentro con Jesús. Hechos 9:5
3.6.
La muerte de muchos mártires. Y sus palabras antes de ser martirizados
confirman su Deidad. Policarpo antes de entregar su vida al martirio de ser
quemado vivo dijo: “Señor Dios soberano, te doy gracias, porque me has tenido
por digno de este momento, para que, junto a tus mártires, yo pueda tener parte
en el cáliz de Cristo. Por ello te bendigo y te glorifico. Amén”. La Muerte por
causa de creer en Cristo.
3.7.
Su tumba hasta el momento vacía. No está aquí a resucitado. Mat 28:6
4.
Plenitud.
El apóstol
Juan escribió y de su plenitud tomamos todo, gracia sobre gracias. Juan 1:16.
También nos dice el apóstol Pablo nos dice: Dios sometió todas las cosas bajo
sus pies, y la dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su
cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. Efe 1:18-23.
En Jesús habita corporalmente toda la
plenitud de la Deidad. Col 2:9. Por cuanto agradó al Padre. Col 1:19. Porque él
es la imagen de Dios invisible; en él fueron creados; por él y para él son; y
por el subsisten; y por él participamos de su herencia Eterna. Col 1:15-17
Decimos que Jesús es su esencia, su
sustancia, la plenitud de aquel que nos llamó de las tinieblas a la luz. Porque
Jesús vino a sacar al hombre de la oscuridad donde estaba sumergido. Y porque
Jesús nos vino a mostrar quien verdaderamente es Dios. Heb 1:3. Jesús obedeció
en todo a Dios y se sometió a su voluntad pasando por aflicciones y la muerte
en la cruz. Perfeccionando en su simiente, en su cuerpo; el autor de la vida. El
cuerpo en desobediencia del hombre; sometido a obediencia en el cuerpo de
Jesucristo. Heb 2:10.
En este sentido el cuerpo humano de
Jesús, representado por su vida, es su carne y su sangre, sometido a
padecimiento y muerte en la cruz. Pues Jesús no solo entregó su cuerpo, sino
que su sangre fue derramada. Y Murió Jesús el hombre perfecto. Pero Jesús Hijo
de Dios no Murió. Murió la humanidad de Jesucristo para redimir al hombre.
En esta razón resucitó El Hijo de Dios
Eterno con el cuerpo perfecto. Porque Jesús tiene el poder de poner su vida y
de volverla a tomar. Jua 10:18. Y Jesús también dijo: los tomaré a mí mismo.
Juan 14:3. Y el salmista también dijo: cuando despierte a tu semejanza. Sal
17:5. Es decir; los tomaré a mí mismo, es levantarse a su semejanza en la
redención Eterna. Porque seremos semejante a él porque lo veremos en gloria. 1
Juan 3:2. Y somos hechuras suyas creados en Cristo Jesús. Efe 2:10
En Ezequiel se nos presenta una visión
más amplia y grande de la gloria de Dios. También presenta su gloria que vino
al Templo. Suponemos el Templo de Salomón. Pero le mostró a Ezequiel que salía
del Templo. La salida de su Gloria del
Templo y también indica por qué salía. Ez 8 y 9. Y luego la entrada nuevamente en la
restauración. Luego una nueva salida y luego otra entrada a la tierra. Esta es la representación de la salida de
Dios del Templo. Por haber profanado su Templo.
En esta razón cuando Jesús vino la
gloria de Dios no estaba en el Templo. Estaba en Jesucristo. El Templo de Dios.
Dios presenta su gloria cuando Jesús resucitó a Lázaro. Fue Dios que decidió
salvarlos. No ejecutaron ellos un plan de salvación para venir a morir alguno
por ellos, solo Jesús murió por ellos. Es Jesús su esencia. Dios es un Dios
justo. Su pueblo lo había abandonado, lo había dejado tras dioses ajeno. En su
justicia envió a Jesús, para hacerse responsable de todo el pecado de su
pueblo.
Y por esta razón es Jesús su esencia.
Él es la sustancia de Dios invisible. La plenitud, que lo llena todo porque nos
justificó, nos santificó y nos redimió en su sabiduría. Él es la simiente
humana, que nos salvó. La promesa en su simiente es creer en Él. Y siendo
también Dios, tomo la forma de hombre para poder ejecutar la redención.
Por
tal razón debemos comprender su plenitud es:
a. Revelada en la bendición
de Moisés a Israel. Dt 33:16
b. Revelada a David. Sal 24:1
c. Revelada a Juan el
Bautista. Jua 1:16
d. Revelada a los Apóstoles.
Col 1:19; 2:9
e. Su amor es toda la
plenitud de Dios. Jua 1:16; 3:16; Efe 3:19
4.1.
Sustancia. Esencia. Col 2:9
a. Jesús sanó a los leprosos.
Lev 14.3; Mat 8:2; Mar 1:40
b. En la historia nadie había
venido a sanar tal enfermedad. Luc 4:27.
c. Una persona atada con
grillos y con cadenas pudo ser liberada. Mat 8:28.
d. Multiplicó el pan y muchas
personas fueron alimentadas. Luc 9:16-17
e. Los pobres que lo seguían.
A todos atendió, sano de sus enfermedades. Luc 5:15; 6:17
5. Gracia.
Jesucristo
vino a mostrar la gracia de Dios, el regalo de la salvación a todos los hombres
y a la humanidad entera. La gracia de Dios que le reveló a Moisés en el
Tabernáculo Exo 28:36-38. La que reveló a sus profetas a Isaías dijo: sin dinero
serian rescatados. Isaías 52:3. Y Jesucristo pagó el precio del rescate. Dios
lo dio de gracia, es decir; sin pagar nada. Solo que le crean. Y es un don de
Dios. Efe 2:8. Juan nos dice: de su plenitud tomamos todos y gracia sobre
gracia. Jua 1:17
Dios
le dijo al pueblo de Israel que después de todo los había salvado por pura
gracia. Y el apóstol nos dice que la salvación es un don de Dios. Un regalo. La
gracia de Dios. Efe 2:8. Noé, Abraham, David su pueblo Israel hayo gracia en
Dios. Jer 31:2. Así todos aquellos que creamos a Jesucristo, es lo que Dios nos
dice en su palabra, hemos hallado la gracia en Dios. Por su gracia nos redimió,
justificó y santificó. 1 Cor 1:30
5.1. La Gracia del Único Dios
Verdadero. Dt 33:16
a. Somos salvos por gracia. A través del don de fe para recibir su amor. Isa 53:11; Efe 2:8
b.
Dios los amo de pura gracia, porque su ira se apartó de ellos. Ose 14:4
c.
Noé halló gracia y Dios lo salvó cuando destruyó al mundo con agua. Gen 6:8
d.
Abraham y Jacob conocía de la gracia de Dios. Gen 18:3; 33:10
e.
Dios los amo de pura gracia, porque su ira se apartó de ellos. Ose 14:4
6.
Humanidad.
Jesús
sería humano, y Dios lo había anunciado y revelado. Y Dios dio la iluminación
de la revelación de su palabra a los levitas encargados de enseñar y explicar a
su pueblo, tal como él lo había decidido y planificado. Dt 33:10. Después que
se multiplicaron como era también su voluntad. Dios reveló a Moisés y escribió
su Palabra.
Pero cuando Moisés escribió lo revelado
en Génesis ya los hombres invocaban el Nombre de Dios; como nos indica Gen
4:26. Luego Dios ha Abraham le indica; realmente cómo sería su sacrificio. Gen
22:16. Jesús dice: que Abraham se gozó esperando ver este día de la redención y
lo vio. Juan 8:56. Y Jacob pronunció bendición sobre sus descendientes porque
esperaba ver este día de su venida. Gen 49:18. Moisés bendijo al pueblo porque
también esperaba la salvación a través de su simiente. Dt 33:29
Al profeta Isaías le revela sobre la
Simiente Santa, como el renuevo de su pueblo. Isa 6:13. Luego el Apóstol Pedro
explica en el libro de los Hechos, al pueblo que habían creído en Jesucristo,
que ellos son los hijos del pacto que Dios hizo con sus padres, manifestado a Abraham: En tu simiente serán bendita todas las familias de la tierra. He
3:25. Luego explica el apóstol Pablo a los gálatas que no dice a las simientes,
sino de uno; Y ha tu simiente, refiriéndose a El Señor Jesús. La simiente Santa.
Gal 3:16
Los planes de Dios en su Hijo fueron
desechados por su pueblo desde el comienzo. Dios ha querido siempre y así lo ha
transmitido, crear un pueblo para él. Ese fue su plan con su Hijo de un pueblo
por él y para él. Fue revelado y manifestado en las Escrituras. Transmitido a
su pueblo en sus generaciones. Que de su descendencia vendría, el que los
salvaría de sus pecados y regiría a Israel.
Este plan de Dios fue desechado y no lo
comprendieron. Y destruyeron todo lo que Dios había construido a través de este
pueblo. Y sus juicios vendrá a causa de este desprecio, que hicieron en su
Hijo, en su linaje, en su descendencia; por eso se llama la piedra que los
edificadores rechazaron vino a ser cabeza del ángulo. Sal 118:22. Como lo
indicó Jesús. Marc 12:10
¿Quiénes edificaban? el pueblo sin
Dios, Israel sin tomar en cuenta los planes establecidos por Dios, de darle un
salvador de su linaje, pero les dio el que Dios escogió, no los que ellos
escogieron. Y quien es la piedra angular Jesucristo, su Hijo, su renuevo, que
nació según la voluntad. Y los propósitos de Dios con el hombre de la
descendencia que Dios escogió, no el pueblo de Israel. Cumpliendo Dios todos
sus propósitos con ellos. Josué 21:45; Luc 9:51
6.1. Humano.
La condición humana de Jesús,
para poder redimirnos, puede ser difícil de explicar, pero lo podemos entender,
porque al hombre Dios lo hizo eterno. Ecle 3:11. Pero muere por causa de la
desobediencia de la naturaleza del primer hombre. La desobediencia por su
pueblo. Y la desobediencia causada por nosotros mismos. Era necesario que Jesús
al venir a redimirnos posea cuerpo y sangre, que es la vida. Al hacer la obra
expiatoria en su cuerpo y con su sangre. Para en este mismo cuerpo resucitar.
He 3:13. Para darnos un cuerpo nuevo glorioso, después de haber sido
Glorificado por el Padre. Heb 2:14-17. Y de esta forma:
a. Restaurar
su Imagen en los hombres. Isa 52: 13; 53:2-11
b.
Padeció, sufrió en carne y sangre para redimir a los hombres. Isa
52:14-15; 53:2-11
c.
Justificar al hombre delante de Dios. Hacer la paz entre Dios y los hombres.
Isa 53:11
6.2.
El Mesías Humano.
a. Hizo
uno porque buscaba una descendencia para Dios. Mal 2:15
b. Una sola carne. Gen 2:24.
c. Juan refiere la naturaleza
humana de Jesús. Juan 1:14-15.
d. La palabra de Dios
anunciada por los profetas y las escrituras, se hizo carne. Jua 1:14
e. Y él responderá: Con ellas
fui herido en casa de mis amigos. Zac 13:6
6.3.
Cumplimiento de las profecías en su humanidad.
a. Justo y salvador, humilde,
y cabalgando. Zac 9:9 Gen 49:11. Mat 21.5. Luc 19:33-35
b. Moraré en medio de ti, ha
dicho Jehová. Zac 2:10
c. Y moraré en medio de ti; y
sabrá que me ha enviado. Zac 2:11
d. Y Jehová poseerá a Judá su
heredad en la Tierra Santa. Zac 2:12
e. Él se ha levantado de su
Santa Morada. Zac 2:13. Mar 3:8, Mat 15:41.
f. He aquí, yo traigo a mi
siervo el renuevo. Zac 3:9 Porque he
aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay
siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice: Jehová de los ejércitos, y
quitaré el pecado de la tierra en un día. Zac 3:8, Juan 19:30, Sal 69:21.
g. En aquel día, dice Jehová
de los ejércitos, cada uno de vosotros convidará a su compañero, debajo de su
árbol de uva y debajo de su higuera. Zac 3:10. Natanael dijo Rabí tu eres el
hijo de Dios. Lo dijo acordándose de la profecía. Porque Jesús le dijo: te vi
debajo de la higuera. Juan 1:49
h. Profecía de la palabra de
Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y
forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho: He aquí yo pongo a
Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra
Judá, en el sitio contra Jerusalén.
Y en aquel día yo pondré a
Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren
serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra
ella. Zac 12:1-14. Esta profecía se cumplió 70 años después de la muerte y
resurrección de Jesús en parte. Parte falta cumplir en su segunda venida en
gloria.
i. Y derramaré sobre la casa
de David, y sobre los moradores de Jerusalén. Espíritu de Gracia y de oración;
y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo
unigénito, afligiéndote por él como quien se aflige por el primogénito. En
aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el
valle de Meguido. Zac 12:11
De igual forma como humano
recibió traición. La traición de Judá para indicar el lugar donde estaba el
Mesías. Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han
apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová
al tesoro. Zac 11:11-13; Mat 27:6-10
En este orden de idea, va de
aldea en aldea como humano, se traslada de un lugar a otro con sus discípulos.
Tiene sentimientos humanos de anhelo y deseo, como el que siente cuando hace la
última cena con sus discípulos. Luc 22:15. Jesús deseó la salvación para su
pueblo, deseó la Cena no por la comida a consumir; sino era el momento de
anunciar su Pacto con sus escogidos, sus discípulos, deseó el momento de
pronunciar su Pacto. Sal 119:174
También como humano siente el
último momento antes de morir. Cuando dice a Pedro que su alma esta angustiada
hasta la muerte, y en la oración que hizo en Getsemaní. Isa 53:7; Mat 26:37.
Como humano anuncia su padecimiento. Mat 16:21.
j. En la profecía de Isaías
se describe todo el sufrimiento humano del Mesías. El renuevo por haberse
mezclado con otros pueblos y haberse destruido toda la descendencia de sus
príncipes, algunos eunucos, el desprecio humano de su generación, el
sufrimiento, las heridas. Y su victoria, después de haber entregado su vida en
expiación por el pecado, en obediencia a la voluntad de Dios. Isa 53:2-11
7. Unidad.
Desde el inicio en las Escrituras se habla de una Unidad continua en
relación a sus planes y propósitos en su creación. A pesar de tener
innumerables traducciones se ha preservado la esencia de lo que Dios ha querido
transmitir. Y advirtió: Jehová tu Dios uno es. Dt 6:4. Es la Unidad en su
voluntad para manifestar su Nombre. Manifestó su diestra y su Espíritu.
En
este sentido Jesús manifestó su Nombre a su pueblo. Juan 17:6. Todo se hizo en
Unidad a su voluntad. En la oración que Jesús enseñó, indicó que en el cielo se
hace la voluntad de Dios. Mat 6:10; Sal 40:8. E Isaías también nos indica que
hizo la voluntad de Dios, y su voluntad es prosperada por el Mesías. Isa 53:10
La
palabra manifestar se traduce como revelar. La explicación más exacta de la
Unidad de Dios la reveló Jesús. Cuando dijo que él y el Padre son Uno. Juan
10:30. Y el Padre está en Él, y Él en el Padre.
Juan 10:38. Así como nosotros somos uno, fue la especificación más
exacta de unidad, explicada por Jesús.
Juan 17:22
7.1. Unidad en sus planes.
a. Desde
el principio de la creación, anuncia la unidad: hagamos al hombre. Gen 1:26
b.
Cuando el hombre desvió sus planes. Se dice: confundamos sus lenguas. Gen 11:7
c.
Su voluntad unida a ejecutar su redención.
Isa 6:8; 53:10; Mat 3:16-17
7.2. Unidad en el Mesías.
a. Emanuel, que traducido es
Dios con nosotros. Isa 7:14; 8:8; Mat 1:23
b. En el cumplimiento de su
venida. Mat 17:5
c. Dios está en Cristo,
reconciliando al mundo consigo mismo. 2 Cor 5:19
7.3. En el Antiguo Testamento.
7.3.1. Anunciado con el
nombre de Ángel de Jehová. Génesis 22:11-12.
a. La Unidad con el Ángel de Jehová. Núm 22:22; 2 Sam 24:16; 1 Cr
21:15-27
b. La Unidad con su brazo extendido. Dt 11.2; Luc 1:51
7.3.2. Es
desde el principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.
a. Antes de que el mundo fuese. Isaías
43:13.
b. Jehová dijo a mi Señor: siéntate a mi
diestra. Salmo 110:1.
c.
Y otra vez dice: Sal 11o: 5. El Señor está a tu Diestra. Juan 22:45
7.4. En el Nuevo Testamento.
a. Uno, así como nosotros. Uno somos.
Somos Uno. Ju 10:30; 17:11; 22
b.
El Padre mora en mí. Juan 14:10
c.
Yo soy en el Padre y el Padre en mí. Juan 14:11
d.
Salí del Padre y voy al Padre. Juan 16.28
e.
Siendo
igual a Dios y estando en la condición de hombre. Fil 2:6-9. 1 Cor 15
7.5. Unidad en la Naturaleza.
a.
Unidad en la naturaleza Divina y humana. Juan 1:1-5, 9-14
b.
Divino y humano engendrado, no creado. Juan 1:14 a, Lucas 24:39
c.
Dios hecho hombre en la concepción. Dios con nosotros. Mateo 1:23
d.
El hijo de hombre, Hijo de Dios. Lucas 9:44, 22:70
e.
Manifestado en carne y justificado en el Espíritu. 1 Tim 3:16.
f.
Vino al mundo, tomo humanidad participando de carne y sangre. Heb 2:14.
g.
Siendo igual a Dios y estando en la condición de hombre. No se aferró a ser
igual a Dios para portarse como tal, sino como hombre estando en el cuerpo humano
obedeció a Dios y muere como hombre. Fil 2:6-9. 1 Co 15.
8. Santidad.
En el tabernáculo conforme al modelo le muestra su Santidad. No solo
santificando y ungiendo todo lo concerniente a elementos y utensilios del
Tabernáculo, sino que los sacerdotes tenían una tablilla o lámina con el Nombre
Santidad a Jehová. Ex 28:36; 39:30. En la profecía anunciada por Zacarías no
solo pronuncia su Salvación, sino su Santidad. Zac 1:68-75.
En
este aspecto debemos entender:
a. Él es Santo y su nombre fue santificado. Isa
52:6; 53: 9; Ez 36:23
b.
El hizo promesa a David. 1 Cr 17:11-15,
Luc 1:75
c.
Promesa cumplida en Jesucristo. Rom 1:2-7
8.1. El Hijo de Dios es Santo.
a. Santo y temible es su nombre. Sal 99:3; 111:9
b.
Será exaltado en Juicio y santificado con Justicia. Isa 5:16
c.
Desnudo su Santo Brazo ante los confines de la tierra. Isa 52:10
d.
Llamado Santo de Israel quien honró a Jehová. Isa 55:5
e.
Hará notorio su Santo Nombre. Ez 39:7
f.
Llamado Santo Ser, Hijo de Dios. Luc 1:35
g.
Llamado Santo de Dios. Marc 1:24
8.2. Ser Santo, como Dios es Santo.
8.2.1. El hijo
de Dios es Santo.
a.
Él nos llamó, él es santo, debemos ser santo como lo es él. 1Pe 1:15-16.
b.
Santifiquémonos, y seamos santo porque Dios es Santo. Lev 20:7; 1 Pe 1:16
c.
Jesús dijo: Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad. Jua 17:17; Ex
19:10
d. Por medio de
Jesucristo. Dios nos santifica por completo. 1Te 5:23
e. La santidad está en Jesús.
Sigamos la santidad. Heb 12:14
8.3. Santificación en el Antiguo Pacto.
Antiguo Testamento.
a. Con la sangre
del Cordero inmolado, rociada. Ex 29:21
b.
En la fuente y con el aceite de la unción. Ex 30:17-31, Ex 40:9;
c.
Era necesario lavarse las manos y los pies en la fuente para no morir, debía
hacerlo el sacerdote que entraba en el Altar a ministrar, para no morir. Ex
30:21
d.
Pidió no profanaran su templo, Él es, Él que santifica. Lev 22:32
e. Santificar su gran nombre profanado. Ez 36:23
f.
En la Ley casi todo era santificado con sangre.
Heb 9:22
g.
Sin derramamiento de la sangre no había remisión de pecado. Lev 17:11
8.4. Santificación en el Nuevo Pacto. Nuevo Testamento.
a.
Jesús el cordero derramó su sangre por los pecados cometidos contra Dios en su
palabra, su ley, mandamientos y preceptos cometidos por el hombre. Isa 53:7-8
b.
Por medio de la ofrenda de su cuerpo santificarnos. Heb 10:10-14
c.
Mediante la ofrenda voluntaria del cuerpo de Jesucristo. Una vez y para
siempre. Heb 10:5-14; 2:11
d.
Mediante la fe en su obra, por medio del Espíritu Santo, que nos revela la
verdad. Jua 17:19, 2 Te 2:13; Juan 16:8, 1 Pe 1:2; Rom 15:16; 1 Cor 6:11
e.
Mediante su gracia. Ju 17:17, 19; Efes 1:10-13; 2:1-10; He 20.32
8.5. Obedecer a la verdad y ser santo como Dios lo es Santo.
a.
Tengamos gratitud y obediencia por la salvación. Heb 12
b.
Él es Santo. Seamos Santo en toda la manera de vivir. 1 Pe 1:1-16
c.
Obedeciendo en el temor a Dios. Porque ya Él nos salvó. 2 Cor 7:1
d.
Vestidos del nuevo hombre. Porque ya nos santifico. Efe 4:1-24
9. Sanidad.
Dios hizo al hombre bueno, y ninguna enfermedad hubo en él, hasta que
decidió desobedecerle y contrajo las enfermedades por causa de estar en un
cuerpo de muerte. Dios escoge un pueblo para bendecirlo y alejar las
enfermedades de ellos, enseñándoles leyes, entre ellas las sanitarias para que
a través de ellas puedan ser preservados de enfermedades. Jer 16:11; 44:23
En
este orden de ideas las leyes que Dios le impuso al pueblo de Israel, les
beneficiaban en todo a ellos, pero ellos no comprendieron y las desobedecieron
hasta el punto de desecharlas. Es así que ellos mismos se causaron este mal
contra ellos, como luego Dios se lo indica a sus Profetas. Dan 9:13
Por
esta razón Dios le indica que le traerá sanidad y medicina a su cuerpo, porque
habían abandonados sus leyes y habían contraído las enfermedades que Dios le
había advertido que tendrían por desobedecerle. Jer 11:10. Y el Mesías le
traería la medicina y el sanaría a su pueblo no solo de sus pecados, sino de
sus enfermedades, de igual forma los liberaría de todo el mal por su
idolatría.
Por
esta causa vino todo el mal, ya que ignoraban o no que el culto a Moloc les
traería ceguera espiritual, los apartaría de los planes de Dios, traería
enfermedades, influencias malignas y espíritus inmundos a ellos, por otra
parte, el temor se convertiría en miedo, y no en Temor a Dios. Miedo a las
tinieblas y no podrían defenderse con la luz porque anduvieron en tinieblas.
Isa 66:4. Solo a través del advenimiento del Mesías verían la luz. Y serian
sanado de todas sus enfermedades como en efecto se cumplió y sucede. Isa 53:5.
En
esta razón la sanidad es:
a.
Profetizada la sanidad que traería El Mesías. Jer 33:6; Isa 53:5
b.
Anunciada: Llevará sanidad a las naciones.
Jer 33:6; He 4:22
c.
Por causa del pecado la muerte paso a todos y nos sanó por sus llagas. Isa 53:5
9.1. Aspecto de la Sanidad que traería
el Mesías.
a.
Anduvo sanando a todo el pueblo. Mat 4.23; 9:35; He 10:38
b.
Cumplida en la fe de los apóstoles y el pueblo. He 4:22
c.
Por medio de la fe en su Nombre, que es por Él. He 3.16
d.
Siempre Dios responde por medio de la oración. He 4:30
e.
Dios reparte sus dones de sanidad. El sigue sanando en la actualidad. 1 Cor
12:9; 1 Pe 2:24
9.2. ¿Porque enfermamos y necesitamos
ser sano?
a. Las enfermedades fue causa de la desobediencia.
Ex 15.26
b.
Nuestros cuerpos son sanados creyendo en la obra de Cristo. 1 Cor 11:27-30
c.
Las enfermedades las llevo Jesucristo. Isa 53:5-6
9.3. ¿Porque todos no somos sanos?
Desobedecer
sus leyes y sus mandamientos es la causa de las enfermedades. Y hay muchas
enfermedades congénitas. No todos tienen la fe para que suceda y por eso buscan
la ciencia. Todo es por fe en Cristo, en su obra, en su voluntad. Isa 53:5; He
3:16
Sin
comprender la Cena del Señor sin discernir su cuerpo y sangre que fue entregado
por nuestros pecados. Si de esta forma la comemos. Podemos enfermar y morir. Es
necesario entender su obra vicaria. Su cuerpo entregado por la sanidad de
nuestros cuerpos, porque fuimos sanados en Él. Las enfermedades cayeron en Él.
Y su sangre fue derramada para perdón de nuestros pecados. Si entendemos que
hemos sido perdonados, somos igualmente sanados. 1 Cor 11:29-30
Estamos
en un cuerpo de muerte, todavía no se ha manifestado la redención total. Rom
7:24. Por lo tanto si estamos en este cuerpo estamos expuestos a enfermedades,
y sobre toda la de contagio, como pandemias.
10. Salvador.
Dios
siempre reveló su salvación desde el principio de su creación. Hubo un
sacrificio de un ser vivo inocente, para tomar su piel para hacer túnica y
vestir a la pareja que vivía en el Edén. Ellos se hicieron delantales de hojas
de Higuera. Dios los vistió de pieles. Representando el sacrificio de su Hijo
Jesucristo y la nueva vida. La salvación es una nueva vida en Jesucristo. Dios
los vistió. Dios nos da la nueva vida. Siempre reveló Dios su salvación. Gen
3:7,21
En
este sentido Dios salva a Noé y a su familia del diluvio en el arca. Gen 7:7.
El arca mostrada también en el desierto a Moisés desde otro aspecto para
testimonio, representa la salvación en Jesucristo. Ex 25:21-22. Promete la
salvación Abraham y a su descendencia. Gen 22:2, 10-18.
En
este mismo sentido escoge a un pueblo para mostrar su salvación a sus hijos; a
su descendencia; a la humanidad. Dt 4:10. Y al apóstol Pablo le revela que lo
único que vale es una nueva vida, una nueva creación. Ga 6:15. Tal como se lo
dijo Jesús a Nicodemo es necesario nacer de Nuevo. Juan 3:7. Dijo que era
necesario. Sino nacemos de Dios, de su Espíritu Santo no podemos ver su
reino. Juan 3:3
En
consecuencia, para nacer de Nuevo, hay que entender la salvación y ¿Quién es el
salvador? Por lo tanto, la salvación solo es de Dios. Porque ningún hombre
puede nacer de nuevo. Solo Dios lo puede hacer. Cuando creemos en su salvación.
Si no creemos en el salvador Jesucristo, no naceremos, por lo tanto, no
tendremos su vida. Es necesario creer a Jesucristo como salvador. Juan 1:12-13;
Efe 1:13-14.
En
esta razón, debemos entender estos aspectos de la salvación:
a. Nos
hizo justo delante de Dios y se apartó su ira. Isa 52:3; 53:6,11
b. La
potencia salvadora de su diestra. Sal 20:6; Isa 45:21
c.
Jehová es nuestra salvación, él nos dio un poderoso salvador. Luc 1:68-69
10.1. La venida del Salvador.
10.1.1. Es Eterno. Es desde el principio. Miq 5:2,
Isa 41:25-27, Juan 1.1. Sal 110:1; Mat 22:42-45
a. Prometido. En las
Escrituras. Gen 49:18, Sal 91:16, Isa 51:6, 52:10.
b. Nació. De una virgen
concebiría y su nombre es Emmanuel. Isa 7:14, Mat 1:22
c. Concebido. Del Espíritu
Santo es. Isa 11:2, Mat 1:20
d. Del linaje de David. Sal
89:3-4, Isa 9:7, Jua 7:42
e. De Egipto llamé a mi hijo.
Os 11:1, Mat 2:15
f. Llamado Nazareno. Núm 6:2,
Mat 2:23
g. Ciudad donde nació: En
Belén. Miq 5:2, Mat 2:1,2
10.1.2. Su nombre: Admirable,
Consejero, Padre Eterno, Príncipe de paz. Isa 9:6, Mat 1:23
a. Salvará a su pueblo de sus
pecados. Sal 130:8, Mat 1:21.
b. El Pueblo asentado en
tinieblas vio gran Luz. Isa 9:1-2, Mat 4:16
c. El mismo llevó nuestras
enfermedades. Isa 53: Mat 8:17.
10.1.3. Su siervo, escogido, en
quien tiene complacencia. Isa 42:1, Mat 12:18-21
a. Sobre mi ropa echaron
suerte. Mat 27:35, Jua 19:24.
b. Dijo que iba a padecer y
resucitar al tercer día. Isa 53:5, Mat 23:46-49.
c. Dijo tengo sed, como dice
las escrituras. Sal 61:21, Jua 19:28
d. No será quebrado ninguno
de sus huesos. Sal 34.20, Ex 12:46, Jua 19:36.
e. Resucita de los muertos.
Sal 116:10, Os 6:2, Isa 42:1-7, Da 7:14.
10.1.4. Profecía: ¿Quién ha creído a
nuestro anuncio? Y no le creyeron. Isa 53:1, Juan 12:38.
10.1.5.
Sopló y recibieron al Espíritu Santo. Ez 36:24-25. Jua 20:22
10.2.
Obra Vicaria.
10.2.1.
La Obra de Salvación.
La obra Vicaria, fue la que hizo Jesús
para Justificar, Santificar y Redimir a el hombre, a la humanidad. La obra
Vicaria tenía que ser carne y sangre, porque representa la vida. Gen 9:4.
Jesús vino, posee carne y sangre para
poder redimir en su sangre a la humanidad. Humanidad que muere por desobedecer
a Dios. Gen 2:17.
La obra vicaria es la siguiente: Él da
su vida en rescate de muchos. El que cree en su obra tiene la vida. La vida y
la muerte estaban condicionadas con obedecer a Dios. El primer hombre
desobedeció y todos desobedecieron y por ende la muerte pasó a todos. En esta
razón nuestra obediencia se basa en creer a lo que Jesucristo hizo para darnos
la salvación.
El Segundo Hombre Jesús obedeció en
todo a Dios. Para dar vida. Cuando estábamos muertos en desobediencia, es
decir: en delitos y pecados. Efe 2:1
10.2.2.
Muerte y Resurrección.
La muerte y resurrección de Jesucristo
fue el plan de Dios para salvar a la humanidad. Y para mostrar que hay vida más
allá de la muerte. Dios lo estableció y hay que creer. Dios le dijo al primer
hombre que no comiese del Árbol para que no muriese. Y Jesús le dice el que
comiera mi cuerpo y mi sangre no morirá, sino que tendrá vida. Creer en esta
Obra es lo único que pide Jesús. Y es lo que significa comer y beber su sangre.
10.2.3.
Carne y Sangre.
Cristo
vino hacer un alma viviente engendrado por el Espíritu de Dios. Es la misma
esencia o sustancia de Dios. Pertenecía a la carne y sangre que el escogió del
linaje de David. Pero pertenece a la
Divinidad porque es el Único Hijo de Dios concebido por el Espíritu Santo. El
Alma humana de Cristo procedía de la simiente humana. Pero el Alma humana de
Cristo también es Divina. Jesús con mente y corazón humano. Pero también mente
y corazón Divino.
10.2.4.
Planificada en la Unidad.
Es de suma importancia prestar mucha
atención a la obra vicaria. Que tiene las siguientes especificaciones:
a. Fue
planificada en la eternidad en la Unidad.
En su Hijo y su Espíritu. Desde antes de la fundación del mundo. Mat
13:35; 25:34; 17:24; Efe 1:4; Heb 4:3; 1 Pe 1:20.
b. Lo anunció, lo manifestó, por los
profetas en las Escrituras. Isa 52, 53
c. Escogió a un pueblo a Israel, a
hombres para anunciar y mostrarle su plan, como sus testigos, tales como: Adán,
Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Judá, Fares, Moisés, Arón, Josué, Nohemí, Samuel,
David, Natán, Daniel, Zorobabel, Mardoqueo, Ester, Nehemías, Isaías, Jeremías,
entre otros.
d. El anunció y manifestó su obra a
profetas, patriarcas, jueces, reyes y sacerdotes. Fue un costo demasiado alto.
e. La realización de la obra en
obediencia a Dios por Jesús costó más de lo que nos podemos imaginar: Costo carne
y sangre humana de Jesucristo en sacrificio. Toda su alma en sacrificio. Tuvo
un costo Divino, despojarse de su gloria y venir en completa humildad.
Además del desprecio, padecimiento y
sufrimiento; lo dejan solo, lo niegan, lo traicionan, lo cambian por un
malhechor, lo escarnecen, lo escupen, le dan vinagre por agua, le hieren los
costados, las manos y pies. Le colocan una corona de espina, menean la cabeza
ante él. Dicen a otros salvó y a él no.
f. La obra de Dios, ya fue acabada, y
Dios ya descansó de su obra. Nosotros solo tenemos que creerla y obedecer a
este mandato. Solo por un profundo agradecimiento obedecemos, en la unidad de
su Espíritu quien es nuestro consuelo.
g. La obra vicaria la planificó el
Único Dios verdadero, en Unidad a su Ungido y a su Espíritu. Y la realizó en
obediencia. Su Hijo. ¡Cómo se puede perder algo que Dios ya nos ha dado y
nosotros ya lo hemos recibido! Al menos que nosotros despreciamos y desechemos
su obra y este regalo, como lo hizo el pueblo de Israel. ¡Y después de costarle
tanto a Dios, nuestras vidas! ¿cómo la va a dejar perder? Como indicó Jesús
ninguno de ellos se perdió, solo el hijo de la perdición. Juan 17:12
10.2.5. Ejecutada por el Mesías.
a.
La Diestra de Dios en el Cielo. He 7:56; Mar 16:19; Mat 26:64; Sal 110:5
b.
La Diestra vino, ejecutó la Obra Vicaria en carne y sangre. Luc 22:69
c.
Glorificación de la Diestra. Apo 15:4
10.2.6. Guiada por el Espíritu Santo.
a.
Encargado de guiar al hombre a la salvación. Juan 16:13; Rom 8.14
b.
Glorifica al Mesías en el corazón del hombre. Rom 1:21; He 21:20
c.
Da poder para anunciarlo y proclamarlo, ser sus testigos. He 1:8
d.
Guía al hombre a toda la verdad. Juan 16:16
e.
Redarguye de pecado, justicia y Juicio para que crean. Juan 16:8
f.
Nos da el don de fe. Lo guía en todo para que sean confirmados. Efe 2:8; Rom
8:14
g.
Sella y garantiza la redención. Efe 1:13
10.2.7. Significado del Sacrificio y
Resurrección de Cristo.
Rom 1:1-5; 6:5-14
10.3. Descripción de la doctrina de la
Salvación en Jesucristo.
La
salvación implica la justicia de Dios. Dios es Justo. Y el hombre comete
injusticia. Al no someterse a la ley Divina de Dios. Al desobedecer su palabra,
ordenada, su pacto establecido por Dios. Como sucedió al primer hombre. A partir de allí el hombre quedó destituido
de la gloria de Dios. Ya que el hombre gozaba de perfecta comunión con Dios en
el paraíso. Y fue el hombre sacado del Edén y Dios resguardo a ese lugar. Ge 3:24.
Por
esta causa de no obedecer a Dios, el hombre acarreó la muerte y la muerte paso
a todos los hombres. A partir de allí el hombre quedó a expensa de su gracia. Y
Dios estableció que para que el hombre tuviera otra vez comunión con Él,
tendría que creerle a Él absolutamente. Y su caminar con Él tendría que ser en
fe. Puesto que Dios le había dado todo lo que había creado para subsistir, pero
cayó en el engaño y decidió comer lo que Dios le había prohibido no hacer. En
otro sentido se fue por los deseos de su corazón y no por lo que Dios le decía.
Gen 3:6.
En
consecuencia, los hombres fueron de continuo al mal. Y Dios estableció planes
con un pueblo para mostrarles su gracia, su salvación; pero también desobedeció
sus palabras, sus mandamientos. Luego decidió extender su gracia y misericordia
al mundo entero, a todos los que le creen, a través de enviar al salvador
prometido, a Jesús su Hijo.
Su
gracia estaba presente desde la fundación del mundo. Siempre estuvo presente
este plan de salvación para los hombres. Pues los hombres nunca pudieron obedecerlo,
pero Jesús su Hijo ¡sí! y por eso obtuvo la salvación, la redención, la
justificación ante Dios. Para todos los hombres que le crean. En este sentido
detallamos los términos, para comprender la salvación, en lo siguiente:
10.3.1. El Salvador. Uno. Solo Jesús nos salvó. A través de su Obra Vicaria. No hay otro Nombre dado a los hombres
en que podemos ser salvo. Solo Cristo. Solo su Hijo ¡Salva! La simiente humana
concebido por su Espíritu Santo. Gen 3:15; Gen 22:18; Isa 52:10; Mat 26:28; He
4.12
10.3.2. La gracia. Un regalo, un don de Dios. Gen 18:3; Zac 12:10;
Ose 14:4; Rom 3:24; Efes 2:8-9
10.3.3.
La fe. Creer a Jehová, a su obra
redentora. Ningún mérito humano
puede ganar la salvación, ninguna obra humana. Gen 15:6; Rom 5:1; Gal 3:6; Efes
2:8-9
10.3.4.
La Escritura. Creer
y conocer la Escritura, no hay otro libro donde es revelada la salvación. La
salvación es un tema que coincide en toda la Biblia. Efes 1:13. Efes 2:10.
10.3.5.
Salva. Un Solo Dios, quien salva. Ningún hombre se puede salvar solo.
Todos sus siervos lo testifican. Es de
Jehová Salvar. Sal 3:8; Pro 24:11. Mal
4:2
10.3.5.1.
En resumen, sus siervos y sus profetas pronunciaron:
a.
Jacob. En tu salvación esperé. Gen 49:18
b. Moisés. Él ha sido mi salvación. Ex 15:2.
c. David.
El Fuerte de mi salvación. 2 Sam 22:3,51; 1 Cr 16:23,35
d.
Isaías. Salvación nuestra. Isa 12:2
e.
En Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel. Jer 3:23
f.
Esperaré al Dios de mi salvación. Miq 7:7
g.
Dios de mi salvación. Hab 3:18
10.4. Promesa de Salvación. Isa 19:20;
Zac 9:9
a.
Simeón y Ana ente otros la vieron. Luc 2:25-30, 36-38
10.5. Cumplimiento de la Obra de
Salvación. Luc 1:69; 2:11, Ju 4:42.
a. Los
apóstoles la vieron y creyeron. He 2:31-32; 13:23
10.6. Segunda venida. Fil 3:20
10.6.1. La Segunda venida en Cristo en
gloria. Tito 2:13
10.6.2. Para el mundo Invisible, y
personal para la iglesia.
¿Cuándo
sucederá? Creemos sucederá antes del gobierno del anticristo. ¿Por qué? La
iglesia no fue llamada a pasar por la tribulación, sino fui invitada a las
bodas del cordero. Porque la tribulación es la prueba final del mundo.
10.6.3. Prometida. A sus discípulos.
a.
Regreso visible y personal. He 1:11
b.
Librarlos de la ira venidera de Dios. 1 Te 1:5.9-10.
c.
Creencia. Si sufrían por El, también reinarán. 2 Tim 2:12
d.
Esperan su venida. Así como se fue vendrá. Fil 3:20
e.
Y seremos transformado en Él. Fil 3:21.
f.
Esperamos al Señor en el aire. 1 Tim 1:1; 4:10, 2 Tim 1:10
10.6.4. La Esperanza. Seremos arrebatados.
¿Qué
significa el arrebatamiento? ¿Qué es? El
arrebatamiento de la Iglesia es una acción de Dios que solo afectará a los
salvos en Cristo. Cuando Jesucristo regrese por los suyos. Y estaremos con el
Señor para siempre. 1 Te 4:16-18.
Esta Incluye dos aspectos:
a. Los muertos siendo salvos serán resucitados
primero.
b. Los que se encuentren vivos serán
transformados.
10.7.
Acontecimiento por ocurrir en cualquier momento, antes de la gran tribulación.
-
Será un hecho repentino e inesperado. 1
Cor 15:51–58
- El
Señor vendrá hasta las nubes. 1 Te 4:17
-
Nadie lo verá en la tierra durante el arrebatamiento. 1Te 4:17
- Se
escuchará la voz de mando y trompeta de Dios para arrebatar a su iglesia. 1 Te 4: 16.
-
Los muertos en Cristo resucitarán primero en cuerpo incorruptible y los que
están en Cristo y aún viven serán transformados para recibir al Señor en las
nubes. 1 Te 4:16–17; 1 Cor 15:51–54. La iglesia se encontrará con su Salvador y
vivirá con Él por la eternidad. 1 Te 4:17.
-
En el arrebatamiento seremos libres de la ira venidera, veremos personalmente
al Señor. Seremos transformados al instante en que aparezca el Señor, si
vivimos. 1 Cor 15:50-54
10.7.1. Después del arrebatamiento,
sucederá el Tribunal de Cristo
En
el Tribunal de Cristo los creyentes serán recompensados por los servicios
prestados en la obra del Señor. 2Cor 5:10. Los creyentes serán recompensados de
acuerdo a su labor. Apocalipsis 22: 12. El Tribunal de Cristo no será para los
no creyentes, pues ellos serán juzgados en el gran Trono Blanco, evento que
tendrá lugar después de la época milenaria.
Ante
el Tribunal de Cristo comparecerán los creyentes no para ser condenados, sino
para ser recompensados según “la obra de cada uno”. ¿Cuál es El propósito del Tribunal de Cristo? es recompensar a
los creyentes. 1 Cor 5:10; Apocalipsis 22:12. Recompensar a las
acciones justas de los santos” Apocalipsis 19:8, 1 Corintios 4:5; 2 Timoteo
4:8; Apocalipsis 22:12. ¿Cuál es El
lugar del Tribunal de Cristo? 1 Te 4:17. Será en la esfera celestial. 2
Corintios 5.1-8. En la presencia del Señor. ¿Quién lo hará? El juicio es puesto en las manos del Hijo. Juan
5:22. Cristo, será el juez. El recompensará a cada uno conforme a su obra.
Apocalipsis 22:12.
11. Resurrección.
Revelado a los antepasados que habría de resucitar el Mesías. Era la
esperanza que sus cuerpos serían levantado juntamente con él, tanto los que
durmieron en esperanza y los que después creerían por su anuncio y
manifestación a Israel.
Jesús
dijo que él es la resurrección y la vida el que cree en él, aunque este muerto
vivirá. El que vive y cree en él, no morirá eternamente. Juan 11:25-26.
En este sentido el profeta Oseas nos
dice: nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará. Ose
6:2. La resurrección de Jesús cambio el panorama de todos los judíos y
discípulos que, afectados por su muerte, no esperaban fuese Divino Jesús. Y se
convencieron después de la resurrección de Jesús. Y creyeron todo lo dicho por
las Escrituras de él.
En este sentido los apóstoles sufrieron
un cambio total después de la resurrección de Jesús. Las Escrituras hablan de
la resurrección de forma fidedigna y sus hechos históricos legales son
completamente reales, que no queda la menor duda para creerlo.
En lo que respecta al fundamento de los
hechos Bíblicos sobre la resurrección, encontramos lo siguiente:
a. Su cuerpo que los principales
sacerdotes junto con los fariseos, pidieron a Pilato, mandar a custodiar. Luego
ellos no indagaron su búsqueda, no formularon ningún juicio para encontrarlo.
Porque Resucitó y apareció su tumba vacía. Mat 28:11. Y ellos persistieron y
pagaron mucho dinero a los soldados para divulgar un dicho, que hasta hoy creen
los judíos, que se escondió el cuerpo de Jesús por algún seguidor. Y no fue
así. Mat 28:11-15. Pero María Magdalena y María, estaban sentada frente al
sepulcro eran testigo junto a José. Ellas vieron que José colocó a Jesús en el
sepulcro, e hizo rodar una gran piedra. Y fueron también testigo de su
resurrección. Mateo 27:58-60; Mat 28:9-11
b. Se cumplió la profecía con los ricos
fue su sepultura. Isa 53:9. José de Arimatea un hombre rico, rogó por su cuerpo
a Pilatos y lo colocó en un sepulcro nuevo que había labrado. Mat 27:57-60.
Este José de Arimatea ha debido indagar la búsqueda de su cuerpo posterior a su
muerte. Pero no lo hizo porque Resucitó.
c. Los soldados romanos desaparecen, ya
que iban a pagar con su vida. Y esta medida de seguridad no podía ser quitada;
El sello Romano que colocaron en la tumba muy difícilmente pudieron ellos
destruir y rodar la gran piedra. Y no hay indicios, donde busquen a estos
soldados para preguntarle por el cuerpo; porque Resucitó. Mat 27:60, 62-66
d. Las investigaciones sobre el hecho
por parte de los romanos y la seguridad puesta al sepulcro han debido surgir
por el hecho ocurrido. Pero sin resultados porque resucitó. Posteriormente
siguen las investigaciones ya que aparece en el libro de Lucas uno llamado
excelentísimo Teófilo a quien Lucas le da explicación; pero para saber los
hechos certísimos ocurridos al resucitado. Luc 1:3-5; He 1:1.4
e. Hubo un gran terremoto porque un
Ángel del Señor descendió del cielo y rueda la piedra. Después aparece sentado
sobre ella, cuando van de mañana a ungir el cuerpo del Señor María Magdalena y
María. El Ángel le dice: no está; ha
resucitado. Y las envió a avisar a los discípulos. Mat 28: 1-8
f. Jesús va al encuentro de estas
mujeres y le dice no teman, avisen a sus hermanos ha resucitado, para verlo en
Galilea. Mat 28:9-10. Entretanto cuando
se enteraron los discípulos por las mujeres le parecía locura y otros se
asombraron; pero algunos fueron al sepulcro. Y Pedro corrió al sepulcro; cuando
miró dentro vio los lienzos solos, maravillándose corrió a casa. Luc 24:11-12,
22-24
g. En el camino en Emaús Jesús aparece
hablando y explicándoles a través de toda la Escritura los acontecimientos
ocurridos sobre Él. Mat 28: 14-29
h. Aparece a sus discípulos después que
las mujeres les avisan. Presentándose varias veces hablando con ellos, dándole
unas instrucciones, recibidas posteriormente en el pentecostés. Y ellos vieron
después de esto al Señor que fue llevado arriba al cielo. Mat 28: 16-20; Luc
24:30-49-53; He 1:3-4
i. El Señor Jesús después de resucitado
apareció a más de 500 personas. Entre ellos a José de Arimatea. Pues él no
ejerce ninguna función en pro de encontrar el cuerpo. 1 Cor 15:6
j. Después hubo persecución y dieron
muerte a sus discípulos. Los apóstoles, así se expusieron después de la
resurrección, aceptados por ellos, aún con tantos atropellos impuestos por el
imperio y por los religiosos, porque habían visto al señor resucitado. He
12:4-6
k. Pedro había negado y vituperado al
Señor. Luego que lo vio resucitado y
verlo irse al cielo, hace defensa de su Apostolado. He 2:14; 15:7. Esteban fue
apedreado. Antes ve a los cielos abierto y al Señor Jesús a la Diestra de
Dios. He 7:55-60
l. Aparece a un ciudadano romano judío,
llamado Saulo en el camino a Damasco, y esté hecho cambia la historia de este
ciudadano romano que antes perseguía a los seguidores de Jesús. Y ejerce
defensa del evangelio. He 9:1-22. Y de igual forma defiende su causa. He 25:8
11.1. La resurrección dio a conocer:
a. Al
hombre su eternidad. Isa 52:2; 53:12
b.
Su Gloria Eterna. Ju 2:22; Isa
52:13; 53:12
c. Su vida eterna. Juan 17:3
11.2.
Los evangelios explican la resurrección:
a. Serán
como los ángeles. Mat 22:30
b. Ya no se podrá morir más.
Luc 20:35-36
c. En la resurrección unos
saldrán de los muertos para salvación y otros para condenación. Juan 5:29
d. Dios es un Dios de vivos
no de muertos. Mat 22:32
e. Habrá recompensa. Luc
14:14
f. Serán tenidos por dignos
de resucitar. Por haber creído a Jesucristo. Luc 20:35
g. Se cumplió la profecía de
Ezequiel. Ez 37:12-13; Mat 27:52-53; Jua 11:25-26
11.3. La Resurrección de Jesús en su
Glorificación Eterna y Sempiterna.
Jesús
reinaba en Gloria con El Padre, el poseía Gloria Eterna a la Diestra del Yo
Soy, El Eterno Padre. Juan 17:3. Cuando se cumplió el tiempo establecido por
Dios, para cumplir el plan de redención, que había determinado en la Eternidad
en Unidad a su Diestra y su Espíritu Santo. Jesús vino a cumplir la voluntad de
Dios. Como el brazo poderoso, el brazo ejecutor de su voluntad. Y tomó forma de
hombre, se hizo hombre por voluntad de Dios y fue engendrado por su Espíritu.
Juan 1:14. Vino en un cuerpo humano. Para en este mismo cuerpo resucitar. He
3:13. Para darnos un cuerpo nuevo glorioso, después de haber sido Glorificado
por el Padre. Heb 2:14-17.
Y de esta forma: Es Sempiterno porque
no tiene un principio y no tiene fin. El principio que se anuncia en Juan es el
principio de la Eternidad. Juan 1:1. Eterno en Gloria, y vino como humano, pero
siendo igual a Dios, para poder poner su vida para redimir al hombre y luego
después de cumplir el plan de Dios. Volver a recibir su Gloria del Padre. Jesús
dijo tengo poder para poner mi vida y volverla tomar. Ese mandamiento recibí
del Padre. Juan 10:18
12. Gloria.
Jesús hace una oración única, glorifícame Padre a tu lado, con aquella
gloria que tuve contigo, antes que el mundo fuese. Jua 17:5
a. En el principio. Era con el Padre. Juan 1:1-2;
17:3-5
b.
En Jerusalén. El Padre lo glorifica. Sal 91:15; Juan 13:31-32
c.
En la resurrección. Después de la ascensión. Rom 1:4
d.
Fue glorificado cuando creyeron en él. Juan 20:28; He 13.48
e.
Cuando recibieron la promesa del Espíritu Santo. Juan 16:14; He 3:13
G. Redención.
La Escritura llama redención a la restauración de la humanidad
a su estado original. Y devolver al hombre al paraíso de donde fue echado por
causa de pecado. Sal 111:9. Jesús
ejecutó la redención. Él es el Redentor. Luc 2:38. La redención la hizo Jesús
por su obra Vicaria, justifica gratuitamente por su gracia. Rom 3:24. En quien
tenemos redención por su sangre, el perdón de pecado según las riquezas de su
gracia. Efe 1:7. Y por Jesús, en la sabiduría de Dios, estamos justificados,
santificados y redimidos. 1 Cor 1:30
Las Escrituras nos dicen: cuando Jesús entregó el Espíritu,
se rasgó el velo del templo, tembló la tierra y muchos sepulcros se abrieron.
Salieron muchos cuerpos de santos, se levantaron y aparecieron a muchos. Y en
esto se cumple la profecía de Ezequiel 37. Mat 27:50-53. Mas sin embargo todavía
no se ha ejecutado la obra completa de redención pues todavía no ha sucedido la
resurrección de los muertos en Cristo. Que sucederá en cualquier momento según
las Escrituras.
1.
Regeneración.
Regenerar, es volver a renovarse.
Nacer de nuevo una célula. En este caso nacer la persona de nuevo.
1.1.
Regeneración humana
Los seres vivos tienen la capacidad de regenerar, de renovar
sus células mientras tengan vida. Así también en Cristo somos renovados, para tener vida en él. Renovados a través de la obra
vicaria de Jesús. Y la obra del Espíritu Santo. Ju 5:21, somos engendrado por su Espíritu Santo. 1Ju 5:1. Haciéndonos una nueva criatura. 2Co 5:17. Recibiendo una nueva vida. Rom 6:4. Siendo participé de su naturaleza divina. 2Pe 1:4.
1.2.
Es obra de Jesús su
hijo.
Por
voluntad de Dios, Jesús viene y toma un cuerpo humano. Dios le dio el
mandamiento de poner su cuerpo por la humanidad y volverlo a tomar, al ser
resucitado. Su cuerpo espiritual de gloria, se limitó a un cuerpo humano, con
limitaciones humana.
Un
espíritu no podría salvarnos. Solo la humanidad del hijo de Dios nos salvó. Es
decir: posee nuestra naturaleza humana para justificarnos delante de un Dios
Santo y al mismo tiempo justo. Es incorrecto sostener otra manera de explicar.
Como solo fue un espíritu. Pues no tendría lugar la justificación, la
santificación, ni la regeneración del ser humano, actos totalmente legales en
la justicia Divina. 1Cor 1:30.
Comprendemos
entonces la gran y admirable sabiduría de nuestro Dios creador, al planificar
todos estos eventos cumplidos en totalidad por su diestra. Jesús la diestra de
Dios, hijo de Dios. Vino en un cuerpo humano para poder redimir al ser
humano. Dejando su trono de gloria. Se
limitó a un cuerpo. Y actuó en el poder del Espíritu Santo. El Espíritu Santo
del Padre, estaba en Jesús. Y actualmente Jesús está en nosotros. Ju 17:21.
Por
otra parte, la manifestación de Jesús, el hijo de Dios, con un cuerpo
Espiritual, es visto por sus discípulos en la transfiguración. Mat 17:2. Cuando
muere Jesús. Muere su cuerpo humano. Porque Dios no muere. Es eterno. Quien
desciende al infierno es el espíritu humano del cuerpo de Jesús. Ya que murió
condenado por la humanidad. Efe 4:9.
El
Espíritu del hijo. El Espíritu de su diestra se queda con el cuerpo humano de
Jesús, quien lo resucita al tercer día. Después de haber ascendido de los
infiernos. Efe 4:10. El espíritu de Jesús desciende
a los infiernos, y anuncia a los espíritus encarcelados su obra. 1Pe 3:19.
Luego
resucita, y va al seno de Abraham con el cuerpo resucitado de los muertos. En
este momento, trae cautiva la cautividad. Es decir; los muertos que esperaban
su promesa en su venida, los traslada al paraíso. Luc 16:22; Efe 4:8; 1Co 15:6.
Luego
se presenta a sus discípulos, y va al Padre a ser glorificado. Ju 20:17. Recibe
del Padre el poder para infundir aliento de vida. Al Espíritu Santo de Dios. Ju
20:22. Se le da un Nombre, sobre todo nombre dado al hombre, poder y autoridad.
He 4:12. Sobre todo, poder y autoridad por su obra realizada. Y este es el
significado de su Nombre. El poder y la autoridad ejercido por Jesús. Mat
28:18.
En
resumidas cuentas, poseía Jesús el hijo de Dios, un cuerpo humano, un alma
humana, un espíritu humano. Para poder regenerar este cuerpo de muerte. Y
darnos uno celestial. 1Cor 15:49. Jesús tuvo que poseer un cuerpo igual al
nuestro. Hb 2:14. También poseía un cuerpo espiritual desde la eternidad. Al
igual al Padre celestial. 1Cr 15:40.
Por
consiguiente, el Espíritu de Dios que había sido profanado entre los pueblos,
Jesús lo santifica en su cuerpo. He 1:5. Entonces el Espíritu de Jesús hijo de
Dios, de Cristo, del Mesías, del Ungido, lo resucitó de los muertos, pues había
recibido mandamiento de Dios de hacerlo. Jesús dijo: que tenía mandamiento o
poder para ponerlo y volverlo a tomar. Ju 10:17-18; He 2:32.
Mientras
el Espíritu de Dios vuelve al padre, al abandonar a Jesús para poder morir en
la cruz su cuerpo humano. Mat 27:46. El Espíritu Santo es vuelto a Jesús,
después de resucitar e ir a ser glorificado por el Padre, es allí donde tiene
el poder de impartir por la promesa al Espíritu Santo al creyente. He 2:33; Ju
20:17.
Y
de esta forma venir a morar en cada creyente. Él está con nosotros, con su
Espíritu y en nosotros con el Espíritu Santo. Por su parte, Dios estuvo en
Jesús con su Espíritu Santo. Jesús actuaba en el poder del Espíritu Santo,
mientras estuvo limitado a un cuerpo humano. Ahora su Espíritu está en nosotros
porque ya fue glorificado.
En
todo caso, el Espíritu Santo de Dios que estuvo con Jesús está en nosotros,
como estuvo en Jesús. Porque Jesús nos
santificó en su obra vicaria, en el cuerpo humano. Y con nosotros porque lo
prometió, que no nos dejaría solo. Es así
que nuestros cuerpos tendrán la capacidad de ser transformado, por la
regeneración. Cuando venga Jesús en gloria. Ju 14:18, Mat 28:20, Ti 3:5, 1Cor
15:51-57.
Dios
es Espíritu, es un cuerpo celeste. Al igual es su hijo un cuerpo celeste, con
un cuerpo humano glorificado. Y son uno en propósitos, unidad y voluntad. El
Espíritu de Dios es uno con el Padre y con el Hijo. Siendo unidos, en toda su
voluntad. Nunca harán nada sin la unidad de su voluntad. Al decir la Escritura,
el Espíritu del Padre, y el Espíritu del hijo, no se está refiriendo a una
separación, sino al cuerpo celeste espiritual. Dios y Jesús a su diestra, en
unidad espiritual.
En
este aspecto, al Jesús separarse de la gloria de Dios, el Espíritu de Dios lo
acompaña, y ejerce el poder que no podía ejercer Jesús en su cuerpo espiritual,
porque está limitado a un cuerpo humano.
Al separarse su diestra de la gloria de Dios, y venir a poseer un cuerpo
humano, queda limitado a ese cuerpo. Y el Espíritu de Dios lo asiste. De esta
forma también nos asiste a nosotros los que hemos sido redimidos, por su
Espíritu Santo en los dones espirituales.
Al
Jesús poseer de nuevo su gloria, siendo glorificado por el Padre. Tiene la
facultad, el poder, la autoridad, de transmitir la promesa del Padre, al cuerpo
humano. Así como él la poseía en su cuerpo humano. El Espíritu de Dios, es
santo en el cuerpo de Jesús. Y el Espíritu Santo dado en la glorificación de
Jesús mora en nosotros.
1.3.
La regeneración la
obra del Espíritu Santo.
En
conclusión. El Santo que mora en nosotros; es el Espíritu Santo, que regresó al
hijo cuando Jesús fue glorificado por el Padre. El Espíritu de Jesús, el hijo
de Dios mora en nosotros. Estaba con los
discípulos cuando Jesús andaba con ellos. Al Jesús resucitar y ser glorificado
estaba en ellos. Y está en nosotros y con nosotros porque no nos dejara solo.
Nuestra
regeneración depende de la obra que hizo Cristo. Una regeneración sin la
intervención Divina de Jesús, no es perdurable. Ni tiene la vida eterna. Una
regeneración eterna es la que cree en la obra vicaria de Jesús. ¿Y quién
imparte esta regeneración? es su Espíritu Santo.
En
este sentido los profetas anuncian claramente cuál va a ser su obra en el Nuevo
Pacto, del Espíritu Santo: sería derramado sobre todo Israel, y sobre toda
carne, será dado para siempre, morará en el corazón del hombre, el cual
regenerará y santificará. Ti 3:5; Isa 44:3; 59:21; Joel 2:28-29; Eze 36:26-28;
Jer 31:33.
H. Restauración de la Imagen de Dios en el hombre.
A través de Jesús Dios nos perdona las ofensas hechas a Dios
Padre. ¿Porque tendría Dios que perdonar al hombre? Dios tiene que perdonar al
hombre porque nos hizo a su imagen y a su semejanza Y la falta de obediencia de
su creación al creador a destruido o profanado la imagen de Dios en el hombre.
A Dios perdonar al hombre, significa restaurar su Imagen en
el hombre. La imagen perdida a causa de las ofensas hechas a su
imagen. Nuestra imagen que es la de Dios, fue afectada y Dios la restaura en
Jesús. No te harás imagen de
ninguna cosa ordenó Dios. Aun ni de el mismo. Éxodo 20:3-5, 23. Pero cuáles son las causas que originan el
hecho de dañar la imagen. De
Dios en nuestras vidas: Todos nos sentimos
ofendidos, heridos por palabras, acciones y hechos. A través de
la vida por padres, madres, hermanos, hijos, familiares, amigos, conocidos o
desconocidos.
Por razones de nuestro sano juicio. Nos ofenden precisamente en la parte que más
nos duele. En el momento donde hay más debilidad económica, social, política, cultural.
Y hasta religiosa. Cuando hay más
vulnerabilidad en nuestras vidas. Y donde hay más fortaleza, prudencia,
entereza y confianza en uno mismo. Sentimos las ofensas de palabras, hechos y
acciones ante nosotros. Como si no lo merecemos. Y que no somos así como la persona nos
cataloga. La ofensa es por algo que creemos no es así, y que no es lo que
somos.
Ante los ojos de nosotros mismo y de los demás nuestra
imagen se afecta. Así es afectada la imagen de Dios cuando Idolatramos e
hacemos ídolos de su imagen. Los antiguos padres como lo hemos visto profanaron
su imagen, haciendo cosas no actas del ser humano hecho a la imagen de Dios.
Tal es el caso de hacer imágenes dentro del propio templo que había hecho el
Rey Salomón para adorar a Dios vivo. Actualmente vemos también dentro del mismo
templo que se adora a Dios, imágenes muchas veces espantosas.
En consecuencia: Las
palabras, hechos y acciones ofensivas van y vienen en nuestra mente
constantemente. Y hacemos un juicio de ellos, hasta llegar a reaccionar. La
reacción es no perdonar lo que nos hacen. Constantemente la imagen que tenemos
de nosotros mismos y que tienen de nosotros los demás, se ve ofendidas con
palabras, hechos o acciones.
¿Cómo se sentiría Dios cuando su imagen fue afectada? Si
leemos las historias de los reyes y lo que Escribieron los Profetas. Tendremos
una idea más clara, cómo profanaron el nombre de Dios los antiguos padres. Es
por eso que se hizo necesario que Dios restaurara esta imagen. Dios le dio el
dominio al hombre sobre la tierra, y él se lo entregó a otro. Cristo restauró la imagen de Dios al entregarnos el poder para perdonar. Nosotros tenemos el poder de perdonar. Las
ofensas no pueden dominarnos. Trayendo sobre nosotros amarguras,
resentimientos, odios y desamor.
Dominemos por el perdón, restaurando la imagen de Dios en nosotros. Ju
1:1
El primer hombre Adán, destruyó por la desobediencia la
imagen de Dios. Dios había establecido al pueblo de Israel mediante la
obediencia a la Ley, restaurar su linaje, que estaba en desobediencia y moría.
Pero no fue así, se mezclaron con otros pueblos. Y se volvieron peores que
Sodoma y Gomorra. Solo vemos a Nohemí restaurando con Rut a la descendencia del
Mesías. Pero Jesús vino y restauró la imagen de Dios obedeciendo a Dios en
todo. Y por ende la imagen de Dios en el hombre.
En este sentido es lo que llama la Escritura Redención.
Jesús es el Redentor. El la redención como ya hemos mencionado somos
justificados gratuitamente por su gracia. En quien tenemos redención por su
sangre, el perdón de pecado según las riquezas de su gracia.
I. Importancia del Fundamento de la Doctrina en las Escritura.
"¿Quién
dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Preguntó Jesús. Pedro fue el
único que dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Unos dijeron que
era Juan el Bautista, otros Elías, otros Jeremías, otros es un profeta. Y otros
lo llamaban hijo de David. A si mismo sucede hoy en día no saben realmente
quién es Jesús. Porque Dios no se lo ha revelado, como se lo reveló a Pedro.
Para
que sepas quien es Jesús tiene el Padre que revelártelo a través de su
Espíritu. Mat 16:13. San Mateo hace una descripción de Jesús como el Rey que
esperaban los judíos. Dice que su nombre será Jesús. Y que es el Mesías, el
Cristo que los judíos esperaban para que los salvará de sus pecados. Ellos
creían que iba a establecer su reino de inmediato. Pero Jesús le dijo que su
reino no era de este mundo.
Sin
embargo, en las Escrituras en el evangelio de San Juan se escribe para una
comprensión universal. Y nos dice que Jesús es el hijo de Dios. El verbo hecho
carne, la palabra hecha carne. Y nos dice que los judíos rechazaron al Mesías
esperado. Por tal motivo la salvación paso a todos los hombres. Por otra parte,
San Marco nos dice que Jesús es el siervo de Dios. Jesús como el siervo de
Dios. El que se sometió a la voluntad de Dios y obedeció en todo hasta la
muerte en la cruz para salvar a su pueblo de sus pecados.
San
Lucas era médico y detalló la humanidad de Jesús, como el hombre perfecto. Dios
Hijo, hecho el hombre perfecto, para venir a sufrir, padecer en su carne por
todos nosotros. Aunque nunca pecó, y fue perfecto, Dios quiso someterlo a
padecimiento por el pecado de todos los hombres. Según nos explica la profecía
de Isaías 53.
Por
su parte casi todos los libros en el Nuevo Testamento presentan a Jesucristo,
saludan en su Nombre, son llamados en su nombre y hablan en su nombre. No
indican porque unieron el nombre de Jesús con el de Cristo y dicen Jesucristo.
Pero si Jesús es el Cristo, el Mesías, el Ungido, naturalmente la unión de las
palabras Jesús el ungido, es Jesucristo.
1.
Los Evangelios dicen: El evangelio de Jesucristo. Mat 1:1; Marc 1:1; Juan 1:17
2. Lucas
dice en Hechos: Luc 1:31; He 2:38; 3:20; 5:42
3. Saludan con la gracia de Nuestro
Señor Jesucristo. Rom 16:24
4. Su saludo es: Y la paz de Dios Padre
y del Señor Jesucristo. 1 Cor 1:3,9; Gal 1:3, Efes 1.2; Fil 1:2;
Col 1:2; 1 Tes 1:1; 5:28; 2 Tes 1:2
5. Gracias, misericordia y paz, de Dios
Padre y del Señor Jesucristo. 2 Tim 1:2; Ti 1:4; 2 Jua 1:3
6. Gracias y paz. Fil 1:3, 25; Heb
13:20
7. Siervo de Dios y del Señor
Jesucristo. Sant 1:1
8. Bendito el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo. 1Pe 1:3
9. Siervo y Apóstol de Jesucristo. 2Pe
1:1
10. Su Hijo Jesucristo. El verdadero
Dios, y la vida Eterna. Ju 5:20
11. Siervo de Jesucristo, llamados,
santificado en Dios Padres. Y guardados en Jesucristo. Ju 1:1
12. La revelación de Jesucristo. Apo
1:1
Capítulo III
III. El Señor Jesucristo.
A. Anuncio de la venida del Hijo de Dios.
1. A Adán
En Génesis nos dice; tu simiente será herido en el
calcañar, más tú en la cabeza. Gen 3:15. Significa la traición intencionada
recibida de Judá, movido por parte de los ancianos de su propio pueblo. Y en el
salmo de David, nos señala, que era muy cercano, hasta comía de su pan. Esto
indica la traición que recibiría el Mesías. Sal 41:9. Judá fue su discípulo, lo
traicionó, y comía de su pan. Jua 13:18-27
2. A Noé.
En Génesis 9, aparte de la promesa de no destruir más la tierra y los
seres vivientes con agua, vemos una de las revelaciones anunciadas de las
Escrituras más valiosa, la demanda de la sangre de todo hombre y de todo
animal. Posteriormente dada como ley a Moisés en el Sinaí. Y que sería
realizada por el Hijo de Dios. Gen 9:4-6.
También se le anunció a Noé, la señal exacta, en
la venida del Hijo de Dios, con respecto a la situación geopolítica, en la que
se encontraría el Mesías en su estadía en la tierra, para salvar a su pueblo de
sus pecados. Donde Dios cumpliría totalmente las profecías de su venida como
salvador, y en su venida el total cumplimiento de la bendición de Noé a sus
hijos. Gen 9:27
La demanda de la sangre fue dada y Jesús anuncia el nuevo pacto y lo
recibieron sus discípulos en la despedida de Jesús. La de entregar su carne y
su sangre para remisión de los pecados. Mat 26:26-28. Porque sin derramamiento
de sangre no hay remisión. Heb 9:22. Y también en la venida de Jesús. Jafet
siendo el Imperio Romano fue engrandecido, y moraba en las tierras de Sem,
Jerusalén, y Cam era su siervo. Mat 2:1
3. A Abraham.
A Abraham le revela la fe,
como medio para recibir la justificación, porque le cree a Dios. Gen 15:6, Gal
3:6, Sant 2:23. Y le muestra el sacrificio expiatorio al cual sería sometido su
Hijo en rescate por muchos, así fue Jesucristo. Gen 22:1-18. Hoy debemos creer
a Jesucristo. Y creer, él es, el Hijo de Dios. Jua 9:35-38, He 8:37. En su obra
expiatoria para perdonar los pecados, tal como nos anunció el profeta Isaías y
Jesús. Isa 53:10; Mat 20:28; Luc 5:24
4. A Moisés.
A Moisés Dios le revela el Tabernáculo de Dios en
el cielo, y se lo muestra para que haga una réplica o una figura para que
podamos entender a Jesucristo. Desde su salida de Egipto le muestra su
salvación a través de su brazo poderosa. El vio la salvación de Dios. La
institución de las leyes eternas, junto a la vara de Aarón y el maná, guardadas
en el arca del pacto como testimonio, resguardada por querubines. Ex 25:21;
40:20; Heb 8:5
5. A David.
Al Rey David le indica, su reino será firme
perpetuamente delante de Jehová, refiriéndose al Mesías. 2 Sam 7:16, 1 Re 2:45.
Y no faltara lámpara en su reino. Porque a su reino lo destruyeron, pero Dios
le prometió retoñar el poder de David; he dispuesto lámpara a mi Ungido.
Refiriéndose al Mesías como raíz de David. A pesar de que no cumplirían sus
generaciones su pacto con Dios. Dios si cumpliría su pacto con el Mesías. Sal
132:17
1.
A
los profetas.
La profecía que nos revela el anuncio y la revelación del Hijo de Dios,
se encuentra en la profecía dada a su pueblo, en Isaías cap. 52 y 53. También
Jeremías al igual que Isaías anuncia sobre el Mesías, como el renuevo. Isa 4:2;
Jer 33:15. En los Salmos, nos habla del Hijo de Dios como un decreto publicado.
Sal 2:7.
Luego habló el profeta Oseas, de Egipto llamó a su Hijo: habla de su
pueblo cuando salió de Egipto como teniendo en su descendencia, en su linaje
según la carne la procedencia humana de su Hijo. Ose 11:1. Profecía que se
cumple, como referencia, escrita en los evangelios. Mat 2:15
7. A su pueblo de Israel.
El único, verdadero Dios, instituyó a sacerdotes, escribas y profetas,
quienes instruyesen a su pueblo Israel. El pueblo era instruido en la ley y en
la venida del salvador; encontramos muchos escritos al respecto, de la venida
del Mesías.
En la época en la cual vino el Mesías, Zacarías el sumo sacerdote y
padre de Juan el Bautista al nacer Juan. Hizo una declaración, lleno del
Espíritu Santo, donde bendijo al Dios de Israel, diciendo que lo ha visitado, y
redimido a su pueblo, levantó un poderoso salvador en la casa de David su
siervo. Luc 1:67-79.
Igual encontramos como muchos esperaban su manifestación a Israel, la
consolación a Israel, la redención en Jerusalén, entre ellos lo referente a
Simeón y Ana. Luc 2:25-38. Natanael, y los discípulos de Juan, hablaban entre
ellos hemos encontrado al Mesías. Jua 1:41
En resumen, como anunció a Jesús, a través de sus siervos los profetas,
a su pueblo Israel.
7.1. Fue revelado. Como hijo de Dios. Sal 2:7
7.2. Es Eterno. Sus salidas son eternas. Miq 5:2
7.3. Su Deidad. Como la diestra de Dios. Su brazo ejecutor de su
voluntad. Ex 15:6, Sal 110:5, Mar 12:36
7.4. Su Plenitud. Lo llena todo. Sal 16:11, Col 2:9
7.5. Gracia. Por su gracia son salvos. Ose 14:4
7.6. Humano. Lo revelo a sus siervos, y profetas. De simiente santa. Isa
6:13, 80:17
7.7. Unidad. Dios es uno con su diestra. Sal 44:3, Ex 15:12
7.8. Santidad. Como hijo Dios es santo. Ex 15:11, Isa 57:15, Sal 110:3,
7.9. Sanidad. El árbol de la vida para sanidad a las naciones. Jer 36:6,
Apo 22:2
7.10. Salvador. Es redentor. Sal 20:6, 98:1
7.11. Resurrección. Los levantará. Os 6:2, Isa 26:19
7.12. Gloria. Isa 63:12, Sal 66:2, 72:19
B. El Hijo de Dios.
1. Morada.
a. Eterna.
Su morada es Eterna. Es desde la eternidad como lo pronuncia el profeta
Miqueas nos habla de que sus salidas son desde el principio de la eternidad.
Miq 5:2. El evangelio de Juan nos dice que él era con Dios, era Dios y todo fue
hecho por él. Jua 1:1-3
Jesús indicó una oración especial y única al Padre, el cual le dijo sea
glorificado a su lado con la misma gloria que él tenía antes que el mundo
fuese. Juan 17:5. Desde su comienzo en su ministerio dijo que verán al Hijo del
hombre sentado a la diestra de Dios. Después de 40 días de resucitado, fue
recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Marc 16:19
Jesús está en el seno del Padre, eso implica cercanía, unidad, voluntad
íntima, estar cerca en la eternidad. Juan 1:18. Jesús les dijo a sus discípulos
que él había salido del Padre, y he venido al mundo, pero otra vez lo dejaba,
para ir al Padre. Y sus discípulos eran amados por el Padre, porque amaban a
Jesús y creían, salió de Dios. Jua 16:27-28
2. Nombre.
a. Autoridad y Poder.
Enseñó con autoridad. Sujeto los vientos y los mares con autoridad. Sujeto
al enemigo con autoridad. En el poder del Espíritu Santo. Su Nombre es sobre
todo nombre nos indicó Pedro. He 4:12. Pablo en las epístolas nos dice; en su
Nombre se sujetan todas las cosas las del cielo, las de la tierra y debajo de
la tierra. 1 Cor 15:27; Fil 2:10
Nadie tiene la autoridad, el carácter, el poder, el dominio sobre los
poderes en la tierra y en el cielo, solo Jesús. Por eso hablar de su Nombre es
expresar su carácter, su autoridad, su poder, su fama, adquirido por él mismo,
El Hijo de Dios.
Su nombre es preguntado por Manoa padre de Sansón. Y él dijo: porque me
preguntas mi nombre que es admirable. Jue 13:18. El profeta Isaías también nos
indica que su nombre es Admirable, Consejero, Padre Eterno, Príncipe de paz. Isa
9:6
El Hijo de Dios, antes de venir a esta tierra como ya hemos mencionado:
es la diestra de Dios, El brazo ejecutor de sus obras prodigiosas y
maravillosas. Estaba en el seno del
Padre. Es uno con él, en cuanto a unidad y voluntad.
Los antiguos escritores, para
distinguirlo del supremo Dios, lo mencionan como Ángel de Jehová. Es lo que se
conoce en la Teología como una teofanía. Es decir; una manifestación de Dios de
forma visible y corpórea. También es anunciado como el Ángel del Señor. El
Ángel de Jehová es identificado con Dios mismo, dando mandato, bendiciones y
promesas.
Es este, el caso del encuentro de Agar la sierva de Saraí con el Ángel
de Jehová. Gen 16:7-13. Y el encuentro que tuvo Abraham cuando fue probado,
desde el cielo escucha su orden y luego su promesa. Gen 22:11-18. Como Ángel de
su Faz, solo es mencionado por el profeta Isaías. Isa 63:9
El Nombre que obedeció la voluntad de Dios para cumplir con sus planes
es Jesús el Cristo. Jesucristo. El Todopoderoso. En su Nombre sucedieron y
suceden sanidades. He 3:16. Liberaciones, transformaciones y milagros. Solo en
el Nombre de Jesús hay que esperar. Pero su Nombre significa su poder, su
autoridad, su carácter. Su gobierno sobre todas las cosas visibles e
invisibles, en todo lo alto, ancho, largo, y profundo de lo existente.
En este sentido debemos comprender su Nombre desde los siguientes
aspectos:
a. Para que conocieran su Nombre. Isa 52:6; 53:12, Ju 17:6
b. Su Nombre es Poder, Autoridad, Carácter. Isa 11:2; 52:6-7; Luc 4:36,
8:49, 20:2, 22:51
a. Se dirige a Dios como Padre y Santifica su Nombre. Luc 11:1-2
b. Dios le dice a Moisés Él es, Él que
es, El Yo Soy. Es su Nombre. Ex 3:11-15; Jua 8:28
c. El Salvó a su pueblo de sus pecados. Y les cumplió su promesa. So
3:17; Mat 1:21
d. Y en ningún otro hay salvación. No hay otro Nombre. He 4:12
e. Todo cuanto pidamos al Padre en su Nombre será hecho. Jua 14:13-14
f. Igual que el Nombre de Jesús es todopoderoso, en su Nombre se doblará
toda rodilla. Y toda lengua confesará que Jesús el Señor. Isa 45:23; Ro 14:11
g. Su Nombre es el poder con el cual su obra en su Nombre se cumple.
Para ser sus embajadores, sus testigos. He 1:8. El profeta Isaías nos dice: que
es Admirable, Consejero, Dios de Paz, Padre Eterno. Isa 9:6. Siempre se les
otorgó el derecho a los sacerdotes de utilizar el Nombre de Dios para bendecir
al pueblo. Dt 10:8. Y para hacer las cosas Santas en su Nombre. Dt 23:14
3. Pacto.
Dios hizo pacto con los antiguos para hacer un pueblo para él, para su
Hijo. Ex 34:24. Su pueblo no cumplió con el pacto establecido y anunciado;
invalidaron su pacto concertado con familias, pueblos y naciones, de la
descendencia de Israel. Gen 22:18; Jer 11:10; De 29:13-15. Dios levanta un
renuevo justo. Jer 23:5. Y hace un nuevo pacto con su Hijo. Pacto que cumplió
Dios. Isa 6:8-9; Jer 31:31. Y Jesús hizo todo lo que quiso el Padre, y obedeció
en toda su voluntad. Antes de entregarse a sacrificio y a muerte, se lo índico
a sus discípulos. Mat 26:26-28
4. Nacimiento.
Antes de venir a la tierra Jesús, el Hijo de Dios, es la diestra del
Padre, su brazo que ejecuta su voluntad, hay manifestaciones de su presencia.
Los antiguos escribieron, nombrándole como el Ángel de Jehová, recibiendo
adoración como Dios. Jue 13:18-22
El nacimiento de Jesús sucede cuando
María y José estaban desposados para casarse antes que se juntasen. Sin María
conocer varón, el Espíritu Santo vino sobre ella, y el poder del Altísimo la
cubrió con su sombra, a María; y el Hijo de Dios fue concebido en el vientre de
María. Mat 1:18; Luc 1:34-35
Luego acercándose la fecha del nacimiento, vinieron José y María a
empadronarse a Belén. Luc 2:4-7. Y Jesús nació en Belén de Judea como dice las
escrituras que nacería en la ciudad de David. Belén de Judea era de la ciudad
de David. Miq 5:2. Mat 2:5. También recibe adoración de unos astrólogos o magos
del oriente, que vienen a ver al Rey de los judíos, porque vieron su estrella
como dice las Escrituras. Mat 2:1-2, 10-11. Y unos pastores fueron avisados por
unos ángeles de su nacimiento. Luc 2:15
Después por causa de Herodes, mandar a matar a todos los niños, temiendo
por el rey de los judíos. José se va a
Egipto porque fue avisado en un sueño. Luego de otro sueño, para irse de Egipto
a Israel, no regresa a Belén, sino se va Galilea a una ciudad llamada Nazaret,
porque después de la muerte de Herodes reina su hijo Arquelao. Cumpliéndose así
la profecía de Egipto llamé a mi hijo y sería llamado Nazareno. Nazareno
significa raíz o vástago. Mat 2:12-15,
19-23; Ose 11:1; Isa 53:2
5. Ministerio.
Jesús comienza su ministerio a la edad de 3o años, según las Escrituras,
venía a manifestar su Nombre a Israel. Manifestó el nombre del Padre,
glorificándole por la obra que él hizo. A salvar a su pueblo de sus pecados. El
profeta Isaías hace una explicación magistral en la profecía entregada por el
Padre. El pueblo de Israel esta profecía la toma para ellos, en realidad es
para ellos, pero para decirle que el Mesías vendría, y vino como lo anuncia el
evangelio de Juan. Ju 1:9-10
Todo lo que dice las profecías de Isaías cap. 52 y 53, fue cumplido a
cabalidad en el ministerio en la tierra del Mesías. Según la profecía de Isaías
cap. 61:1-2a y 11:1-2, igual fue cumplido en Jesús el Hijo de Dios. Ministerio
que se encuentra relatado en los evangelios y que se resumen en la obra
redentora del Hijo de Dios.
Dentro de su ministerio principal, se desempeñó como el Ungido de Dios,
el sacerdote, el salvador de Israel. El maestro, evangelista por excelencia, el
pastor de las ovejas, que dio su vida por sus ovejas, quien también fue
profeta, sanador, libertador de su pueblo Israel y todo aquel que le cree.
Hacedor de estupendos milagros, prodigios y maravillas. Y es actualmente
nuestro abogado, quien intercede ante el Padre por su pueblo. Vendrá como Juez
y Rey.
6. Profecías.
Dentro de las profecías sobre su venida, son variadas. Están muy ligadas
los relatos de las dos venidas. Sus acontecimientos y señales parecen los
mismos. La primera como salvador, la segunda como Juez y Rey. Si está claro que
todos los profetas hablaron de su venida. Los libros de ley de Moisés, los
salmos y los históricos, todo está escrito, íntimamente ligado a los acontecimientos
de su venida.
Génesis nos habla de la generación de Adán. Igual de la enemistad, entre
los que creen a Dios y los que no logran creerle, porque son los hijos del
maligno. Gen 3:15. Culminando en Judá, el cual alzó su calcañar contra Jesús y
lo entendieron sus discípulos. Jua 13:18. También Génesis nos habla del pacto
de sangre que haría Dios con el Mesías. Gene 9:5.
Los libros subsiguientes a Génesis escritos igualmente por Moisés, que
constituye los libros de la ley, o pentateuco, todos hablan del programa de
Dios sobre la expiación que realizaría su Hijo, su Ungido, el Mesías. El
Tabernáculo de Dios con los hombres. Heb 9:8-28
Los libros Históricos desde Josué hasta Ester, nos hablan de los hechos
prodigiosos y maravillosos de su brazo, su diestra. Y aun así no creyeron.
Luego los libros poéticos recogen todos los sucesos de forma cantada y poética
que realizó su brazo, su diestra. Sal 44:3; 98:1. Para entender las grandes
verdades de la venida de Jesús. Tal como nos anuncia el salmo de David. Salmo
110:1-4
De esta forma encontramos la profecía de Isaías, nos dice: el mismo que
habla vendría. Isa 52:6. Al profeta Zacarías le anuncia, canta y alégrate hija
de Sión, porque he aquí vengo, moraré en medio de ti, ha dicho Jehová. Zac
2:10. El libro a los hebreos cito este salmo. Entonces dije: He aquí, vengo. En
el rollo del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha
agradado. Sal 40:7; Heb 10:7
7. Labor desempeñada.
Jesús desempeñaba una labor en la
tierra de carpintero. Mat 13:55. Y luego comienza su ministerio, y es Maestro.
Mat 12:38. Desde muy pequeño escucha a los doctores de la ley, todos estos se
maravillaban de su inteligencia y respuestas. Luc 2:46-47. Acudió todos los
sábados a la sinagoga, como de costumbre, por ser maestro se levantó a leer y
se le dio el libro de Isaías. Luc 4:16-18
Su labor como Pastor, el mismo lo dijo a sus discípulos, yo soy el buen
pastor. Juan 10:14. Como pastor también dijo Jesús, él es la puerta de las
ovejas, es la puerta que nos lleva al lugar santísimo, a la misma presencia de
Dios. Porque cuando muere el velo del templo se rasgó. El velo es la puerta.
Jua 10:7-11; Luc 23:45
Es el Hijo de Dios y también, es siervo de Dios, por medio del profeta
Isaías le dice: mi siervo, mi siervo justo. Isa 42:1, 53:11; Mat 12:18. Es Rey
de los Judíos, porque Dios le prometió a David que no faltaría uno de su linaje
en el trono de Israel. 1 Re 9:5. Y después de hacer su obra se sienta a la
diestra del Padre como en el principio. Mar 16:19
8. Doctrina.
La doctrina no era como la de los religiosos de su época. Su doctrina
era con autoridad. Jesús vino a plantear la verdadera forma de cumplir la ley,
no sujeta a tradiciones de hombre, ni ha mandamiento de hombre. Habló sobre el
derecho de la verdad. El amor y el perdón caracterizan la doctrina de Jesús.
Descritas en los evangelios. Sentían admiración de su doctrina. Ordenó
investigar minuciosamente en las escrituras. Jua 5:39; Mat 7:28
El principal tema de Jesús es entender, que Dios es uno. Que él y el
Padre son uno. Juan 10:30. En lo sucesivo sus enseñanzas doctrinales, se
sujetaban a las Escrituras como el fundamento principal para determinar toda la
verdad. Mat 22:29. Santifico, glorificó, y manifestó al Padre en el
conocimiento de su verdad. Luc 11:2; Jua 12:28; 17:4
Jesús dio especificaciones a sus discípulos como debería administrar su
iglesia, haciéndole hincapié a Pedro que él es la roca, donde se debería
fundamental su iglesia. Mat 16:18. Habló de todas las doctrinas que se manejan
como pilares fundamentales del cristianismo. Jesús afirmó que su doctrina no
era de él, sino del Padre que lo envió. Dando a entender que toda la doctrina
estaba en las escrituras. Jua 7:16
En resumen, la doctrina transmitida por Jesús, es igual a toda la
descrita en las escrituras. Jesús hizo hincapié en conocer a Dios. Afirmo Él es
Uno. Explicó hay que comprenderlo a él y a su doctrina. Jua 7:17. Informó había
que investigar a profundidad las escrituras. Ju 5:39. Jesús señaló la obra del
Espíritu Santo y su importancia para el hombre. Ju 16:8-16. Él les habló a sus
discípulos sería su consuelo, y uno igual a él. El Espíritu Santo, que enviaría
después de su partida. Ju 15:26
Jesús hizo referencia de la condición del hombre en su corazón, y
también afirmó, morirían en sus pecados sino creían en él, como el Hijo de
Dios. Jua 8:24. Haciendo referencia de lo que hay en el corazón del hombre. Mat
15:19.
También habló Jesús de su iglesia y mencionó, él era el fundamento donde
debe ser edificada. Mat 16:18. Instruyó
a sus discípulos sobre su segunda venida en gloria. Mat 21.27. Y de igual forma
de la condición de la iglesia, como la novia del cordero y la celebración de la
unión final, las bodas del cordero. Mat 25:6
Por otra parte, Jesús habló de los ángeles como sus mensajeros y
colaboradores. De la condición de los ángeles. Mat 22:30, Mat 13:39, 41, 49;
24:32. Igual hablo de la condición del hombre alejado de Dios, que obra igual
al Diablo. Jua 8:44. Resistió la tentación de Satanás. Mat 4:10. Habló sobre lo
que puede hacer al hombre, Satanás, sólo si él lo permite. Luc 22:31.
Por último, habló sobre el fin de los tiempos, de su reino, del juicio,
y del reino de los cielos. Mat 24:7; Mar 13:8; Luc 21:10.
En resumen, la doctrina Jesús la especificó en lo siguiente:
8.1. Doctrina de las Escritura:
a. Examinar.
Escudriñar. Las Escrituras. Porque son las que dan testimonio de él. Juan 5:39,
Pro 2:2-5
b. No ignoremos las
Escrituras. Para no errar. Mat 22:29
c. Las Escrituras se
tenían que cumplir en él. Y así sucedió. Luc 24:26-27
d. Jesús abre el
entendimiento para comprender las Escrituras. Luc 24:45
e. Creer en las Escrituras con
mucha prudencia, sensatez. Luc 24:25
8.2. Doctrina de conocer a Dios.
a. Es su Padre y
nuestro Padre. Ju 20:17
b. El único Dios
verdadero. Ju 17:3
c. Es bueno. Mat 19:17
d. Santificar su
nombre. Lucas 11:2
e. Orar al Padre en su
Nombre. Ju 14:13
f. El Padre envió a
Jesús. Y salió de él. Ju 17:8
g. Él y el Padre son Uno. Ju 17:21
h. Él vino a manifestar
su Nombre. Ju 17:6
i. Las palabras que
hablaba se las dio su Padre. Ju 17:8
j. Su reino. Fue
preparado desde la fundación del mundo. Mat 25:34
8.3. Doctrina del Espíritu Santo.
a. Hay que pedirlo. Luc
11:13
b. Es una promesa del
Padre. Luc 24:49
c. Hay que creer en la
voz del Espíritu Santo. Sin blasfemar. La blasfemia contra él no tiene perdón.
Mar 3:29
d. Guia a toda la
verdad. Ju 16:13
e. Da el poder para ser
sus testigos. He 1:8
f. Redarguye de pecado,
justicia y juicio. Ju 16:8
g. Enviado por el
Padre, por medio de Jesús, para glorificar a Jesús. Ju 11:4
h. Es el consuelo. En
los momentos de debilidad, aflicción y difíciles. Ju 14:26
i. Somos el templo de
su Espíritu. Está con nosotros, y hará morada en nosotros. Ju 2:19-21; 14:17
8.4. Doctrina de Jesús.
a. Creer en él. Él es
el hijo de Dios. Ju 3:36, 9:35-39
b. Oír sus palabras.
Creer al que lo envió. En su Padre. Para tener vida eterna. Ju 5:24, 36-37
c. Tiene todo poder y
autoridad. Mat 28:18
d. Él envió al Espíritu
Santo. Luc 24:49, He 2:4
e. Es el principio.
Antes que el mundo fuese. Ju 17:5
f. Vino para que
tengamos vida. Vida en abundancia. La vida eterna conocerlo a él y a su
Padre. Ju 10:10; 17:3
g. El Padre le dio
autoridad de hacer, según su voluntad juicio justo. Ju 5:22, 30
h. Está a la diestra
del Padre. Luc 22:69
i. Vendrá con gran
poder y gloria. Luc 21:27
8.5. Doctrina del Hombre.
a. Hay que cambiar todo
el interior del hombre, corazón o mente. Del corazón sale todo lo malo. Hay que
morir, para salir el nuevo ser, y dar fruto. Mat 15:19, Mar 7:21, Luc 6:45, Ju
12:24
b. Nacer de Nuevo. Del
Espíritu de Dios. Ser una nueva criatura. Para poder ver el reino de Dios. Ju
3:3-7
d. Separados de él nada
podemos hacer. Creyendo a Jesús, siguiendo a Jesús. Ju 15:5
e. Escuchamos sus
palabras. Nacemos del Espíritu. Guardamos su palabra y Dios nos hace crecer.
Veremos su reino. Mar 9:10, Ju 3:6; 8:43, 51,
f. Reinaremos con él
sobre la tierra, en su reino. Apo 5:10
8.6. Doctrina de la Iglesia.
a. Sobre él, es la
base, para construirla. La cabeza del ángulo. Zac 10:4, Mat 21:42
b. Adquirida con su
sangre inocente. Mat 27:4
c. Adquirida con su
padecimiento corporal. Luc 9:32; 22:15
d. Lo señala su pacto.
Su sangre y su carne derramada para remisión. Mat 26:28
8.7. Segunda Venida de
Jesucristo en Gloria.
a. Vendrá en una nube con poder y gran
gloria. Luc 21:27
b. Vendrá con sus ángeles, en la gloria de
su Padre, pagará a cada uno conforme a su obra. Mat 16:17
c. Las tribus de la tierra lo verán y
lamentarán. Ma 24:30
8.8.
Las Bodas del Cordero.
a. Habló sobre unas
bodas, en sus parábolas. Refirió con una figura literaria, era el esposo de sus
discípulos, que andaban con él. Mat 25:1-13, 9:15.
8.9.
Milenio.
a. Jesús habló del
Milenio en la revelación del Apocalipsis, al apóstol Juan. Apo 20:2
b. Jesús habló de venir
en su reino. Mat 16:28
c. Comerán y beberán
sus discípulos en su reino. Luc 22:30
d. En la regeneración…Se
sentará en su trono de gloria. Y los discípulos también se sentarán sobre doce
tronos para juzgar a las 12 tribus de Israel. Mat 19:28
e. Jesús habla de su
reino, no era de este mundo. Si su reino fuese de este mundo como esperaban los
judíos. Sus ángeles pelearían para no ser entregado a los judíos. Ju 18:36
f. Reinará sobre la casa
de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. Luc 1:33
g. En su reino no habrá
personas que sirvan de tropiezo, no hagan in iniquidad. Mat 13:41
8.10. Los Ángeles.
a. Son asexuales. Ni se casan,
ni se dan en casamiento. Mat 22:30
b. Son servidores y
mensajeros. Mat 24:31, Luc 2:9-14
c. Si un ángel aparece,
a anunciar su venida, no es mensajero de Dios, porque ellos no saben ni el día,
ni la hora cuando viene, solo El Padre. Mat 24:36
d. El diablo, y sus
ángeles. Hay ángeles que no son mensajeros de Dios, sino del diablo. Mat 25:41
e. Los ángeles adoran y
se alegran de que crean en su hijo y se arrepienta un pecador. Luc 12:9
8.11. Los Juicios.
a. Coloca como ejemplo
a ciudades destruidas por juicio como Sodoma y Gomorra. Para juzgar por su
comportamiento a Israel y Judá. Los judíos. Mat 10:15
b. Y de igual forma
Tiro y Sidón. Y también de Nínive. Este Juicio que hizo a las Naciones. Porque
vieron los milagros, los prodigios que hizo Jesús y no se arrepintieron. Luc
10:12-14, Mat 12:41
c. Coloca también como
ejemplo a personajes importantes como la reina de Sabas para hacer juicio con
respecto al valor que se le da a Jesús y a su presencia en Jerusalén. Este
juicio a los reyes y a las personas en eminencias. Luc 11:31
d. Habló en su
enseñanza de la forma como se hará el juicio a Israel. Mat 5:21-22,28; 7:1-2,
e. Juzgará a las personas de juicio por no creer en él, sin involucrar las acciones del diablo sobre cada quién, ya que ya ha sido juzgado. Juan 16:11
8.12. El Reino de los Cielos.
a. Jesús anuncia el
reino de los cielos. Por parábolas. Mat 18:23, 22:2
b. Entrarán los que se
hacen como niños. Y los niños. Mat 18:3, 19:14
c. Los humildes serán
los mayores. Mat 18:4
9. Títulos.
Jesús es el redentor de las familias, los pueblos y las naciones. Y el
mismo lo anunció, que cuando él se siente en su trono de su gloria, los
discípulos también se sentaran con él, a juzgar a las doce tribus de Israel.
Mat 19:28. El apóstol Pablo, lo anunció en la carta a los gálatas que es el
redentor de Israel. Gal 3:13-14. Él es
el salvador del mundo nos dice Juan en su primera carta. 1Ju 4:14. Y a Timoteo
el apóstol le dice; él es el Rey de Reyes y Señor de señores. 1 Tim 6:15
Entre los títulos más relevantes es el Mesías,
el Cristo, el Ungido, títulos dados en hebreo, griego y latín. El Ungido de
Dios, salvaría a su pueblo de sus pecados. Igual Jesús ejerce el título
honorífico de Sacerdote, único según la orden de Melquisedec. Heb 6:20. Pero,
sobre todo, es el hijo de Dios el título eterno. Mar 1:1. Es el Rey de los
Judíos, que ellos esperaban. Mat 2:2, 28:18
En un periodo de tiempo no descrito en la historia y anunciado ya por los evangelios. Su nombre Jesús, fue unido a su título Cristo. Llamándose por la lengua griega Jesucristo. Tal vez los judíos lo llamaban Jesús el Mesías, o por otra parte para diferenciarlo de otros, Jesús de Nazaret. Ya los que esperaban su manifestación a Israel, se referían y hablaban del Ungido. Jesús el Ungido. Luc 2:26, 4:18, Isa 61:1
10. Obras.
La obra magnífica que hizo el Hijo de Dios fue la expiación por el
pecado de su pueblo. Él fue el cordero inmolado por el pecado. El significado
de su obra salvadora o de su sacrificio en la cruz o madero, es que nosotros
mismo estamos muertos en delitos y pecado. Necesitamos un salvador, ese
salvador es Dios mismo, tomando nuestra misma naturaleza humana, el cuerpo y la
sangre, que es la vida. Entregado en expiación, y muerte, y luego al resucitar
en la Naturaleza Divina. Para que nosotros seamos participe de su Naturaleza,
al creer en su obra maravillosa y admirable de Dios.
De esta obra parte las demás, porque él con su obra, nos perdonó, tiene
el poder para hacerlo. Se apartó la ira de Dios por desobediencia a su pacto de
la ley. Por ende, al darnos vida juntamente con él, somos liberados del pecado,
de la muerte, del infierno. Y somos sanados porque él en su cuerpo regeneró
nuestras obras muertas, en vida, por sus llagas fuimos sanados. Isa 53:1-12
11. Reconocimientos.
Jesús es el león de la
tribu de Judá, significa su autoridad sobre su pueblo de Israel, en su
descendencia. Jesús es de la tribu de Judá, como se lo había prometido a los
patriarcas, a Moisés, a David y a los profetas. Y él fue el que venció, y se le
dio la autoridad para abrir el libro y desatar sus sellos. Apo 5:5
Jesús es el Señor. Así lo
anunció el apóstol Pedro. En su elocuente discurso: A este Jesús Dios lo resucitó;
todos nosotros somos testigos. Exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del
Padre el Espíritu Santo prometido y lo ha derramado y ustedes lo ven. He
2:32-33. "Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha
constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien ustedes han crucificado"
He 2:36. Y luego Pablo explica: hay que
confesar a Jesús como el Señor. Rom 10:9
Cuando Jesús asciende al
cielo, y glorificado por el Padre, recibe todo poder y autoridad. Se evidencia
enviando Jesús el Consolador. El Espíritu de la verdad. Ju 16: 14. Siendo
recibido por sus discípulos. Quienes transmitieron el mensaje, ante la
multitud. "Al oír este mensaje, se sintieron compungidos de corazón "
He 2:37. Y en pocos días siguieron a Jesús miles de personas.
Jesucristo es el Señor,
porque es la plenitud del poder de la Divinidad. Bajo sus pies sometió todas
las cosas. Efe 1: 21-23. Es también la autoridad sacerdotal según Salmo 110:4.
"Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec"
Como Señor, Cristo es la
Cabeza de la Iglesia, que es su Cuerpo. La Plenitud de aquel que todo lo llena
en todo" Efe 1: 22-23. Col 1:19. En él habita corporalmente toda la
Plenitud de la Divinidad. Col 2:9. La Iglesia adquirida con su sangre He 20:28,
1 Co 6:20. Con su sangre inocente. Mat 27:4.
También Jesús al irse al
Padre dijo a sus discípulos: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta el
fin del mundo" Mt 28:20. Cristo es el Señor de la vida. A Él pertenece el
juicio. "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos
sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria, para juzgar. Mt
25:31-34
Pertenece a Cristo por ser
el Redentor del mundo. El pleno derecho de juzgar las obras dé los hombres y
sus acciones, en las conciencias humanas. El Padre le otorgó el juicio. Ju 5:
22. Sin embargo ha de venir en gloria y sobre todo para juzgar. Para otorgar la
vida que está en Él. "Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así
también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado autoridad para juzgar,
porque es Hijo del hombre" Ju 5:26-27
Por su parte la
misericordia del corazón desde el seno del Padre, y por quien procede el Hijo.
Del amor infinito. Por entregar a su hijo por la humanidad. Ju 3:16. También
desea recibir de cada hombre una respuesta a ese amor para darles la vida
eterna.
12. Reino.
Jesús habló del reino de los cielos, pedía a su
pueblo arrepentimiento, por haber desechado su plan con el Mesías, haber
incumplidos los pactos y las leyes de Dios. Habló de los lineamientos para
participar en su reino, para su pueblo Israel instruido en la ley, pero que no
obedecían. Eran manejados por las imposiciones de las costumbres y tradiciones
de los ancianos. Mat 15:8-9
Jesús les advirtió no porque le digan Señor, es requisito para entrar a
su reino, sino todo aquel que haga la voluntad de su Padre que está en los
cielos. Mat 7:21. La principal voluntad de Dios, es que crean en su Hijo, como
salvador. Vino en carne, y derramó su sangre, muriendo por sus pecados. De allí
parten las demás. Si creemos que él es Hijo de Dios, lo demás es resultado de
esta fe. Jua 3:36; 1Ju 5:10; Sal 2:12
Jesús consumando su obra en la cruz o madero. Pago en su totalidad la
culpa, la pena y la condenación sobre el pecado. Lo crucifican al lado de dos ladrones o
malhechores. Uno de ellos lo injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate
a ti mismo y a nosotros. El otro le replicó diciendo. ¿Ni aún temes a Dios en
la condición que estamos en condenación? Nosotros, padecemos justamente porque
lo merecemos, pero Jesús qué mal hizo. Y le dijo a Jesús que se acordara de él
cuando este en su reino y Jesús le dijo que hoy mismo estará en el paraíso. Luc
23:32, 39-43
En esta narración observamos, que primero el ladrón reconoció su
condición, segundo reconoció que Jesús era inocente de lo que se le culpaba, y
comprendió que él tenía un reino, es el Hijo de Dios. Por eso le pide que lo
haga partícipe de su reino, que se acuerde de él. Y Jesús le aseguró como Hijo
de Dios, que así sería. Es lo principal, creer en Jesús como el Hijo de Dios.
En la expansión de su
realeza, Cristo es Señor de todo el cosmos. "Este que bajó es el mismo que
subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo" Ef 4:10. En la
primera carta a los Corintios el apóstol Pablo añade que todo se le ha
sometido. 1 Co 15, 27. Contextualmente nos dice: "Cuando hayan sido
sometidas a él todas las cosas, entonces también el Hijo se someterá a Aquel
que ha sometido a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todo" 1 Co
15, 28. "Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de
haber destruido todo dominio, toda autoridad y potencia" 1 Co 15:24.
En Él la historia del
hombre, toma conciencia, y puede decirse toda la creación, encuentra su
cumplimiento trascendente. En todos los tiempos: Cristo es la Cabeza, en los
cielos y lo que está en la tierra" Efe 1:10
C.
Profecía de Isaías 53.
1.
Anunció y reveló su salvación.
Dios lo anunció, lo notificó. El manifestó su salvación a Israel y esta profecía de Isaías 53:1, comienza diciéndonos:
a.
¿Quién creyó a esta noticia?
El
profeta principia la profecía con una pregunta hecha por Dios. Toda la profecía
de Isaías 53 está en primera persona. Y su revelación es en primera persona. La
noticia dada, nos lleva también a un mensaje de desprecio hecho a los planes de
Dios. Fue despreciado nos dice la profecía, se está
refiriendo al desprecio de su pueblo Israel respecto a su pacto de redención.
Desde su partida de Egipto, antes de
entrar en la tierra prometida. Hubo una murmuración constante del pueblo de Israel. Todo este pueblo no creyó y desechó el
plan de Dios con los Israelitas. Diciendo: los llevó al desierto a pasar
hambre, y no tenían agua, pensaban en los privilegios que tenían en
Egipto.
Muy pronto olvidaron la esclavitud del
cual los libró Dios en Egipto, de su clamor y llanto por liberación. De las
maravillas de ser guiado por un camino desconocido para ellos, pero los
libraría de la persecución de Faraón. Pronto se olvidaron para empezar a
protestar y a dudar del plan de Dios con su pueblo. Sal 106:13.
Así como fue olvidado este hecho
prodigioso en toda la historia del pueblo Israel. También cuando vino el Mesías
se olvidaron de sus promesas innumerables. ¿Quién creyó al anuncio en el
Imperio Romano? cuando fue engrandecido Jafet. Moraba y gobernaba en las
tierras de Sem. Por no creer en el Señor tu Dios, no creyeron cuando vino el
Mesías.
En este aspecto Sem, Jafet y Cam, son
los hijos de Noé, que salieron con él de la barca con su familia. Y de esto se
pobló toda la tierra después del diluvio. Noé les da una bendición a sus hijos.
Que tuvo fiel cumplimiento. Y todavía actualmente lo posee. De Sem proviene
toda la descendencia del Mesías. Toda la descendencia de Israel. De Jafet toda
la descendencia de Europa. Y de Cam el
resto de los países.
Toda esta bendición se cumplió en la
época de la llegada del Mesías. Jafet, gobernó en Jerusalén, que pertenecía a
Sem. Actualmente todo el territorio de Israel y sus zonas de reclamación. Jafet
domina a todos los territorios incluso a Sem, y a Cam. Con el Imperio Romano. Y
Cam vino a ser su siervo. Tal como bendice Noé a sus hijos. Predice su
destino. Gen 9:27.
Sem son los habitantes de Jerusalén.
Sem vino a estar gobernada por el Imperio Romano. Sem habitaba en Canaán.
Porque Dios le entregó a Sem a Canaán para que habitará en ella. Porque Dios lo
había prometido a Abraham. Pero Sem después de haber sido poseedor de la tierra
de Canaán. Se mezcló con los habitantes que quedaron en ella, según lo relata
el libro de Josué.
En este sentido cuando llega el
cumplimiento del tiempo y nace el Mesías. Imperaba Roma y gobernaba a
Jerusalén. El pueblo de Dios, antes llamado Israel, dividido en dos, luego
volvió a unirse otra vez después de la época de los reyes. Y en esta época donde imperaba Roma, era
llamado pueblo judío. Habitaba en territorios conquistado por el Imperio
Romano. E imperaba Roma, que es Jafet. Sem los judíos, el pueblo de Israel y
habitaba en Cam que era Jerusalén. Y todo estaba siendo dominado por Roma.
De igual forma como en el desierto, no
creyó lo que Dios iba a ser en el futuro. No creyeron cuando vino el Mesías.
¡Como hubiese sido todo si le hubiesen creído a Dios! Despreciaron el plan de
Dios en el desierto cuando les mostraba el Tabernáculo figura de lo que había
de venir. Que era sombra de lo que es el Mesías Príncipe.
Por esta razón, Dios no les dejó ver la
tierra prometida a los israelitas que no creyeron. Y todos murieron en el
desierto. Como testimonio a los que dudan de sus planes. De lo que Dios tiene
previsto y lo que ha prometido en su palabra. Lo cumplió y cumplirá. Él lo dijo
y él lo hará. Así lo advierte el apóstol, ¡quienes fueron los que no reposan
de sus obras y gozan de lo prometido!, los que dudaron. ¡Así sucederá a todos
los que dudan de la salvación de su hijo Jesucristo! Él nos invita a creer
solamente. Cree solamente y será salvo.
Es cosa difícil creer, pero no les
parece que, para El Señor Dios Todopoderoso también fue difícil soportar a un
pueblo por el desierto que no creía lo que iba hacer, El Gran Yo Soy de darles
una tierra que ellos no sembraran y unas casas que no construyeron. Y se las
dio, poseyeron la tierra prometida. Jos 24:2-14.
Pero al poseerlas ¿qué paso?, tampoco
hicieron como les dijo, dejaron pueblos, y fue su hayo, porque ellos mismos
fueron su perdición y corrupción. Llegaron a ser como Sodoma y Gomorra. Y su
pecado mayor que el de ellos. Lam 4:6, Jer 23:14.
Luego como iban a creer, si se iban
tras los ídolos obra de sus manos, tras lo que veían sus ojos. Porque les dio jueces,
y siempre se desviaron de su camino, nunca escucharon a sus profetas ni mucho
menos a sus jueces, condenaban las generaciones de sus profetas y de sus
jueces, los criticaban y los mataban. Se enojó otra vez con ellos, hasta que
desecharon su gobierno a través de jueces.
Y pidieron Reyes. Les dio reyes. Reyes
que también desecharon y mataron, se mezclaron con pueblos que no les mandó
Dios a mezclarse, y entre ellos mismos también se mezclaron. Y todos pueden
criticar al linaje puro del pueblo de Israel, el pueblo de Dios que no ha sido
puro, porque no obedecieron. Ed 10:2.
b.
La revelación de su salvación a través
de su brazo.
Luego
en este primer verso de Isaías pregunta: ¿Y sobre quien se ha revelado el brazo
de Jehová? Isa 53:1 b.
Es su brazo; quien revela a su pueblo,
al Mesías, al Salvador prometido. Existen innumerables pronunciaciones hechas
de la revelación de su brazo en toda la Escritura y que ellos habían manejado
este término siempre.
Desde la bendición de Jacob dada a sus
hijos, está presente esta revelación. Luego cuando los saca del desierto. En la
conquista con su brazo extendido que hizo con Josué. De igual forma las
innumerables batallas libradas con su brazo en la época de los jueces y luego
en los reyes. Estas maravillas ejecutadas fueron motivo de cánticos de las
poderosas virtudes con su brazo.
Dios les reveló su brazo a los
patriarcas, jueces, reyes y profetas. Al igual que a su pueblo. Como lo reveló
a Isaías ¿A quién se le ha manifestado su brazo? Su brazo que fue revelado a su
pueblo Israel de muchas formas y de muchas maneras. Su brazo se refiere a
ejecutar su voluntad en la fuerza y poder, como los condujo por todos los
momentos que atravesaron. Tal es el caso de las guerras y a los lugares donde
salieron victorioso. Su diestra
poderosa. Sal 89:10,13.
2. Anunció sería el renuevo.
En
Isa 53:2. Nos dice: Creció como un retoño delante de él, y como raíz de tierra
seca; no hay apariencia en él, ni hermosura como para que le miremos, ni
atractivo como para deleitarnos en él.
El pueblo de Israel desechó el plan de
Dios y mezclaron su raza. Y de esa raza o linaje Dios le había prometido
traería el Mesías de su simiente. Pero por los innumerables desaciertos que
tuvieron no conservaron puro su linaje. Estuvieron en cautiverios y fueron
también deportados hacia otras naciones. Y no conservaron puro su descendencia.
Por esta razón la profecía indica:
creció como un retoño de una tierra seca, que no tenía la apariencia hermosa de
un retoño en arroyos de agua. Mezclaron su linaje aún con gente extranjera. No
podrían reconocer al cabo del tiempo en su descendencia los rasgos
característicos que poseían al principio de su salida de Egipto, el linaje de
Israel y en consecuencia la tribu de Judá.
Ciertamente continúo Dios con su plan, y de su
linaje todo mezclado, con sangre extranjera. Así mezclaron el linaje real desde
David hasta Jesús. Por eso también Isaías nos dice: que él sería llamado el
renuevo, el vástago, la raíz, el nazareno.
Ahora pretender, como todos también
pueden criticar, sacar una descendencia a el salvador de Israel, ¿de qué
descendencia?, de las que ellos hacen con el estado sionista y todas las
organizaciones fundadas por ellos. Sacarán al anticristo de un linaje de
muertos y de un linaje que mezclaron con todos los pueblos. Y dirán que es puro
del linaje de David. Y se lo creerán. Y no creyeron en Jesús cuando él vino.
Cuando estuvo con ellos.
Ahora bien, ¿Cumplió Dios su promesa?
¡La cumplió y le envió al salvador!, el salvador que Dios había planificado,
prometido a su pueblo, ¡no lo hizo el pueblo de Israel!, fue Dios que
estableció el plan, no ellos, es decir; el pueblo judío. Ellos no establecieron
un plan con David, ni su descendencia, fue El Gran Yo Soy, que lo estableció.
Dios estableció su Pacto con su Hijo.
Por lo tanto, Ellos no tienen derecho
de presentar ninguna genealogía del Estado Sionista. Es la Genealogía verdadera
la revelada en los Evangelios. Y esa es la que tienen que respetar. La que está
en el Evangelio de Mateo y la de Lucas. Estas dos unidas fueron las reveladas
en las Escrituras y estas conforman el linaje del Mesías Príncipe.
3. Anunció Él fue despreciado.
Como profetizó Isa 53:3, indicando el
desprecio de la Simiente Santa. Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él el
rostro. Fue menospreciado, y no lo estimamos.
En este aspecto claramente nos indica
el profeta el desprecio al plan de Dios con su Ungido. Desde el principio su
pueblo Israel desprecia al Mesías. No estimaron todo lo que él estaba haciendo.
Su tabernáculo fue hecho y fue visto por todos ellos, todo lo miraron, fue el
modelo entregado de cómo funciona en el cielo y como es el gobierno de Dios en
la tierra y de su reino. Es un modelo que ellos tuvieron, le fue mostrado por
Dios, en el desierto, en el Tabernáculo.
Despreciaron el modelo del Tabernáculo
de Dios con los hombres y la forma como juzgaba a su pueblo a través de jueces.
Les dio reyes, y también despreciaron su linaje, matándolos a todos, así como
mataron a los jueces. Les envió profetas y también los mataron.
No estimaron nada de lo que hizo Dios.
Escondieron el rostro, de Él. Para vergüenza de los hombres que escogió para
que dé su simiente naciera su Mesías y para gloria de Dios cumplió su promesa.
¡Quién iba a imaginarse que nacería el Mesías! Y Dios cumpliera con su promesa
dando nacimiento al Mesías. Nació, vino estuvo entre ellos. De este linaje
destruido. Para que en la actualidad pretendan establecer una descendencia
mesiánica.
El sufrimiento que experimentó el
Mesías desde los comienzos de su manifestación a Israel, todo fue un experimento
de quebranto por la humanidad, comparando al quebranto de un Dios por su
pueblo; el azote por los pecados comparado a todo lo que sufrió mi brazo
poderoso por venir. Su copa de su sufrimiento en el Getsemaní. Fue la copa que
venía cumpliéndose, vería a su pueblo negarlo una vez más. Despreciarle una vez
más. Menospreciarlo una vez más.
Humanamente es imposible explicar todo
esto, solo Dios podría explicarlo. Pero porque se han negado y han sumergido a
una humanidad en ignorancia. Es el mismo motivo de siempre de menospreciar el
plan de Dios y establecer humanamente sus propios planes. La descendencia de su
propio Mesías.
Esta descendencia fue fracturada desde
el comienzo cuando los hijos de Judá la menospreciaron y muchas veces en los
Jueces. Y matando a todos los descendientes de Gedeón. Igual en los Reyes.
Primero matando a Abías. Luego a los descendientes de Josafat, luego a Ocozías,
luego a Josías, finalmente Sedequías y Gedalías.
Luego a causa del desprecio del
gobierno de los reyes y su linaje, desobedeciendo todo el pacto y las leyes de
Dios. Llevaron a sus príncipes en cautiverio y deportados haciéndolos eunucos
servidores de los reyes de otras Naciones.
Por su parte Dios inviste a otros reyes
que gobernaran a su pueblo Israel, ya llamado judíos en la época de la
deportación. Y Dios le dice que el Rey de Babilonia es su siervo y hará todo lo
que él le pida. Y él cumplirá sus propósitos, los que no cumplieron sus reyes en
Israel. Dice que el Rey Ciro es su ungido y su pastor y cumplirá todo lo que yo
quiero. Isa 44:28; 45:1
De igual forma vemos a un Rey de Persia
dominando a Babilonia; porque tampoco Babilonia se alineó al plan de Dios.
Babilonia fue donde sus siervos fueron eunucos. Tristemente la genealogía
esterilizada de su linaje real. Luego levanta al Rey de Persia y domina el
mundo entero. Y se estima una nueva esperanza con la tribu de Benjamín, a
través de Mardoqueo y Ester.
En
este sentido Dios construye imperios más poderosos, y subyugaron nuevamente a
Egipto, a quienes el pueblo de Dios Israel y Judá quería servir. Levantó a
Babilonia, luego los persas y los Medos y por último el Imperio Romano antes de
la venida del Ungido de Dios.
En este sentido Dios actúa secretamente
no le envió más profetas a su pueblo. Profetas que les hablasen, hasta que vino
el Mesías príncipe. Por eso se observa este periodo de silencio, iniciado en
Malaquías el último profeta de revelación especial que menciona las Escrituras.
4. Anunció Él llevó nuestras enfermedades.
El llevó nuestras enfermedades.
En el versículo 4, de Isa 53, nos dice: Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores. Y nosotros le tuvimos por
azotado, por herido de Dios y abatido.
El pueblo estaba acostumbrado a librar
sus batallas a través de héroes poderosos utilizados por Dios para que
estuvieran en paz. Pero nunca observaron y conocieron al que verdaderamente los
libraba, su brazo poderoso.
Por esta razón creían que vendría un
Mesías poderoso. Que los libertará de los imperios y en esta época de su
venida, reinaba el Imperio Romano. Pero ellos ¿Qué hicieron con la gloria del
reino de David? y cuando Dios engrandeció a Salomón, con respecto a todos los
pueblos. Dándole no solo sabiduría e inteligencia para gobernar a su pueblo,
sino riquezas y glorias.
Pero ¿qué hicieron ellos con toda esta
gloria? En el reinado de Salomón y posterior a este. Destruyeron al reino, a
sus príncipes. Destruyeron los altares de adoración a Dios y el templo que hizo
el Rey Salomón para la adoración y se lo entregaron a los dioses paganos.
Por su parte Dios los entregó al lloro
y lamento, como estiércol era su estado, desprovisto de alimentos, y enfermo
encontró su Hijo en su venida a su pueblo. A un pueblo que le había dado Dios
toda gloria.
Por esta importante razón esta profecía
de Isaías 53, le indica a este pueblo de Dios, que El llevo las enfermedades
que le produjo su pecado, por el abandono de las leyes, de los mandamientos y
de los preceptos. Como consecuencia de sus actos, y del abandono del pacto que
había hecho con sus padres. Como está escrito en la ley y en el libro de
Deuteronomio. Dt 29:22-25
En muchas oportunidades Dios le envió
profetas que los exhortaran y traerlos a reflexión. Más ellos replicaron y
prefirieron adorar a dioses paganos y brindarles a estos la gratitud que no le
otorgaron a Dios Eterno.
Antes bien se rebelaron contra Dios y
siguieron sirviendo a sus ídolos, despreciando su pacto y las bendiciones que
trajo Dios con su cumplimiento.
¿Y qué le dieron sus dioses?
Menospreciaron al pacto de Dios, por esta causa ellos sometieron a sus
descendientes al más terrible lamento. E hicieron contra ellos todo este mal y
daño. Sus dioses paganos que ellos decían que les daba todo y estaban contentos
¿Que le dieron? Heridas, enfermedades, muerte, apartarlos del plan de Dios,
oscuridad, y miedo a ellos, antes que; temer a Dios.
En este estado, encontró el Hijo de Dios a un pueblo
enfermo, y él tuvo que seguir sufriendo sus dolores. Luego con todo esto lo
azotaron, lo hirieron y lo abatieron. Despreciado y calumniado. De la misma
manera sintieron ustedes como pueblo de Dios y pensaban ustedes que Dios le
daba ese padecimiento. Cuando fueron traídos en cautiverio con Babilonia, luego
pasaron al gobierno del Imperio Persa, porque no entendía, no comprendía el
plan de salvación. Así mismo Jesús pasó todos estos padecimientos, sufrimientos
y penalidades.
5. Anunció Él fue herido por las rebeliones de su pueblo.
Vuelve a explicar la
profecía de Isaías y les dice cuál es la causa de la herida. Y continúa
diciéndoles en Isa 53:5. Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre
él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Este mismo sufrimiento tuvo que padecer
Jesucristo por todo su pueblo, el mismo dolor que pasó el pueblo de Israel y
Judá por no entender a su Dios que los sacó con su brazo poderoso de
Egipto. Herido fue por las rebeliones de
Israel.
Por sus pecados fue destruido su carne
con azotes, y todo el castigo de la paz que no tenían con Dios. Porque Dios se
había airado contra su pueblo. Y toda esta ira fue sobre Jesucristo. Y todo lo
que no sanaba la llaga enferma por no obedecerlo, lo sana Jesús en su cuerpo.
Todo el dolor sufrido por su pueblo en todos estos años lo llevó Jesucristo. Y
él nos curó el cuerpo, el alma y el corazón. Jesús curó el cuerpo enfermo por
causa de la desobediencia. Al librarnos de la muerte eterna.
Ahora podemos entender todo su
sufrimiento. No era un Mesías sufrido el que esperaban, sino el Mesías
glorioso. El que trajera paz y felicidad. ¡Qué paz y felicidad! si el pecado
del pueblo era una llaga podrida. ¡Oh Pueblo de Israel! ¡Si hubieses querido
que la gloria de Dios se manifieste en ustedes! en ningún momento hubieses
desechado su pacto. Pero lo hicieron ¡Y fuiste un desecho de la gloria del Dios
Altísimo! La humanidad meneo su cabeza. ¡Era ese el propósito de Dios que
sufrieran!, ¡o que sufriera El Hijo!, ¡eso fue lo que tu escogiste pueblo de
Israel!
El propósito de Dios no era el
sufrimiento, fue el que escogió el pueblo por desechar su pacto. Por eso
desecharon a Dios. Por eso los desecho a todos ellos. ¡Y solo es su pueblo!
todo aquel que cree en su Hijo. De igual manera con su publicidad ¡del pueblo escogido!
han menospreciado al pueblo que cree en Jesucristo ¡que si creen en su pacto!
¡Creen en Dios y también en El Hijo! Más todos los que no creen tienen como
indigno a los que creen y los matan por creer en Jesucristo.
6. Reveló Él cargó con el pecado de todos nosotros.
Isaías sigue diciendo en su
profecía Isa 53: 6. Qué Él cargó con el pecado y explica la causa: Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;
más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Nosotros se refiere al pueblo de
Israel, ellos se apartaron del camino antes y después del Mesías. Tomaron otros
caminos, más no el camino a la vida eterna, no el camino del Hijo. Pues lo
despreciaron. Y Jehová cargó en Jesús el pecado de todos ellos y de nosotros,
pues cumplió con sus planes, aunque lo desecharon, desviaron y lo atropellaron.
Fue fiel a sus planes y propósitos.
7. Reveló Él es humilde.
La profecía de Isa 53:7, nos revela lo que ya se
venía diciendo en Isa 52:6. Él fue humilde a pesar de ser Dios, no se aferró a
esto.
El mismo profeta Isaías en Isa 53:7 nos
dice: Angustiado él, y afligido, no abrió su boca. Como
cordero fue llevado al matadero. Como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca.
En esta razón ¿Qué hablar? ante un
pueblo totalmente de espalda a él, sin entendimiento. Y manejados por ciegos, y
guías de ciegos. Como oveja que va mansa cuando la van a trasquilar o a recortar
su pelaje, para ser degollada en el matadero, para ser entregada por el pecado y
ser sacrificada. A igual forma que iba el corderito, así fue El Hijo de Dios al
sacrificio.
Las ovejas se habían utilizado para el
sacrificio por el pecado, era sombra del Mesías, del cordero pascual, del
cumplimiento de la ley de expiación por el pecado. Así resultó ser Jesucristo.
La oveja que los trasquiladores llevaban, no decía nada, ni abrió su boca, cual
oveja al matadero. La posición de Jesucristo frente a sus adversarios, frente
al pecado, fue sumisión total. Indefenso totalmente.
8. Reveló Él pasó por juicio.
Fue a la cárcel como lo dice
la profecía de Isaías 53:8. Sigue diciendo nuevamente proféticamente que por
causa de la rebelión de su pueblo fue herido, como lo menciona Isa 53:8. Por
cárcel y por juicio fue quitado. Y su generación, ¿quién la contará? Porque fue
cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue
herido.
Así como fueron puestos sus príncipes,
nadie contó la generación de Daniel y sus compañeros príncipes. Así mismo fue
la historia de Jesucristo. Fue por juicio y por cárcel como sus príncipes en
Babilonia. En persa, con el rey Ciro. En la historia de Mardoqueo y Ester con
el rey Asuero.
9. Anunció Él fue inocente de lo que le acusaban.
Isaías nos continúa diciendo
que fue inocente de todo lo que le acusaban, porque no hubo engaño ni maldad en
Él, cómo nos lo indica Isa 53:9. Y
se dispuso con los impíos su sepultura. Más con los ricos fue en su muerte.
Aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
Tal como se ha venido mencionando sobre
la profecía de Isaías 53 el pueblo de Israel desechó el plan de Dios de
salvación. Desecho su Diestra, su Hijo. El Hijo de Dios, ocupó el lugar de
malhechores y de impíos, por la rebelión de su pueblo. Igual lo hubiesen matado
con honores de rico, si el poderío del Rey David hubiese llegado hasta sus
tiempos. Porque igual mataron a sus príncipes y reyes en la ciudad gloriosa de
Jerusalén.
De Igual manera hubiesen hecho Juicio
contra Jesús y le hubiesen tratado como un malhechor, pues desecharon sus
palabras. ¡Todo hubiese sido igual con el poderío de su Reino de Israel, que
sin él! Jesús era inocente de los juicios, igual a mucho pueblo que fueron al
exilio, por la culpabilidad de todos. Y el remanente será salvo fue la promesa.
Por otra parte, se dispuso con los
ricos su sepultura. Ya que así había sido sepultado todos los príncipes en
Israel. Patriarcas, Jueces y Reyes fueron sepultados con honores. Cuanto más el
rey de reyes y Señor de señores, que vino a dar su vida en rescate por todos.
Era el fin de la venida del príncipe de Israel a este mundo como siervo. El
glorioso Rey de los Judíos. De su pueblo Israel.
10. Reveló El Mesías padeció y lo condenaron a muerte.
Así como continúa
diciendo Isa 53: 10. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándolo a
padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá
linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano
prosperada.
Con todo que era inocente. Dios lo
sometió a padecimiento. Se cumple el plan de Dios con su Hijo Jesucristo. Con
todo esto, se refiere que a pesar de Jesucristo ser inocente, el plan de Dios
tenía que cumplirse en él. Dios lo había trazado y lo cumplió.
Este plan ya lo había anunciado al
primer hombre Adán que a través de la simiente de la mujer habría enemistad.
Que saldría herido en el calcañal y el otro en la cabeza. Tal como le pasó a
Jesucristo, que su descendencia en la simiente, es decir: los judíos, alzó contra su Hijo la simiente Santa, el calcañal, entregándolo a muerte, siendo
inocente.
En este sentido un pueblo salió y se
dividió en dos, luego se volvieron enemigos. Enemigos de la Cruz y el
sufrimiento del Ungido. La cabeza pensante y sabia de un pueblo instruido en la
ley y otro pueblo que instruía la ley.
Por consiguiente, la ley se le volvió
contraria y tropezaron en la piedra que rechazaron los edificadores, ¿quiénes
edificaban? los que construían un plan diferente al de Dios creador. ¿Quiénes?
los adversarios de Dios, que hacían planes sin Dios. Que construían y
construyen una salvación para el hombre, sin Dios. ¿A Quiénes hirió Dios en la
cabeza? a ellos, y todavía siguen buscando al Mesías, al salvador del mundo.
En este orden de ideas a los que son
hijos de vuestro Padre el Diablo, como dijo Jesús. Terminaron hiriendo al
Mesías y él les hirió en la cabeza porque triunfó sobre ellos y sus planes
fracasaron. Un pueblo que escogió Dios para que fuese su pueblo, obedeció más
al diablo que a él, pues Dios se le volvió también contrario. Y Jesús la piedra
que ellos desecharon, vino a ser y es la cabeza del Ángulo, de todo el edificio
de Dios.
Jesús vino a ser el cordero, la oveja
trasquilada, la ofrenda para la expiación por el pecado. Cuando lo sometieron a
cancel y lo juzgaron por hacerse pasar como Hijo de Dios, estaban también
sentenciando su condenación, igual estaban preparando la ofrenda única por el
pecado de ellos y del mundo. Ellos estaban preparando la expiación por el pecado.
Un sacrificio humano.
El Ungido de Dios. Su Hijo amado en
quien tiene complacencia ¡vio linaje! como fue anunciado por el profeta Isaías.
¡Porque muchos creyeron y siguen creyendo en él! La Simiente Santa vio el
linaje prometido a todas las descendencias elegidas por Dios, para su Hijo.
Porque de su simiente serian y son benditos todas las familias, y naciones de
la tierra.
Cuando Jesús cumplió la voluntad de
Dios, cuando Dios reposó de toda su obra en Cristo, fue prosperado todo lo que
él hizo. Los apóstoles comenzaron anunciar el evangelio. Su nombre comenzó a
ser conocido por el mundo entero. Hasta que su fama es conocida en el mundo.
11. Reveló, el Ungido de Dios, realizó la expiación.
La redención implica justificar,
santificar, el nombre de Dios profanado entre su pueblo y redimir a Israel. Y
al mundo que en Él cree. De esta forma explica la profecía Isa 53:11. Verá el
fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho. Por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
El fruto de la aflicción de su alma es
su expiación por el pecado. Salvó a la humanidad de la condenación eterna.
Libertó al hombre de la esclavitud del pecado. Y nos dio una nueva naturaleza.
La Divina. Esto no lo podría hacer ningún hombre. Solo el Hijo de Dios Eterno.
Esto es el conocimiento de su palabra,
que desconocía su pueblo, y se negó a conocerla. Por un lado, los levitas
encargados de enseñar no instruyeron a los hombres de su pueblo. Por otra
parte, los maestros al instruir torcía el derecho de la palabra y exponían
otras ordenanzas que Dios no envió a decir, tal es el caso de las tradiciones
de los ancianos.
Sumergiendo al pueblo en completa
ignorancia. Jesús por su conocimiento Justificó al que no conocía nada de él. A
todo un pueblo que creyó. Y a todo el que quiera creer en Él. ¿Quién tenía
conocimiento de él, de los gentiles? nadie. Pero él justificó por su
conocimiento a todos.
El conocimiento que tenía Jesús del
plan de Dios Eterno. No lo tenía nunca su pueblo, porque lo desecharon. Pero
Jesús su siervo, si tenía el conocimiento de la justificación a través del
único camino, la verdad y la vida, siendo él. El los justificó, llevó sus
iniquidades. Él nos justificó. Su conocimiento nos Justificó. No el plan de los
hombres. La instrucción de la ley no justifica. Solo Jesús nos Justificó.
12.
Reveló Él resucitó al tercer día.
Así culmina Isaías esta profecía, dando
un alentador resultado de todo lo que antes venía mencionando. Ahora nos dice
Isa 53:12: Por tanto, yo le daré parte con los grandes. Con los fuertes
repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado
con los pecadores. Habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por
los transgresores.
Jesús cuando estaba a punto de morir le
dice al Padre: Señor no le tomes en cuenta sus pecados, porque no saben lo que
hacen. No sabían lo que hacían cuando mataron al Hijo de Dios. No sabían que
mataban al autor de la vida, y que su muerte traería vida ¿Por qué? como
también había dicho a sus profetas, en tres días le daría vida. Él tenía el
poder para quitar y poner su vida en rescate por todos.
Dios le dio parte con los grandes. Fue
glorificado con su misma gloria en el cielo, sentado a la diestra del Padre. Y
en la tierra ¿Quién es más grande que Jesús? Esta igualado en la historia con
los grandes. Él es el más grande de todos. En todas las generaciones ha sido
comparado y puesto con los grandes. Con los fuertes repartirá despojos. Ningún
Israelita, judío o cualquier persona puede dudar nunca que Jesús es el mejor y
único hombre, porque nadie es como Él, en la historia de la humanidad.
El Reino de Dios, llamado día del Señor
será cuando el repartirá su reino como él quiere. Con él se sentarán a reinar
patriarcas, reyes, los apóstoles y todos a cuanto él escoja. ¡Quien ha hecho una obra más grande de la que
hizo Jesús, de dar su vida por la humanidad! de entregar su vida hasta su
muerte, siendo contado como un pecador. Y luego resucitar de los muertos,
levantarse como nunca jamás había hecho nadie. El plan excelso de Dios cumplido
en Jesucristo.
Jesús
vino a ser el Señor del cosmos. Todo está sujeto bajo sus pies. Entendiéndose
que todo reino está bajo el poder, y la autoridad de Jesús. Solo el sustenta
todas las cosas con su palabra de poder. He 1:3
D. Fundamentos Doctrinal en la profecía
de Isaías 53.
1.
Fundamentos de la profecía de Isaías 53 en la revelación de las Escrituras.
1.1. Anunció y reveló su salvación. ver. 1
a.
Anunció su Salvación. Gen 49:18; 2 Sam 22:3, 47; 23:2-5; Sal 28:8
b. Reveló su Diestra los
Salva. Ex 15:6; Sal 20:6
c. El Brazo de Jehová los
salvó. Dt 9:29; 33:27; Sal 44:3; 77:15; 89:13
1.2. Anunció sería el renuevo. ver. 2
a.
La raíz de Isaí, el Nazareno, la Simiente Santa. Núm 17:8; Isa 11:1; Apo 5:9
b. El Nazareno es el nombre
recibido por ser la raíz de David. Mat 2:23
1.3. Anunció Él fue despreciado. ver. 3
1.3.1. Despreciaron el plan
de Dios.
a. El Tabernáculo de
Dios con los hombres. Ex 33:7
b. Menospreció a la
roca de su salvación. Dt 32:15
c. El Tabernáculo
perfecto, el Mesías. Heb 9:11-28
1.3.2. Desecharon su Pacto
antes y después de la venida del Mesías.
a.
El pacto concertado con su pueblo. 2 Re 17:15
b. Desecharon el
plan de Dios con su pueblo. 1 Sam 8:7
c. Él fue la piedra
desechada de Israel. Sal 118:22
d. Aunque hizo
maravillas no creyeron en Él. 2 Re 17:4; Jua 12:37
e. Padeció
nuevamente su desprecio con su venida. Mat 26:67
1.4. Anunció Él llevó nuestras enfermedades. ver. 4
a.
Por no obedecer al Pacto de Dios que realizó con su pueblo. Dt 29:22-26
b. Por desechar su Pacto
llevó sus enfermedades por su pecado. Mat 4:24; 8:17
1.5. Anunció Él fue herido por las rebeliones de su pueblo.
ver. 5
a.
Profanaron el Tabernáculo de su Nombre. Sal 74:7
b. Herido por las rebeliones
de su pueblo. Ex 23:20-21
c. Herido en su humanidad.
Sal 109:22; Isa 50:6; Sal 22:7; Zac 13:6; Mat 27:29
1.6. Reveló Él cargó con el pecado de todos nosotros. ver. 6
a.
En la humanidad de tu Simiente Santa. Luc 1:77
1.7. Reveló Él es humilde. ver. ver. 7
a. Fue humilde a pesar de ser
la Diestra de Dios. Mat 11:29
1.8. Reveló Él pasó por Juicio. ver. 8
a. El dador de la vida nos
Justificó. Mat 27:24
1.9. Anunció Él fue inocente de lo que le acusaban. ver. 9
a.
Inocente de todos los cargos en que lo acusaban. Mat 27:4; Heb 7:26
b.
El dador de la vida nos Santificó. Jua 17:19
1.10. Reveló el Mesías padeció y lo condenaron a muerte. ver. 10
a. Condenado a muerte por el
pecado de su pueblo. Mar 14:64; 1 Pe 2:24
b. Llevó la maldición de la
Ley. Gal 3:13
1.11. Reveló el Ungido de Dios realizó la expiación. ver. 11
a. Realizó la expiación por
el pecado. Heb 10:12
b. El pacto de Dios
consumado. Jua 19:30
c. Su siervo justo lo
realizó. Luc 22:27
1.12. Reveló Él resucitó al tercer día. ver. 12
a. Resucitó de los muertos.
He 2.32
b. Glorificado con poder con
la misma gloria tenida en el principio. Jua 17:5
c. Sentado a la Diestra de
Dios. Heb 10:12; Mar 14:62; Lu 22:69; He 7:56-57
2. Anuncio y revelación de la profecía de Isaías 53. En el
Antiguo Testamento.
2.1.
Anunció y reveló su salvación. Isa 52; 53
2.2. ¿Quién creyó a esa noticia?
a. La enemistad en tu
simiente. Gén 3:15
b. La bendición en tu
simiente. Gén 22:18
c. La bendición de Noé. Gén
9:26-27
d. La bendición de Jacob. Gén
49:8-12, 18
e. La bendición de Moisés Dt
33:7; Sal 114:2
f. La promesa a David. 2 Sam
23:2-5
g. El Eterno estará presente.
Isa 52:6
2.3.
Revela su salvación a través de su Brazo.
a. Los redimiré con brazo
extendido. Ex 6:6 d
b. El cántico de Moisés. Y ha
sido mi salvación. Ex 15:2
c.
El Eterno Dios es tu refugio. Los brazos eternos aquí abajo. Dt 33:27
d. Con tu brazo redimiste a
tu pueblo. Sal 77:15
e. Esparciste a tus enemigos
con tu brazo poderosos. Sal 89:10, 13
f. Su diestra lo ha salvado,
y su santo brazo. Sal 98:1
g. Saco a su pueblo Israel
con brazo extendido. Jer 32:21
2.4.
Anunció sería el renuevo. Isa 11:1
2.5. Anunció Él fue despreciado. Ez 21:10; Sal 22:6; 2 Re 17:5; 1 Sam 8:7
2.6. Anunció El llevó nuestras
enfermedades. Sal 77:10
2.7. Anunció Él fue herido por las
rebeliones de su pueblo. Sal 109:22; Isa 50:6; Zac 13: 6
2.8. Reveló Él cargó con el pecado de
todos nosotros. Isa 53:6; Zac 3:9
2.9. Reveló Él es humilde. Gen 49:11;
Zac 9:9
2. 1o. Reveló Él pasó por Juicio. Isa 9:7
2. 11. Anunció Él es inocente de lo que
le acusaban. Isa 53: 9;
5:16; Ez; 39:27
2. 12. Reveló Él Mesías padeció y lo
condenaron a muerte. Isa 53:
10; Gen 49:18; Sal 69:35
2. 13. Reveló Él Ungido de Dios realizó
la expiación por el pecado. Isa 53:
10; Sal 40:6-10
2. 14. Reveló Él resucito al tercer
día. Isa 52:2;
53:12; 11-12; Ose 6:2; 1 Sam 2:10
3. Cumplimiento de profecía de Isaías 53. En el Nuevo
Testamento.
3.1. Anunció y reveló.
a. ¿Quién creyó a esa
noticia? Jua 12:37-38
b. La revelación de la
salvación a través de su Brazo. Luc 1:51; He 13:17;
3.2. Anunció sería el renuevo. Mat 2:23; 26:76
3.3. Anunció Él fue despreciado. Luc 9:22; 17:25
3.4. Anunció Él llevó nuestras
enfermedades. Mat 8: 16-17
3.5. Anunció Él fue herido por las
rebeliones de su pueblo. Mat 27:26; Jua 19:34
3.6. Reveló Él cargó con el pecado. Luc
23:34
3.7. Reveló Él es humilde. Mat 21:5; 11:29
3.8. Reveló Él pasó por juicio. Mar
8:31; Mat 26:66; 27:1, 11, 25-26; Rom 4:25; 3:30; Ga 3:8
3.9. Anunció Él es inocente de lo que
le acusaban. Mat 27:4;
Heb 7:26
3.10. Reveló Él Mesías padeció y lo
condenaron a muerte. Luc 1:77;
3:6; 19:9
3.11. Reveló Él Ungido realizó la
expiación por el pecado. Mat 26:26-28; Heb 10:6-14; Efe 1:7
3.12. Reveló Él resucito al tercer día.
Jua 2:22; Mat 28:6-7; He 2:32
4.
Fundamentos de la profecía de Isaías 52.
4.1. El perdón de Dios para
su pueblo a través de su gracia. Isa 52:1
4.2. Libertad al cautivo del pecado, del infierno, de la
maldad. Isa 52:2
4.3. La redención como un regalo de Dios. Isa 52:3
4.4. El plan de Dios de redimir a su pueblo declarado como
la salida de Egipto. Isa 52:4-5
4.5. Anuncio el mismo que habla vendría, y sabrán su Nombre.
Isa 52:6
4.6. El viene con buenas noticias de salvación y anunciando
su reino. Isa 52:7
4.7. El los llevará nuevamente a Jerusalén en ese tiempo de
su venida. Isa 52:8
4.8. Vendrá para traer redención. Isa 52:9
4.9. Vendrá a redimir y traerá la salvación, con su
humanidad desnuda. Isa 52:10
4.10. Saldrán su pueblo redimido a causa del conflicto de
cumplir la ley. Isa 52:11-12
4.11. Prosperará su siervo, engrandecido y exaltado,
glorificado. Isa 52:13
4.12. Realizada su obra, quedan asombrados de verlo resucitado. Isa 52:14-15
5.
Fundamentos de la profecía de Isaías 53.
5.1. Anunciado y revelado.
Isa 52:6; 53:1
5.2. Sería el renuevo. Isa 53:2
5.3. Él fue despreciado. Isa 53:3
5.4. Él llevó nuestras enfermedades.
Isa 53:4
5.5. Él fue herido por las rebeliones
de su pueblo. Isa 53:5
5.6. Él cargó con el pecado de todos
nosotros. Isa 53:6
5.7. Él es humilde. Isa 53:7
5.8. Él paso por Juicio. Isa 53:8
5.9. Él fue inocente de lo que le
acusaban. Es Santo. Isa 53:9
5.10. Él Mesías padeció y lo condenaron
a muerte. Es el Salvador. Isa 53:10
5.11. Él Ungido de Dios realizó la
expiación por el pecado. Isa 53:11
5.12. Resucitó, es glorificado y
próspero todo lo que realizo. Isa 53:12
E. Revelación del conocimiento del Hijo de Dios en las
Escrituras. En Isaías 53.
1.
Revelo la venida del Mesías.
1.1.
El Mesías Eterno. Tus
salidas son desde el principio desde los días de la eternidad. Miq 5:2; Isa
9:6; 52:6, 10-15, 53:12; 43:13-19; Joel 2:27
1.1.1. La Redención Eterna. Fue Revelada. Lev 27:2; Rut 2:20; sal 49:7,15
1.1.2.
El mensaje del Mesías. Fue revelado, notificado, anunciado. Isa 53:1
1.1.3.
Anunciado en las Escrituras. Vendría a salvarnos. 53:1 a; 52:6; Ex 9:6; Joel
2:27
a. En la bendición de Noé.
Gen 9:27
b. Nacería en tu simiente. La
de Abraham. Gen 22:11-18
c. Tierra de Canaán daría a
los descendientes de Sem. 1 Cr 16:18; Ex 6:4.
d. Canaán fue hijo de Cam.
Hijo de Noé. 1 Cr 1:8
e. Cumplió y les dio la
tierra de Canaán a los descendientes de Sem. Jos 25:43-45; 3:1-8
1.1.4.
Los descendientes de Sem es Israel. Sal 135:10-13; He 7:11; 13:19
a. Ellos dejaron pueblo que
Dios no le había sido mandado a dejar.
b. Se mezclaron con estos
pueblos que dejaron a su alrededor. Sal 106:35
c. Se volvieron a los ídolos
de estos pueblos. Jue 3:1; Sal 105:11-23; 106:38.
1.1.5.
Les envío príncipe. Que los libertara. Isa 19:18; 23:11; Ez 16:3; 16:29.
1.1.6. Revela que su brazo. Su diestra ejecutaba su voluntad. 53:1 b; Sal 44:3-5
1.2.7.
Le envió al Salvador. He 13:17-23
2. Dios reveló que El Mesías sería el renuevo del linaje de
David. Isa 53:2
2.1. Es el renuevo. Isa 4:2; 27:6.
a. Fue llamado Nazareno. Mat
2:23; Job 14:7.
b. Profecía que se especifica
en Isaías 11:1.
c. Nazaret traducción al
griego, empleada para las Escrituras. Luc 4:16
d. Nazaret su significado es
vástago, retoño, renuevo, raíz. Juan 1:45
e. Nazaret está ubicado al
extremo sur del mar de Galilea. Mat 21:11
2.2.
En la voluntad de la Unidad Divina. Isa 6:8; 48:12-13
2.3. Su Diestra hizo su voluntad. Sal 110:1
a.
Por amor a su nombre
cumplió su plan en Unidad. Ez 20:44; Isa 27:6; 11:4; 37:31
b. Es la raíz de Isaí. Zac 6:12; Jer
23:5; 33:15; Apo 5:5; 22:16; Sal
80:15.
c. Vino a pesar de que no
comprendieron y le obedecieron. Ez 20:44
d. La promesa enviada a su
pueblo. Luc 1:69; He 5; 31
e. Su promesa se cumplió y el
salvador vino. Luc 2:11, 29-31; He 2:39
2.4.
Dios hizo un nuevo pacto. Jer 31:31; Mat 26:28
a.
En su humanidad. La raíz de Isaí, el renuevo de
su pueblo Israel. Rom 15:12
b. Porque despreciaron su
linaje. Dios envió su simiente. Gen 22:18; 26:4; Gal 3:16
2.5. Es el Salvador. Vino a su pueblo a salvarlos. Isa 52:6; Jua 1:11-14; Mat 1:23
2.6. Es la plenitud de Dios. Envió su Gracia. Juan 16-17;
Col 2:9; Sal 16:11
2.7.
Cumplido el tiempo el Mesías nace en Belén de Judea.
a. Cuando el Mesías se
manifiesta no le creyeron. Jua 1:31; 6:24; 12:37; 17:6
b. No entrarán en su reposo
por no haber creído a Dios. Sal
95:11; Heb 3:11
c. Nada es difícil para Dios.
Gen 18:14
d. Pero Israel no le creyó,
ni obedeció a Dios. Sal 78:21-22
e.
Y Dios cumplió sus promesas, a pesar de todo. 2 Re 17:5
f.
No creyeron. Desecharon su pacto y el conocimiento. Ez 5:6; 20:24 Isa 5:24
g.
Jerusalén era comarca de Roma en su venida. Mat 2:1
3. El plan de Dios fue
despreciado, desechado por su pueblo.
3.1. Despreciado y desechado.
a.
Despreciaron el plan de Dios que le había mostrado a Moisés. Ex 24:9
b.
Despreciaron el Tabernáculo de Dios en la Tierra. Heb 8:5
c. Desecharon su plan con su
simiente humana. 1 Sam 8:7; 10:19; Sal 22.6
d.
Despreciaron el plan de Dios porque iban tras sus intereses. Fil 2:21
e. Despreciaron su linaje, mezclándolo
con otros pueblos. Sal 106:35; 119:141
f. Desecharon a sus profetas y príncipes matándolos.
Sal 106:24-39; 2 Rey 11:1
g.
Despreciaron a Dios y no le creyeron. 2 Re 17:4; Ne 9:26
3.2. Como la vara de Aarón. Reverdeció. Así fue el Mesías para Israel. Núm. 17:8
a.
Su Linaje. Es su humanidad. Sal 89: 15-19
b.
Su voluntad. En su diestra fue despreciada. Sal 80:17; 77:10; Ex 15:6; 15:2;
Sal 45:4;
c. Hizo
uno porque buscaba una descendencia para Dios. Mal 2:15.
d.
Dios continúo su plan, Ungió a otros reyes. Isa 45:1
e.
Dios levantó otros imperios, hasta la venida del Mesías. Juan 11:48
3.3. Dios cumplió su Pacto. Su plan de salvación y su promesa a Israel.
2 Sam 23:1-5; Fil 2:1-11
a. Una sola carne. Gen 2:24; He 17:26
b. Del linaje de David,
declarado Hijo de Dio por su resurrección.
Rom: 1:3-4
4. El pueblo desechó su
pacto y El Mesías fue herido. Isa 53:4
a.
Por su pueblo. Isa 50:6; 1:4
b. Para su justicia. Gen 15:6; Sal 18:20; 22:31; Isa 5:15-16; Nah 2:2
c.
Destruida fue la gloria de Israel. 1 Sam 4:21; 2 Sam 1:19
d. No conocieron a Dios de su
salvación. Isa 1:3
e. Todo el pueblo era una
llaga podrida. Isa 1:6
f. Destruyeron su Tierra, que
Dios le había dado. Isa 1:7-9
g. El padecimiento por su
pueblo, también lo sufrió el Mesías. He 3:18
4.1. Esperaban un Mesías glorioso.
a.
Pensaban vendría para restaurarlos en la tierra. He 1.6
b.
Pero destruyeron la gloria de Israel. Y no fue el Mesías esperado. 2 Sam 1:19
c. Quebrantaron su
pacto. Isa 24:5
d. Su pueblo invalidó el pacto de Dios,
porque no lo cumplió. Jer 11:10
5. Dios establece un Nuevo Pacto. Jer 11:10; 31:31-32
5.1. Pacto con el Mesías. En su humanidad y Eternidad. Mat 26:28
a.
En su humanidad por el pecado de su pueblo. Mat 4:24; 26:37; Marc 1:34
b. En su humanidad el castigo
de La paz fue sobre Él. Rom 5:1; Sal 2:12
c. En su humana naturaleza
para acabar con la muerte. Heb 2:14
d. En su humanidad escogieron
el sufrimiento del Mesías. 1Pe 1:11
e. En lo Eterno por la
justicia. Sal 17:15; 22.31; 109:21-27; Jer 13:17; Isa 9:7
5.2. Por su llaga fuimos nosotros curados. Isa 53:5
a. Por no obedecer a Dios
tuvieron muchos sufrimientos. Neh 9:32
b. Por esta causa el Mesías
tuvo que venir a sufrir por su pueblo. 1Ped 1:11
c. Desechar el pacto de Dios
es la razón por la cual el Mesías padeció. 2 Re 17:15; Isa 5:24; 53:10
d. El sufrimiento fue lo que
escogió su pueblo por no obedecer su pacto. De 29:25-28; Ne 9:32; 1Pe 1:11
6.
Dios cumple con su Pacto y cargó en Él, el pecado de todos nosotros. Os 14:4
a.
Dios cumple con su Pacto.
Cargo el pecado. Isa 53:6. Porque aparto su ira. Os 4 c
b.
En lo Eterno nos Salvó. En su gracia. Os 4 b
c.
Dios cumplió todas sus promesas con Israel. Jos 21:45
d.
Ellos no oyeron a sus profetas, por eso estaban errantes. Os 9:17
e.
Cumplido el tiempo Dios envió a su Hijo. Isa 9:6; Mat 1:21
f.
Consumado es. Pagado en su totalidad. Sal 69:21; Ju 19:28-30
g.
Porque estaban errante. Sano su rebelión, tomaron de su plenitud. Os 4a; Jua
1:16
7. Su pueblo
escogió entregar a Él Mesías a padecimiento y muerte. Isa 53:7
a.
Su humanidad. Su carne. Humilde ofreció expiación por el pecado. Sal 40:6-9
b. En el Tabernáculo, en el
propiciatorio, su sangre fue rociada en Él. 1Pe 1:19
c. La propiciación por el
pecado, su sangre. 1Pe 1:2
d. Humilde, Justo y Salvador.
Para salvar a su pueblo. Zac 9:9
e. Con todas las manifestaciones
y no creyeron en Él. Mat 13:58; Ju 10:38
f. Condenaron a muerte al
autor de la vida. So 1:8; He 3:18;
Sal 27:6
g. Estaban preparando el
Sacrificio Expiatorio. Mat 16:21; He 3:18
h. El Mesías cumplió con la
voluntad de Dios. Mat 26:42
i. Cumplir con su voluntad,
como cordero llevado al matadero. Mat 26:66
8.
Entregado a Juicio por el pecado de su pueblo. Isa 53:8
a. Él
nos libró del juicio, pasando él por el juicio. Sal 119:106; 143:2, Amo 5:12
b. Para justificarnos. Sal
143:2; Rom 3:30; 8:30; Gal 3:8; 1 Cor 1:30;
c. Para cargar el pecado de
su pueblo. Mat 27:22
9. Inocente, Santo, entregado en expiación por
el pecado. Isa 53: 9; Mat 27
a.
Para santificar a su pueblo y limpiar sus pecados. Heb 13:12
b. Para ser culpado en lugar
de su pueblo. Por no creer. 1 Cor 11:27
c. Para llevar la impiedad de
su pueblo. Rom 11:26
d. Para que todos comparezcan
ante su Tribunal. Mat 27:19; 2 Cor 5:10
e. Fue condenado siendo inocente por su
pueblo. Isa 53:9; Mat 26:66
f. Inocente de las
acusaciones. Mat 27:24; He 13:29
g. Su diestra ocupo el lugar
de malhechores. Mat 27: 20
10. El Mesías
cumplió la voluntad de su Padre. Realizó la Expiación. Isa 53:10
a. Vino hacer
su voluntad y fue prosperada. Jua 6:38; Isa
53:10; He 4:30
b.
Es Santo. Santificó su gran nombre profanado en los pueblos. Mal 2:11
c.
Él es la imagen de Dios santificada. Ez 36:23
d.
Participamos de su naturaleza en su santidad. Col 1:22; 2 Pe 1:4
e.
La ofrenda perfecta entregada para la expiación. Mat 27:4,24; Heb 9:14
f.
Fue sin mancha para ser nuestro sacerdote. Heb 7:26
g.
Resucitó de los muertos, y nosotros con él.
Heb 13:20; 2 Cor 5:15
h.
Fue juzgado el enemigo. Juan 16:11
i.
A pesar de ser inocente y santo puso su vida en expiación. Sal 94:1
j. La piedra
desechada vino es ser la cabeza del ángulo. Sal 118:22; Mat 21:42
k.
Herido por los pensamientos contra Dios y sus planes. He 4:11; 1 Pe 2:7
l. Él fue el
cordero, pascual. Juan 19:42
11. El Mesías el
siervo de Dios nos redimió. Isa 53:11; Mat 10:45
a. Realizo la obra vicaria.
Expiatoria. Heb 10:8
b. Realizó la promesa de
redención. Heb 10:14; Efes 1:7; Sal 11:9; Rut 14:7
c. Fue realizada la expiación
a pesar de su pueblo. Heb 10:12
12. El Mesías el
Príncipe de Paz. Hijo de Dios. Jesucristo. Resucitó. Isa 9:6; He 13:33
a. Resucitó
como se había anunciado. Os 6:2; Mat 12:40; 27:63
b. La
resurrección y glorificación Eterna. Jua 12:27; Isa 52: 13; 53:12
c. Su Nombre
es sobre todo nombre. Isa 53:11-12; Dt 23:13; He
4:12; 3:16.
F. Doctrina Revelada del
Señor Jesucristo. Hijo de Dios en la profecía de Isaías 53.
1. Revelado.
Dios
en su Revelación Especial en las Santas Escrituras; Reveló vendría su Hijo
Jesucristo. Fue anunciado a los siervos de Dios y a sus profetas. Habló de
muchas formas y de muchas maneras. Hablo en las Escritura de forma objetiva,
con bendiciones, con sus palabras, con su misma Escritura por El dedo de Dios.
Con
la aparición de la manifestación de su presencia. Y luego a través de su propio
Hijo Jesucristo quien manifestó a su pueblo todo lo que Dios El Padre le había
mandado hacer en plena obediencia cumpliendo su voluntad. Isa 52:3, 6-10,
13-15; 53
1.1.
En estos aspectos debemos comprender:
a.
Reveló las Escrituras como testimonio, la venida de su Hijo como Salvador. Isa 53:1
b.
Reveló a través de sus siervos, sus profetas, a su pueblo. Sal 74:28; 18:35;
40:10; 147:19
c. Reveló su salvación a través de su
Hijo. Sal 2:12; Juan 17:6
d.
En las Escrituras es la diestra de Dios. Ex 15.6; Isa 53:1 b; Mar 16:19
e. Anunciado como el Ángel de
Jehová. Y El Brazo Poderoso. Gén 22:11-12
2.
Eterno.
A Dios
no le podemos aplicar existencia, él es, auto existe. Él es Eterno. Y Jesús
afirmó, tenía poder de poner su vida y volverla a tomar. Y ese mandamiento lo
recibió de su Padre. Esto fue así al resucitar de los muertos. Jesús resucitó
en su auto existencia. Cómo es Dios auto existente. Por lo tanto, es Eterno. Y
su Eternidad es desde el principio. Juan
10:18
Jesús
no se esfuerza al igual que Dios Padre creador, por demostrar que él es Eterno,
sino porque le crean. Y si es Eterno también es Divino. El problema de la
humanidad no es demostrar su Divinidad como muchos intentan; sino creer a
Jesús. Que Él es Dios. Y este es el hecho más impresionante que solo debemos
creerle para ser salvos. Juan 8:24
En
esta razón debemos entender estos aspectos de la Eternidad:
2.1.
Desde el principio de la fundación del mundo. Heb 9:12
a.
Antes de que el mundo fuese. Isaías 43:13.
2.2.
La Salvación Planificada en la Eternidad. Isa 52:6; 53:1
a. Jesús dijo: que antes que
Abraham fuese "Yo Soy". Juan
8:58
b.
El Dios de Abraham, Isaac y Jacob, ha a glorificado a su Hijo. He 3:13
c.
Un Hijo nos es dado. Su Nombre Padre Eterno. Isa 9:6 d
2.3. Sus salidas son desde el
principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.
a. El
que era y el que había de venir. Apo 1:4,8.
b.
Hemos seguido su estrella. Mat 2:2; Núm. 24:17.
c.
En el bautismo de Jesús, Dios anuncia es su Hijo Amado. Luc 3:22, 9:35, Jua
1:22-34
3. Deidad.
La Deidad de Jesucristo es imposible de ser cuestionada, negada,
comprobada, con basamentos Bíblicos para verificarla. Juan 8.23. Es inútil tratar de demostrar la Deidad de
Jesús. Porque Él es. Juan 8:28. Él dijo creedme que Yo Soy en el Padre y el
Padre en mí. Juan 4:11. Al igual que Dios en todas las Escritura. 2 Re 17:14;
Jesús también se encuentra confrontado con la duda de su pueblo, al no creerle
que Él sea. Juan 9:18; 12:37.
Así que el problema no es demostrar o probar
su Deidad. Juan 4: 25-26; 41. Sino la duda que existe, en creer que Jesús es el
Hijo de Dios Divino. Juan 14:10-11; 18:8, 37; Y aún después de haberlo visto
resucitado, seguían sin creer. Luc 24:11, 41. Todos somos enfrentados con esta
verdad para creerla. No para
cuestionar, ni confrontar, mucho menos probarla. Estamos en un
enfrentamiento continuo de creerle a Dios y a su palabra o creerles a los
hombres. Creemos los siguientes aspectos:
3.1.
Antes de que el mundo fuese Él es. Isaías 43:13.
a. Es
desde el principio. Jua 1:1-3.
Él es el Principio. Pero no el
principio que conocemos, sino que Jesucristo era antes de todas las cosas. Y
todas las cosas por él fueron hechas. Fueron hechas por Él y para Él. Sal
119:91; Rom 11:36. Enviado cuando vino el cumplimiento del tiempo. Gálatas 4:4.
El Hijo es Eterno al Igual
que El Padre Eterno. Y si es Eterno es Divino. Es la Deidad. Jesús mismo dijo
que era uno con Dios. Juan 10:30. En la transfiguración también se manifestó su
Deidad. Mat 16:17, 17:1-5
b. Un hijo nos es dado, y la
soberanía, autoridad reposará sobre Él.
Isaías 9:6.
c. Engendrado por Dios.
Salmos 2:7; Lucas 1: 31-35.
d. Pide adoración al
introducirlo al mundo. Sal 66:4, 45:2, Heb 1:6, Dt 32:43.
3.2. Es el pan que Descendió del Cielo.
Jua 3:13; 6:33, 51; Isa 52:6; 53:12; Rom 1:4
a. El
verbo se hizo carne. Juan 1:1. Vino, estuvo entre nosotros. Juan 1:11,14
b. Jesús hace una oración
única, como Hijo de Dios. En Juan 17:3-5
c. Jesús sube al Padre a ser
glorificado y luego vuelve a dar instrucción. Juan 20:17.
d. Los apóstoles glorifican a
Jesús. Col 1:16, Heb 1:10. 2 Cor 13:14
e.
Es revelado a Juan en Apocalipsis como el verbo. Apo 19:13.
3.3. Revelada en las Escrituras su
Divinidad.
a. Presentado
en el Antiguo Testamento su manifestación de forma visible, o teofanía.
b. Y es anunciado con el
nombre del Ángel de Jehová. Génesis 22:11-12.
c. Sus salidas son desde el
principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.
d. Antes de que el mundo
fuese. Isaías 43:13.
e. Es revelado como el Verbo,
la máxima expresión de Divinidad. Apo 19:13
3.4. En el cumplimiento de las
Escrituras.
a. El Verbo era Dios y todas las cosas
por él fueron hechas. Jua 1:1-3
b. En su oración al Padre, dice: glorificame
con aquella gloria antes que el mundo fuese. Juan 17:5
c. Jesús salió de Dios, y a Dios iba.
Juan 13:3
3.4.1. En el nacimiento.
a. Unos
magos del oriente le rindieron adoración. Mateo 2:2, Sal 81, Dan 11:44
b. La
profecía: de Egipto llamé a mi hijo. Cumplida. Os 11:1, Mateo 2:13, 20-21
c. Revelado
por el Espíritu Santo a los justos, piadosos: Simeón y Ana. Lucas 2:25-38
3.4.2. En su crecimiento.
a.
A los doce años afirma estar en los negocios de su Padre. Lucas 2:49
b.
Declarado en el bautizo, hijo de Dios por una voz del cielo. Lucas 3:22
c.
Juan el bautista da testimonio que Jesús es el Hijo de Dios. Juan 1: 32-34
3.4.3.
Los hechos transcurren de forma sistemática en las Escrituras.
a. Conociendo el tiempo del
cumplimiento le rindieron adoración. Mateo 2:2, Salmo 81
b. En la presentación en el
templo, Simeón y Ana, anuncian al Salvador. Lucas 2:25-38
c. A los doce años afirma
estar en los negocios de su padre. Lucas 2:49.
d. Fue declarado en el
bautizo, Hijo de Dios. En quien Dios tiene complacencia. Lucas 3:22.
e. Juan el bautista, da
testimonio de que Jesús es el hijo de Dios. Miq 3:1 a; Juan 1: 32-34.
f. Jesús dijo: “Yo y el Padre
somos uno.” Juan 10:30.
g. Jesús dijo: “En verdad, en
verdad les digo, Yo soy”. Jua 8:58
h. Fue revelado a Pedro,
según se lo declaró Jesús. Mateo 22:45
i. Se transfigura delante de
tres de sus discípulos. Mateo 16: 17, 17: 1-5
j. Un discípulo de Jesús
llamado Tomás le dice: “¡Señor mío y Dios mío!” Juan 20:28
k. Jesús recibe adoración.
Mateo 2:11, 14:33, 28:9, 17; Lucas 24:52 y Juan 9:38; Apo 19:10
l. Los apóstoles dan
testimonio de Él. 1Pe 1:10-25; Fil 2: 6, Col 1:17, Efes 1:4
3.4.4.
Hace una oración al Padre única: Glorificame con aquella gloria. Juan 17:5
1.
Declaración del Padre hacia el Hijo refiriéndose a él como Dios. Hebreos 1:8
2. El Padre se refiere a
Jesús. “Más del Hijo dice:” Tu trono, oh Dios es Eterno. Sal 45:6
3.4.5.
Juan escribe y afirma que Jesús había salido de Dios, y a Dios iba. Juan
13:3
3.5.
Los apóstoles escriben y revelan las Escrituras:
3.5.1.
Pablo escribió a los romanos para explicarle.
a. Hijo de Dios, del linaje
de David según la promesa en la carne. Rom 1:2-3; Isa 9:7
b. Declarado Hijo de Dios con
poder por la Resurrección. Rom 1:1-4, Oseas 6:2; Isaías 42:1
c. Por El Espíritu de
Santidad. Rom 1:4; Lucas 3:22.
3.5.2.
Tito le dice: Gran Dios. Tal como lo anunció Daniel. Dan 2:45; Ti 2:13
3.5.3.
Su Nombre Emanuel. Dios con nosotros. Ex 20:19; Isa 7:14; 8:8; Mat 1:23
3.5.4
Es la propiciación por el pecado. 1 Juan 2:2.
a. No conoció pecado, fue
hecho pecador por nosotros. 2 Cor 5:21
b. Dios estaba en Cristo,
reconciliando consigo mismo al mundo. 2 Cor 5:19
3.5.5.
Evidencias después de la ascensión de Jesús, en sus palabras cumplidas.
1. Envía la promesa del Padre. Luc
24:49, He 1:4, 2:1-36
2. La muerte del primer
mártir vio a la Diestra del Padre a Jesús.
He 7:55
3. Luego el apóstol Pablo
tiene un encuentro con Jesús. Hechos 9:5
3.6.
La muerte de muchos mártires. Y sus palabras antes de ser martirizados
confirman su Deidad. Policarpo antes de entregar su vida al martirio de ser
quemado vivo dijo: “Señor Dios soberano, te doy gracias, porque me has tenido
por digno de este momento, para que, junto a tus mártires, yo pueda tener parte
en el cáliz de Cristo. Por ello te bendigo y te glorifico. Amén”. La Muerte por
causa de creer en Cristo.
3.7.
Su tumba hasta el momento vacía. No está aquí a resucitado. Mat 28:6
4.
Plenitud.
El apóstol
Juan escribió y de su plenitud tomamos todo, gracia sobre gracias. Juan 1:16.
También nos dice el apóstol Pablo nos dice: Dios sometió todas las cosas bajo
sus pies, y la dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su
cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. Efe 1:18-23.
En Jesús habita corporalmente toda la
plenitud de la Deidad. Col 2:9. Por cuanto agradó al Padre. Col 1:19. Porque él
es la imagen de Dios invisible; en él fueron creados; por él y para él son; y
por el subsisten; y por él participamos de su herencia Eterna. Col 1:15-17
Decimos que Jesús es su esencia, su
sustancia, la plenitud de aquel que nos llamó de las tinieblas a la luz. Porque
Jesús vino a sacar al hombre de la oscuridad donde estaba sumergido. Y porque
Jesús nos vino a mostrar quien verdaderamente es Dios. Heb 1:3. Jesús obedeció
en todo a Dios y se sometió a su voluntad pasando por aflicciones y la muerte
en la cruz. Perfeccionando en su simiente, en su cuerpo; el autor de la vida. El
cuerpo en desobediencia del hombre; sometido a obediencia en el cuerpo de
Jesucristo. Heb 2:10.
En este sentido el cuerpo humano de
Jesús, representado por su vida, es su carne y su sangre, sometido a
padecimiento y muerte en la cruz. Pues Jesús no solo entregó su cuerpo, sino
que su sangre fue derramada. Y Murió Jesús el hombre perfecto. Pero Jesús Hijo
de Dios no Murió. Murió la humanidad de Jesucristo para redimir al hombre.
En esta razón resucitó El Hijo de Dios
Eterno con el cuerpo perfecto. Porque Jesús tiene el poder de poner su vida y
de volverla a tomar. Jua 10:18. Y Jesús también dijo: los tomaré a mí mismo.
Juan 14:3. Y el salmista también dijo: cuando despierte a tu semejanza. Sal
17:5. Es decir; los tomaré a mí mismo, es levantarse a su semejanza en la
redención Eterna. Porque seremos semejante a él porque lo veremos en gloria. 1
Juan 3:2. Y somos hechuras suyas creados en Cristo Jesús. Efe 2:10
En Ezequiel se nos presenta una visión
más amplia y grande de la gloria de Dios. También presenta su gloria que vino
al Templo. Suponemos el Templo de Salomón. Pero le mostró a Ezequiel que salía
del Templo. La salida de su Gloria del
Templo y también indica por qué salía. Ez 8 y 9. Y luego la entrada nuevamente en la
restauración. Luego una nueva salida y luego otra entrada a la tierra. Esta es la representación de la salida de
Dios del Templo. Por haber profanado su Templo.
En esta razón cuando Jesús vino la
gloria de Dios no estaba en el Templo. Estaba en Jesucristo. El Templo de Dios.
Dios presenta su gloria cuando Jesús resucitó a Lázaro. Fue Dios que decidió
salvarlos. No ejecutaron ellos un plan de salvación para venir a morir alguno
por ellos, solo Jesús murió por ellos. Es Jesús su esencia. Dios es un Dios
justo. Su pueblo lo había abandonado, lo había dejado tras dioses ajeno. En su
justicia envió a Jesús, para hacerse responsable de todo el pecado de su
pueblo.
Y por esta razón es Jesús su esencia.
Él es la sustancia de Dios invisible. La plenitud, que lo llena todo porque nos
justificó, nos santificó y nos redimió en su sabiduría. Él es la simiente
humana, que nos salvó. La promesa en su simiente es creer en Él. Y siendo
también Dios, tomo la forma de hombre para poder ejecutar la redención.
Por
tal razón debemos comprender su plenitud es:
a. Revelada en la bendición
de Moisés a Israel. Dt 33:16
b. Revelada a David. Sal 24:1
c. Revelada a Juan el
Bautista. Jua 1:16
d. Revelada a los Apóstoles.
Col 1:19; 2:9
e. Su amor es toda la
plenitud de Dios. Jua 1:16; 3:16; Efe 3:19
4.1.
Sustancia. Esencia. Col 2:9
a. Jesús sanó a los leprosos.
Lev 14.3; Mat 8:2; Mar 1:40
b. En la historia nadie había
venido a sanar tal enfermedad. Luc 4:27.
c. Una persona atada con
grillos y con cadenas pudo ser liberada. Mat 8:28.
d. Multiplicó el pan y muchas
personas fueron alimentadas. Luc 9:16-17
e. Los pobres que lo seguían.
A todos atendió, sano de sus enfermedades. Luc 5:15; 6:17
5. Gracia.
Jesucristo
vino a mostrar la gracia de Dios, el regalo de la salvación a todos los hombres
y a la humanidad entera. La gracia de Dios que le reveló a Moisés en el
Tabernáculo Exo 28:36-38. La que reveló a sus profetas a Isaías dijo: sin dinero
serian rescatados. Isaías 52:3. Y Jesucristo pagó el precio del rescate. Dios
lo dio de gracia, es decir; sin pagar nada. Solo que le crean. Y es un don de
Dios. Efe 2:8. Juan nos dice: de su plenitud tomamos todos y gracia sobre
gracia. Jua 1:17
Dios
le dijo al pueblo de Israel que después de todo los había salvado por pura
gracia. Y el apóstol nos dice que la salvación es un don de Dios. Un regalo. La
gracia de Dios. Efe 2:8. Noé, Abraham, David su pueblo Israel hayo gracia en
Dios. Jer 31:2. Así todos aquellos que creamos a Jesucristo, es lo que Dios nos
dice en su palabra, hemos hallado la gracia en Dios. Por su gracia nos redimió,
justificó y santificó. 1 Cor 1:30
5.1. La Gracia del Único Dios
Verdadero. Dt 33:16
a. Somos salvos por gracia. A través del don de fe para recibir su amor. Isa 53:11; Efe 2:8
b.
Dios los amo de pura gracia, porque su ira se apartó de ellos. Ose 14:4
c.
Noé halló gracia y Dios lo salvó cuando destruyó al mundo con agua. Gen 6:8
d.
Abraham y Jacob conocía de la gracia de Dios. Gen 18:3; 33:10
e.
Dios los amo de pura gracia, porque su ira se apartó de ellos. Ose 14:4
6.
Humanidad.
Jesús
sería humano, y Dios lo había anunciado y revelado. Y Dios dio la iluminación
de la revelación de su palabra a los levitas encargados de enseñar y explicar a
su pueblo, tal como él lo había decidido y planificado. Dt 33:10. Después que
se multiplicaron como era también su voluntad. Dios reveló a Moisés y escribió
su Palabra.
Pero cuando Moisés escribió lo revelado
en Génesis ya los hombres invocaban el Nombre de Dios; como nos indica Gen
4:26. Luego Dios ha Abraham le indica; realmente cómo sería su sacrificio. Gen
22:16. Jesús dice: que Abraham se gozó esperando ver este día de la redención y
lo vio. Juan 8:56. Y Jacob pronunció bendición sobre sus descendientes porque
esperaba ver este día de su venida. Gen 49:18. Moisés bendijo al pueblo porque
también esperaba la salvación a través de su simiente. Dt 33:29
Al profeta Isaías le revela sobre la
Simiente Santa, como el renuevo de su pueblo. Isa 6:13. Luego el Apóstol Pedro
explica en el libro de los Hechos, al pueblo que habían creído en Jesucristo,
que ellos son los hijos del pacto que Dios hizo con sus padres, manifestado a Abraham: En tu simiente serán bendita todas las familias de la tierra. He
3:25. Luego explica el apóstol Pablo a los gálatas que no dice a las simientes,
sino de uno; Y ha tu simiente, refiriéndose a El Señor Jesús. La simiente Santa.
Gal 3:16
Los planes de Dios en su Hijo fueron
desechados por su pueblo desde el comienzo. Dios ha querido siempre y así lo ha
transmitido, crear un pueblo para él. Ese fue su plan con su Hijo de un pueblo
por él y para él. Fue revelado y manifestado en las Escrituras. Transmitido a
su pueblo en sus generaciones. Que de su descendencia vendría, el que los
salvaría de sus pecados y regiría a Israel.
Este plan de Dios fue desechado y no lo
comprendieron. Y destruyeron todo lo que Dios había construido a través de este
pueblo. Y sus juicios vendrá a causa de este desprecio, que hicieron en su
Hijo, en su linaje, en su descendencia; por eso se llama la piedra que los
edificadores rechazaron vino a ser cabeza del ángulo. Sal 118:22. Como lo
indicó Jesús. Marc 12:10
¿Quiénes edificaban? el pueblo sin
Dios, Israel sin tomar en cuenta los planes establecidos por Dios, de darle un
salvador de su linaje, pero les dio el que Dios escogió, no los que ellos
escogieron. Y quien es la piedra angular Jesucristo, su Hijo, su renuevo, que
nació según la voluntad. Y los propósitos de Dios con el hombre de la
descendencia que Dios escogió, no el pueblo de Israel. Cumpliendo Dios todos
sus propósitos con ellos. Josué 21:45; Luc 9:51
6.1. Humano.
La condición humana de Jesús,
para poder redimirnos, puede ser difícil de explicar, pero lo podemos entender,
porque al hombre Dios lo hizo eterno. Ecle 3:11. Pero muere por causa de la
desobediencia de la naturaleza del primer hombre. La desobediencia por su
pueblo. Y la desobediencia causada por nosotros mismos. Era necesario que Jesús
al venir a redimirnos posea cuerpo y sangre, que es la vida. Al hacer la obra
expiatoria en su cuerpo y con su sangre. Para en este mismo cuerpo resucitar.
He 3:13. Para darnos un cuerpo nuevo glorioso, después de haber sido
Glorificado por el Padre. Heb 2:14-17. Y de esta forma:
a. Restaurar
su Imagen en los hombres. Isa 52: 13; 53:2-11
b.
Padeció, sufrió en carne y sangre para redimir a los hombres. Isa
52:14-15; 53:2-11
c.
Justificar al hombre delante de Dios. Hacer la paz entre Dios y los hombres.
Isa 53:11
6.2.
El Mesías Humano.
a. Hizo
uno porque buscaba una descendencia para Dios. Mal 2:15
b. Una sola carne. Gen 2:24.
c. Juan refiere la naturaleza
humana de Jesús. Juan 1:14-15.
d. La palabra de Dios
anunciada por los profetas y las escrituras, se hizo carne. Jua 1:14
e. Y él responderá: Con ellas
fui herido en casa de mis amigos. Zac 13:6
6.3.
Cumplimiento de las profecías en su humanidad.
a. Justo y salvador, humilde,
y cabalgando. Zac 9:9 Gen 49:11. Mat 21.5. Luc 19:33-35
b. Moraré en medio de ti, ha
dicho Jehová. Zac 2:10
c. Y moraré en medio de ti; y
sabrá que me ha enviado. Zac 2:11
d. Y Jehová poseerá a Judá su
heredad en la Tierra Santa. Zac 2:12
e. Él se ha levantado de su
Santa Morada. Zac 2:13. Mar 3:8, Mat 15:41.
f. He aquí, yo traigo a mi
siervo el renuevo. Zac 3:9 Porque he
aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay
siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice: Jehová de los ejércitos, y
quitaré el pecado de la tierra en un día. Zac 3:8, Juan 19:30, Sal 69:21.
g. En aquel día, dice Jehová
de los ejércitos, cada uno de vosotros convidará a su compañero, debajo de su
árbol de uva y debajo de su higuera. Zac 3:10. Natanael dijo Rabí tu eres el
hijo de Dios. Lo dijo acordándose de la profecía. Porque Jesús le dijo: te vi
debajo de la higuera. Juan 1:49
h. Profecía de la palabra de
Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y
forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho: He aquí yo pongo a
Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra
Judá, en el sitio contra Jerusalén.
Y en aquel día yo pondré a
Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren
serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra
ella. Zac 12:1-14. Esta profecía se cumplió 70 años después de la muerte y
resurrección de Jesús en parte. Parte falta cumplir en su segunda venida en
gloria.
i. Y derramaré sobre la casa
de David, y sobre los moradores de Jerusalén. Espíritu de Gracia y de oración;
y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo
unigénito, afligiéndote por él como quien se aflige por el primogénito. En
aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el
valle de Meguido. Zac 12:11
De igual forma como humano
recibió traición. La traición de Judá para indicar el lugar donde estaba el
Mesías. Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han
apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová
al tesoro. Zac 11:11-13; Mat 27:6-10
En este orden de idea, va de
aldea en aldea como humano, se traslada de un lugar a otro con sus discípulos.
Tiene sentimientos humanos de anhelo y deseo, como el que siente cuando hace la
última cena con sus discípulos. Luc 22:15. Jesús deseó la salvación para su
pueblo, deseó la Cena no por la comida a consumir; sino era el momento de
anunciar su Pacto con sus escogidos, sus discípulos, deseó el momento de
pronunciar su Pacto. Sal 119:174
También como humano siente el
último momento antes de morir. Cuando dice a Pedro que su alma esta angustiada
hasta la muerte, y en la oración que hizo en Getsemaní. Isa 53:7; Mat 26:37.
Como humano anuncia su padecimiento. Mat 16:21.
j. En la profecía de Isaías
se describe todo el sufrimiento humano del Mesías. El renuevo por haberse
mezclado con otros pueblos y haberse destruido toda la descendencia de sus
príncipes, algunos eunucos, el desprecio humano de su generación, el
sufrimiento, las heridas. Y su victoria, después de haber entregado su vida en
expiación por el pecado, en obediencia a la voluntad de Dios. Isa 53:2-11
7. Unidad.
Desde el inicio en las Escrituras se habla de una Unidad continua en
relación a sus planes y propósitos en su creación. A pesar de tener
innumerables traducciones se ha preservado la esencia de lo que Dios ha querido
transmitir. Y advirtió: Jehová tu Dios uno es. Dt 6:4. Es la Unidad en su
voluntad para manifestar su Nombre. Manifestó su diestra y su Espíritu.
En
este sentido Jesús manifestó su Nombre a su pueblo. Juan 17:6. Todo se hizo en
Unidad a su voluntad. En la oración que Jesús enseñó, indicó que en el cielo se
hace la voluntad de Dios. Mat 6:10; Sal 40:8. E Isaías también nos indica que
hizo la voluntad de Dios, y su voluntad es prosperada por el Mesías. Isa 53:10
La
palabra manifestar se traduce como revelar. La explicación más exacta de la
Unidad de Dios la reveló Jesús. Cuando dijo que él y el Padre son Uno. Juan
10:30. Y el Padre está en Él, y Él en el Padre.
Juan 10:38. Así como nosotros somos uno, fue la especificación más
exacta de unidad, explicada por Jesús.
Juan 17:22
7.1. Unidad en sus planes.
a. Desde
el principio de la creación, anuncia la unidad: hagamos al hombre. Gen 1:26
b.
Cuando el hombre desvió sus planes. Se dice: confundamos sus lenguas. Gen 11:7
c.
Su voluntad unida a ejecutar su redención.
Isa 6:8; 53:10; Mat 3:16-17
7.2. Unidad en el Mesías.
a. Emanuel, que traducido es
Dios con nosotros. Isa 7:14; 8:8; Mat 1:23
b. En el cumplimiento de su
venida. Mat 17:5
c. Dios está en Cristo,
reconciliando al mundo consigo mismo. 2 Cor 5:19
7.3. En el Antiguo Testamento.
7.3.1. Anunciado con el
nombre de Ángel de Jehová. Génesis 22:11-12.
a. La Unidad con el Ángel de Jehová. Núm 22:22; 2 Sam 24:16; 1 Cr
21:15-27
b. La Unidad con su brazo extendido. Dt 11.2; Luc 1:51
7.3.2. Es
desde el principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.
a. Antes de que el mundo fuese. Isaías
43:13.
b. Jehová dijo a mi Señor: siéntate a mi
diestra. Salmo 110:1.
c.
Y otra vez dice: Sal 11o: 5. El Señor está a tu Diestra. Juan 22:45
7.4. En el Nuevo Testamento.
a. Uno, así como nosotros. Uno somos.
Somos Uno. Ju 10:30; 17:11; 22
b.
El Padre mora en mí. Juan 14:10
c.
Yo soy en el Padre y el Padre en mí. Juan 14:11
d.
Salí del Padre y voy al Padre. Juan 16.28
e.
Siendo
igual a Dios y estando en la condición de hombre. Fil 2:6-9. 1 Cor 15
7.5. Unidad en la Naturaleza.
a.
Unidad en la naturaleza Divina y humana. Juan 1:1-5, 9-14
b.
Divino y humano engendrado, no creado. Juan 1:14 a, Lucas 24:39
c.
Dios hecho hombre en la concepción. Dios con nosotros. Mateo 1:23
d.
El hijo de hombre, Hijo de Dios. Lucas 9:44, 22:70
e.
Manifestado en carne y justificado en el Espíritu. 1 Tim 3:16.
f.
Vino al mundo, tomo humanidad participando de carne y sangre. Heb 2:14.
g.
Siendo igual a Dios y estando en la condición de hombre. No se aferró a ser
igual a Dios para portarse como tal, sino como hombre estando en el cuerpo humano
obedeció a Dios y muere como hombre. Fil 2:6-9. 1 Co 15.
8. Santidad.
En el tabernáculo conforme al modelo le muestra su Santidad. No solo
santificando y ungiendo todo lo concerniente a elementos y utensilios del
Tabernáculo, sino que los sacerdotes tenían una tablilla o lámina con el Nombre
Santidad a Jehová. Ex 28:36; 39:30. En la profecía anunciada por Zacarías no
solo pronuncia su Salvación, sino su Santidad. Zac 1:68-75.
En
este aspecto debemos entender:
a. Él es Santo y su nombre fue santificado. Isa
52:6; 53: 9; Ez 36:23
b.
El hizo promesa a David. 1 Cr 17:11-15,
Luc 1:75
c.
Promesa cumplida en Jesucristo. Rom 1:2-7
8.1. El Hijo de Dios es Santo.
a. Santo y temible es su nombre. Sal 99:3; 111:9
b.
Será exaltado en Juicio y santificado con Justicia. Isa 5:16
c.
Desnudo su Santo Brazo ante los confines de la tierra. Isa 52:10
d.
Llamado Santo de Israel quien honró a Jehová. Isa 55:5
e.
Hará notorio su Santo Nombre. Ez 39:7
f.
Llamado Santo Ser, Hijo de Dios. Luc 1:35
g.
Llamado Santo de Dios. Marc 1:24
8.2. Ser Santo, como Dios es Santo.
8.2.1. El hijo
de Dios es Santo.
a.
Él nos llamó, él es santo, debemos ser santo como lo es él. 1Pe 1:15-16.
b.
Santifiquémonos, y seamos santo porque Dios es Santo. Lev 20:7; 1 Pe 1:16
c.
Jesús dijo: Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad. Jua 17:17; Ex
19:10
d. Por medio de
Jesucristo. Dios nos santifica por completo. 1Te 5:23
e. La santidad está en Jesús.
Sigamos la santidad. Heb 12:14
8.3. Santificación en el Antiguo Pacto.
Antiguo Testamento.
a. Con la sangre
del Cordero inmolado, rociada. Ex 29:21
b.
En la fuente y con el aceite de la unción. Ex 30:17-31, Ex 40:9;
c.
Era necesario lavarse las manos y los pies en la fuente para no morir, debía
hacerlo el sacerdote que entraba en el Altar a ministrar, para no morir. Ex
30:21
d.
Pidió no profanaran su templo, Él es, Él que santifica. Lev 22:32
e. Santificar su gran nombre profanado. Ez 36:23
f.
En la Ley casi todo era santificado con sangre.
Heb 9:22
g.
Sin derramamiento de la sangre no había remisión de pecado. Lev 17:11
8.4. Santificación en el Nuevo Pacto. Nuevo Testamento.
a.
Jesús el cordero derramó su sangre por los pecados cometidos contra Dios en su
palabra, su ley, mandamientos y preceptos cometidos por el hombre. Isa 53:7-8
b.
Por medio de la ofrenda de su cuerpo santificarnos. Heb 10:10-14
c.
Mediante la ofrenda voluntaria del cuerpo de Jesucristo. Una vez y para
siempre. Heb 10:5-14; 2:11
d.
Mediante la fe en su obra, por medio del Espíritu Santo, que nos revela la
verdad. Jua 17:19, 2 Te 2:13; Juan 16:8, 1 Pe 1:2; Rom 15:16; 1 Cor 6:11
e.
Mediante su gracia. Ju 17:17, 19; Efes 1:10-13; 2:1-10; He 20.32
8.5. Obedecer a la verdad y ser santo como Dios lo es Santo.
a.
Tengamos gratitud y obediencia por la salvación. Heb 12
b.
Él es Santo. Seamos Santo en toda la manera de vivir. 1 Pe 1:1-16
c.
Obedeciendo en el temor a Dios. Porque ya Él nos salvó. 2 Cor 7:1
d.
Vestidos del nuevo hombre. Porque ya nos santifico. Efe 4:1-24
9. Sanidad.
Dios hizo al hombre bueno, y ninguna enfermedad hubo en él, hasta que
decidió desobedecerle y contrajo las enfermedades por causa de estar en un
cuerpo de muerte. Dios escoge un pueblo para bendecirlo y alejar las
enfermedades de ellos, enseñándoles leyes, entre ellas las sanitarias para que
a través de ellas puedan ser preservados de enfermedades. Jer 16:11; 44:23
En
este orden de ideas las leyes que Dios le impuso al pueblo de Israel, les
beneficiaban en todo a ellos, pero ellos no comprendieron y las desobedecieron
hasta el punto de desecharlas. Es así que ellos mismos se causaron este mal
contra ellos, como luego Dios se lo indica a sus Profetas. Dan 9:13
Por
esta razón Dios le indica que le traerá sanidad y medicina a su cuerpo, porque
habían abandonados sus leyes y habían contraído las enfermedades que Dios le
había advertido que tendrían por desobedecerle. Jer 11:10. Y el Mesías le
traería la medicina y el sanaría a su pueblo no solo de sus pecados, sino de
sus enfermedades, de igual forma los liberaría de todo el mal por su
idolatría.
Por
esta causa vino todo el mal, ya que ignoraban o no que el culto a Moloc les
traería ceguera espiritual, los apartaría de los planes de Dios, traería
enfermedades, influencias malignas y espíritus inmundos a ellos, por otra
parte, el temor se convertiría en miedo, y no en Temor a Dios. Miedo a las
tinieblas y no podrían defenderse con la luz porque anduvieron en tinieblas.
Isa 66:4. Solo a través del advenimiento del Mesías verían la luz. Y serian
sanado de todas sus enfermedades como en efecto se cumplió y sucede. Isa 53:5.
En
esta razón la sanidad es:
a.
Profetizada la sanidad que traería El Mesías. Jer 33:6; Isa 53:5
b.
Anunciada: Llevará sanidad a las naciones.
Jer 33:6; He 4:22
c.
Por causa del pecado la muerte paso a todos y nos sanó por sus llagas. Isa 53:5
9.1. Aspecto de la Sanidad que traería
el Mesías.
a.
Anduvo sanando a todo el pueblo. Mat 4.23; 9:35; He 10:38
b.
Cumplida en la fe de los apóstoles y el pueblo. He 4:22
c.
Por medio de la fe en su Nombre, que es por Él. He 3.16
d.
Siempre Dios responde por medio de la oración. He 4:30
e.
Dios reparte sus dones de sanidad. El sigue sanando en la actualidad. 1 Cor
12:9; 1 Pe 2:24
9.2. ¿Porque enfermamos y necesitamos
ser sano?
a. Las enfermedades fue causa de la desobediencia.
Ex 15.26
b.
Nuestros cuerpos son sanados creyendo en la obra de Cristo. 1 Cor 11:27-30
c.
Las enfermedades las llevo Jesucristo. Isa 53:5-6
9.3. ¿Porque todos no somos sanos?
Desobedecer
sus leyes y sus mandamientos es la causa de las enfermedades. Y hay muchas
enfermedades congénitas. No todos tienen la fe para que suceda y por eso buscan
la ciencia. Todo es por fe en Cristo, en su obra, en su voluntad. Isa 53:5; He
3:16
Sin
comprender la Cena del Señor sin discernir su cuerpo y sangre que fue entregado
por nuestros pecados. Si de esta forma la comemos. Podemos enfermar y morir. Es
necesario entender su obra vicaria. Su cuerpo entregado por la sanidad de
nuestros cuerpos, porque fuimos sanados en Él. Las enfermedades cayeron en Él.
Y su sangre fue derramada para perdón de nuestros pecados. Si entendemos que
hemos sido perdonados, somos igualmente sanados. 1 Cor 11:29-30
Estamos
en un cuerpo de muerte, todavía no se ha manifestado la redención total. Rom
7:24. Por lo tanto si estamos en este cuerpo estamos expuestos a enfermedades,
y sobre toda la de contagio, como pandemias.
10. Salvador.
Dios
siempre reveló su salvación desde el principio de su creación. Hubo un
sacrificio de un ser vivo inocente, para tomar su piel para hacer túnica y
vestir a la pareja que vivía en el Edén. Ellos se hicieron delantales de hojas
de Higuera. Dios los vistió de pieles. Representando el sacrificio de su Hijo
Jesucristo y la nueva vida. La salvación es una nueva vida en Jesucristo. Dios
los vistió. Dios nos da la nueva vida. Siempre reveló Dios su salvación. Gen
3:7,21
En
este sentido Dios salva a Noé y a su familia del diluvio en el arca. Gen 7:7.
El arca mostrada también en el desierto a Moisés desde otro aspecto para
testimonio, representa la salvación en Jesucristo. Ex 25:21-22. Promete la
salvación Abraham y a su descendencia. Gen 22:2, 10-18.
En
este mismo sentido escoge a un pueblo para mostrar su salvación a sus hijos; a
su descendencia; a la humanidad. Dt 4:10. Y al apóstol Pablo le revela que lo
único que vale es una nueva vida, una nueva creación. Ga 6:15. Tal como se lo
dijo Jesús a Nicodemo es necesario nacer de Nuevo. Juan 3:7. Dijo que era
necesario. Sino nacemos de Dios, de su Espíritu Santo no podemos ver su
reino. Juan 3:3
En
consecuencia, para nacer de Nuevo, hay que entender la salvación y ¿Quién es el
salvador? Por lo tanto, la salvación solo es de Dios. Porque ningún hombre
puede nacer de nuevo. Solo Dios lo puede hacer. Cuando creemos en su salvación.
Si no creemos en el salvador Jesucristo, no naceremos, por lo tanto, no
tendremos su vida. Es necesario creer a Jesucristo como salvador. Juan 1:12-13;
Efe 1:13-14.
En
esta razón, debemos entender estos aspectos de la salvación:
a. Nos
hizo justo delante de Dios y se apartó su ira. Isa 52:3; 53:6,11
b. La
potencia salvadora de su diestra. Sal 20:6; Isa 45:21
c.
Jehová es nuestra salvación, él nos dio un poderoso salvador. Luc 1:68-69
10.1. La venida del Salvador.
10.1.1. Es Eterno. Es desde el principio. Miq 5:2,
Isa 41:25-27, Juan 1.1. Sal 110:1; Mat 22:42-45
a. Prometido. En las
Escrituras. Gen 49:18, Sal 91:16, Isa 51:6, 52:10.
b. Nació. De una virgen
concebiría y su nombre es Emmanuel. Isa 7:14, Mat 1:22
c. Concebido. Del Espíritu
Santo es. Isa 11:2, Mat 1:20
d. Del linaje de David. Sal
89:3-4, Isa 9:7, Jua 7:42
e. De Egipto llamé a mi hijo.
Os 11:1, Mat 2:15
f. Llamado Nazareno. Núm 6:2,
Mat 2:23
g. Ciudad donde nació: En
Belén. Miq 5:2, Mat 2:1,2
10.1.2. Su nombre: Admirable,
Consejero, Padre Eterno, Príncipe de paz. Isa 9:6, Mat 1:23
a. Salvará a su pueblo de sus
pecados. Sal 130:8, Mat 1:21.
b. El Pueblo asentado en
tinieblas vio gran Luz. Isa 9:1-2, Mat 4:16
c. El mismo llevó nuestras
enfermedades. Isa 53: Mat 8:17.
10.1.3. Su siervo, escogido, en
quien tiene complacencia. Isa 42:1, Mat 12:18-21
a. Sobre mi ropa echaron
suerte. Mat 27:35, Jua 19:24.
b. Dijo que iba a padecer y
resucitar al tercer día. Isa 53:5, Mat 23:46-49.
c. Dijo tengo sed, como dice
las escrituras. Sal 61:21, Jua 19:28
d. No será quebrado ninguno
de sus huesos. Sal 34.20, Ex 12:46, Jua 19:36.
e. Resucita de los muertos.
Sal 116:10, Os 6:2, Isa 42:1-7, Da 7:14.
10.1.4. Profecía: ¿Quién ha creído a
nuestro anuncio? Y no le creyeron. Isa 53:1, Juan 12:38.
10.1.5.
Sopló y recibieron al Espíritu Santo. Ez 36:24-25. Jua 20:22
10.2.
Obra Vicaria.
10.2.1.
La Obra de Salvación.
La obra Vicaria, fue la que hizo Jesús
para Justificar, Santificar y Redimir a el hombre, a la humanidad. La obra
Vicaria tenía que ser carne y sangre, porque representa la vida. Gen 9:4.
Jesús vino, posee carne y sangre para
poder redimir en su sangre a la humanidad. Humanidad que muere por desobedecer
a Dios. Gen 2:17.
La obra vicaria es la siguiente: Él da
su vida en rescate de muchos. El que cree en su obra tiene la vida. La vida y
la muerte estaban condicionadas con obedecer a Dios. El primer hombre
desobedeció y todos desobedecieron y por ende la muerte pasó a todos. En esta
razón nuestra obediencia se basa en creer a lo que Jesucristo hizo para darnos
la salvación.
El Segundo Hombre Jesús obedeció en
todo a Dios. Para dar vida. Cuando estábamos muertos en desobediencia, es
decir: en delitos y pecados. Efe 2:1
10.2.2.
Muerte y Resurrección.
La muerte y resurrección de Jesucristo
fue el plan de Dios para salvar a la humanidad. Y para mostrar que hay vida más
allá de la muerte. Dios lo estableció y hay que creer. Dios le dijo al primer
hombre que no comiese del Árbol para que no muriese. Y Jesús le dice el que
comiera mi cuerpo y mi sangre no morirá, sino que tendrá vida. Creer en esta
Obra es lo único que pide Jesús. Y es lo que significa comer y beber su sangre.
10.2.3.
Carne y Sangre.
Cristo
vino hacer un alma viviente engendrado por el Espíritu de Dios. Es la misma
esencia o sustancia de Dios. Pertenecía a la carne y sangre que el escogió del
linaje de David. Pero pertenece a la
Divinidad porque es el Único Hijo de Dios concebido por el Espíritu Santo. El
Alma humana de Cristo procedía de la simiente humana. Pero el Alma humana de
Cristo también es Divina. Jesús con mente y corazón humano. Pero también mente
y corazón Divino.
10.2.4.
Planificada en la Unidad.
Es de suma importancia prestar mucha
atención a la obra vicaria. Que tiene las siguientes especificaciones:
a. Fue
planificada en la eternidad en la Unidad.
En su Hijo y su Espíritu. Desde antes de la fundación del mundo. Mat
13:35; 25:34; 17:24; Efe 1:4; Heb 4:3; 1 Pe 1:20.
b. Lo anunció, lo manifestó, por los
profetas en las Escrituras. Isa 52, 53
c. Escogió a un pueblo a Israel, a
hombres para anunciar y mostrarle su plan, como sus testigos, tales como: Adán,
Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Judá, Fares, Moisés, Arón, Josué, Nohemí, Samuel,
David, Natán, Daniel, Zorobabel, Mardoqueo, Ester, Nehemías, Isaías, Jeremías,
entre otros.
d. El anunció y manifestó su obra a
profetas, patriarcas, jueces, reyes y sacerdotes. Fue un costo demasiado alto.
e. La realización de la obra en
obediencia a Dios por Jesús costó más de lo que nos podemos imaginar: Costo carne
y sangre humana de Jesucristo en sacrificio. Toda su alma en sacrificio. Tuvo
un costo Divino, despojarse de su gloria y venir en completa humildad.
Además del desprecio, padecimiento y
sufrimiento; lo dejan solo, lo niegan, lo traicionan, lo cambian por un
malhechor, lo escarnecen, lo escupen, le dan vinagre por agua, le hieren los
costados, las manos y pies. Le colocan una corona de espina, menean la cabeza
ante él. Dicen a otros salvó y a él no.
f. La obra de Dios, ya fue acabada, y
Dios ya descansó de su obra. Nosotros solo tenemos que creerla y obedecer a
este mandato. Solo por un profundo agradecimiento obedecemos, en la unidad de
su Espíritu quien es nuestro consuelo.
g. La obra vicaria la planificó el
Único Dios verdadero, en Unidad a su Ungido y a su Espíritu. Y la realizó en
obediencia. Su Hijo. ¡Cómo se puede perder algo que Dios ya nos ha dado y
nosotros ya lo hemos recibido! Al menos que nosotros despreciamos y desechemos
su obra y este regalo, como lo hizo el pueblo de Israel. ¡Y después de costarle
tanto a Dios, nuestras vidas! ¿cómo la va a dejar perder? Como indicó Jesús
ninguno de ellos se perdió, solo el hijo de la perdición. Juan 17:12
10.2.5. Ejecutada por el Mesías.
a.
La Diestra de Dios en el Cielo. He 7:56; Mar 16:19; Mat 26:64; Sal 110:5
b.
La Diestra vino, ejecutó la Obra Vicaria en carne y sangre. Luc 22:69
c.
Glorificación de la Diestra. Apo 15:4
10.2.6. Guiada por el Espíritu Santo.
a.
Encargado de guiar al hombre a la salvación. Juan 16:13; Rom 8.14
b.
Glorifica al Mesías en el corazón del hombre. Rom 1:21; He 21:20
c.
Da poder para anunciarlo y proclamarlo, ser sus testigos. He 1:8
d.
Guía al hombre a toda la verdad. Juan 16:16
e.
Redarguye de pecado, justicia y Juicio para que crean. Juan 16:8
f.
Nos da el don de fe. Lo guía en todo para que sean confirmados. Efe 2:8; Rom
8:14
g.
Sella y garantiza la redención. Efe 1:13
10.2.7. Significado del Sacrificio y
Resurrección de Cristo.
Rom 1:1-5; 6:5-14
10.3. Descripción de la doctrina de la
Salvación en Jesucristo.
La
salvación implica la justicia de Dios. Dios es Justo. Y el hombre comete
injusticia. Al no someterse a la ley Divina de Dios. Al desobedecer su palabra,
ordenada, su pacto establecido por Dios. Como sucedió al primer hombre. A partir de allí el hombre quedó destituido
de la gloria de Dios. Ya que el hombre gozaba de perfecta comunión con Dios en
el paraíso. Y fue el hombre sacado del Edén y Dios resguardo a ese lugar. Ge 3:24.
Por
esta causa de no obedecer a Dios, el hombre acarreó la muerte y la muerte paso
a todos los hombres. A partir de allí el hombre quedó a expensa de su gracia. Y
Dios estableció que para que el hombre tuviera otra vez comunión con Él,
tendría que creerle a Él absolutamente. Y su caminar con Él tendría que ser en
fe. Puesto que Dios le había dado todo lo que había creado para subsistir, pero
cayó en el engaño y decidió comer lo que Dios le había prohibido no hacer. En
otro sentido se fue por los deseos de su corazón y no por lo que Dios le decía.
Gen 3:6.
En
consecuencia, los hombres fueron de continuo al mal. Y Dios estableció planes
con un pueblo para mostrarles su gracia, su salvación; pero también desobedeció
sus palabras, sus mandamientos. Luego decidió extender su gracia y misericordia
al mundo entero, a todos los que le creen, a través de enviar al salvador
prometido, a Jesús su Hijo.
Su
gracia estaba presente desde la fundación del mundo. Siempre estuvo presente
este plan de salvación para los hombres. Pues los hombres nunca pudieron obedecerlo,
pero Jesús su Hijo ¡sí! y por eso obtuvo la salvación, la redención, la
justificación ante Dios. Para todos los hombres que le crean. En este sentido
detallamos los términos, para comprender la salvación, en lo siguiente:
10.3.1. El Salvador. Uno. Solo Jesús nos salvó. A través de su Obra Vicaria. No hay otro Nombre dado a los hombres
en que podemos ser salvo. Solo Cristo. Solo su Hijo ¡Salva! La simiente humana
concebido por su Espíritu Santo. Gen 3:15; Gen 22:18; Isa 52:10; Mat 26:28; He
4.12
10.3.2. La gracia. Un regalo, un don de Dios. Gen 18:3; Zac 12:10;
Ose 14:4; Rom 3:24; Efes 2:8-9
10.3.3.
La fe. Creer a Jehová, a su obra
redentora. Ningún mérito humano
puede ganar la salvación, ninguna obra humana. Gen 15:6; Rom 5:1; Gal 3:6; Efes
2:8-9
10.3.4.
La Escritura. Creer
y conocer la Escritura, no hay otro libro donde es revelada la salvación. La
salvación es un tema que coincide en toda la Biblia. Efes 1:13. Efes 2:10.
10.3.5.
Salva. Un Solo Dios, quien salva. Ningún hombre se puede salvar solo.
Todos sus siervos lo testifican. Es de
Jehová Salvar. Sal 3:8; Pro 24:11. Mal
4:2
10.3.5.1.
En resumen, sus siervos y sus profetas pronunciaron:
a.
Jacob. En tu salvación esperé. Gen 49:18
b. Moisés. Él ha sido mi salvación. Ex 15:2.
c. David.
El Fuerte de mi salvación. 2 Sam 22:3,51; 1 Cr 16:23,35
d.
Isaías. Salvación nuestra. Isa 12:2
e.
En Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel. Jer 3:23
f.
Esperaré al Dios de mi salvación. Miq 7:7
g.
Dios de mi salvación. Hab 3:18
10.4. Promesa de Salvación. Isa 19:20;
Zac 9:9
a.
Simeón y Ana ente otros la vieron. Luc 2:25-30, 36-38
10.5. Cumplimiento de la Obra de
Salvación. Luc 1:69; 2:11, Ju 4:42.
a. Los
apóstoles la vieron y creyeron. He 2:31-32; 13:23
10.6. Segunda venida. Fil 3:20
10.6.1. La Segunda venida en Cristo en
gloria. Tito 2:13
10.6.2. Para el mundo Invisible, y
personal para la iglesia.
¿Cuándo
sucederá? Creemos sucederá antes del gobierno del anticristo. ¿Por qué? La
iglesia no fue llamada a pasar por la tribulación, sino fui invitada a las
bodas del cordero. Porque la tribulación es la prueba final del mundo.
10.6.3. Prometida. A sus discípulos.
a.
Regreso visible y personal. He 1:11
b.
Librarlos de la ira venidera de Dios. 1 Te 1:5.9-10.
c.
Creencia. Si sufrían por El, también reinarán. 2 Tim 2:12
d.
Esperan su venida. Así como se fue vendrá. Fil 3:20
e.
Y seremos transformado en Él. Fil 3:21.
f.
Esperamos al Señor en el aire. 1 Tim 1:1; 4:10, 2 Tim 1:10
10.6.4. La Esperanza. Seremos arrebatados.
¿Qué
significa el arrebatamiento? ¿Qué es? El
arrebatamiento de la Iglesia es una acción de Dios que solo afectará a los
salvos en Cristo. Cuando Jesucristo regrese por los suyos. Y estaremos con el
Señor para siempre. 1 Te 4:16-18.
Esta Incluye dos aspectos:
a. Los muertos siendo salvos serán resucitados
primero.
b. Los que se encuentren vivos serán
transformados.
10.7.
Acontecimiento por ocurrir en cualquier momento, antes de la gran tribulación.
-
Será un hecho repentino e inesperado. 1
Cor 15:51–58
- El
Señor vendrá hasta las nubes. 1 Te 4:17
-
Nadie lo verá en la tierra durante el arrebatamiento. 1Te 4:17
- Se
escuchará la voz de mando y trompeta de Dios para arrebatar a su iglesia. 1 Te 4: 16.
-
Los muertos en Cristo resucitarán primero en cuerpo incorruptible y los que
están en Cristo y aún viven serán transformados para recibir al Señor en las
nubes. 1 Te 4:16–17; 1 Cor 15:51–54. La iglesia se encontrará con su Salvador y
vivirá con Él por la eternidad. 1 Te 4:17.
-
En el arrebatamiento seremos libres de la ira venidera, veremos personalmente
al Señor. Seremos transformados al instante en que aparezca el Señor, si
vivimos. 1 Cor 15:50-54
10.7.1. Después del arrebatamiento,
sucederá el Tribunal de Cristo
En
el Tribunal de Cristo los creyentes serán recompensados por los servicios
prestados en la obra del Señor. 2Cor 5:10. Los creyentes serán recompensados de
acuerdo a su labor. Apocalipsis 22: 12. El Tribunal de Cristo no será para los
no creyentes, pues ellos serán juzgados en el gran Trono Blanco, evento que
tendrá lugar después de la época milenaria.
Ante
el Tribunal de Cristo comparecerán los creyentes no para ser condenados, sino
para ser recompensados según “la obra de cada uno”. ¿Cuál es El propósito del Tribunal de Cristo? es recompensar a
los creyentes. 1 Cor 5:10; Apocalipsis 22:12. Recompensar a las
acciones justas de los santos” Apocalipsis 19:8, 1 Corintios 4:5; 2 Timoteo
4:8; Apocalipsis 22:12. ¿Cuál es El
lugar del Tribunal de Cristo? 1 Te 4:17. Será en la esfera celestial. 2
Corintios 5.1-8. En la presencia del Señor. ¿Quién lo hará? El juicio es puesto en las manos del Hijo. Juan
5:22. Cristo, será el juez. El recompensará a cada uno conforme a su obra.
Apocalipsis 22:12.
11. Resurrección.
Revelado a los antepasados que habría de resucitar el Mesías. Era la
esperanza que sus cuerpos serían levantado juntamente con él, tanto los que
durmieron en esperanza y los que después creerían por su anuncio y
manifestación a Israel.
Jesús
dijo que él es la resurrección y la vida el que cree en él, aunque este muerto
vivirá. El que vive y cree en él, no morirá eternamente. Juan 11:25-26.
En este sentido el profeta Oseas nos
dice: nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará. Ose
6:2. La resurrección de Jesús cambio el panorama de todos los judíos y
discípulos que, afectados por su muerte, no esperaban fuese Divino Jesús. Y se
convencieron después de la resurrección de Jesús. Y creyeron todo lo dicho por
las Escrituras de él.
En este sentido los apóstoles sufrieron
un cambio total después de la resurrección de Jesús. Las Escrituras hablan de
la resurrección de forma fidedigna y sus hechos históricos legales son
completamente reales, que no queda la menor duda para creerlo.
En lo que respecta al fundamento de los
hechos Bíblicos sobre la resurrección, encontramos lo siguiente:
a. Su cuerpo que los principales
sacerdotes junto con los fariseos, pidieron a Pilato, mandar a custodiar. Luego
ellos no indagaron su búsqueda, no formularon ningún juicio para encontrarlo.
Porque Resucitó y apareció su tumba vacía. Mat 28:11. Y ellos persistieron y
pagaron mucho dinero a los soldados para divulgar un dicho, que hasta hoy creen
los judíos, que se escondió el cuerpo de Jesús por algún seguidor. Y no fue
así. Mat 28:11-15. Pero María Magdalena y María, estaban sentada frente al
sepulcro eran testigo junto a José. Ellas vieron que José colocó a Jesús en el
sepulcro, e hizo rodar una gran piedra. Y fueron también testigo de su
resurrección. Mateo 27:58-60; Mat 28:9-11
b. Se cumplió la profecía con los ricos
fue su sepultura. Isa 53:9. José de Arimatea un hombre rico, rogó por su cuerpo
a Pilatos y lo colocó en un sepulcro nuevo que había labrado. Mat 27:57-60.
Este José de Arimatea ha debido indagar la búsqueda de su cuerpo posterior a su
muerte. Pero no lo hizo porque Resucitó.
c. Los soldados romanos desaparecen, ya
que iban a pagar con su vida. Y esta medida de seguridad no podía ser quitada;
El sello Romano que colocaron en la tumba muy difícilmente pudieron ellos
destruir y rodar la gran piedra. Y no hay indicios, donde busquen a estos
soldados para preguntarle por el cuerpo; porque Resucitó. Mat 27:60, 62-66
d. Las investigaciones sobre el hecho
por parte de los romanos y la seguridad puesta al sepulcro han debido surgir
por el hecho ocurrido. Pero sin resultados porque resucitó. Posteriormente
siguen las investigaciones ya que aparece en el libro de Lucas uno llamado
excelentísimo Teófilo a quien Lucas le da explicación; pero para saber los
hechos certísimos ocurridos al resucitado. Luc 1:3-5; He 1:1.4
e. Hubo un gran terremoto porque un
Ángel del Señor descendió del cielo y rueda la piedra. Después aparece sentado
sobre ella, cuando van de mañana a ungir el cuerpo del Señor María Magdalena y
María. El Ángel le dice: no está; ha
resucitado. Y las envió a avisar a los discípulos. Mat 28: 1-8
f. Jesús va al encuentro de estas
mujeres y le dice no teman, avisen a sus hermanos ha resucitado, para verlo en
Galilea. Mat 28:9-10. Entretanto cuando
se enteraron los discípulos por las mujeres le parecía locura y otros se
asombraron; pero algunos fueron al sepulcro. Y Pedro corrió al sepulcro; cuando
miró dentro vio los lienzos solos, maravillándose corrió a casa. Luc 24:11-12,
22-24
g. En el camino en Emaús Jesús aparece
hablando y explicándoles a través de toda la Escritura los acontecimientos
ocurridos sobre Él. Mat 28: 14-29
h. Aparece a sus discípulos después que
las mujeres les avisan. Presentándose varias veces hablando con ellos, dándole
unas instrucciones, recibidas posteriormente en el pentecostés. Y ellos vieron
después de esto al Señor que fue llevado arriba al cielo. Mat 28: 16-20; Luc
24:30-49-53; He 1:3-4
i. El Señor Jesús después de resucitado
apareció a más de 500 personas. Entre ellos a José de Arimatea. Pues él no
ejerce ninguna función en pro de encontrar el cuerpo. 1 Cor 15:6
j. Después hubo persecución y dieron
muerte a sus discípulos. Los apóstoles, así se expusieron después de la
resurrección, aceptados por ellos, aún con tantos atropellos impuestos por el
imperio y por los religiosos, porque habían visto al señor resucitado. He
12:4-6
k. Pedro había negado y vituperado al
Señor. Luego que lo vio resucitado y
verlo irse al cielo, hace defensa de su Apostolado. He 2:14; 15:7. Esteban fue
apedreado. Antes ve a los cielos abierto y al Señor Jesús a la Diestra de
Dios. He 7:55-60
l. Aparece a un ciudadano romano judío,
llamado Saulo en el camino a Damasco, y esté hecho cambia la historia de este
ciudadano romano que antes perseguía a los seguidores de Jesús. Y ejerce
defensa del evangelio. He 9:1-22. Y de igual forma defiende su causa. He 25:8
11.1. La resurrección dio a conocer:
a. Al
hombre su eternidad. Isa 52:2; 53:12
b.
Su Gloria Eterna. Ju 2:22; Isa
52:13; 53:12
c. Su vida eterna. Juan 17:3
11.2.
Los evangelios explican la resurrección:
a. Serán
como los ángeles. Mat 22:30
b. Ya no se podrá morir más.
Luc 20:35-36
c. En la resurrección unos
saldrán de los muertos para salvación y otros para condenación. Juan 5:29
d. Dios es un Dios de vivos
no de muertos. Mat 22:32
e. Habrá recompensa. Luc
14:14
f. Serán tenidos por dignos
de resucitar. Por haber creído a Jesucristo. Luc 20:35
g. Se cumplió la profecía de
Ezequiel. Ez 37:12-13; Mat 27:52-53; Jua 11:25-26
11.3. La Resurrección de Jesús en su
Glorificación Eterna y Sempiterna.
Jesús
reinaba en Gloria con El Padre, el poseía Gloria Eterna a la Diestra del Yo
Soy, El Eterno Padre. Juan 17:3. Cuando se cumplió el tiempo establecido por
Dios, para cumplir el plan de redención, que había determinado en la Eternidad
en Unidad a su Diestra y su Espíritu Santo. Jesús vino a cumplir la voluntad de
Dios. Como el brazo poderoso, el brazo ejecutor de su voluntad. Y tomó forma de
hombre, se hizo hombre por voluntad de Dios y fue engendrado por su Espíritu.
Juan 1:14. Vino en un cuerpo humano. Para en este mismo cuerpo resucitar. He
3:13. Para darnos un cuerpo nuevo glorioso, después de haber sido Glorificado
por el Padre. Heb 2:14-17.
Y de esta forma: Es Sempiterno porque
no tiene un principio y no tiene fin. El principio que se anuncia en Juan es el
principio de la Eternidad. Juan 1:1. Eterno en Gloria, y vino como humano, pero
siendo igual a Dios, para poder poner su vida para redimir al hombre y luego
después de cumplir el plan de Dios. Volver a recibir su Gloria del Padre. Jesús
dijo tengo poder para poner mi vida y volverla tomar. Ese mandamiento recibí
del Padre. Juan 10:18
12. Gloria.
Jesús hace una oración única, glorifícame Padre a tu lado, con aquella
gloria que tuve contigo, antes que el mundo fuese. Jua 17:5
a. En el principio. Era con el Padre. Juan 1:1-2;
17:3-5
b.
En Jerusalén. El Padre lo glorifica. Sal 91:15; Juan 13:31-32
c.
En la resurrección. Después de la ascensión. Rom 1:4
d.
Fue glorificado cuando creyeron en él. Juan 20:28; He 13.48
e.
Cuando recibieron la promesa del Espíritu Santo. Juan 16:14; He 3:13
G. Redención.
La Escritura llama redención a la restauración de la humanidad
a su estado original. Y devolver al hombre al paraíso de donde fue echado por
causa de pecado. Sal 111:9. Jesús
ejecutó la redención. Él es el Redentor. Luc 2:38. La redención la hizo Jesús
por su obra Vicaria, justifica gratuitamente por su gracia. Rom 3:24. En quien
tenemos redención por su sangre, el perdón de pecado según las riquezas de su
gracia. Efe 1:7. Y por Jesús, en la sabiduría de Dios, estamos justificados,
santificados y redimidos. 1 Cor 1:30
Las Escrituras nos dicen: cuando Jesús entregó el Espíritu,
se rasgó el velo del templo, tembló la tierra y muchos sepulcros se abrieron.
Salieron muchos cuerpos de santos, se levantaron y aparecieron a muchos. Y en
esto se cumple la profecía de Ezequiel 37. Mat 27:50-53. Mas sin embargo todavía
no se ha ejecutado la obra completa de redención pues todavía no ha sucedido la
resurrección de los muertos en Cristo. Que sucederá en cualquier momento según
las Escrituras.
1. Regeneración.
Regenerar, es volver a renovarse.
Nacer de nuevo una célula. En este caso nacer la persona de nuevo.
1.1. Regeneración humana
Los seres vivos tienen la capacidad de regenerar, de renovar
sus células mientras tengan vida. Así también en Cristo somos renovados, para tener vida en él. Renovados a través de la obra
vicaria de Jesús. Y la obra del Espíritu Santo. Ju 5:21, somos engendrado por su Espíritu Santo. 1Ju 5:1. Haciéndonos una nueva criatura. 2Co 5:17. Recibiendo una nueva vida. Rom 6:4. Siendo participé de su naturaleza divina. 2Pe 1:4.
1.2. Es obra de Jesús su hijo.
Por
voluntad de Dios, Jesús viene y toma un cuerpo humano. Dios le dio el
mandamiento de poner su cuerpo por la humanidad y volverlo a tomar, al ser
resucitado. Su cuerpo espiritual de gloria, se limitó a un cuerpo humano, con
limitaciones humana.
Un
espíritu no podría salvarnos. Solo la humanidad del hijo de Dios nos salvó. Es
decir: posee nuestra naturaleza humana para justificarnos delante de un Dios
Santo y al mismo tiempo justo. Es incorrecto sostener otra manera de explicar.
Como solo fue un espíritu. Pues no tendría lugar la justificación, la
santificación, ni la regeneración del ser humano, actos totalmente legales en
la justicia Divina. 1Cor 1:30.
Comprendemos
entonces la gran y admirable sabiduría de nuestro Dios creador, al planificar
todos estos eventos cumplidos en totalidad por su diestra. Jesús la diestra de
Dios, hijo de Dios. Vino en un cuerpo humano para poder redimir al ser
humano. Dejando su trono de gloria. Se
limitó a un cuerpo. Y actuó en el poder del Espíritu Santo. El Espíritu Santo
del Padre, estaba en Jesús. Y actualmente Jesús está en nosotros. Ju 17:21.
Por
otra parte, la manifestación de Jesús, el hijo de Dios, con un cuerpo
Espiritual, es visto por sus discípulos en la transfiguración. Mat 17:2. Cuando
muere Jesús. Muere su cuerpo humano. Porque Dios no muere. Es eterno. Quien
desciende al infierno es el espíritu humano del cuerpo de Jesús. Ya que murió
condenado por la humanidad. Efe 4:9.
El
Espíritu del hijo. El Espíritu de su diestra se queda con el cuerpo humano de
Jesús, quien lo resucita al tercer día. Después de haber ascendido de los
infiernos. Efe 4:10. El espíritu de Jesús desciende
a los infiernos, y anuncia a los espíritus encarcelados su obra. 1Pe 3:19.
Luego
resucita, y va al seno de Abraham con el cuerpo resucitado de los muertos. En
este momento, trae cautiva la cautividad. Es decir; los muertos que esperaban
su promesa en su venida, los traslada al paraíso. Luc 16:22; Efe 4:8; 1Co 15:6.
Luego
se presenta a sus discípulos, y va al Padre a ser glorificado. Ju 20:17. Recibe
del Padre el poder para infundir aliento de vida. Al Espíritu Santo de Dios. Ju
20:22. Se le da un Nombre, sobre todo nombre dado al hombre, poder y autoridad.
He 4:12. Sobre todo, poder y autoridad por su obra realizada. Y este es el
significado de su Nombre. El poder y la autoridad ejercido por Jesús. Mat
28:18.
En
resumidas cuentas, poseía Jesús el hijo de Dios, un cuerpo humano, un alma
humana, un espíritu humano. Para poder regenerar este cuerpo de muerte. Y
darnos uno celestial. 1Cor 15:49. Jesús tuvo que poseer un cuerpo igual al
nuestro. Hb 2:14. También poseía un cuerpo espiritual desde la eternidad. Al
igual al Padre celestial. 1Cr 15:40.
Por
consiguiente, el Espíritu de Dios que había sido profanado entre los pueblos,
Jesús lo santifica en su cuerpo. He 1:5. Entonces el Espíritu de Jesús hijo de
Dios, de Cristo, del Mesías, del Ungido, lo resucitó de los muertos, pues había
recibido mandamiento de Dios de hacerlo. Jesús dijo: que tenía mandamiento o
poder para ponerlo y volverlo a tomar. Ju 10:17-18; He 2:32.
Mientras
el Espíritu de Dios vuelve al padre, al abandonar a Jesús para poder morir en
la cruz su cuerpo humano. Mat 27:46. El Espíritu Santo es vuelto a Jesús,
después de resucitar e ir a ser glorificado por el Padre, es allí donde tiene
el poder de impartir por la promesa al Espíritu Santo al creyente. He 2:33; Ju
20:17.
Y
de esta forma venir a morar en cada creyente. Él está con nosotros, con su
Espíritu y en nosotros con el Espíritu Santo. Por su parte, Dios estuvo en
Jesús con su Espíritu Santo. Jesús actuaba en el poder del Espíritu Santo,
mientras estuvo limitado a un cuerpo humano. Ahora su Espíritu está en nosotros
porque ya fue glorificado.
En
todo caso, el Espíritu Santo de Dios que estuvo con Jesús está en nosotros,
como estuvo en Jesús. Porque Jesús nos
santificó en su obra vicaria, en el cuerpo humano. Y con nosotros porque lo
prometió, que no nos dejaría solo. Es así
que nuestros cuerpos tendrán la capacidad de ser transformado, por la
regeneración. Cuando venga Jesús en gloria. Ju 14:18, Mat 28:20, Ti 3:5, 1Cor
15:51-57.
Dios
es Espíritu, es un cuerpo celeste. Al igual es su hijo un cuerpo celeste, con
un cuerpo humano glorificado. Y son uno en propósitos, unidad y voluntad. El
Espíritu de Dios es uno con el Padre y con el Hijo. Siendo unidos, en toda su
voluntad. Nunca harán nada sin la unidad de su voluntad. Al decir la Escritura,
el Espíritu del Padre, y el Espíritu del hijo, no se está refiriendo a una
separación, sino al cuerpo celeste espiritual. Dios y Jesús a su diestra, en
unidad espiritual.
En
este aspecto, al Jesús separarse de la gloria de Dios, el Espíritu de Dios lo
acompaña, y ejerce el poder que no podía ejercer Jesús en su cuerpo espiritual,
porque está limitado a un cuerpo humano.
Al separarse su diestra de la gloria de Dios, y venir a poseer un cuerpo
humano, queda limitado a ese cuerpo. Y el Espíritu de Dios lo asiste. De esta
forma también nos asiste a nosotros los que hemos sido redimidos, por su
Espíritu Santo en los dones espirituales.
Al
Jesús poseer de nuevo su gloria, siendo glorificado por el Padre. Tiene la
facultad, el poder, la autoridad, de transmitir la promesa del Padre, al cuerpo
humano. Así como él la poseía en su cuerpo humano. El Espíritu de Dios, es
santo en el cuerpo de Jesús. Y el Espíritu Santo dado en la glorificación de
Jesús mora en nosotros.
1.3.
La regeneración la
obra del Espíritu Santo.
En
conclusión. El Santo que mora en nosotros; es el Espíritu Santo, que regresó al
hijo cuando Jesús fue glorificado por el Padre. El Espíritu de Jesús, el hijo
de Dios mora en nosotros. Estaba con los
discípulos cuando Jesús andaba con ellos. Al Jesús resucitar y ser glorificado
estaba en ellos. Y está en nosotros y con nosotros porque no nos dejara solo.
Nuestra
regeneración depende de la obra que hizo Cristo. Una regeneración sin la
intervención Divina de Jesús, no es perdurable. Ni tiene la vida eterna. Una
regeneración eterna es la que cree en la obra vicaria de Jesús. ¿Y quién
imparte esta regeneración? es su Espíritu Santo.
En
este sentido los profetas anuncian claramente cuál va a ser su obra en el Nuevo
Pacto, del Espíritu Santo: sería derramado sobre todo Israel, y sobre toda
carne, será dado para siempre, morará en el corazón del hombre, el cual
regenerará y santificará. Ti 3:5; Isa 44:3; 59:21; Joel 2:28-29; Eze 36:26-28;
Jer 31:33.
H. Restauración de la Imagen de Dios en el hombre.
A través de Jesús Dios nos perdona las ofensas hechas a Dios
Padre. ¿Porque tendría Dios que perdonar al hombre? Dios tiene que perdonar al
hombre porque nos hizo a su imagen y a su semejanza Y la falta de obediencia de
su creación al creador a destruido o profanado la imagen de Dios en el hombre.
A Dios perdonar al hombre, significa restaurar su Imagen en
el hombre. La imagen perdida a causa de las ofensas hechas a su
imagen. Nuestra imagen que es la de Dios, fue afectada y Dios la restaura en
Jesús. No te harás imagen de
ninguna cosa ordenó Dios. Aun ni de el mismo. Éxodo 20:3-5, 23. Pero cuáles son las causas que originan el
hecho de dañar la imagen. De
Dios en nuestras vidas: Todos nos sentimos
ofendidos, heridos por palabras, acciones y hechos. A través de
la vida por padres, madres, hermanos, hijos, familiares, amigos, conocidos o
desconocidos.
Por razones de nuestro sano juicio. Nos ofenden precisamente en la parte que más
nos duele. En el momento donde hay más debilidad económica, social, política, cultural.
Y hasta religiosa. Cuando hay más
vulnerabilidad en nuestras vidas. Y donde hay más fortaleza, prudencia,
entereza y confianza en uno mismo. Sentimos las ofensas de palabras, hechos y
acciones ante nosotros. Como si no lo merecemos. Y que no somos así como la persona nos
cataloga. La ofensa es por algo que creemos no es así, y que no es lo que
somos.
Ante los ojos de nosotros mismo y de los demás nuestra
imagen se afecta. Así es afectada la imagen de Dios cuando Idolatramos e
hacemos ídolos de su imagen. Los antiguos padres como lo hemos visto profanaron
su imagen, haciendo cosas no actas del ser humano hecho a la imagen de Dios.
Tal es el caso de hacer imágenes dentro del propio templo que había hecho el
Rey Salomón para adorar a Dios vivo. Actualmente vemos también dentro del mismo
templo que se adora a Dios, imágenes muchas veces espantosas.
En consecuencia: Las
palabras, hechos y acciones ofensivas van y vienen en nuestra mente
constantemente. Y hacemos un juicio de ellos, hasta llegar a reaccionar. La
reacción es no perdonar lo que nos hacen. Constantemente la imagen que tenemos
de nosotros mismos y que tienen de nosotros los demás, se ve ofendidas con
palabras, hechos o acciones.
¿Cómo se sentiría Dios cuando su imagen fue afectada? Si
leemos las historias de los reyes y lo que Escribieron los Profetas. Tendremos
una idea más clara, cómo profanaron el nombre de Dios los antiguos padres. Es
por eso que se hizo necesario que Dios restaurara esta imagen. Dios le dio el
dominio al hombre sobre la tierra, y él se lo entregó a otro. Cristo restauró la imagen de Dios al entregarnos el poder para perdonar. Nosotros tenemos el poder de perdonar. Las
ofensas no pueden dominarnos. Trayendo sobre nosotros amarguras,
resentimientos, odios y desamor.
Dominemos por el perdón, restaurando la imagen de Dios en nosotros. Ju
1:1
El primer hombre Adán, destruyó por la desobediencia la
imagen de Dios. Dios había establecido al pueblo de Israel mediante la
obediencia a la Ley, restaurar su linaje, que estaba en desobediencia y moría.
Pero no fue así, se mezclaron con otros pueblos. Y se volvieron peores que
Sodoma y Gomorra. Solo vemos a Nohemí restaurando con Rut a la descendencia del
Mesías. Pero Jesús vino y restauró la imagen de Dios obedeciendo a Dios en
todo. Y por ende la imagen de Dios en el hombre.
En este sentido es lo que llama la Escritura Redención.
Jesús es el Redentor. El la redención como ya hemos mencionado somos
justificados gratuitamente por su gracia. En quien tenemos redención por su
sangre, el perdón de pecado según las riquezas de su gracia.
I. Importancia del Fundamento de la Doctrina en las Escritura.
"¿Quién
dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Preguntó Jesús. Pedro fue el
único que dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Unos dijeron que
era Juan el Bautista, otros Elías, otros Jeremías, otros es un profeta. Y otros
lo llamaban hijo de David. A si mismo sucede hoy en día no saben realmente
quién es Jesús. Porque Dios no se lo ha revelado, como se lo reveló a Pedro.
Para
que sepas quien es Jesús tiene el Padre que revelártelo a través de su
Espíritu. Mat 16:13. San Mateo hace una descripción de Jesús como el Rey que
esperaban los judíos. Dice que su nombre será Jesús. Y que es el Mesías, el
Cristo que los judíos esperaban para que los salvará de sus pecados. Ellos
creían que iba a establecer su reino de inmediato. Pero Jesús le dijo que su
reino no era de este mundo.
Sin
embargo, en las Escrituras en el evangelio de San Juan se escribe para una
comprensión universal. Y nos dice que Jesús es el hijo de Dios. El verbo hecho
carne, la palabra hecha carne. Y nos dice que los judíos rechazaron al Mesías
esperado. Por tal motivo la salvación paso a todos los hombres. Por otra parte,
San Marco nos dice que Jesús es el siervo de Dios. Jesús como el siervo de
Dios. El que se sometió a la voluntad de Dios y obedeció en todo hasta la
muerte en la cruz para salvar a su pueblo de sus pecados.
San
Lucas era médico y detalló la humanidad de Jesús, como el hombre perfecto. Dios
Hijo, hecho el hombre perfecto, para venir a sufrir, padecer en su carne por
todos nosotros. Aunque nunca pecó, y fue perfecto, Dios quiso someterlo a
padecimiento por el pecado de todos los hombres. Según nos explica la profecía
de Isaías 53.
Por
su parte casi todos los libros en el Nuevo Testamento presentan a Jesucristo,
saludan en su Nombre, son llamados en su nombre y hablan en su nombre. No
indican porque unieron el nombre de Jesús con el de Cristo y dicen Jesucristo.
Pero si Jesús es el Cristo, el Mesías, el Ungido, naturalmente la unión de las
palabras Jesús el ungido, es Jesucristo.
1.
Los Evangelios dicen: El evangelio de Jesucristo. Mat 1:1; Marc 1:1; Juan 1:17
2. Lucas
dice en Hechos: Luc 1:31; He 2:38; 3:20; 5:42
3. Saludan con la gracia de Nuestro
Señor Jesucristo. Rom 16:24
4. Su saludo es: Y la paz de Dios Padre
y del Señor Jesucristo. 1 Cor 1:3,9; Gal 1:3, Efes 1.2; Fil 1:2;
Col 1:2; 1 Tes 1:1; 5:28; 2 Tes 1:2
5. Gracias, misericordia y paz, de Dios
Padre y del Señor Jesucristo. 2 Tim 1:2; Ti 1:4; 2 Jua 1:3
6. Gracias y paz. Fil 1:3, 25; Heb
13:20
7. Siervo de Dios y del Señor
Jesucristo. Sant 1:1
8. Bendito el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo. 1Pe 1:3
9. Siervo y Apóstol de Jesucristo. 2Pe
1:1
10. Su Hijo Jesucristo. El verdadero
Dios, y la vida Eterna. Ju 5:20
11. Siervo de Jesucristo, llamados,
santificado en Dios Padres. Y guardados en Jesucristo. Ju 1:1
12. La revelación de Jesucristo. Apo
1:1