Doctrina III El Señor Jesús

Capítulo III

III. El Señor Jesucristo.

A. Anuncio de la venida del Hijo de Dios.

1. A Adán

            En Génesis nos dice; tu simiente será herido en el calcañar, más tú en la cabeza. Gen 3:15. Significa la traición intencionada recibida de Judá, movido por parte de los ancianos de su propio pueblo. Y en el salmo de David, nos señala, que era muy cercano, hasta comía de su pan. Esto indica la traición que recibiría el Mesías. Sal 41:9. Judá fue su discípulo, lo traicionó, y comía de su pan. Jua 13:18-27

2. A Noé.

            En Génesis 9, aparte de la promesa de no destruir más la tierra y los seres vivientes con agua, vemos una de las revelaciones anunciadas de las Escrituras más valiosa, la demanda de la sangre de todo hombre y de todo animal. Posteriormente dada como ley a Moisés en el Sinaí. Y que sería realizada por el Hijo de Dios. Gen 9:4-6.

            También se le anunció a Noé, la señal exacta, en la venida del Hijo de Dios, con respecto a la situación geopolítica, en la que se encontraría el Mesías en su estadía en la tierra, para salvar a su pueblo de sus pecados. Donde Dios cumpliría totalmente las profecías de su venida como salvador, y en su venida el total cumplimiento de la bendición de Noé a sus hijos. Gen 9:27

            La demanda de la sangre fue dada y Jesús anuncia el nuevo pacto y lo recibieron sus discípulos en la despedida de Jesús. La de entregar su carne y su sangre para remisión de los pecados. Mat 26:26-28. Porque sin derramamiento de sangre no hay remisión. Heb 9:22. Y también en la venida de Jesús. Jafet siendo el Imperio Romano fue engrandecido, y moraba en las tierras de Sem, Jerusalén, y Cam era su siervo. Mat 2:1

            3. A Abraham.         

A Abraham le revela la fe, como medio para recibir la justificación, porque le cree a Dios. Gen 15:6, Gal 3:6, Sant 2:23. Y le muestra el sacrificio expiatorio al cual sería sometido su Hijo en rescate por muchos, así fue Jesucristo. Gen 22:1-18. Hoy debemos creer a Jesucristo. Y creer, él es, el Hijo de Dios. Jua 9:35-38, He 8:37. En su obra expiatoria para perdonar los pecados, tal como nos anunció el profeta Isaías y Jesús. Isa 53:10; Mat 20:28; Luc 5:24

            4. A Moisés.

            A Moisés Dios le revela el Tabernáculo de Dios en el cielo, y se lo muestra para que haga una réplica o una figura para que podamos entender a Jesucristo. Desde su salida de Egipto le muestra su salvación a través de su brazo poderosa. El vio la salvación de Dios. La institución de las leyes eternas, junto a la vara de Aarón y el maná, guardadas en el arca del pacto como testimonio, resguardada por querubines. Ex 25:21; 40:20; Heb 8:5

            5. A David.

            Al Rey David le indica, su reino será firme perpetuamente delante de Jehová, refiriéndose al Mesías. 2 Sam 7:16, 1 Re 2:45. Y no faltara lámpara en su reino. Porque a su reino lo destruyeron, pero Dios le prometió retoñar el poder de David; he dispuesto lámpara a mi Ungido. Refiriéndose al Mesías como raíz de David. A pesar de que no cumplirían sus generaciones su pacto con Dios. Dios si cumpliría su pacto con el Mesías. Sal 132:17

1.   A los profetas.

            La profecía que nos revela el anuncio y la revelación del Hijo de Dios, se encuentra en la profecía dada a su pueblo, en Isaías cap. 52 y 53. También Jeremías al igual que Isaías anuncia sobre el Mesías, como el renuevo. Isa 4:2; Jer 33:15. En los Salmos, nos habla del Hijo de Dios como un decreto publicado. Sal 2:7.

            Luego habló el profeta Oseas, de Egipto llamó a su Hijo: habla de su pueblo cuando salió de Egipto como teniendo en su descendencia, en su linaje según la carne la procedencia humana de su Hijo. Ose 11:1. Profecía que se cumple, como referencia, escrita en los evangelios. Mat 2:15

            7. A su pueblo de Israel.

            El único, verdadero Dios, instituyó a sacerdotes, escribas y profetas, quienes instruyesen a su pueblo Israel. El pueblo era instruido en la ley y en la venida del salvador; encontramos muchos escritos al respecto, de la venida del Mesías.

            En la época en la cual vino el Mesías, Zacarías el sumo sacerdote y padre de Juan el Bautista al nacer Juan. Hizo una declaración, lleno del Espíritu Santo, donde bendijo al Dios de Israel, diciendo que lo ha visitado, y redimido a su pueblo, levantó un poderoso salvador en la casa de David su siervo. Luc 1:67-79.

            Igual encontramos como muchos esperaban su manifestación a Israel, la consolación a Israel, la redención en Jerusalén, entre ellos lo referente a Simeón y Ana. Luc 2:25-38. Natanael, y los discípulos de Juan, hablaban entre ellos hemos encontrado al Mesías. Jua 1:41

            En resumen, como anunció a Jesús, a través de sus siervos los profetas, a su pueblo Israel.

            7.1. Fue revelado. Como hijo de Dios. Sal 2:7

            7.2. Es Eterno. Sus salidas son eternas. Miq 5:2

            7.3. Su Deidad. Como la diestra de Dios. Su brazo ejecutor de su voluntad. Ex 15:6, Sal 110:5, Mar 12:36

            7.4. Su Plenitud. Lo llena todo. Sal 16:11, Col 2:9

            7.5. Gracia. Por su gracia son salvos. Ose 14:4

            7.6. Humano. Lo revelo a sus siervos, y profetas. De simiente santa. Isa 6:13, 80:17

            7.7. Unidad. Dios es uno con su diestra. Sal 44:3, Ex 15:12

            7.8. Santidad. Como hijo Dios es santo. Ex 15:11, Isa 57:15, Sal 110:3,

            7.9. Sanidad. El árbol de la vida para sanidad a las naciones. Jer 36:6, Apo 22:2

            7.10. Salvador. Es redentor. Sal 20:6, 98:1

            7.11. Resurrección. Los levantará. Os 6:2, Isa 26:19

            7.12. Gloria. Isa 63:12, Sal 66:2, 72:19

 

B. El Hijo de Dios.

            1. Morada.    

            a. Eterna.

            Su morada es Eterna. Es desde la eternidad como lo pronuncia el profeta Miqueas nos habla de que sus salidas son desde el principio de la eternidad. Miq 5:2. El evangelio de Juan nos dice que él era con Dios, era Dios y todo fue hecho por él. Jua 1:1-3

            Jesús indicó una oración especial y única al Padre, el cual le dijo sea glorificado a su lado con la misma gloria que él tenía antes que el mundo fuese. Juan 17:5. Desde su comienzo en su ministerio dijo que verán al Hijo del hombre sentado a la diestra de Dios. Después de 40 días de resucitado, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Marc 16:19

            Jesús está en el seno del Padre, eso implica cercanía, unidad, voluntad íntima, estar cerca en la eternidad. Juan 1:18. Jesús les dijo a sus discípulos que él había salido del Padre, y he venido al mundo, pero otra vez lo dejaba, para ir al Padre. Y sus discípulos eran amados por el Padre, porque amaban a Jesús y creían, salió de Dios. Jua 16:27-28

            2. Nombre.

            a. Autoridad y Poder.

            Enseñó con autoridad. Sujeto los vientos y los mares con autoridad. Sujeto al enemigo con autoridad. En el poder del Espíritu Santo. Su Nombre es sobre todo nombre nos indicó Pedro. He 4:12. Pablo en las epístolas nos dice; en su Nombre se sujetan todas las cosas las del cielo, las de la tierra y debajo de la tierra. 1 Cor 15:27; Fil 2:10

            Nadie tiene la autoridad, el carácter, el poder, el dominio sobre los poderes en la tierra y en el cielo, solo Jesús. Por eso hablar de su Nombre es expresar su carácter, su autoridad, su poder, su fama, adquirido por él mismo, El Hijo de Dios.

            Su nombre es preguntado por Manoa padre de Sansón. Y él dijo: porque me preguntas mi nombre que es admirable. Jue 13:18. El profeta Isaías también nos indica que su nombre es Admirable, Consejero, Padre Eterno, Príncipe de paz. Isa 9:6

            El Hijo de Dios, antes de venir a esta tierra como ya hemos mencionado: es la diestra de Dios, El brazo ejecutor de sus obras prodigiosas y maravillosas.  Estaba en el seno del Padre. Es uno con él, en cuanto a unidad y voluntad.

            Los antiguos escritores, para distinguirlo del supremo Dios, lo mencionan como Ángel de Jehová. Es lo que se conoce en la Teología como una teofanía. Es decir; una manifestación de Dios de forma visible y corpórea. También es anunciado como el Ángel del Señor. El Ángel de Jehová es identificado con Dios mismo, dando mandato, bendiciones y promesas.

            Es este, el caso del encuentro de Agar la sierva de Saraí con el Ángel de Jehová. Gen 16:7-13. Y el encuentro que tuvo Abraham cuando fue probado, desde el cielo escucha su orden y luego su promesa. Gen 22:11-18. Como Ángel de su Faz, solo es mencionado por el profeta Isaías. Isa 63:9

            El Nombre que obedeció la voluntad de Dios para cumplir con sus planes es Jesús el Cristo. Jesucristo. El Todopoderoso. En su Nombre sucedieron y suceden sanidades. He 3:16. Liberaciones, transformaciones y milagros. Solo en el Nombre de Jesús hay que esperar. Pero su Nombre significa su poder, su autoridad, su carácter. Su gobierno sobre todas las cosas visibles e invisibles, en todo lo alto, ancho, largo, y profundo de lo existente.

            En este sentido debemos comprender su Nombre desde los siguientes aspectos:

            a. Para que conocieran su Nombre. Isa 52:6; 53:12, Ju 17:6

            b. Su Nombre es Poder, Autoridad, Carácter. Isa 11:2; 52:6-7; Luc 4:36, 8:49, 20:2, 22:51

            a. Se dirige a Dios como Padre y Santifica su Nombre. Luc 11:1-2

            b. Dios le dice a Moisés Él es, Él que es, El Yo Soy. Es su Nombre. Ex 3:11-15; Jua 8:28

            c. El Salvó a su pueblo de sus pecados. Y les cumplió su promesa. So 3:17; Mat 1:21

            d. Y en ningún otro hay salvación. No hay otro Nombre. He 4:12

            e. Todo cuanto pidamos al Padre en su Nombre será hecho. Jua 14:13-14

            f. Igual que el Nombre de Jesús es todopoderoso, en su Nombre se doblará toda rodilla. Y toda lengua confesará que Jesús el Señor. Isa 45:23; Ro 14:11

            g. Su Nombre es el poder con el cual su obra en su Nombre se cumple. Para ser sus embajadores, sus testigos. He 1:8. El profeta Isaías nos dice: que es Admirable, Consejero, Dios de Paz, Padre Eterno. Isa 9:6. Siempre se les otorgó el derecho a los sacerdotes de utilizar el Nombre de Dios para bendecir al pueblo. Dt 10:8. Y para hacer las cosas Santas en su Nombre. Dt 23:14

            3. Pacto.

            Dios hizo pacto con los antiguos para hacer un pueblo para él, para su Hijo. Ex 34:24. Su pueblo no cumplió con el pacto establecido y anunciado; invalidaron su pacto concertado con familias, pueblos y naciones, de la descendencia de Israel. Gen 22:18; Jer 11:10; De 29:13-15. Dios levanta un renuevo justo. Jer 23:5. Y hace un nuevo pacto con su Hijo. Pacto que cumplió Dios. Isa 6:8-9; Jer 31:31. Y Jesús hizo todo lo que quiso el Padre, y obedeció en toda su voluntad. Antes de entregarse a sacrificio y a muerte, se lo índico a sus discípulos. Mat 26:26-28

            4. Nacimiento.

            Antes de venir a la tierra Jesús, el Hijo de Dios, es la diestra del Padre, su brazo que ejecuta su voluntad, hay manifestaciones de su presencia. Los antiguos escribieron, nombrándole como el Ángel de Jehová, recibiendo adoración como Dios. Jue 13:18-22

            El nacimiento de Jesús sucede cuando María y José estaban desposados para casarse antes que se juntasen. Sin María conocer varón, el Espíritu Santo vino sobre ella, y el poder del Altísimo la cubrió con su sombra, a María; y el Hijo de Dios fue concebido en el vientre de María. Mat 1:18; Luc 1:34-35

            Luego acercándose la fecha del nacimiento, vinieron José y María a empadronarse a Belén. Luc 2:4-7. Y Jesús nació en Belén de Judea como dice las escrituras que nacería en la ciudad de David. Belén de Judea era de la ciudad de David. Miq 5:2. Mat 2:5. También recibe adoración de unos astrólogos o magos del oriente, que vienen a ver al Rey de los judíos, porque vieron su estrella como dice las Escrituras. Mat 2:1-2, 10-11. Y unos pastores fueron avisados por unos ángeles de su nacimiento. Luc 2:15

            Después por causa de Herodes, mandar a matar a todos los niños, temiendo por el rey de los judíos.  José se va a Egipto porque fue avisado en un sueño. Luego de otro sueño, para irse de Egipto a Israel, no regresa a Belén, sino se va Galilea a una ciudad llamada Nazaret, porque después de la muerte de Herodes reina su hijo Arquelao. Cumpliéndose así la profecía de Egipto llamé a mi hijo y sería llamado Nazareno. Nazareno significa raíz o vástago.  Mat 2:12-15, 19-23; Ose 11:1; Isa 53:2

            5. Ministerio.

            Jesús comienza su ministerio a la edad de 3o años, según las Escrituras, venía a manifestar su Nombre a Israel. Manifestó el nombre del Padre, glorificándole por la obra que él hizo. A salvar a su pueblo de sus pecados. El profeta Isaías hace una explicación magistral en la profecía entregada por el Padre. El pueblo de Israel esta profecía la toma para ellos, en realidad es para ellos, pero para decirle que el Mesías vendría, y vino como lo anuncia el evangelio de Juan. Ju 1:9-10

            Todo lo que dice las profecías de Isaías cap. 52 y 53, fue cumplido a cabalidad en el ministerio en la tierra del Mesías. Según la profecía de Isaías cap. 61:1-2a y 11:1-2, igual fue cumplido en Jesús el Hijo de Dios. Ministerio que se encuentra relatado en los evangelios y que se resumen en la obra redentora del Hijo de Dios.

            Dentro de su ministerio principal, se desempeñó como el Ungido de Dios, el sacerdote, el salvador de Israel. El maestro, evangelista por excelencia, el pastor de las ovejas, que dio su vida por sus ovejas, quien también fue profeta, sanador, libertador de su pueblo Israel y todo aquel que le cree. Hacedor de estupendos milagros, prodigios y maravillas. Y es actualmente nuestro abogado, quien intercede ante el Padre por su pueblo. Vendrá como Juez y Rey.

            6. Profecías.

            Dentro de las profecías sobre su venida, son variadas. Están muy ligadas los relatos de las dos venidas. Sus acontecimientos y señales parecen los mismos. La primera como salvador, la segunda como Juez y Rey. Si está claro que todos los profetas hablaron de su venida. Los libros de ley de Moisés, los salmos y los históricos, todo está escrito, íntimamente ligado a los acontecimientos de su venida.

            Génesis nos habla de la generación de Adán. Igual de la enemistad, entre los que creen a Dios y los que no logran creerle, porque son los hijos del maligno. Gen 3:15. Culminando en Judá, el cual alzó su calcañar contra Jesús y lo entendieron sus discípulos. Jua 13:18. También Génesis nos habla del pacto de sangre que haría Dios con el Mesías. Gene 9:5.

            Los libros subsiguientes a Génesis escritos igualmente por Moisés, que constituye los libros de la ley, o pentateuco, todos hablan del programa de Dios sobre la expiación que realizaría su Hijo, su Ungido, el Mesías. El Tabernáculo de Dios con los hombres. Heb 9:8-28

            Los libros Históricos desde Josué hasta Ester, nos hablan de los hechos prodigiosos y maravillosos de su brazo, su diestra. Y aun así no creyeron. Luego los libros poéticos recogen todos los sucesos de forma cantada y poética que realizó su brazo, su diestra. Sal 44:3; 98:1. Para entender las grandes verdades de la venida de Jesús. Tal como nos anuncia el salmo de David. Salmo 110:1-4

            De esta forma encontramos la profecía de Isaías, nos dice: el mismo que habla vendría. Isa 52:6. Al profeta Zacarías le anuncia, canta y alégrate hija de Sión, porque he aquí vengo, moraré en medio de ti, ha dicho Jehová. Zac 2:10. El libro a los hebreos cito este salmo. Entonces dije: He aquí, vengo. En el rollo del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado. Sal 40:7; Heb 10:7

            7. Labor desempeñada.

            Jesús desempeñaba una labor en la tierra de carpintero. Mat 13:55. Y luego comienza su ministerio, y es Maestro. Mat 12:38. Desde muy pequeño escucha a los doctores de la ley, todos estos se maravillaban de su inteligencia y respuestas. Luc 2:46-47. Acudió todos los sábados a la sinagoga, como de costumbre, por ser maestro se levantó a leer y se le dio el libro de Isaías. Luc 4:16-18

            Su labor como Pastor, el mismo lo dijo a sus discípulos, yo soy el buen pastor. Juan 10:14. Como pastor también dijo Jesús, él es la puerta de las ovejas, es la puerta que nos lleva al lugar santísimo, a la misma presencia de Dios. Porque cuando muere el velo del templo se rasgó. El velo es la puerta. Jua 10:7-11; Luc 23:45

            Es el Hijo de Dios y también, es siervo de Dios, por medio del profeta Isaías le dice: mi siervo, mi siervo justo. Isa 42:1, 53:11; Mat 12:18. Es Rey de los Judíos, porque Dios le prometió a David que no faltaría uno de su linaje en el trono de Israel. 1 Re 9:5. Y después de hacer su obra se sienta a la diestra del Padre como en el principio. Mar 16:19

            8. Doctrina.

            La doctrina no era como la de los religiosos de su época. Su doctrina era con autoridad. Jesús vino a plantear la verdadera forma de cumplir la ley, no sujeta a tradiciones de hombre, ni ha mandamiento de hombre. Habló sobre el derecho de la verdad. El amor y el perdón caracterizan la doctrina de Jesús. Descritas en los evangelios. Sentían admiración de su doctrina. Ordenó investigar minuciosamente en las escrituras. Jua 5:39; Mat 7:28

            El principal tema de Jesús es entender, que Dios es uno. Que él y el Padre son uno. Juan 10:30. En lo sucesivo sus enseñanzas doctrinales, se sujetaban a las Escrituras como el fundamento principal para determinar toda la verdad. Mat 22:29. Santifico, glorificó, y manifestó al Padre en el conocimiento de su verdad. Luc 11:2; Jua 12:28; 17:4

            Jesús dio especificaciones a sus discípulos como debería administrar su iglesia, haciéndole hincapié a Pedro que él es la roca, donde se debería fundamental su iglesia. Mat 16:18. Habló de todas las doctrinas que se manejan como pilares fundamentales del cristianismo. Jesús afirmó que su doctrina no era de él, sino del Padre que lo envió. Dando a entender que toda la doctrina estaba en las escrituras. Jua 7:16

            En resumen, la doctrina transmitida por Jesús, es igual a toda la descrita en las escrituras. Jesús hizo hincapié en conocer a Dios. Afirmo Él es Uno. Explicó hay que comprenderlo a él y a su doctrina. Jua 7:17. Informó había que investigar a profundidad las escrituras. Ju 5:39. Jesús señaló la obra del Espíritu Santo y su importancia para el hombre. Ju 16:8-16. Él les habló a sus discípulos sería su consuelo, y uno igual a él. El Espíritu Santo, que enviaría después de su partida. Ju 15:26

            Jesús hizo referencia de la condición del hombre en su corazón, y también afirmó, morirían en sus pecados sino creían en él, como el Hijo de Dios. Jua 8:24. Haciendo referencia de lo que hay en el corazón del hombre. Mat 15:19.

            También habló Jesús de su iglesia y mencionó, él era el fundamento donde debe ser edificada.  Mat 16:18. Instruyó a sus discípulos sobre su segunda venida en gloria. Mat 21.27. Y de igual forma de la condición de la iglesia, como la novia del cordero y la celebración de la unión final, las bodas del cordero. Mat 25:6

            Por otra parte, Jesús habló de los ángeles como sus mensajeros y colaboradores. De la condición de los ángeles. Mat 22:30, Mat 13:39, 41, 49; 24:32. Igual hablo de la condición del hombre alejado de Dios, que obra igual al Diablo. Jua 8:44. Resistió la tentación de Satanás. Mat 4:10. Habló sobre lo que puede hacer al hombre, Satanás, sólo si él lo permite. Luc 22:31.

            Por último, habló sobre el fin de los tiempos, de su reino, del juicio, y del reino de los cielos. Mat 24:7; Mar 13:8; Luc 21:10.

            En resumen, la doctrina Jesús la especificó en lo siguiente:

            8.1. Doctrina de las Escritura:

                        a. Examinar. Escudriñar. Las Escrituras. Porque son las que dan testimonio de él. Juan 5:39, Pro 2:2-5

                        b. No ignoremos las Escrituras. Para no errar. Mat 22:29

                        c. Las Escrituras se tenían que cumplir en él. Y así sucedió. Luc 24:26-27

                        d. Jesús abre el entendimiento para comprender las Escrituras. Luc 24:45

                        e. Creer en las Escrituras con mucha prudencia, sensatez. Luc 24:25

            8.2. Doctrina de conocer a Dios.

                        a. Es su Padre y nuestro Padre. Ju 20:17

                        b. El único Dios verdadero.  Ju 17:3

                        c. Es bueno. Mat 19:17

                        d. Santificar su nombre. Lucas 11:2

                        e. Orar al Padre en su Nombre. Ju 14:13

                        f. El Padre envió a Jesús. Y salió de él. Ju 17:8

                        g. Él y el Padre son Uno. Ju 17:21

                        h. Él vino a manifestar su Nombre. Ju 17:6

                        i. Las palabras que hablaba se las dio su Padre. Ju 17:8

                        j. Su reino. Fue preparado desde la fundación del mundo. Mat 25:34

            8.3. Doctrina del Espíritu Santo.

                        a. Hay que pedirlo. Luc 11:13

                        b. Es una promesa del Padre. Luc 24:49

                        c. Hay que creer en la voz del Espíritu Santo. Sin blasfemar. La blasfemia contra él no tiene perdón. Mar 3:29

                        d. Guia a toda la verdad. Ju 16:13

                        e. Da el poder para ser sus testigos. He 1:8

                        f. Redarguye de pecado, justicia y juicio. Ju 16:8

                        g. Enviado por el Padre, por medio de Jesús, para glorificar a Jesús. Ju 11:4

                        h. Es el consuelo. En los momentos de debilidad, aflicción y difíciles. Ju 14:26

                        i. Somos el templo de su Espíritu. Está con nosotros, y hará morada en nosotros. Ju 2:19-21; 14:17

            8.4. Doctrina de Jesús.

                        a. Creer en él. Él es el hijo de Dios. Ju 3:36, 9:35-39

                        b. Oír sus palabras. Creer al que lo envió. En su Padre. Para tener vida eterna. Ju 5:24, 36-37

                        c. Tiene todo poder y autoridad. Mat 28:18

                        d. Él envió al Espíritu Santo. Luc 24:49, He 2:4

                        e. Es el principio. Antes que el mundo fuese. Ju 17:5

                        f. Vino para que tengamos vida. Vida en abundancia. La vida eterna conocerlo a él y a su Padre.  Ju 10:10; 17:3

                        g. El Padre le dio autoridad de hacer, según su voluntad juicio justo. Ju 5:22, 30

                        h. Está a la diestra del Padre. Luc 22:69

                        i. Vendrá con gran poder y gloria. Luc 21:27

            8.5. Doctrina del Hombre.

                        a. Hay que cambiar todo el interior del hombre, corazón o mente. Del corazón sale todo lo malo. Hay que morir, para salir el nuevo ser, y dar fruto. Mat 15:19, Mar 7:21, Luc 6:45, Ju 12:24

                        b. Nacer de Nuevo. Del Espíritu de Dios. Ser una nueva criatura. Para poder ver el reino de Dios. Ju 3:3-7

                        d. Separados de él nada podemos hacer. Creyendo a Jesús, siguiendo a Jesús. Ju 15:5

                        e. Escuchamos sus palabras. Nacemos del Espíritu. Guardamos su palabra y Dios nos hace crecer. Veremos su reino. Mar 9:10, Ju 3:6; 8:43, 51,

                        f. Reinaremos con él sobre la tierra, en su reino. Apo 5:10

            8.6. Doctrina de la Iglesia.

                        a. Sobre él, es la base, para construirla. La cabeza del ángulo. Zac 10:4, Mat 21:42

                        b. Adquirida con su sangre inocente. Mat 27:4

                        c. Adquirida con su padecimiento corporal. Luc 9:32; 22:15

                        d. Lo señala su pacto. Su sangre y su carne derramada para remisión. Mat 26:28

8.7. Segunda Venida de Jesucristo en Gloria.

a.       Vendrá en una nube con poder y gran gloria. Luc 21:27

b.      Vendrá con sus ángeles, en la gloria de su Padre, pagará a cada uno conforme a su obra. Mat 16:17

c.       Las tribus de la tierra lo verán y lamentarán. Ma 24:30

            8.8. Las Bodas del Cordero.

                        a. Habló sobre unas bodas, en sus parábolas. Refirió con una figura literaria, era el esposo de sus discípulos, que andaban con él. Mat 25:1-13, 9:15.

            8.9. Milenio.

                        a. Jesús habló del Milenio en la revelación del Apocalipsis, al apóstol Juan. Apo 20:2

                        b. Jesús habló de venir en su reino. Mat 16:28

                        c. Comerán y beberán sus discípulos en su reino. Luc 22:30

                       d. En la regeneración…Se sentará en su trono de gloria. Y los discípulos también se sentarán sobre doce tronos para juzgar a las 12 tribus de Israel. Mat 19:28

                        e. Jesús habla de su reino, no era de este mundo. Si su reino fuese de este mundo como esperaban los judíos. Sus ángeles pelearían para no ser entregado a los judíos.  Ju 18:36

                        f. Reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. Luc 1:33

                        g. En su reino no habrá personas que sirvan de tropiezo, no hagan in iniquidad. Mat 13:41

            8.10. Los Ángeles.

                        a. Son asexuales. Ni se casan, ni se dan en casamiento. Mat 22:30

                        b. Son servidores y mensajeros. Mat 24:31, Luc 2:9-14

                        c. Si un ángel aparece, a anunciar su venida, no es mensajero de Dios, porque ellos no saben ni el día, ni la hora cuando viene, solo El Padre. Mat 24:36

                        d. El diablo, y sus ángeles. Hay ángeles que no son mensajeros de Dios, sino del diablo. Mat 25:41

                        e. Los ángeles adoran y se alegran de que crean en su hijo y se arrepienta un pecador. Luc 12:9

            8.11. Los Juicios.

                        a. Coloca como ejemplo a ciudades destruidas por juicio como Sodoma y Gomorra. Para juzgar por su comportamiento a Israel y Judá. Los judíos. Mat 10:15

                        b. Y de igual forma Tiro y Sidón. Y también de Nínive. Este Juicio que hizo a las Naciones. Porque vieron los milagros, los prodigios que hizo Jesús y no se arrepintieron. Luc 10:12-14, Mat 12:41

                        c. Coloca también como ejemplo a personajes importantes como la reina de Sabas para hacer juicio con respecto al valor que se le da a Jesús y a su presencia en Jerusalén. Este juicio a los reyes y a las personas en eminencias. Luc 11:31

                        d. Habló en su enseñanza de la forma como se hará el juicio a Israel. Mat 5:21-22,28; 7:1-2,

                        e. Juzgará a las personas de juicio por no creer en él, sin involucrar las acciones del diablo sobre cada quién, ya que ya ha sido juzgado.  Juan 16:11

            8.12. El Reino de los Cielos.

                        a. Jesús anuncia el reino de los cielos. Por parábolas. Mat 18:23, 22:2

                        b. Entrarán los que se hacen como niños. Y los niños. Mat 18:3, 19:14

                        c. Los humildes serán los mayores. Mat 18:4


            9. Títulos.    

            Jesús es el redentor de las familias, los pueblos y las naciones. Y el mismo lo anunció, que cuando él se siente en su trono de su gloria, los discípulos también se sentaran con él, a juzgar a las doce tribus de Israel. Mat 19:28. El apóstol Pablo, lo anunció en la carta a los gálatas que es el redentor de Israel. Gal 3:13-14.  Él es el salvador del mundo nos dice Juan en su primera carta. 1Ju 4:14. Y a Timoteo el apóstol le dice; él es el Rey de Reyes y Señor de señores. 1 Tim 6:15

            Entre los títulos más relevantes es el Mesías, el Cristo, el Ungido, títulos dados en hebreo, griego y latín. El Ungido de Dios, salvaría a su pueblo de sus pecados. Igual Jesús ejerce el título honorífico de Sacerdote, único según la orden de Melquisedec. Heb 6:20. Pero, sobre todo, es el hijo de Dios el título eterno. Mar 1:1. Es el Rey de los Judíos, que ellos esperaban. Mat 2:2, 28:18

            En un periodo de tiempo no descrito en la historia y anunciado ya por los evangelios. Su nombre Jesús, fue unido a su título Cristo. Llamándose por la lengua griega Jesucristo. Tal vez los judíos lo llamaban Jesús el Mesías, o por otra parte para diferenciarlo de otros, Jesús de Nazaret. Ya los que esperaban su manifestación a Israel, se referían y hablaban del Ungido. Jesús el Ungido. Luc 2:26, 4:18, Isa 61:1


            10. Obras.     

            La obra magnífica que hizo el Hijo de Dios fue la expiación por el pecado de su pueblo. Él fue el cordero inmolado por el pecado. El significado de su obra salvadora o de su sacrificio en la cruz o madero, es que nosotros mismo estamos muertos en delitos y pecado. Necesitamos un salvador, ese salvador es Dios mismo, tomando nuestra misma naturaleza humana, el cuerpo y la sangre, que es la vida. Entregado en expiación, y muerte, y luego al resucitar en la Naturaleza Divina. Para que nosotros seamos participe de su Naturaleza, al creer en su obra maravillosa y admirable de Dios.

            De esta obra parte las demás, porque él con su obra, nos perdonó, tiene el poder para hacerlo. Se apartó la ira de Dios por desobediencia a su pacto de la ley. Por ende, al darnos vida juntamente con él, somos liberados del pecado, de la muerte, del infierno. Y somos sanados porque él en su cuerpo regeneró nuestras obras muertas, en vida, por sus llagas fuimos sanados. Isa 53:1-12


            11. Reconocimientos.         

Jesús es el león de la tribu de Judá, significa su autoridad sobre su pueblo de Israel, en su descendencia. Jesús es de la tribu de Judá, como se lo había prometido a los patriarcas, a Moisés, a David y a los profetas. Y él fue el que venció, y se le dio la autoridad para abrir el libro y desatar sus sellos.  Apo 5:5

Jesús es el Señor. Así lo anunció el apóstol Pedro. En su elocuente discurso: A este Jesús Dios lo resucitó; todos nosotros somos testigos. Exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y lo ha derramado y ustedes lo ven. He 2:32-33. "Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien ustedes han crucificado" He 2:36.  Y luego Pablo explica: hay que confesar a Jesús como el Señor. Rom 10:9

Cuando Jesús asciende al cielo, y glorificado por el Padre, recibe todo poder y autoridad. Se evidencia enviando Jesús el Consolador. El Espíritu de la verdad. Ju 16: 14. Siendo recibido por sus discípulos. Quienes transmitieron el mensaje, ante la multitud. "Al oír este mensaje, se sintieron compungidos de corazón " He 2:37. Y en pocos días siguieron a Jesús miles de personas.

Jesucristo es el Señor, porque es la plenitud del poder de la Divinidad. Bajo sus pies sometió todas las cosas. Efe 1: 21-23. Es también la autoridad sacerdotal según Salmo 110:4. "Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec"

Como Señor, Cristo es la Cabeza de la Iglesia, que es su Cuerpo. La Plenitud de aquel que todo lo llena en todo" Efe 1: 22-23. Col 1:19. En él habita corporalmente toda la Plenitud de la Divinidad. Col 2:9. La Iglesia adquirida con su sangre He 20:28, 1 Co 6:20. Con su sangre inocente. Mat 27:4.

También Jesús al irse al Padre dijo a sus discípulos: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo" Mt 28:20. Cristo es el Señor de la vida. A Él pertenece el juicio. "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria, para juzgar. Mt 25:31-34

Pertenece a Cristo por ser el Redentor del mundo. El pleno derecho de juzgar las obras dé los hombres y sus acciones, en las conciencias humanas. El Padre le otorgó el juicio. Ju 5: 22. Sin embargo ha de venir en gloria y sobre todo para juzgar. Para otorgar la vida que está en Él. "Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado autoridad para juzgar, porque es Hijo del hombre" Ju 5:26-27

Por su parte la misericordia del corazón desde el seno del Padre, y por quien procede el Hijo. Del amor infinito. Por entregar a su hijo por la humanidad. Ju 3:16. También desea recibir de cada hombre una respuesta a ese amor para darles la vida eterna.


            12. Reino.

            Jesús habló del reino de los cielos, pedía a su pueblo arrepentimiento, por haber desechado su plan con el Mesías, haber incumplidos los pactos y las leyes de Dios. Habló de los lineamientos para participar en su reino, para su pueblo Israel instruido en la ley, pero que no obedecían. Eran manejados por las imposiciones de las costumbres y tradiciones de los ancianos. Mat 15:8-9

            Jesús les advirtió no porque le digan Señor, es requisito para entrar a su reino, sino todo aquel que haga la voluntad de su Padre que está en los cielos. Mat 7:21. La principal voluntad de Dios, es que crean en su Hijo, como salvador. Vino en carne, y derramó su sangre, muriendo por sus pecados. De allí parten las demás. Si creemos que él es Hijo de Dios, lo demás es resultado de esta fe. Jua 3:36; 1Ju 5:10; Sal 2:12

            Jesús consumando su obra en la cruz o madero. Pago en su totalidad la culpa, la pena y la condenación sobre el pecado.  Lo crucifican al lado de dos ladrones o malhechores. Uno de ellos lo injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. El otro le replicó diciendo. ¿Ni aún temes a Dios en la condición que estamos en condenación? Nosotros, padecemos justamente porque lo merecemos, pero Jesús qué mal hizo. Y le dijo a Jesús que se acordara de él cuando este en su reino y Jesús le dijo que hoy mismo estará en el paraíso. Luc 23:32, 39-43

            En esta narración observamos, que primero el ladrón reconoció su condición, segundo reconoció que Jesús era inocente de lo que se le culpaba, y comprendió que él tenía un reino, es el Hijo de Dios. Por eso le pide que lo haga partícipe de su reino, que se acuerde de él. Y Jesús le aseguró como Hijo de Dios, que así sería. Es lo principal, creer en Jesús como el Hijo de Dios.

En la expansión de su realeza, Cristo es Señor de todo el cosmos. "Este que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo" Ef 4:10. En la primera carta a los Corintios el apóstol Pablo añade que todo se le ha sometido. 1 Co 15, 27. Contextualmente nos dice: "Cuando hayan sido sometidas a él todas las cosas, entonces también el Hijo se someterá a Aquel que ha sometido a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todo" 1 Co 15, 28. "Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de haber destruido todo dominio, toda autoridad y potencia" 1 Co 15:24.

En Él la historia del hombre, toma conciencia, y puede decirse toda la creación, encuentra su cumplimiento trascendente. En todos los tiempos: Cristo es la Cabeza, en los cielos y lo que está en la tierra" Efe 1:10

 

C. Profecía de Isaías 53.

        

1. Anunció y reveló su salvación.

         Dios lo anunció, lo notificó. El manifestó su salvación a Israel y esta profecía de Isaías 53:1, comienza diciéndonos:

          a. ¿Quién creyó a esta noticia?

         El profeta principia la profecía con una pregunta hecha por Dios. Toda la profecía de Isaías 53 está en primera persona. Y su revelación es en primera persona. La noticia dada, nos lleva también a un mensaje de desprecio hecho a los planes de Dios.  Fue despreciado nos dice la profecía, se está refiriendo al desprecio de su pueblo Israel respecto a su pacto de redención.

 

         Desde su partida de Egipto, antes de entrar en la tierra prometida. Hubo una murmuración constante del pueblo de Israel. Todo este pueblo no creyó y desechó el plan de Dios con los Israelitas. Diciendo: los llevó al desierto a pasar hambre, y no tenían agua, pensaban en los privilegios que tenían en Egipto. 

 

         Muy pronto olvidaron la esclavitud del cual los libró Dios en Egipto, de su clamor y llanto por liberación. De las maravillas de ser guiado por un camino desconocido para ellos, pero los libraría de la persecución de Faraón. Pronto se olvidaron para empezar a protestar y a dudar del plan de Dios con su pueblo. Sal 106:13.

 

         Así como fue olvidado este hecho prodigioso en toda la historia del pueblo Israel. También cuando vino el Mesías se olvidaron de sus promesas innumerables. ¿Quién creyó al anuncio en el Imperio Romano? cuando fue engrandecido Jafet. Moraba y gobernaba en las tierras de Sem. Por no creer en el Señor tu Dios, no creyeron cuando vino el Mesías.

 

         En este aspecto Sem, Jafet y Cam, son los hijos de Noé, que salieron con él de la barca con su familia. Y de esto se pobló toda la tierra después del diluvio. Noé les da una bendición a sus hijos. Que tuvo fiel cumplimiento. Y todavía actualmente lo posee. De Sem proviene toda la descendencia del Mesías. Toda la descendencia de Israel. De Jafet toda la descendencia de Europa.  Y de Cam el resto de los países. 

 

         Toda esta bendición se cumplió en la época de la llegada del Mesías. Jafet, gobernó en Jerusalén, que pertenecía a Sem. Actualmente todo el territorio de Israel y sus zonas de reclamación. Jafet domina a todos los territorios incluso a Sem, y a Cam. Con el Imperio Romano. Y Cam vino a ser su siervo. Tal como bendice Noé a sus hijos. Predice su destino.  Gen 9:27.   

 

         Sem son los habitantes de Jerusalén. Sem vino a estar gobernada por el Imperio Romano. Sem habitaba en Canaán. Porque Dios le entregó a Sem a Canaán para que habitará en ella. Porque Dios lo había prometido a Abraham. Pero Sem después de haber sido poseedor de la tierra de Canaán. Se mezcló con los habitantes que quedaron en ella, según lo relata el libro de Josué.

 

         En este sentido cuando llega el cumplimiento del tiempo y nace el Mesías. Imperaba Roma y gobernaba a Jerusalén. El pueblo de Dios, antes llamado Israel, dividido en dos, luego volvió a unirse otra vez después de la época de los reyes.  Y en esta época donde imperaba Roma, era llamado pueblo judío. Habitaba en territorios conquistado por el Imperio Romano. E imperaba Roma, que es Jafet. Sem los judíos, el pueblo de Israel y habitaba en Cam que era Jerusalén. Y todo estaba siendo dominado por Roma.

 

         De igual forma como en el desierto, no creyó lo que Dios iba a ser en el futuro. No creyeron cuando vino el Mesías. ¡Como hubiese sido todo si le hubiesen creído a Dios! Despreciaron el plan de Dios en el desierto cuando les mostraba el Tabernáculo figura de lo que había de venir. Que era sombra de lo que es el Mesías Príncipe.

 

         Por esta razón, Dios no les dejó ver la tierra prometida a los israelitas que no creyeron. Y todos murieron en el desierto. Como testimonio a los que dudan de sus planes. De lo que Dios tiene previsto y lo que ha prometido en su palabra. Lo cumplió y cumplirá. Él lo dijo y él lo hará. Así lo advierte el apóstol, ¡quienes fueron los que no reposan de sus obras y gozan de lo prometido!, los que dudaron. ¡Así sucederá a todos los que dudan de la salvación de su hijo Jesucristo! Él nos invita a creer solamente. Cree solamente y será salvo.

 

         Es cosa difícil creer, pero no les parece que, para El Señor Dios Todopoderoso también fue difícil soportar a un pueblo por el desierto que no creía lo que iba hacer, El Gran Yo Soy de darles una tierra que ellos no sembraran y unas casas que no construyeron. Y se las dio, poseyeron la tierra prometida. Jos 24:2-14.

 

         Pero al poseerlas ¿qué paso?, tampoco hicieron como les dijo, dejaron pueblos, y fue su hayo, porque ellos mismos fueron su perdición y corrupción. Llegaron a ser como Sodoma y Gomorra. Y su pecado mayor que el de ellos. Lam 4:6, Jer 23:14.     

 

         Luego como iban a creer, si se iban tras los ídolos obra de sus manos, tras lo que veían sus ojos. Porque les dio jueces, y siempre se desviaron de su camino, nunca escucharon a sus profetas ni mucho menos a sus jueces, condenaban las generaciones de sus profetas y de sus jueces, los criticaban y los mataban. Se enojó otra vez con ellos, hasta que desecharon su gobierno a través de jueces.    

 

         Y pidieron Reyes. Les dio reyes. Reyes que también desecharon y mataron, se mezclaron con pueblos que no les mandó Dios a mezclarse, y entre ellos mismos también se mezclaron. Y todos pueden criticar al linaje puro del pueblo de Israel, el pueblo de Dios que no ha sido puro, porque no obedecieron. Ed 10:2.

 

         b. La revelación de su salvación a través de su brazo.

Luego en este primer verso de Isaías pregunta: ¿Y sobre quien se ha revelado el brazo de Jehová? Isa 53:1 b.

 

         Es su brazo; quien revela a su pueblo, al Mesías, al Salvador prometido. Existen innumerables pronunciaciones hechas de la revelación de su brazo en toda la Escritura y que ellos habían manejado este término siempre.

 

         Desde la bendición de Jacob dada a sus hijos, está presente esta revelación. Luego cuando los saca del desierto. En la conquista con su brazo extendido que hizo con Josué. De igual forma las innumerables batallas libradas con su brazo en la época de los jueces y luego en los reyes. Estas maravillas ejecutadas fueron motivo de cánticos de las poderosas virtudes con su brazo. 

 

         Dios les reveló su brazo a los patriarcas, jueces, reyes y profetas. Al igual que a su pueblo. Como lo reveló a Isaías ¿A quién se le ha manifestado su brazo? Su brazo que fue revelado a su pueblo Israel de muchas formas y de muchas maneras. Su brazo se refiere a ejecutar su voluntad en la fuerza y poder, como los condujo por todos los momentos que atravesaron. Tal es el caso de las guerras y a los lugares donde salieron victorioso.  Su diestra poderosa. Sal 89:10,13.

 

         2. Anunció sería el renuevo.

En Isa 53:2. Nos dice: Creció como un retoño delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay apariencia en él, ni hermosura como para que le miremos, ni atractivo como para deleitarnos en él.

 

         El pueblo de Israel desechó el plan de Dios y mezclaron su raza. Y de esa raza o linaje Dios le había prometido traería el Mesías de su simiente. Pero por los innumerables desaciertos que tuvieron no conservaron puro su linaje. Estuvieron en cautiverios y fueron también deportados hacia otras naciones. Y no conservaron puro su descendencia.  

 

         Por esta razón la profecía indica: creció como un retoño de una tierra seca, que no tenía la apariencia hermosa de un retoño en arroyos de agua. Mezclaron su linaje aún con gente extranjera. No podrían reconocer al cabo del tiempo en su descendencia los rasgos característicos que poseían al principio de su salida de Egipto, el linaje de Israel y en consecuencia la tribu de Judá. 

 

         Ciertamente continúo Dios con su plan, y de su linaje todo mezclado, con sangre extranjera. Así mezclaron el linaje real desde David hasta Jesús. Por eso también Isaías nos dice: que él sería llamado el renuevo, el vástago, la raíz, el nazareno.

 

         Ahora pretender, como todos también pueden criticar, sacar una descendencia a el salvador de Israel, ¿de qué descendencia?, de las que ellos hacen con el estado sionista y todas las organizaciones fundadas por ellos. Sacarán al anticristo de un linaje de muertos y de un linaje que mezclaron con todos los pueblos. Y dirán que es puro del linaje de David. Y se lo creerán. Y no creyeron en Jesús cuando él vino. Cuando estuvo con ellos.

 

         Ahora bien, ¿Cumplió Dios su promesa? ¡La cumplió y le envió al salvador!, el salvador que Dios había planificado, prometido a su pueblo, ¡no lo hizo el pueblo de Israel!, fue Dios que estableció el plan, no ellos, es decir; el pueblo judío. Ellos no establecieron un plan con David, ni su descendencia, fue El Gran Yo Soy, que lo estableció. Dios estableció su Pacto con su Hijo.

 

         Por lo tanto, Ellos no tienen derecho de presentar ninguna genealogía del Estado Sionista. Es la Genealogía verdadera la revelada en los Evangelios. Y esa es la que tienen que respetar. La que está en el Evangelio de Mateo y la de Lucas. Estas dos unidas fueron las reveladas en las Escrituras y estas conforman el linaje del Mesías Príncipe. 

 

         3. Anunció Él fue despreciado.  

    Como profetizó Isa 53:3, indicando el desprecio de la Simiente Santa. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él el rostro. Fue menospreciado, y no lo estimamos.

 

         En este aspecto claramente nos indica el profeta el desprecio al plan de Dios con su Ungido. Desde el principio su pueblo Israel desprecia al Mesías. No estimaron todo lo que él estaba haciendo. Su tabernáculo fue hecho y fue visto por todos ellos, todo lo miraron, fue el modelo entregado de cómo funciona en el cielo y como es el gobierno de Dios en la tierra y de su reino. Es un modelo que ellos tuvieron, le fue mostrado por Dios, en el desierto, en el Tabernáculo.

 

         Despreciaron el modelo del Tabernáculo de Dios con los hombres y la forma como juzgaba a su pueblo a través de jueces. Les dio reyes, y también despreciaron su linaje, matándolos a todos, así como mataron a los jueces. Les envió profetas y también los mataron.

 

         No estimaron nada de lo que hizo Dios. Escondieron el rostro, de Él. Para vergüenza de los hombres que escogió para que dé su simiente naciera su Mesías y para gloria de Dios cumplió su promesa. ¡Quién iba a imaginarse que nacería el Mesías! Y Dios cumpliera con su promesa dando nacimiento al Mesías. Nació, vino estuvo entre ellos. De este linaje destruido. Para que en la actualidad pretendan establecer una descendencia mesiánica.   

 

         El sufrimiento que experimentó el Mesías desde los comienzos de su manifestación a Israel, todo fue un experimento de quebranto por la humanidad, comparando al quebranto de un Dios por su pueblo; el azote por los pecados comparado a todo lo que sufrió mi brazo poderoso por venir. Su copa de su sufrimiento en el Getsemaní. Fue la copa que venía cumpliéndose, vería a su pueblo negarlo una vez más. Despreciarle una vez más. Menospreciarlo una vez más.

 

         Humanamente es imposible explicar todo esto, solo Dios podría explicarlo. Pero porque se han negado y han sumergido a una humanidad en ignorancia. Es el mismo motivo de siempre de menospreciar el plan de Dios y establecer humanamente sus propios planes. La descendencia de su propio Mesías.

 

         Esta descendencia fue fracturada desde el comienzo cuando los hijos de Judá la menospreciaron y muchas veces en los Jueces. Y matando a todos los descendientes de Gedeón. Igual en los Reyes. Primero matando a Abías. Luego a los descendientes de Josafat, luego a Ocozías, luego a Josías, finalmente Sedequías y Gedalías.

 

         Luego a causa del desprecio del gobierno de los reyes y su linaje, desobedeciendo todo el pacto y las leyes de Dios. Llevaron a sus príncipes en cautiverio y deportados haciéndolos eunucos servidores de los reyes de otras Naciones.

 

         Por su parte Dios inviste a otros reyes que gobernaran a su pueblo Israel, ya llamado judíos en la época de la deportación. Y Dios le dice que el Rey de Babilonia es su siervo y hará todo lo que él le pida. Y él cumplirá sus propósitos, los que no cumplieron sus reyes en Israel. Dice que el Rey Ciro es su ungido y su pastor y cumplirá todo lo que yo quiero. Isa 44:28; 45:1

 

         De igual forma vemos a un Rey de Persia dominando a Babilonia; porque tampoco Babilonia se alineó al plan de Dios. Babilonia fue donde sus siervos fueron eunucos. Tristemente la genealogía esterilizada de su linaje real. Luego levanta al Rey de Persia y domina el mundo entero. Y se estima una nueva esperanza con la tribu de Benjamín, a través de Mardoqueo y Ester.

        

En este sentido Dios construye imperios más poderosos, y subyugaron nuevamente a Egipto, a quienes el pueblo de Dios Israel y Judá quería servir. Levantó a Babilonia, luego los persas y los Medos y por último el Imperio Romano antes de la venida del Ungido de Dios.

 

         En este sentido Dios actúa secretamente no le envió más profetas a su pueblo. Profetas que les hablasen, hasta que vino el Mesías príncipe. Por eso se observa este periodo de silencio, iniciado en Malaquías el último profeta de revelación especial que menciona las Escrituras.

          

         4. Anunció Él llevó nuestras enfermedades. 

    El llevó nuestras enfermedades. En el versículo 4, de Isa 53, nos dice: Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores. Y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

        

         El pueblo estaba acostumbrado a librar sus batallas a través de héroes poderosos utilizados por Dios para que estuvieran en paz. Pero nunca observaron y conocieron al que verdaderamente los libraba, su brazo poderoso.

        

         Por esta razón creían que vendría un Mesías poderoso. Que los libertará de los imperios y en esta época de su venida, reinaba el Imperio Romano. Pero ellos ¿Qué hicieron con la gloria del reino de David? y cuando Dios engrandeció a Salomón, con respecto a todos los pueblos. Dándole no solo sabiduría e inteligencia para gobernar a su pueblo, sino riquezas y glorias.

 

         Pero ¿qué hicieron ellos con toda esta gloria? En el reinado de Salomón y posterior a este. Destruyeron al reino, a sus príncipes. Destruyeron los altares de adoración a Dios y el templo que hizo el Rey Salomón para la adoración y se lo entregaron a los dioses paganos.

 

         Por su parte Dios los entregó al lloro y lamento, como estiércol era su estado, desprovisto de alimentos, y enfermo encontró su Hijo en su venida a su pueblo. A un pueblo que le había dado Dios toda gloria.

 

         Por esta importante razón esta profecía de Isaías 53, le indica a este pueblo de Dios, que El llevo las enfermedades que le produjo su pecado, por el abandono de las leyes, de los mandamientos y de los preceptos. Como consecuencia de sus actos, y del abandono del pacto que había hecho con sus padres. Como está escrito en la ley y en el libro de Deuteronomio. Dt 29:22-25

 

         En muchas oportunidades Dios le envió profetas que los exhortaran y traerlos a reflexión. Más ellos replicaron y prefirieron adorar a dioses paganos y brindarles a estos la gratitud que no le otorgaron a Dios Eterno.

 

         Antes bien se rebelaron contra Dios y siguieron sirviendo a sus ídolos, despreciando su pacto y las bendiciones que trajo Dios con su cumplimiento.

 

         ¿Y qué le dieron sus dioses? Menospreciaron al pacto de Dios, por esta causa ellos sometieron a sus descendientes al más terrible lamento. E hicieron contra ellos todo este mal y daño. Sus dioses paganos que ellos decían que les daba todo y estaban contentos ¿Que le dieron? Heridas, enfermedades, muerte, apartarlos del plan de Dios, oscuridad, y miedo a ellos, antes que; temer a Dios.

 

         En este estado, encontró el Hijo de Dios a un pueblo enfermo, y él tuvo que seguir sufriendo sus dolores. Luego con todo esto lo azotaron, lo hirieron y lo abatieron. Despreciado y calumniado. De la misma manera sintieron ustedes como pueblo de Dios y pensaban ustedes que Dios le daba ese padecimiento. Cuando fueron traídos en cautiverio con Babilonia, luego pasaron al gobierno del Imperio Persa, porque no entendía, no comprendía el plan de salvación. Así mismo Jesús pasó todos estos padecimientos, sufrimientos y penalidades.

 

         5. Anunció Él fue herido por las rebeliones de su pueblo. 

    Vuelve a explicar la profecía de Isaías y les dice cuál es la causa de la herida. Y continúa diciéndoles en Isa 53:5. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

 

         Este mismo sufrimiento tuvo que padecer Jesucristo por todo su pueblo, el mismo dolor que pasó el pueblo de Israel y Judá por no entender a su Dios que los sacó con su brazo poderoso de Egipto.  Herido fue por las rebeliones de Israel.

        

         Por sus pecados fue destruido su carne con azotes, y todo el castigo de la paz que no tenían con Dios. Porque Dios se había airado contra su pueblo. Y toda esta ira fue sobre Jesucristo. Y todo lo que no sanaba la llaga enferma por no obedecerlo, lo sana Jesús en su cuerpo. Todo el dolor sufrido por su pueblo en todos estos años lo llevó Jesucristo. Y él nos curó el cuerpo, el alma y el corazón. Jesús curó el cuerpo enfermo por causa de la desobediencia. Al librarnos de la muerte eterna.

 

         Ahora podemos entender todo su sufrimiento. No era un Mesías sufrido el que esperaban, sino el Mesías glorioso. El que trajera paz y felicidad. ¡Qué paz y felicidad! si el pecado del pueblo era una llaga podrida. ¡Oh Pueblo de Israel! ¡Si hubieses querido que la gloria de Dios se manifieste en ustedes! en ningún momento hubieses desechado su pacto. Pero lo hicieron ¡Y fuiste un desecho de la gloria del Dios Altísimo! La humanidad meneo su cabeza. ¡Era ese el propósito de Dios que sufrieran!, ¡o que sufriera El Hijo!, ¡eso fue lo que tu escogiste pueblo de Israel!

 

         El propósito de Dios no era el sufrimiento, fue el que escogió el pueblo por desechar su pacto. Por eso desecharon a Dios. Por eso los desecho a todos ellos. ¡Y solo es su pueblo! todo aquel que cree en su Hijo. De igual manera con su publicidad ¡del pueblo escogido! han menospreciado al pueblo que cree en Jesucristo ¡que si creen en su pacto! ¡Creen en Dios y también en El Hijo! Más todos los que no creen tienen como indigno a los que creen y los matan por creer en Jesucristo.

 

         6. Reveló Él cargó con el pecado de todos nosotros. 

        Isaías sigue diciendo en su profecía Isa 53: 6. Qué Él cargó con el pecado y explica la causa: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

 

         Nosotros se refiere al pueblo de Israel, ellos se apartaron del camino antes y después del Mesías. Tomaron otros caminos, más no el camino a la vida eterna, no el camino del Hijo. Pues lo despreciaron. Y Jehová cargó en Jesús el pecado de todos ellos y de nosotros, pues cumplió con sus planes, aunque lo desecharon, desviaron y lo atropellaron. Fue fiel a sus planes y propósitos.

 

         7. Reveló Él es humilde. 

    La profecía de Isa 53:7, nos revela lo que ya se venía diciendo en Isa 52:6. Él fue humilde a pesar de ser Dios, no se aferró a esto.

 

         El mismo profeta Isaías en Isa 53:7 nos dice: Angustiado él, y afligido, no abrió su boca. Como cordero fue llevado al matadero. Como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.

 

         En esta razón ¿Qué hablar? ante un pueblo totalmente de espalda a él, sin entendimiento. Y manejados por ciegos, y guías de ciegos. Como oveja que va mansa cuando la van a trasquilar o a recortar su pelaje, para ser degollada en el matadero, para ser entregada por el pecado y ser sacrificada. A igual forma que iba el corderito, así fue El Hijo de Dios al sacrificio.

 

         Las ovejas se habían utilizado para el sacrificio por el pecado, era sombra del Mesías, del cordero pascual, del cumplimiento de la ley de expiación por el pecado. Así resultó ser Jesucristo. La oveja que los trasquiladores llevaban, no decía nada, ni abrió su boca, cual oveja al matadero. La posición de Jesucristo frente a sus adversarios, frente al pecado, fue sumisión total. Indefenso totalmente.

 

         8. Reveló Él pasó por juicio. 

    Fue a la cárcel como lo dice la profecía de Isaías 53:8. Sigue diciendo nuevamente proféticamente que por causa de la rebelión de su pueblo fue herido, como lo menciona Isa 53:8. Por cárcel y por juicio fue quitado. Y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

 

         Así como fueron puestos sus príncipes, nadie contó la generación de Daniel y sus compañeros príncipes. Así mismo fue la historia de Jesucristo. Fue por juicio y por cárcel como sus príncipes en Babilonia. En persa, con el rey Ciro. En la historia de Mardoqueo y Ester con el rey Asuero.

 

         9. Anunció Él fue inocente de lo que le acusaban. 

    Isaías nos continúa diciendo que fue inocente de todo lo que le acusaban, porque no hubo engaño ni maldad en Él, cómo nos lo indica Isa 53:9. Y se dispuso con los impíos su sepultura. Más con los ricos fue en su muerte. Aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

 

         Tal como se ha venido mencionando sobre la profecía de Isaías 53 el pueblo de Israel desechó el plan de Dios de salvación. Desecho su Diestra, su Hijo. El Hijo de Dios, ocupó el lugar de malhechores y de impíos, por la rebelión de su pueblo. Igual lo hubiesen matado con honores de rico, si el poderío del Rey David hubiese llegado hasta sus tiempos. Porque igual mataron a sus príncipes y reyes en la ciudad gloriosa de Jerusalén.

 

         De Igual manera hubiesen hecho Juicio contra Jesús y le hubiesen tratado como un malhechor, pues desecharon sus palabras. ¡Todo hubiese sido igual con el poderío de su Reino de Israel, que sin él! Jesús era inocente de los juicios, igual a mucho pueblo que fueron al exilio, por la culpabilidad de todos. Y el remanente será salvo fue la promesa.

 

         Por otra parte, se dispuso con los ricos su sepultura. Ya que así había sido sepultado todos los príncipes en Israel. Patriarcas, Jueces y Reyes fueron sepultados con honores. Cuanto más el rey de reyes y Señor de señores, que vino a dar su vida en rescate por todos. Era el fin de la venida del príncipe de Israel a este mundo como siervo. El glorioso Rey de los Judíos. De su pueblo Israel.

 

         10. Reveló El Mesías padeció y lo condenaron a muerte. 

    Así como continúa diciendo Isa 53: 10. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándolo a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

        

         Con todo que era inocente. Dios lo sometió a padecimiento. Se cumple el plan de Dios con su Hijo Jesucristo. Con todo esto, se refiere que a pesar de Jesucristo ser inocente, el plan de Dios tenía que cumplirse en él. Dios lo había trazado y lo cumplió. 

 

         Este plan ya lo había anunciado al primer hombre Adán que a través de la simiente de la mujer habría enemistad. Que saldría herido en el calcañal y el otro en la cabeza. Tal como le pasó a Jesucristo, que su descendencia en la simiente, es decir: los judíos, alzó contra su Hijo la simiente Santa, el calcañal, entregándolo a muerte, siendo inocente.

 

         En este sentido un pueblo salió y se dividió en dos, luego se volvieron enemigos. Enemigos de la Cruz y el sufrimiento del Ungido. La cabeza pensante y sabia de un pueblo instruido en la ley y otro pueblo que instruía la ley.

 

         Por consiguiente, la ley se le volvió contraria y tropezaron en la piedra que rechazaron los edificadores, ¿quiénes edificaban? los que construían un plan diferente al de Dios creador. ¿Quiénes? los adversarios de Dios, que hacían planes sin Dios. Que construían y construyen una salvación para el hombre, sin Dios. ¿A Quiénes hirió Dios en la cabeza? a ellos, y todavía siguen buscando al Mesías, al salvador del mundo.

 

         En este orden de ideas a los que son hijos de vuestro Padre el Diablo, como dijo Jesús. Terminaron hiriendo al Mesías y él les hirió en la cabeza porque triunfó sobre ellos y sus planes fracasaron. Un pueblo que escogió Dios para que fuese su pueblo, obedeció más al diablo que a él, pues Dios se le volvió también contrario. Y Jesús la piedra que ellos desecharon, vino a ser y es la cabeza del Ángulo, de todo el edificio de Dios.

 

         Jesús vino a ser el cordero, la oveja trasquilada, la ofrenda para la expiación por el pecado. Cuando lo sometieron a cancel y lo juzgaron por hacerse pasar como Hijo de Dios, estaban también sentenciando su condenación, igual estaban preparando la ofrenda única por el pecado de ellos y del mundo. Ellos estaban preparando la expiación por el pecado. Un sacrificio humano.

 

         El Ungido de Dios. Su Hijo amado en quien tiene complacencia ¡vio linaje! como fue anunciado por el profeta Isaías. ¡Porque muchos creyeron y siguen creyendo en él! La Simiente Santa vio el linaje prometido a todas las descendencias elegidas por Dios, para su Hijo. Porque de su simiente serian y son benditos todas las familias, y naciones de la tierra.

 

         Cuando Jesús cumplió la voluntad de Dios, cuando Dios reposó de toda su obra en Cristo, fue prosperado todo lo que él hizo. Los apóstoles comenzaron anunciar el evangelio. Su nombre comenzó a ser conocido por el mundo entero. Hasta que su fama es conocida en el mundo.

 

         11. Reveló, el Ungido de Dios, realizó la expiación.

         La redención implica justificar, santificar, el nombre de Dios profanado entre su pueblo y redimir a Israel. Y al mundo que en Él cree. De esta forma explica la profecía Isa 53:11. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho. Por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

 

         El fruto de la aflicción de su alma es su expiación por el pecado. Salvó a la humanidad de la condenación eterna. Libertó al hombre de la esclavitud del pecado. Y nos dio una nueva naturaleza. La Divina. Esto no lo podría hacer ningún hombre. Solo el Hijo de Dios Eterno.

 

         Esto es el conocimiento de su palabra, que desconocía su pueblo, y se negó a conocerla. Por un lado, los levitas encargados de enseñar no instruyeron a los hombres de su pueblo. Por otra parte, los maestros al instruir torcía el derecho de la palabra y exponían otras ordenanzas que Dios no envió a decir, tal es el caso de las tradiciones de los ancianos.

 

         Sumergiendo al pueblo en completa ignorancia. Jesús por su conocimiento Justificó al que no conocía nada de él. A todo un pueblo que creyó. Y a todo el que quiera creer en Él. ¿Quién tenía conocimiento de él, de los gentiles? nadie. Pero él justificó por su conocimiento a todos.

 

         El conocimiento que tenía Jesús del plan de Dios Eterno. No lo tenía nunca su pueblo, porque lo desecharon. Pero Jesús su siervo, si tenía el conocimiento de la justificación a través del único camino, la verdad y la vida, siendo él. El los justificó, llevó sus iniquidades. Él nos justificó. Su conocimiento nos Justificó. No el plan de los hombres. La instrucción de la ley no justifica. Solo Jesús nos Justificó.

        

         12. Reveló Él resucitó al tercer día.

         Así culmina Isaías esta profecía, dando un alentador resultado de todo lo que antes venía mencionando. Ahora nos dice Isa 53:12: Por tanto, yo le daré parte con los grandes. Con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores. Habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

 

         Jesús cuando estaba a punto de morir le dice al Padre: Señor no le tomes en cuenta sus pecados, porque no saben lo que hacen. No sabían lo que hacían cuando mataron al Hijo de Dios. No sabían que mataban al autor de la vida, y que su muerte traería vida ¿Por qué? como también había dicho a sus profetas, en tres días le daría vida. Él tenía el poder para quitar y poner su vida en rescate por todos.

 

         Dios le dio parte con los grandes. Fue glorificado con su misma gloria en el cielo, sentado a la diestra del Padre. Y en la tierra ¿Quién es más grande que Jesús? Esta igualado en la historia con los grandes. Él es el más grande de todos. En todas las generaciones ha sido comparado y puesto con los grandes. Con los fuertes repartirá despojos. Ningún Israelita, judío o cualquier persona puede dudar nunca que Jesús es el mejor y único hombre, porque nadie es como Él, en la historia de la humanidad.

 

         El Reino de Dios, llamado día del Señor será cuando el repartirá su reino como él quiere. Con él se sentarán a reinar patriarcas, reyes, los apóstoles y todos a cuanto él escoja.  ¡Quien ha hecho una obra más grande de la que hizo Jesús, de dar su vida por la humanidad! de entregar su vida hasta su muerte, siendo contado como un pecador. Y luego resucitar de los muertos, levantarse como nunca jamás había hecho nadie. El plan excelso de Dios cumplido en Jesucristo.

 

Jesús vino a ser el Señor del cosmos. Todo está sujeto bajo sus pies. Entendiéndose que todo reino está bajo el poder, y la autoridad de Jesús. Solo el sustenta todas las cosas con su palabra de poder. He 1:3

 

D. Fundamentos Doctrinal en la profecía de Isaías 53.     

         1. Fundamentos de la profecía de Isaías 53 en la revelación de las Escrituras.             

         1.1. Anunció y reveló su salvación. ver. 1

                   a. Anunció su Salvación. Gen 49:18; 2 Sam 22:3, 47; 23:2-5; Sal 28:8

                   b. Reveló su Diestra los Salva. Ex 15:6; Sal 20:6

                   c. El Brazo de Jehová los salvó. Dt 9:29; 33:27; Sal 44:3; 77:15; 89:13

         1.2. Anunció sería el renuevo. ver. 2

                   a. La raíz de Isaí, el Nazareno, la Simiente Santa. Núm 17:8; Isa 11:1; Apo 5:9

                   b. El Nazareno es el nombre recibido por ser la raíz de David. Mat 2:23

         1.3. Anunció Él fue despreciado. ver. 3

                   1.3.1. Despreciaron el plan de Dios.

                            a. El Tabernáculo de Dios con los hombres. Ex 33:7

                            b. Menospreció a la roca de su salvación. Dt 32:15

                            c. El Tabernáculo perfecto, el Mesías. Heb 9:11-28

                   1.3.2. Desecharon su Pacto antes y después de la venida del Mesías.

                            a. El pacto concertado con su pueblo. 2 Re 17:15

                            b. Desecharon el plan de Dios con su pueblo. 1 Sam 8:7

                            c. Él fue la piedra desechada de Israel. Sal 118:22

                            d. Aunque hizo maravillas no creyeron en Él. 2 Re 17:4; Jua 12:37

                            e. Padeció nuevamente su desprecio con su venida. Mat 26:67

         1.4. Anunció Él llevó nuestras enfermedades. ver. 4

                   a. Por no obedecer al Pacto de Dios que realizó con su pueblo. Dt 29:22-26

                   b. Por desechar su Pacto llevó sus enfermedades por su pecado. Mat 4:24; 8:17 

         1.5. Anunció Él fue herido por las rebeliones de su pueblo. ver. 5

                   a. Profanaron el Tabernáculo de su Nombre. Sal 74:7

                   b. Herido por las rebeliones de su pueblo. Ex 23:20-21

                   c. Herido en su humanidad. Sal 109:22; Isa 50:6; Sal 22:7; Zac 13:6; Mat 27:29

         1.6. Reveló Él cargó con el pecado de todos nosotros. ver. 6

                   a. En la humanidad de tu Simiente Santa. Luc 1:77

         1.7. Reveló Él es humilde. ver. ver. 7

                   a. Fue humilde a pesar de ser la Diestra de Dios. Mat 11:29

         1.8. Reveló Él pasó por Juicio. ver. 8

                   a. El dador de la vida nos Justificó. Mat 27:24

         1.9. Anunció Él fue inocente de lo que le acusaban. ver. 9

                   a. Inocente de todos los cargos en que lo acusaban. Mat 27:4; Heb 7:26

                   b. El dador de la vida nos Santificó. Jua 17:19

         1.10. Reveló el Mesías padeció y lo condenaron a muerte. ver. 10

                   a. Condenado a muerte por el pecado de su pueblo. Mar 14:64; 1 Pe 2:24

                   b. Llevó la maldición de la Ley. Gal 3:13

         1.11. Reveló el Ungido de Dios realizó la expiación. ver. 11

                   a. Realizó la expiación por el pecado. Heb 10:12

                   b. El pacto de Dios consumado. Jua 19:30

                   c. Su siervo justo lo realizó. Luc 22:27

         1.12. Reveló Él resucitó al tercer día. ver. 12

                   a. Resucitó de los muertos. He 2.32

                   b. Glorificado con poder con la misma gloria tenida en el principio. Jua 17:5

                   c. Sentado a la Diestra de Dios. Heb 10:12; Mar 14:62; Lu 22:69; He 7:56-57

 

         2. Anuncio y revelación de la profecía de Isaías 53. En el Antiguo Testamento.

         2.1. Anunció y reveló su salvación. Isa 52; 53

         2.2. ¿Quién creyó a esa noticia?

                   a. La enemistad en tu simiente. Gén 3:15

                   b. La bendición en tu simiente. Gén 22:18

                   c. La bendición de Noé. Gén 9:26-27

                   d. La bendición de Jacob. Gén 49:8-12, 18

                   e. La bendición de Moisés Dt 33:7; Sal 114:2

                   f. La promesa a David. 2 Sam 23:2-5

                   g. El Eterno estará presente. Isa 52:6

         2.3. Revela su salvación a través de su Brazo.

                   a. Los redimiré con brazo extendido. Ex 6:6 d

                   b. El cántico de Moisés. Y ha sido mi salvación. Ex 15:2

                   c. El Eterno Dios es tu refugio. Los brazos eternos aquí abajo. Dt 33:27

                   d. Con tu brazo redimiste a tu pueblo. Sal 77:15

                   e. Esparciste a tus enemigos con tu brazo poderosos. Sal 89:10, 13

                   f. Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.  Sal 98:1

                   g. Saco a su pueblo Israel con brazo extendido. Jer 32:21

         2.4. Anunció sería el renuevo. Isa 11:1       

         2.5. Anunció Él fue despreciado.  Ez 21:10; Sal 22:6; 2 Re 17:5; 1 Sam 8:7

         2.6. Anunció El llevó nuestras enfermedades. Sal 77:10

         2.7. Anunció Él fue herido por las rebeliones de su pueblo. Sal 109:22; Isa 50:6; Zac 13: 6

         2.8. Reveló Él cargó con el pecado de todos nosotros. Isa 53:6; Zac 3:9

         2.9. Reveló Él es humilde. Gen 49:11; Zac 9:9

         2. 1o. Reveló Él pasó por Juicio. Isa 9:7

         2. 11. Anunció Él es inocente de lo que le acusaban. Isa 53: 9; 5:16; Ez; 39:27

         2. 12. Reveló Él Mesías padeció y lo condenaron a muerte. Isa 53: 10; Gen 49:18; Sal 69:35

         2. 13. Reveló Él Ungido de Dios realizó la expiación por el pecado. Isa 53: 10; Sal 40:6-10

         2. 14. Reveló Él resucito al tercer día. Isa 52:2; 53:12; 11-12; Ose 6:2; 1 Sam 2:10

 

         3. Cumplimiento de profecía de Isaías 53. En el Nuevo Testamento.

         3.1. Anunció y reveló.

                   a. ¿Quién creyó a esa noticia? Jua 12:37-38

                   b. La revelación de la salvación a través de su Brazo. Luc 1:51; He 13:17;

         3.2. Anunció sería el renuevo.  Mat 2:23; 26:76

         3.3. Anunció Él fue despreciado.  Luc 9:22; 17:25

         3.4. Anunció Él llevó nuestras enfermedades. Mat 8: 16-17

         3.5. Anunció Él fue herido por las rebeliones de su pueblo. Mat 27:26; Jua 19:34

         3.6. Reveló Él cargó con el pecado. Luc 23:34

         3.7. Reveló Él es humilde. Mat 21:5; 11:29

         3.8. Reveló Él pasó por juicio. Mar 8:31; Mat 26:66; 27:1, 11, 25-26; Rom 4:25; 3:30; Ga 3:8

         3.9. Anunció Él es inocente de lo que le acusaban. Mat 27:4; Heb 7:26

         3.10. Reveló Él Mesías padeció y lo condenaron a muerte. Luc 1:77; 3:6; 19:9

         3.11. Reveló Él Ungido realizó la expiación por el pecado. Mat 26:26-28; Heb 10:6-14; Efe 1:7

         3.12. Reveló Él resucito al tercer día. Jua 2:22; Mat 28:6-7; He 2:32

 

         4. Fundamentos de la profecía de Isaías 52.

         4.1. El perdón de Dios para su pueblo a través de su gracia. Isa 52:1

         4.2. Libertad al cautivo del pecado, del infierno, de la maldad. Isa 52:2

         4.3. La redención como un regalo de Dios. Isa 52:3

         4.4. El plan de Dios de redimir a su pueblo declarado como la salida de Egipto. Isa 52:4-5

         4.5. Anuncio el mismo que habla vendría, y sabrán su Nombre. Isa 52:6

         4.6. El viene con buenas noticias de salvación y anunciando su reino. Isa 52:7

         4.7. El los llevará nuevamente a Jerusalén en ese tiempo de su venida. Isa 52:8

         4.8. Vendrá para traer redención. Isa 52:9

         4.9. Vendrá a redimir y traerá la salvación, con su humanidad desnuda. Isa 52:10

         4.10. Saldrán su pueblo redimido a causa del conflicto de cumplir la ley. Isa 52:11-12

         4.11. Prosperará su siervo, engrandecido y exaltado, glorificado.  Isa 52:13

         4.12. Realizada su obra, quedan asombrados de verlo resucitado. Isa 52:14-15

        

         5. Fundamentos de la profecía de Isaías 53.

         5.1. Anunciado y revelado. Isa 52:6; 53:1

         5.2. Sería el renuevo. Isa 53:2

         5.3. Él fue despreciado. Isa 53:3       

         5.4. Él llevó nuestras enfermedades. Isa 53:4

         5.5. Él fue herido por las rebeliones de su pueblo. Isa 53:5

         5.6. Él cargó con el pecado de todos nosotros. Isa 53:6

         5.7. Él es humilde. Isa 53:7

         5.8. Él paso por Juicio. Isa 53:8

         5.9. Él fue inocente de lo que le acusaban. Es Santo. Isa 53:9

      5.10. Él Mesías padeció y lo condenaron a muerte. Es el Salvador. Isa 53:10

         5.11. Él Ungido de Dios realizó la expiación por el pecado. Isa 53:11 

         5.12. Resucitó, es glorificado y próspero todo lo que realizo. Isa 53:12

 

        

E. Revelación del conocimiento del Hijo de Dios en las Escrituras. En Isaías 53.  

         1. Revelo la venida del Mesías.

         1.1. El Mesías Eterno. Tus salidas son desde el principio desde los días de la eternidad. Miq 5:2; Isa 9:6; 52:6, 10-15, 53:12; 43:13-19; Joel 2:27

         1.1.1. La Redención Eterna. Fue Revelada. Lev 27:2; Rut 2:20; sal 49:7,15

         1.1.2. El mensaje del Mesías. Fue revelado, notificado, anunciado. Isa 53:1

         1.1.3. Anunciado en las Escrituras. Vendría a salvarnos. 53:1 a; 52:6; Ex 9:6; Joel 2:27

                   a. En la bendición de Noé. Gen 9:27

                   b. Nacería en tu simiente. La de Abraham. Gen 22:11-18

                   c. Tierra de Canaán daría a los descendientes de Sem. 1 Cr 16:18; Ex 6:4.

                   d. Canaán fue hijo de Cam. Hijo de Noé. 1 Cr 1:8

                   e. Cumplió y les dio la tierra de Canaán a los descendientes de Sem. Jos 25:43-45; 3:1-8

         1.1.4. Los descendientes de Sem es Israel. Sal 135:10-13; He 7:11; 13:19

                   a. Ellos dejaron pueblo que Dios no le había sido mandado a dejar.

                   b. Se mezclaron con estos pueblos que dejaron a su alrededor. Sal 106:35

                   c. Se volvieron a los ídolos de estos pueblos. Jue 3:1; Sal 105:11-23; 106:38.

         1.1.5. Les envío príncipe. Que los libertara. Isa 19:18; 23:11; Ez 16:3; 16:29.

         1.1.6. Revela que su brazo. Su diestra ejecutaba su voluntad. 53:1 b; Sal 44:3-5

         1.2.7. Le envió al Salvador. He 13:17-23

                 

         2. Dios reveló que El Mesías sería el renuevo del linaje de David. Isa 53:2

         2.1. Es el renuevo. Isa 4:2; 27:6.

                   a. Fue llamado Nazareno. Mat 2:23; Job 14:7.

                   b. Profecía que se especifica en Isaías 11:1.

                   c. Nazaret traducción al griego, empleada para las Escrituras. Luc 4:16

                   d. Nazaret su significado es vástago, retoño, renuevo, raíz. Juan 1:45

                   e. Nazaret está ubicado al extremo sur del mar de Galilea. Mat 21:11

         2.2. En la voluntad de la Unidad Divina. Isa 6:8; 48:12-13

         2.3. Su Diestra hizo su voluntad.  Sal 110:1

                   a. Por amor a su nombre cumplió su plan en Unidad. Ez 20:44; Isa 27:6; 11:4; 37:31

                   b. Es la raíz de Isaí. Zac 6:12; Jer 23:5; 33:15; Apo 5:5; 22:16; Sal 80:15.

                   c. Vino a pesar de que no comprendieron y le obedecieron. Ez 20:44

                   d. La promesa enviada a su pueblo. Luc 1:69; He 5; 31

                   e. Su promesa se cumplió y el salvador vino. Luc 2:11, 29-31; He 2:39

 

         2.4. Dios hizo un nuevo pacto. Jer 31:31; Mat 26:28

                   a. En su humanidad. La raíz de Isaí, el renuevo de su pueblo Israel. Rom 15:12

                   b. Porque despreciaron su linaje. Dios envió su simiente. Gen 22:18; 26:4; Gal 3:16

         2.5. Es el Salvador. Vino a su pueblo a salvarlos. Isa 52:6; Jua 1:11-14; Mat 1:23

         2.6. Es la plenitud de Dios. Envió su Gracia. Juan 16-17; Col 2:9; Sal 16:11

         2.7. Cumplido el tiempo el Mesías nace en Belén de Judea.

                   a. Cuando el Mesías se manifiesta no le creyeron. Jua 1:31; 6:24; 12:37; 17:6

                   b. No entrarán en su reposo por no haber creído a Dios. Sal 95:11; Heb 3:11

                   c. Nada es difícil para Dios. Gen 18:14

                   d. Pero Israel no le creyó, ni obedeció a Dios. Sal 78:21-22

                   e. Y Dios cumplió sus promesas, a pesar de todo. 2 Re 17:5

                   f. No creyeron. Desecharon su pacto y el conocimiento. Ez 5:6; 20:24 Isa 5:24

                   g. Jerusalén era comarca de Roma en su venida. Mat 2:1

 

         3. El plan de Dios fue despreciado, desechado por su pueblo.

         3.1. Despreciado y desechado.

                   a. Despreciaron el plan de Dios que le había mostrado a Moisés. Ex 24:9

                   b. Despreciaron el Tabernáculo de Dios en la Tierra. Heb 8:5

                   c. Desecharon su plan con su simiente humana. 1 Sam 8:7; 10:19; Sal 22.6

                   d. Despreciaron el plan de Dios porque iban tras sus intereses. Fil 2:21

                   e. Despreciaron su linaje, mezclándolo con otros pueblos. Sal 106:35; 119:141

f. Desecharon a sus profetas y príncipes matándolos. Sal 106:24-39; 2 Rey 11:1

                   g. Despreciaron a Dios y no le creyeron. 2 Re 17:4; Ne 9:26

        

         3.2. Como la vara de Aarón. Reverdeció. Así fue el Mesías para Israel.  Núm. 17:8

                   a. Su Linaje. Es su humanidad. Sal 89: 15-19

                   b. Su voluntad. En su diestra fue despreciada. Sal 80:17; 77:10; Ex 15:6; 15:2; Sal 45:4;

                   c. Hizo uno porque buscaba una descendencia para Dios. Mal 2:15.

                   d. Dios continúo su plan, Ungió a otros reyes. Isa 45:1

                   e. Dios levantó otros imperios, hasta la venida del Mesías. Juan 11:48

 

         3.3. Dios cumplió su Pacto. Su plan de salvación y su promesa a Israel. 2 Sam 23:1-5; Fil 2:1-11

         a. Una sola carne. Gen 2:24; He 17:26

                   b. Del linaje de David, declarado Hijo de Dio por su resurrección.  Rom: 1:3-4

 

         4. El pueblo desechó su pacto y El Mesías fue herido. Isa 53:4

                   a. Por su pueblo. Isa 50:6; 1:4

                   b. Para su justicia. Gen 15:6; Sal 18:20; 22:31; Isa 5:15-16; Nah 2:2

                   c. Destruida fue la gloria de Israel. 1 Sam 4:21; 2 Sam 1:19

                   d. No conocieron a Dios de su salvación. Isa 1:3

                   e. Todo el pueblo era una llaga podrida. Isa 1:6

                   f. Destruyeron su Tierra, que Dios le había dado. Isa 1:7-9

                   g. El padecimiento por su pueblo, también lo sufrió el Mesías. He 3:18        

        

         4.1. Esperaban un Mesías glorioso. 

                   a. Pensaban vendría para restaurarlos en la tierra. He 1.6

                   b. Pero destruyeron la gloria de Israel. Y no fue el Mesías esperado. 2 Sam 1:19

                   c. Quebrantaron su pacto.  Isa 24:5

                   d. Su pueblo invalidó el pacto de Dios, porque no lo cumplió. Jer 11:10

 

         5. Dios establece un Nuevo Pacto. Jer 11:10; 31:31-32

               

         5.1. Pacto con el Mesías. En su humanidad y Eternidad. Mat 26:28 

                   a. En su humanidad por el pecado de su pueblo. Mat 4:24; 26:37; Marc 1:34

                   b. En su humanidad el castigo de La paz fue sobre Él. Rom 5:1; Sal 2:12

                   c. En su humana naturaleza para acabar con la muerte. Heb 2:14

                   d. En su humanidad escogieron el sufrimiento del Mesías. 1Pe 1:11

                   e. En lo Eterno por la justicia. Sal 17:15; 22.31; 109:21-27; Jer 13:17; Isa 9:7

 

         5.2. Por su llaga fuimos nosotros curados. Isa 53:5

                   a. Por no obedecer a Dios tuvieron muchos sufrimientos. Neh 9:32

                   b. Por esta causa el Mesías tuvo que venir a sufrir por su pueblo. 1Ped 1:11

                   c. Desechar el pacto de Dios es la razón por la cual el Mesías padeció. 2 Re 17:15; Isa 5:24; 53:10

                   d. El sufrimiento fue lo que escogió su pueblo por no obedecer su pacto. De 29:25-28; Ne 9:32; 1Pe 1:11

 

         6. Dios cumple con su Pacto y cargó en Él, el pecado de todos nosotros. Os 14:4

                   a. Dios cumple con su Pacto. Cargo el pecado. Isa 53:6. Porque aparto su ira. Os 4 c

                   b. En lo Eterno nos Salvó. En su gracia. Os 4 b

                   c. Dios cumplió todas sus promesas con Israel. Jos 21:45

                   d. Ellos no oyeron a sus profetas, por eso estaban errantes. Os 9:17

                   e. Cumplido el tiempo Dios envió a su Hijo. Isa 9:6; Mat 1:21

                   f. Consumado es. Pagado en su totalidad. Sal 69:21; Ju 19:28-30

                   g. Porque estaban errante. Sano su rebelión, tomaron de su plenitud. Os 4a; Jua 1:16

 

         7. Su pueblo escogió entregar a Él Mesías a padecimiento y muerte. Isa 53:7

                   a. Su humanidad. Su carne. Humilde ofreció expiación por el pecado. Sal 40:6-9

                   b. En el Tabernáculo, en el propiciatorio, su sangre fue rociada en Él. 1Pe 1:19

                   c. La propiciación por el pecado, su sangre. 1Pe 1:2

                   d. Humilde, Justo y Salvador. Para salvar a su pueblo. Zac 9:9

                   e. Con todas las manifestaciones y no creyeron en Él. Mat 13:58; Ju 10:38

                   f. Condenaron a muerte al autor de la vida. So 1:8; He 3:18; Sal 27:6

                   g. Estaban preparando el Sacrificio Expiatorio. Mat 16:21; He 3:18

                   h. El Mesías cumplió con la voluntad de Dios. Mat 26:42

                   i. Cumplir con su voluntad, como cordero llevado al matadero. Mat 26:66

        

         8. Entregado a Juicio por el pecado de su pueblo. Isa 53:8

                               a. Él nos libró del juicio, pasando él por el juicio. Sal 119:106; 143:2, Amo 5:12

                   b. Para justificarnos. Sal 143:2; Rom 3:30; 8:30; Gal 3:8; 1 Cor 1:30;

                   c. Para cargar el pecado de su pueblo. Mat 27:22

        

         9.  Inocente, Santo, entregado en expiación por el pecado. Isa 53: 9; Mat 27

                   a. Para santificar a su pueblo y limpiar sus pecados. Heb 13:12

                   b. Para ser culpado en lugar de su pueblo. Por no creer. 1 Cor 11:27

                   c. Para llevar la impiedad de su pueblo. Rom 11:26

                   d. Para que todos comparezcan ante su Tribunal. Mat 27:19; 2 Cor 5:10

                   e. Fue condenado siendo inocente por su pueblo. Isa 53:9; Mat 26:66

                   f. Inocente de las acusaciones. Mat 27:24; He 13:29

                   g. Su diestra ocupo el lugar de malhechores. Mat 27: 20

 

        

         10. El Mesías cumplió la voluntad de su Padre. Realizó la Expiación. Isa 53:10

                   a. Vino hacer su voluntad y fue prosperada. Jua 6:38; Isa 53:10; He 4:30

                   b. Es Santo. Santificó su gran nombre profanado en los pueblos. Mal 2:11

                   c. Él es la imagen de Dios santificada. Ez 36:23

                   d. Participamos de su naturaleza en su santidad. Col 1:22; 2 Pe 1:4

                   e. La ofrenda perfecta entregada para la expiación. Mat 27:4,24; Heb 9:14

                   f. Fue sin mancha para ser nuestro sacerdote. Heb 7:26

                   g. Resucitó de los muertos, y nosotros con él.  Heb 13:20; 2 Cor 5:15

                   h. Fue juzgado el enemigo. Juan 16:11

                   i. A pesar de ser inocente y santo puso su vida en expiación. Sal 94:1

                   j. La piedra desechada vino es ser la cabeza del ángulo. Sal 118:22; Mat 21:42

                   k. Herido por los pensamientos contra Dios y sus planes. He 4:11; 1 Pe 2:7

                   l. Él fue el cordero, pascual. Juan 19:42

                 

         11. El Mesías el siervo de Dios nos redimió. Isa 53:11; Mat 10:45

                   a. Realizo la obra vicaria. Expiatoria. Heb 10:8

                   b. Realizó la promesa de redención. Heb 10:14; Efes 1:7; Sal 11:9; Rut 14:7

                   c. Fue realizada la expiación a pesar de su pueblo. Heb 10:12

        

         12. El Mesías el Príncipe de Paz. Hijo de Dios. Jesucristo. Resucitó. Isa 9:6; He 13:33

                   a. Resucitó como se había anunciado. Os 6:2; Mat 12:40; 27:63

                   b. La resurrección y glorificación Eterna. Jua 12:27; Isa 52: 13; 53:12

                   c. Su Nombre es sobre todo nombre. Isa 53:11-12; Dt 23:13; He 4:12; 3:16.

        

F. Doctrina Revelada del Señor Jesucristo. Hijo de Dios en la profecía de Isaías 53.

 

         1. Revelado.

         Dios en su Revelación Especial en las Santas Escrituras; Reveló vendría su Hijo Jesucristo. Fue anunciado a los siervos de Dios y a sus profetas. Habló de muchas formas y de muchas maneras. Hablo en las Escritura de forma objetiva, con bendiciones, con sus palabras, con su misma Escritura por El dedo de Dios.

         Con la aparición de la manifestación de su presencia. Y luego a través de su propio Hijo Jesucristo quien manifestó a su pueblo todo lo que Dios El Padre le había mandado hacer en plena obediencia cumpliendo su voluntad. Isa 52:3, 6-10, 13-15; 53

         1.1. En estos aspectos debemos comprender:

                   a. Reveló las Escrituras como testimonio, la venida de su Hijo como Salvador. Isa 53:1

                   b. Reveló a través de sus siervos, sus profetas, a su pueblo. Sal 74:28; 18:35; 40:10; 147:19

                   c. Reveló su salvación a través de su Hijo. Sal 2:12; Juan 17:6

                   d. En las Escrituras es la diestra de Dios. Ex 15.6; Isa 53:1 b; Mar 16:19

                   e. Anunciado como el Ángel de Jehová. Y El Brazo Poderoso. Gén 22:11-12

 

         2. Eterno.

         A Dios no le podemos aplicar existencia, él es, auto existe. Él es Eterno. Y Jesús afirmó, tenía poder de poner su vida y volverla a tomar. Y ese mandamiento lo recibió de su Padre. Esto fue así al resucitar de los muertos. Jesús resucitó en su auto existencia. Cómo es Dios auto existente. Por lo tanto, es Eterno. Y su Eternidad es desde el principio.  Juan 10:18

         Jesús no se esfuerza al igual que Dios Padre creador, por demostrar que él es Eterno, sino porque le crean. Y si es Eterno también es Divino. El problema de la humanidad no es demostrar su Divinidad como muchos intentan; sino creer a Jesús. Que Él es Dios. Y este es el hecho más impresionante que solo debemos creerle para ser salvos. Juan 8:24

         En esta razón debemos entender estos aspectos de la Eternidad:

         2.1. Desde el principio de la fundación del mundo. Heb 9:12

                   a. Antes de que el mundo fuese. Isaías 43:13.

         2.2. La Salvación Planificada en la Eternidad. Isa 52:6; 53:1

                   a. Jesús dijo: que antes que Abraham fuese "Yo Soy". Juan 8:58

                   b. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob, ha a glorificado a su Hijo. He 3:13

                   c. Un Hijo nos es dado. Su Nombre Padre Eterno. Isa 9:6 d

         2.3. Sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.

                   a. El que era y el que había de venir. Apo 1:4,8.

                   b. Hemos seguido su estrella. Mat 2:2; Núm. 24:17.

                   c. En el bautismo de Jesús, Dios anuncia es su Hijo Amado. Luc 3:22, 9:35, Jua 1:22-34

 

         3. Deidad.

         La Deidad de Jesucristo es imposible de ser cuestionada, negada, comprobada, con basamentos Bíblicos para verificarla. Juan 8.23.  Es inútil tratar de demostrar la Deidad de Jesús. Porque Él es. Juan 8:28. Él dijo creedme que Yo Soy en el Padre y el Padre en mí. Juan 4:11. Al igual que Dios en todas las Escritura. 2 Re 17:14; Jesús también se encuentra confrontado con la duda de su pueblo, al no creerle que Él sea. Juan 9:18; 12:37.

          Así que el problema no es demostrar o probar su Deidad. Juan 4: 25-26; 41. Sino la duda que existe, en creer que Jesús es el Hijo de Dios Divino. Juan 14:10-11; 18:8, 37; Y aún después de haberlo visto resucitado, seguían sin creer. Luc 24:11, 41. Todos somos enfrentados con esta verdad para creerla.  No para cuestionar, ni confrontar, mucho menos probarla. Estamos en un enfrentamiento continuo de creerle a Dios y a su palabra o creerles a los hombres. Creemos los siguientes aspectos:

         3.1. Antes de que el mundo fuese Él es. Isaías 43:13.

                   a. Es desde el principio. Jua 1:1-3. 

                   Él es el Principio. Pero no el principio que conocemos, sino que Jesucristo era antes de todas las cosas. Y todas las cosas por él fueron hechas. Fueron hechas por Él y para Él. Sal 119:91; Rom 11:36. Enviado cuando vino el cumplimiento del tiempo. Gálatas 4:4.

                   El Hijo es Eterno al Igual que El Padre Eterno. Y si es Eterno es Divino. Es la Deidad. Jesús mismo dijo que era uno con Dios. Juan 10:30. En la transfiguración también se manifestó su Deidad. Mat 16:17, 17:1-5

                   b. Un hijo nos es dado, y la soberanía, autoridad reposará sobre Él.  Isaías 9:6.

                   c. Engendrado por Dios. Salmos 2:7; Lucas 1: 31-35.

                   d. Pide adoración al introducirlo al mundo. Sal 66:4, 45:2, Heb 1:6, Dt 32:43.      

        

         3.2. Es el pan que Descendió del Cielo. Jua 3:13; 6:33, 51; Isa 52:6; 53:12; Rom 1:4

                   a. El verbo se hizo carne. Juan 1:1. Vino, estuvo entre nosotros. Juan 1:11,14

                   b. Jesús hace una oración única, como Hijo de Dios. En Juan 17:3-5

                   c. Jesús sube al Padre a ser glorificado y luego vuelve a dar instrucción. Juan 20:17.

                   d. Los apóstoles glorifican a Jesús. Col 1:16, Heb 1:10. 2 Cor 13:14

                   e. Es revelado a Juan en Apocalipsis como el verbo. Apo 19:13.

 

         3.3. Revelada en las Escrituras su Divinidad.

                   a. Presentado en el Antiguo Testamento su manifestación de forma visible, o teofanía.

                   b. Y es anunciado con el nombre del Ángel de Jehová. Génesis 22:11-12.

                   c. Sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.

                   d. Antes de que el mundo fuese. Isaías 43:13.

                   e. Es revelado como el Verbo, la máxima expresión de Divinidad. Apo 19:13

 

3.4. En el cumplimiento de las Escrituras.

a. El Verbo era Dios y todas las cosas por él fueron hechas. Jua 1:1-3

b. En su oración al Padre, dice: glorificame con aquella gloria antes que el mundo fuese. Juan 17:5

c. Jesús salió de Dios, y a Dios iba. Juan 13:3

 

3.4.1. En el nacimiento.

a.    Unos magos del oriente le rindieron adoración. Mateo 2:2, Sal 81, Dan 11:44

b.    La profecía: de Egipto llamé a mi hijo. Cumplida. Os 11:1, Mateo 2:13, 20-21

c.    Revelado por el Espíritu Santo a los justos, piadosos: Simeón y Ana. Lucas 2:25-38

 

         3.4.2. En su crecimiento.

                   a. A los doce años afirma estar en los negocios de su Padre. Lucas 2:49

                   b. Declarado en el bautizo, hijo de Dios por una voz del cielo. Lucas 3:22

                   c. Juan el bautista da testimonio que Jesús es el Hijo de Dios. Juan 1: 32-34

 

         3.4.3. Los hechos transcurren de forma sistemática en las Escrituras.

                   a. Conociendo el tiempo del cumplimiento le rindieron adoración. Mateo 2:2, Salmo 81

                   b. En la presentación en el templo, Simeón y Ana, anuncian al Salvador. Lucas 2:25-38

                   c. A los doce años afirma estar en los negocios de su padre. Lucas 2:49.

                   d. Fue declarado en el bautizo, Hijo de Dios. En quien Dios tiene complacencia. Lucas 3:22.

                   e. Juan el bautista, da testimonio de que Jesús es el hijo de Dios. Miq 3:1 a; Juan 1: 32-34.

                   f. Jesús dijo: “Yo y el Padre somos uno.” Juan 10:30.

                   g. Jesús dijo: “En verdad, en verdad les digo, Yo soy”. Jua 8:58

                   h. Fue revelado a Pedro, según se lo declaró Jesús. Mateo 22:45

                   i. Se transfigura delante de tres de sus discípulos. Mateo 16: 17, 17: 1-5

                   j. Un discípulo de Jesús llamado Tomás le dice: “¡Señor mío y Dios mío!” Juan 20:28

                   k. Jesús recibe adoración. Mateo 2:11, 14:33, 28:9, 17; Lucas 24:52 y Juan 9:38; Apo 19:10

                   l. Los apóstoles dan testimonio de Él. 1Pe 1:10-25; Fil 2: 6, Col 1:17, Efes 1:4

 

         3.4.4. Hace una oración al Padre única: Glorificame con aquella gloria. Juan 17:5

                   1. Declaración del Padre hacia el Hijo refiriéndose a él como Dios. Hebreos 1:8

                   2. El Padre se refiere a Jesús. “Más del Hijo dice:” Tu trono, oh Dios es Eterno. Sal 45:6

 

         3.4.5. Juan escribe y afirma que Jesús había salido de Dios, y a Dios iba. Juan 13:3 

 

         3.5. Los apóstoles escriben y revelan las Escrituras:

         3.5.1. Pablo escribió a los romanos para explicarle.

                   a. Hijo de Dios, del linaje de David según la promesa en la carne. Rom 1:2-3; Isa 9:7

                   b. Declarado Hijo de Dios con poder por la Resurrección. Rom 1:1-4, Oseas 6:2; Isaías 42:1

                   c. Por El Espíritu de Santidad. Rom 1:4; Lucas 3:22.

         3.5.2. Tito le dice: Gran Dios. Tal como lo anunció Daniel. Dan 2:45; Ti 2:13

         3.5.3. Su Nombre Emanuel. Dios con nosotros. Ex 20:19; Isa 7:14; 8:8; Mat 1:23

         3.5.4 Es la propiciación por el pecado. 1 Juan 2:2.

                   a. No conoció pecado, fue hecho pecador por nosotros. 2 Cor 5:21

                   b. Dios estaba en Cristo, reconciliando consigo mismo al mundo. 2 Cor 5:19

         3.5.5. Evidencias después de la ascensión de Jesús, en sus palabras cumplidas.

                  1. Envía la promesa del Padre. Luc 24:49, He 1:4, 2:1-36

                   2. La muerte del primer mártir vio a la Diestra del Padre a Jesús.  He 7:55

                   3. Luego el apóstol Pablo tiene un encuentro con Jesús. Hechos 9:5

         3.6. La muerte de muchos mártires. Y sus palabras antes de ser martirizados confirman su Deidad. Policarpo antes de entregar su vida al martirio de ser quemado vivo dijo: “Señor Dios soberano, te doy gracias, porque me has tenido por digno de este momento, para que, junto a tus mártires, yo pueda tener parte en el cáliz de Cristo. Por ello te bendigo y te glorifico. Amén”. La Muerte por causa de creer en Cristo.

         3.7. Su tumba hasta el momento vacía. No está aquí a resucitado.  Mat 28:6

 

         4. Plenitud.

         El apóstol Juan escribió y de su plenitud tomamos todo, gracia sobre gracias. Juan 1:16. También nos dice el apóstol Pablo nos dice: Dios sometió todas las cosas bajo sus pies, y la dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. Efe 1:18-23.

         En Jesús habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Col 2:9. Por cuanto agradó al Padre. Col 1:19. Porque él es la imagen de Dios invisible; en él fueron creados; por él y para él son; y por el subsisten; y por él participamos de su herencia Eterna. Col 1:15-17 

         Decimos que Jesús es su esencia, su sustancia, la plenitud de aquel que nos llamó de las tinieblas a la luz. Porque Jesús vino a sacar al hombre de la oscuridad donde estaba sumergido. Y porque Jesús nos vino a mostrar quien verdaderamente es Dios. Heb 1:3. Jesús obedeció en todo a Dios y se sometió a su voluntad pasando por aflicciones y la muerte en la cruz. Perfeccionando en su simiente, en su cuerpo; el autor de la vida. El cuerpo en desobediencia del hombre; sometido a obediencia en el cuerpo de Jesucristo. Heb 2:10.

         En este sentido el cuerpo humano de Jesús, representado por su vida, es su carne y su sangre, sometido a padecimiento y muerte en la cruz. Pues Jesús no solo entregó su cuerpo, sino que su sangre fue derramada. Y Murió Jesús el hombre perfecto. Pero Jesús Hijo de Dios no Murió. Murió la humanidad de Jesucristo para redimir al hombre.

         En esta razón resucitó El Hijo de Dios Eterno con el cuerpo perfecto. Porque Jesús tiene el poder de poner su vida y de volverla a tomar. Jua 10:18. Y Jesús también dijo: los tomaré a mí mismo. Juan 14:3. Y el salmista también dijo: cuando despierte a tu semejanza. Sal 17:5. Es decir; los tomaré a mí mismo, es levantarse a su semejanza en la redención Eterna. Porque seremos semejante a él porque lo veremos en gloria. 1 Juan 3:2. Y somos hechuras suyas creados en Cristo Jesús. Efe 2:10

         En Ezequiel se nos presenta una visión más amplia y grande de la gloria de Dios. También presenta su gloria que vino al Templo. Suponemos el Templo de Salomón. Pero le mostró a Ezequiel que salía del Templo.  La salida de su Gloria del Templo y también indica por qué salía. Ez 8 y 9.  Y luego la entrada nuevamente en la restauración. Luego una nueva salida y luego otra entrada a la tierra.  Esta es la representación de la salida de Dios del Templo. Por haber profanado su Templo.

         En esta razón cuando Jesús vino la gloria de Dios no estaba en el Templo. Estaba en Jesucristo. El Templo de Dios. Dios presenta su gloria cuando Jesús resucitó a Lázaro. Fue Dios que decidió salvarlos. No ejecutaron ellos un plan de salvación para venir a morir alguno por ellos, solo Jesús murió por ellos. Es Jesús su esencia. Dios es un Dios justo. Su pueblo lo había abandonado, lo había dejado tras dioses ajeno. En su justicia envió a Jesús, para hacerse responsable de todo el pecado de su pueblo.

         Y por esta razón es Jesús su esencia. Él es la sustancia de Dios invisible. La plenitud, que lo llena todo porque nos justificó, nos santificó y nos redimió en su sabiduría. Él es la simiente humana, que nos salvó. La promesa en su simiente es creer en Él. Y siendo también Dios, tomo la forma de hombre para poder ejecutar la redención.

         Por tal razón debemos comprender su plenitud es:

                   a. Revelada en la bendición de Moisés a Israel. Dt 33:16

                   b. Revelada a David. Sal 24:1

                   c. Revelada a Juan el Bautista. Jua 1:16

                   d. Revelada a los Apóstoles. Col 1:19; 2:9

                   e. Su amor es toda la plenitud de Dios. Jua 1:16; 3:16; Efe 3:19

        

         4.1. Sustancia. Esencia. Col 2:9  

                   a. Jesús sanó a los leprosos. Lev 14.3; Mat 8:2; Mar 1:40

                   b. En la historia nadie había venido a sanar tal enfermedad.  Luc 4:27.

                   c. Una persona atada con grillos y con cadenas pudo ser liberada. Mat 8:28.

                   d. Multiplicó el pan y muchas personas fueron alimentadas. Luc 9:16-17

                   e. Los pobres que lo seguían. A todos atendió, sano de sus enfermedades. Luc 5:15; 6:17

          

         5. Gracia.

         Jesucristo vino a mostrar la gracia de Dios, el regalo de la salvación a todos los hombres y a la humanidad entera. La gracia de Dios que le reveló a Moisés en el Tabernáculo Exo 28:36-38. La que reveló a sus profetas a Isaías dijo: sin dinero serian rescatados. Isaías 52:3. Y Jesucristo pagó el precio del rescate. Dios lo dio de gracia, es decir; sin pagar nada. Solo que le crean. Y es un don de Dios. Efe 2:8. Juan nos dice: de su plenitud tomamos todos y gracia sobre gracia. Jua 1:17

         Dios le dijo al pueblo de Israel que después de todo los había salvado por pura gracia. Y el apóstol nos dice que la salvación es un don de Dios. Un regalo. La gracia de Dios. Efe 2:8. Noé, Abraham, David su pueblo Israel hayo gracia en Dios. Jer 31:2. Así todos aquellos que creamos a Jesucristo, es lo que Dios nos dice en su palabra, hemos hallado la gracia en Dios. Por su gracia nos redimió, justificó y santificó. 1 Cor 1:30

 

         5.1. La Gracia del Único Dios Verdadero. Dt 33:16   

                   a. Somos salvos por gracia. A través del don de fe para recibir su amor. Isa 53:11; Efe 2:8

                   b. Dios los amo de pura gracia, porque su ira se apartó de ellos. Ose 14:4

                   c. Noé halló gracia y Dios lo salvó cuando destruyó al mundo con agua. Gen 6:8

                   d. Abraham y Jacob conocía de la gracia de Dios. Gen 18:3; 33:10

                   e. Dios los amo de pura gracia, porque su ira se apartó de ellos. Ose 14:4

                  

         6. Humanidad. 

         Jesús sería humano, y Dios lo había anunciado y revelado. Y Dios dio la iluminación de la revelación de su palabra a los levitas encargados de enseñar y explicar a su pueblo, tal como él lo había decidido y planificado. Dt 33:10. Después que se multiplicaron como era también su voluntad. Dios reveló a Moisés y escribió su Palabra.

         Pero cuando Moisés escribió lo revelado en Génesis ya los hombres invocaban el Nombre de Dios; como nos indica Gen 4:26. Luego Dios ha Abraham le indica; realmente cómo sería su sacrificio. Gen 22:16. Jesús dice: que Abraham se gozó esperando ver este día de la redención y lo vio. Juan 8:56. Y Jacob pronunció bendición sobre sus descendientes porque esperaba ver este día de su venida. Gen 49:18. Moisés bendijo al pueblo porque también esperaba la salvación a través de su simiente. Dt 33:29

         Al profeta Isaías le revela sobre la Simiente Santa, como el renuevo de su pueblo. Isa 6:13. Luego el Apóstol Pedro explica en el libro de los Hechos, al pueblo que habían creído en Jesucristo, que ellos son los hijos del pacto que Dios hizo con sus padres, manifestado a Abraham: En tu simiente serán bendita todas las familias de la tierra. He 3:25. Luego explica el apóstol Pablo a los gálatas que no dice a las simientes, sino de uno; Y ha tu simiente, refiriéndose a El Señor Jesús. La simiente Santa. Gal 3:16

         Los planes de Dios en su Hijo fueron desechados por su pueblo desde el comienzo. Dios ha querido siempre y así lo ha transmitido, crear un pueblo para él. Ese fue su plan con su Hijo de un pueblo por él y para él. Fue revelado y manifestado en las Escrituras. Transmitido a su pueblo en sus generaciones. Que de su descendencia vendría, el que los salvaría de sus pecados y regiría a Israel.

         Este plan de Dios fue desechado y no lo comprendieron. Y destruyeron todo lo que Dios había construido a través de este pueblo. Y sus juicios vendrá a causa de este desprecio, que hicieron en su Hijo, en su linaje, en su descendencia; por eso se llama la piedra que los edificadores rechazaron vino a ser cabeza del ángulo. Sal 118:22. Como lo indicó Jesús. Marc 12:10

         ¿Quiénes edificaban? el pueblo sin Dios, Israel sin tomar en cuenta los planes establecidos por Dios, de darle un salvador de su linaje, pero les dio el que Dios escogió, no los que ellos escogieron. Y quien es la piedra angular Jesucristo, su Hijo, su renuevo, que nació según la voluntad. Y los propósitos de Dios con el hombre de la descendencia que Dios escogió, no el pueblo de Israel. Cumpliendo Dios todos sus propósitos con ellos. Josué 21:45; Luc 9:51

 

         6.1. Humano.

         La condición humana de Jesús, para poder redimirnos, puede ser difícil de explicar, pero lo podemos entender, porque al hombre Dios lo hizo eterno. Ecle 3:11. Pero muere por causa de la desobediencia de la naturaleza del primer hombre. La desobediencia por su pueblo. Y la desobediencia causada por nosotros mismos. Era necesario que Jesús al venir a redimirnos posea cuerpo y sangre, que es la vida. Al hacer la obra expiatoria en su cuerpo y con su sangre. Para en este mismo cuerpo resucitar. He 3:13. Para darnos un cuerpo nuevo glorioso, después de haber sido Glorificado por el Padre. Heb 2:14-17. Y de esta forma:

                   a. Restaurar su Imagen en los hombres. Isa 52: 13; 53:2-11

                   b. Padeció, sufrió en carne y sangre para redimir a los hombres. Isa 52:14-15; 53:2-11

                  c. Justificar al hombre delante de Dios. Hacer la paz entre Dios y los hombres. Isa 53:11

 

         6.2. El Mesías Humano.

                   a. Hizo uno porque buscaba una descendencia para Dios. Mal 2:15

                   b. Una sola carne. Gen 2:24.

                   c. Juan refiere la naturaleza humana de Jesús. Juan 1:14-15.

                   d. La palabra de Dios anunciada por los profetas y las escrituras, se hizo carne. Jua 1:14

                   e. Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. Zac 13:6

 

         6.3. Cumplimiento de las profecías en su humanidad.

                   a. Justo y salvador, humilde, y cabalgando. Zac 9:9 Gen 49:11. Mat 21.5. Luc 19:33-35

                   b. Moraré en medio de ti, ha dicho Jehová. Zac 2:10      

                   c. Y moraré en medio de ti; y sabrá que me ha enviado. Zac 2:11 

                   d. Y Jehová poseerá a Judá su heredad en la Tierra Santa. Zac 2:12 

                   e. Él se ha levantado de su Santa Morada. Zac 2:13. Mar 3:8, Mat 15:41.

                   f. He aquí, yo traigo a mi siervo el renuevo.  Zac 3:9 Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice: Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día. Zac 3:8, Juan 19:30, Sal 69:21. 

                   g. En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros convidará a su compañero, debajo de su árbol de uva y debajo de su higuera. Zac 3:10. Natanael dijo Rabí tu eres el hijo de Dios. Lo dijo acordándose de la profecía. Porque Jesús le dijo: te vi debajo de la higuera. Juan 1:49

                   h. Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho: He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén.

                   Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella. Zac 12:1-14. Esta profecía se cumplió 70 años después de la muerte y resurrección de Jesús en parte. Parte falta cumplir en su segunda venida en gloria.

                   i. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén. Espíritu de Gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndote por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido. Zac 12:11

                   De igual forma como humano recibió traición. La traición de Judá para indicar el lugar donde estaba el Mesías. Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro. Zac 11:11-13; Mat 27:6-10

                   En este orden de idea, va de aldea en aldea como humano, se traslada de un lugar a otro con sus discípulos. Tiene sentimientos humanos de anhelo y deseo, como el que siente cuando hace la última cena con sus discípulos. Luc 22:15. Jesús deseó la salvación para su pueblo, deseó la Cena no por la comida a consumir; sino era el momento de anunciar su Pacto con sus escogidos, sus discípulos, deseó el momento de pronunciar su Pacto. Sal 119:174

                   También como humano siente el último momento antes de morir. Cuando dice a Pedro que su alma esta angustiada hasta la muerte, y en la oración que hizo en Getsemaní. Isa 53:7; Mat 26:37. Como humano anuncia su padecimiento. Mat 16:21.

                   j. En la profecía de Isaías se describe todo el sufrimiento humano del Mesías. El renuevo por haberse mezclado con otros pueblos y haberse destruido toda la descendencia de sus príncipes, algunos eunucos, el desprecio humano de su generación, el sufrimiento, las heridas. Y su victoria, después de haber entregado su vida en expiación por el pecado, en obediencia a la voluntad de Dios. Isa 53:2-11

 

         7. Unidad.

         Desde el inicio en las Escrituras se habla de una Unidad continua en relación a sus planes y propósitos en su creación. A pesar de tener innumerables traducciones se ha preservado la esencia de lo que Dios ha querido transmitir. Y advirtió: Jehová tu Dios uno es. Dt 6:4. Es la Unidad en su voluntad para manifestar su Nombre. Manifestó su diestra y su Espíritu.

         En este sentido Jesús manifestó su Nombre a su pueblo. Juan 17:6. Todo se hizo en Unidad a su voluntad. En la oración que Jesús enseñó, indicó que en el cielo se hace la voluntad de Dios. Mat 6:10; Sal 40:8. E Isaías también nos indica que hizo la voluntad de Dios, y su voluntad es prosperada por el Mesías. Isa 53:10

         La palabra manifestar se traduce como revelar. La explicación más exacta de la Unidad de Dios la reveló Jesús. Cuando dijo que él y el Padre son Uno. Juan 10:30. Y el Padre está en Él, y Él en el Padre.  Juan 10:38. Así como nosotros somos uno, fue la especificación más exacta de unidad, explicada por Jesús.  Juan 17:22

 

         7.1. Unidad en sus planes.

                   a. Desde el principio de la creación, anuncia la unidad: hagamos al hombre. Gen 1:26

                   b. Cuando el hombre desvió sus planes. Se dice: confundamos sus lenguas. Gen 11:7

                   c. Su voluntad unida a ejecutar su redención. Isa 6:8; 53:10; Mat 3:16-17

 

         7.2. Unidad en el Mesías.

                   a. Emanuel, que traducido es Dios con nosotros. Isa 7:14; 8:8; Mat 1:23

                   b. En el cumplimiento de su venida. Mat 17:5

                   c. Dios está en Cristo, reconciliando al mundo consigo mismo. 2 Cor 5:19

 

         7.3. En el Antiguo Testamento.

7.3.1. Anunciado con el nombre de Ángel de Jehová. Génesis 22:11-12.

    a. La Unidad con el Ángel de Jehová. Núm 22:22; 2 Sam 24:16; 1 Cr 21:15-27

    b. La Unidad con su brazo extendido. Dt 11.2; Luc 1:51

7.3.2. Es desde el principio, desde los días de la eternidad. Miq 5:2 c.

    a. Antes de que el mundo fuese. Isaías 43:13.

                  b. Jehová dijo a mi Señor: siéntate a mi diestra. Salmo 110:1.

                  c. Y otra vez dice: Sal 11o: 5. El Señor está a tu Diestra. Juan 22:45

 

         7.4. En el Nuevo Testamento.

                   a. Uno, así como nosotros. Uno somos. Somos Uno. Ju 10:30; 17:11; 22

                   b. El Padre mora en mí.  Juan 14:10

                   c. Yo soy en el Padre y el Padre en mí. Juan 14:11

                   d. Salí del Padre y voy al Padre. Juan 16.28

                   e. Siendo igual a Dios y estando en la condición de hombre. Fil 2:6-9. 1 Cor 15

 

7.5. Unidad en la Naturaleza.

a. Unidad en la naturaleza Divina y humana. Juan 1:1-5, 9-14

b. Divino y humano engendrado, no creado. Juan 1:14 a, Lucas 24:39

c. Dios hecho hombre en la concepción. Dios con nosotros. Mateo 1:23

d. El hijo de hombre, Hijo de Dios. Lucas 9:44, 22:70

e. Manifestado en carne y justificado en el Espíritu. 1 Tim 3:16.

f. Vino al mundo, tomo humanidad participando de carne y sangre. Heb 2:14.

g. Siendo igual a Dios y estando en la condición de hombre. No se aferró a ser igual a Dios para portarse como tal, sino como hombre estando en el cuerpo humano obedeció a Dios y muere como hombre. Fil 2:6-9. 1 Co 15.

 

         8. Santidad.

         En el tabernáculo conforme al modelo le muestra su Santidad. No solo santificando y ungiendo todo lo concerniente a elementos y utensilios del Tabernáculo, sino que los sacerdotes tenían una tablilla o lámina con el Nombre Santidad a Jehová. Ex 28:36; 39:30. En la profecía anunciada por Zacarías no solo pronuncia su Salvación, sino su Santidad. Zac 1:68-75.

         En este aspecto debemos entender:

                   a. Él es Santo y su nombre fue santificado. Isa 52:6; 53: 9; Ez 36:23

                   b. El hizo promesa a David.  1 Cr 17:11-15, Luc 1:75     

                   c. Promesa cumplida en Jesucristo. Rom 1:2-7

                  

         8.1. El Hijo de Dios es Santo.

                   a. Santo y temible es su nombre. Sal 99:3; 111:9

                   b. Será exaltado en Juicio y santificado con Justicia. Isa 5:16

                   c. Desnudo su Santo Brazo ante los confines de la tierra. Isa 52:10

                   d. Llamado Santo de Israel quien honró a Jehová. Isa 55:5

                   e. Hará notorio su Santo Nombre. Ez 39:7

                   f. Llamado Santo Ser, Hijo de Dios. Luc 1:35

                   g. Llamado Santo de Dios. Marc 1:24

 

         8.2. Ser Santo, como Dios es Santo.

         8.2.1. El hijo de Dios es Santo.

                   a. Él nos llamó, él es santo, debemos ser santo como lo es él.  1Pe 1:15-16.

                   b. Santifiquémonos, y seamos santo porque Dios es Santo. Lev 20:7; 1 Pe 1:16

                   c. Jesús dijo: Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad. Jua 17:17; Ex 19:10

                   d. Por medio de Jesucristo. Dios nos santifica por completo. 1Te 5:23

 

                   e. La santidad está en Jesús. Sigamos la santidad. Heb 12:14

 

 

         8.3. Santificación en el Antiguo Pacto. Antiguo Testamento.

                                                                                        

                   a. Con la sangre del Cordero inmolado, rociada. Ex 29:21

        

                   b. En la fuente y con el aceite de la unción. Ex 30:17-31, Ex 40:9;

 

                   c. Era necesario lavarse las manos y los pies en la fuente para no morir, debía hacerlo el sacerdote que entraba en el Altar a ministrar, para no morir. Ex 30:21

 

                   d. Pidió no profanaran su templo, Él es, Él que santifica. Lev 22:32

 

                   e. Santificar su gran nombre profanado. Ez 36:23

 

                   f. En la Ley casi todo era santificado con sangre.  Heb 9:22

                           

                   g. Sin derramamiento de la sangre no había remisión de pecado. Lev 17:11

 

 

         8.4. Santificación en el Nuevo Pacto. Nuevo Testamento.

 

                           

                   a. Jesús el cordero derramó su sangre por los pecados cometidos contra Dios en su palabra, su ley, mandamientos y preceptos cometidos por el hombre. Isa 53:7-8

 

                   b. Por medio de la ofrenda de su cuerpo santificarnos. Heb 10:10-14

 

                   c. Mediante la ofrenda voluntaria del cuerpo de Jesucristo. Una vez y para siempre. Heb 10:5-14; 2:11

 

                   d. Mediante la fe en su obra, por medio del Espíritu Santo, que nos revela la verdad. Jua 17:19, 2 Te 2:13; Juan 16:8, 1 Pe 1:2; Rom 15:16; 1 Cor 6:11

 

                   e. Mediante su gracia. Ju 17:17, 19; Efes 1:10-13; 2:1-10; He 20.32

 

                           

         8.5. Obedecer a la verdad y ser santo como Dios lo es Santo.

 

                   a. Tengamos gratitud y obediencia por la salvación. Heb 12

 

                   b. Él es Santo. Seamos Santo en toda la manera de vivir. 1 Pe 1:1-16

 

                   c. Obedeciendo en el temor a Dios. Porque ya Él nos salvó.  2 Cor 7:1

 

                   d. Vestidos del nuevo hombre. Porque ya nos santifico. Efe 4:1-24

 

         9. Sanidad.

         Dios hizo al hombre bueno, y ninguna enfermedad hubo en él, hasta que decidió desobedecerle y contrajo las enfermedades por causa de estar en un cuerpo de muerte. Dios escoge un pueblo para bendecirlo y alejar las enfermedades de ellos, enseñándoles leyes, entre ellas las sanitarias para que a través de ellas puedan ser preservados de enfermedades. Jer 16:11; 44:23

         En este orden de ideas las leyes que Dios le impuso al pueblo de Israel, les beneficiaban en todo a ellos, pero ellos no comprendieron y las desobedecieron hasta el punto de desecharlas. Es así que ellos mismos se causaron este mal contra ellos, como luego Dios se lo indica a sus Profetas. Dan 9:13

         Por esta razón Dios le indica que le traerá sanidad y medicina a su cuerpo, porque habían abandonados sus leyes y habían contraído las enfermedades que Dios le había advertido que tendrían por desobedecerle. Jer 11:10. Y el Mesías le traería la medicina y el sanaría a su pueblo no solo de sus pecados, sino de sus enfermedades, de igual forma los liberaría de todo el mal por su idolatría. 

         Por esta causa vino todo el mal, ya que ignoraban o no que el culto a Moloc les traería ceguera espiritual, los apartaría de los planes de Dios, traería enfermedades, influencias malignas y espíritus inmundos a ellos, por otra parte, el temor se convertiría en miedo, y no en Temor a Dios. Miedo a las tinieblas y no podrían defenderse con la luz porque anduvieron en tinieblas. Isa 66:4. Solo a través del advenimiento del Mesías verían la luz. Y serian sanado de todas sus enfermedades como en efecto se cumplió y sucede.  Isa 53:5.

         En esta razón la sanidad es:

                   a. Profetizada la sanidad que traería El Mesías. Jer 33:6; Isa 53:5

                   b. Anunciada: Llevará sanidad a las naciones. Jer 33:6; He 4:22

                   c. Por causa del pecado la muerte paso a todos y nos sanó por sus llagas. Isa 53:5

 

         9.1. Aspecto de la Sanidad que traería el Mesías.

                   a. Anduvo sanando a todo el pueblo. Mat 4.23; 9:35; He 10:38

                   b. Cumplida en la fe de los apóstoles y el pueblo. He 4:22       

                   c. Por medio de la fe en su Nombre, que es por Él. He 3.16

                   d. Siempre Dios responde por medio de la oración. He 4:30

               e. Dios reparte sus dones de sanidad. El sigue sanando en la actualidad. 1 Cor 12:9; 1 Pe 2:24

 

         9.2. ¿Porque enfermamos y necesitamos ser sano?

                   a. Las enfermedades fue causa de la desobediencia. Ex 15.26  

                   b. Nuestros cuerpos son sanados creyendo en la obra de Cristo. 1 Cor 11:27-30

                   c. Las enfermedades las llevo Jesucristo. Isa 53:5-6

 

         9.3. ¿Porque todos no somos sanos?

         Desobedecer sus leyes y sus mandamientos es la causa de las enfermedades. Y hay muchas enfermedades congénitas. No todos tienen la fe para que suceda y por eso buscan la ciencia. Todo es por fe en Cristo, en su obra, en su voluntad. Isa 53:5; He 3:16

         Sin comprender la Cena del Señor sin discernir su cuerpo y sangre que fue entregado por nuestros pecados. Si de esta forma la comemos. Podemos enfermar y morir. Es necesario entender su obra vicaria. Su cuerpo entregado por la sanidad de nuestros cuerpos, porque fuimos sanados en Él. Las enfermedades cayeron en Él. Y su sangre fue derramada para perdón de nuestros pecados. Si entendemos que hemos sido perdonados, somos igualmente sanados.  1 Cor 11:29-30

         Estamos en un cuerpo de muerte, todavía no se ha manifestado la redención total. Rom 7:24. Por lo tanto si estamos en este cuerpo estamos expuestos a enfermedades, y sobre toda la de contagio, como pandemias.

 

         10. Salvador.

         Dios siempre reveló su salvación desde el principio de su creación. Hubo un sacrificio de un ser vivo inocente, para tomar su piel para hacer túnica y vestir a la pareja que vivía en el Edén. Ellos se hicieron delantales de hojas de Higuera. Dios los vistió de pieles. Representando el sacrificio de su Hijo Jesucristo y la nueva vida. La salvación es una nueva vida en Jesucristo. Dios los vistió. Dios nos da la nueva vida. Siempre reveló Dios su salvación. Gen 3:7,21

         En este sentido Dios salva a Noé y a su familia del diluvio en el arca. Gen 7:7. El arca mostrada también en el desierto a Moisés desde otro aspecto para testimonio, representa la salvación en Jesucristo. Ex 25:21-22. Promete la salvación Abraham y a su descendencia. Gen 22:2, 10-18.

         En este mismo sentido escoge a un pueblo para mostrar su salvación a sus hijos; a su descendencia; a la humanidad. Dt 4:10. Y al apóstol Pablo le revela que lo único que vale es una nueva vida, una nueva creación. Ga 6:15. Tal como se lo dijo Jesús a Nicodemo es necesario nacer de Nuevo. Juan 3:7. Dijo que era necesario. Sino nacemos de Dios, de su Espíritu Santo no podemos ver su reino.  Juan 3:3

         En consecuencia, para nacer de Nuevo, hay que entender la salvación y ¿Quién es el salvador? Por lo tanto, la salvación solo es de Dios. Porque ningún hombre puede nacer de nuevo. Solo Dios lo puede hacer. Cuando creemos en su salvación. Si no creemos en el salvador Jesucristo, no naceremos, por lo tanto, no tendremos su vida. Es necesario creer a Jesucristo como salvador. Juan 1:12-13; Efe 1:13-14.

         En esta razón, debemos entender estos aspectos de la salvación:

                   a. Nos hizo justo delante de Dios y se apartó su ira. Isa 52:3; 53:6,11

                   b. La potencia salvadora de su diestra. Sal 20:6; Isa 45:21

                   c. Jehová es nuestra salvación, él nos dio un poderoso salvador. Luc 1:68-69

 

         10.1. La venida del Salvador.

         10.1.1. Es Eterno. Es desde el principio. Miq 5:2, Isa 41:25-27, Juan 1.1. Sal 110:1; Mat 22:42-45

                   a. Prometido. En las Escrituras. Gen 49:18, Sal 91:16, Isa 51:6, 52:10.

                   b. Nació. De una virgen concebiría y su nombre es Emmanuel. Isa 7:14, Mat 1:22

                   c. Concebido. Del Espíritu Santo es. Isa 11:2, Mat 1:20

                   d. Del linaje de David. Sal 89:3-4, Isa 9:7, Jua 7:42

                   e. De Egipto llamé a mi hijo. Os 11:1, Mat 2:15

                   f. Llamado Nazareno. Núm 6:2, Mat 2:23

                   g. Ciudad donde nació: En Belén. Miq 5:2, Mat 2:1,2

         10.1.2. Su nombre: Admirable, Consejero, Padre Eterno, Príncipe de paz. Isa 9:6, Mat 1:23

                   a. Salvará a su pueblo de sus pecados. Sal 130:8, Mat 1:21.

                   b. El Pueblo asentado en tinieblas vio gran Luz. Isa 9:1-2, Mat 4:16

                   c. El mismo llevó nuestras enfermedades. Isa 53: Mat 8:17.

         10.1.3. Su siervo, escogido, en quien tiene complacencia. Isa 42:1, Mat 12:18-21

                   a. Sobre mi ropa echaron suerte.  Mat 27:35, Jua 19:24.

                   b. Dijo que iba a padecer y resucitar al tercer día. Isa 53:5, Mat 23:46-49.

                   c. Dijo tengo sed, como dice las escrituras. Sal 61:21, Jua 19:28

                   d. No será quebrado ninguno de sus huesos. Sal 34.20, Ex 12:46, Jua 19:36.

                   e. Resucita de los muertos. Sal 116:10, Os 6:2, Isa 42:1-7, Da 7:14.

         10.1.4. Profecía: ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? Y no le creyeron. Isa 53:1, Juan 12:38.

10.1.5. Sopló y recibieron al Espíritu Santo. Ez 36:24-25. Jua 20:22

         10.2. Obra Vicaria.

         10.2.1. La Obra de Salvación.       

         La obra Vicaria, fue la que hizo Jesús para Justificar, Santificar y Redimir a el hombre, a la humanidad. La obra Vicaria tenía que ser carne y sangre, porque representa la vida. Gen 9:4.

         Jesús vino, posee carne y sangre para poder redimir en su sangre a la humanidad. Humanidad que muere por desobedecer a Dios. Gen 2:17.

         La obra vicaria es la siguiente: Él da su vida en rescate de muchos. El que cree en su obra tiene la vida. La vida y la muerte estaban condicionadas con obedecer a Dios. El primer hombre desobedeció y todos desobedecieron y por ende la muerte pasó a todos. En esta razón nuestra obediencia se basa en creer a lo que Jesucristo hizo para darnos la salvación.

         El Segundo Hombre Jesús obedeció en todo a Dios. Para dar vida. Cuando estábamos muertos en desobediencia, es decir: en delitos y pecados. Efe 2:1

 

         10.2.2. Muerte y Resurrección.

         La muerte y resurrección de Jesucristo fue el plan de Dios para salvar a la humanidad. Y para mostrar que hay vida más allá de la muerte. Dios lo estableció y hay que creer. Dios le dijo al primer hombre que no comiese del Árbol para que no muriese. Y Jesús le dice el que comiera mi cuerpo y mi sangre no morirá, sino que tendrá vida. Creer en esta Obra es lo único que pide Jesús. Y es lo que significa comer y beber su sangre.

 

         10.2.3. Carne y Sangre.

         Cristo vino hacer un alma viviente engendrado por el Espíritu de Dios. Es la misma esencia o sustancia de Dios. Pertenecía a la carne y sangre que el escogió del linaje de David.  Pero pertenece a la Divinidad porque es el Único Hijo de Dios concebido por el Espíritu Santo. El Alma humana de Cristo procedía de la simiente humana. Pero el Alma humana de Cristo también es Divina. Jesús con mente y corazón humano. Pero también mente y corazón Divino.

                           

         10.2.4. Planificada en la Unidad.                              

         Es de suma importancia prestar mucha atención a la obra vicaria. Que tiene las siguientes especificaciones:

         a. Fue planificada en la eternidad en la Unidad.  En su Hijo y su Espíritu. Desde antes de la fundación del mundo. Mat 13:35; 25:34; 17:24; Efe 1:4; Heb 4:3; 1 Pe 1:20.

         b. Lo anunció, lo manifestó, por los profetas en las Escrituras. Isa 52, 53

         c. Escogió a un pueblo a Israel, a hombres para anunciar y mostrarle su plan, como sus testigos, tales como: Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Judá, Fares, Moisés, Arón, Josué, Nohemí, Samuel, David, Natán, Daniel, Zorobabel, Mardoqueo, Ester, Nehemías, Isaías, Jeremías, entre otros.

         d. El anunció y manifestó su obra a profetas, patriarcas, jueces, reyes y sacerdotes. Fue un costo demasiado alto.

         e. La realización de la obra en obediencia a Dios por Jesús costó más de lo que nos podemos imaginar: Costo carne y sangre humana de Jesucristo en sacrificio. Toda su alma en sacrificio. Tuvo un costo Divino, despojarse de su gloria y venir en completa humildad.

         Además del desprecio, padecimiento y sufrimiento; lo dejan solo, lo niegan, lo traicionan, lo cambian por un malhechor, lo escarnecen, lo escupen, le dan vinagre por agua, le hieren los costados, las manos y pies. Le colocan una corona de espina, menean la cabeza ante él. Dicen a otros salvó y a él no.

         f. La obra de Dios, ya fue acabada, y Dios ya descansó de su obra. Nosotros solo tenemos que creerla y obedecer a este mandato. Solo por un profundo agradecimiento obedecemos, en la unidad de su Espíritu quien es nuestro consuelo.

         g. La obra vicaria la planificó el Único Dios verdadero, en Unidad a su Ungido y a su Espíritu. Y la realizó en obediencia. Su Hijo. ¡Cómo se puede perder algo que Dios ya nos ha dado y nosotros ya lo hemos recibido! Al menos que nosotros despreciamos y desechemos su obra y este regalo, como lo hizo el pueblo de Israel. ¡Y después de costarle tanto a Dios, nuestras vidas! ¿cómo la va a dejar perder? Como indicó Jesús ninguno de ellos se perdió, solo el hijo de la perdición. Juan 17:12

 

         10.2.5. Ejecutada por el Mesías.

                   a. La Diestra de Dios en el Cielo. He 7:56; Mar 16:19; Mat 26:64; Sal 110:5

                   b. La Diestra vino, ejecutó la Obra Vicaria en carne y sangre. Luc 22:69

                   c. Glorificación de la Diestra. Apo 15:4

 

         10.2.6. Guiada por el Espíritu Santo.

                   a. Encargado de guiar al hombre a la salvación. Juan 16:13; Rom 8.14  

                   b. Glorifica al Mesías en el corazón del hombre. Rom 1:21; He 21:20

                   c. Da poder para anunciarlo y proclamarlo, ser sus testigos. He 1:8

                   d. Guía al hombre a toda la verdad. Juan 16:16

                   e. Redarguye de pecado, justicia y Juicio para que crean. Juan 16:8

                   f. Nos da el don de fe. Lo guía en todo para que sean confirmados. Efe 2:8; Rom 8:14

                   g. Sella y garantiza la redención. Efe 1:13

        

         10.2.7. Significado del Sacrificio y Resurrección de Cristo. Rom 1:1-5; 6:5-14

 

         10.3. Descripción de la doctrina de la Salvación en Jesucristo.

         La salvación implica la justicia de Dios. Dios es Justo. Y el hombre comete injusticia. Al no someterse a la ley Divina de Dios. Al desobedecer su palabra, ordenada, su pacto establecido por Dios. Como sucedió al primer hombre.  A partir de allí el hombre quedó destituido de la gloria de Dios. Ya que el hombre gozaba de perfecta comunión con Dios en el paraíso. Y fue el hombre sacado del Edén y Dios resguardo a ese lugar.  Ge 3:24.

         Por esta causa de no obedecer a Dios, el hombre acarreó la muerte y la muerte paso a todos los hombres. A partir de allí el hombre quedó a expensa de su gracia. Y Dios estableció que para que el hombre tuviera otra vez comunión con Él, tendría que creerle a Él absolutamente. Y su caminar con Él tendría que ser en fe. Puesto que Dios le había dado todo lo que había creado para subsistir, pero cayó en el engaño y decidió comer lo que Dios le había prohibido no hacer. En otro sentido se fue por los deseos de su corazón y no por lo que Dios le decía. Gen 3:6.

         En consecuencia, los hombres fueron de continuo al mal. Y Dios estableció planes con un pueblo para mostrarles su gracia, su salvación; pero también desobedeció sus palabras, sus mandamientos. Luego decidió extender su gracia y misericordia al mundo entero, a todos los que le creen, a través de enviar al salvador prometido, a Jesús su Hijo.

         Su gracia estaba presente desde la fundación del mundo. Siempre estuvo presente este plan de salvación para los hombres. Pues los hombres nunca pudieron obedecerlo, pero Jesús su Hijo ¡sí! y por eso obtuvo la salvación, la redención, la justificación ante Dios. Para todos los hombres que le crean. En este sentido detallamos los términos, para comprender la salvación, en lo siguiente:

         10.3.1. El Salvador. Uno. Solo Jesús nos salvó. A través de su Obra Vicaria. No hay otro Nombre dado a los hombres en que podemos ser salvo. Solo Cristo. Solo su Hijo ¡Salva! La simiente humana concebido por su Espíritu Santo. Gen 3:15; Gen 22:18; Isa 52:10; Mat 26:28; He 4.12

     10.3.2. La gracia. Un regalo, un don de Dios. Gen 18:3; Zac 12:10; Ose 14:4; Rom 3:24; Efes 2:8-9

10.3.3. La fe. Creer a Jehová, a su obra redentora. Ningún mérito humano puede ganar la salvación, ninguna obra humana. Gen 15:6; Rom 5:1; Gal 3:6; Efes 2:8-9

10.3.4. La Escritura. Creer y conocer la Escritura, no hay otro libro donde es revelada la salvación. La salvación es un tema que coincide en toda la Biblia. Efes 1:13. Efes 2:10.

10.3.5. Salva. Un Solo Dios, quien salva. Ningún hombre se puede salvar solo. Todos sus siervos lo testifican.  Es de Jehová Salvar.  Sal 3:8; Pro 24:11. Mal 4:2

         10.3.5.1. En resumen, sus siervos y sus profetas pronunciaron:

         a. Jacob. En tu salvación esperé. Gen 49:18

         b. Moisés. Él ha sido mi salvación. Ex 15:2.

         c. David. El Fuerte de mi salvación. 2 Sam 22:3,51; 1 Cr 16:23,35

         d. Isaías. Salvación nuestra. Isa 12:2

         e. En Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel. Jer 3:23

         f. Esperaré al Dios de mi salvación. Miq 7:7

         g. Dios de mi salvación.  Hab 3:18

        

         10.4. Promesa de Salvación. Isa 19:20; Zac 9:9

                   a. Simeón y Ana ente otros la vieron. Luc 2:25-30, 36-38

 

         10.5. Cumplimiento de la Obra de Salvación. Luc 1:69; 2:11, Ju 4:42.

                   a. Los apóstoles la vieron y creyeron. He 2:31-32; 13:23

 

         10.6. Segunda venida. Fil 3:20

         10.6.1. La Segunda venida en Cristo en gloria. Tito 2:13

         10.6.2. Para el mundo Invisible, y personal para la iglesia.

         ¿Cuándo sucederá? Creemos sucederá antes del gobierno del anticristo. ¿Por qué? La iglesia no fue llamada a pasar por la tribulación, sino fui invitada a las bodas del cordero. Porque la tribulación es la prueba final del mundo.

         10.6.3. Prometida. A sus discípulos.

                   a. Regreso visible y personal. He 1:11

                   b. Librarlos de la ira venidera de Dios. 1 Te 1:5.9-10.

                   c. Creencia. Si sufrían por El, también reinarán. 2 Tim 2:12

                   d. Esperan su venida. Así como se fue vendrá. Fil 3:20

                   e. Y seremos transformado en Él. Fil 3:21.

                   f. Esperamos al Señor en el aire. 1 Tim 1:1; 4:10, 2 Tim 1:10

         10.6.4. La Esperanza. Seremos arrebatados.

         ¿Qué significa el arrebatamiento? ¿Qué es? El arrebatamiento de la Iglesia es una acción de Dios que solo afectará a los salvos en Cristo. Cuando Jesucristo regrese por los suyos. Y estaremos con el Señor para siempre. 1 Te 4:16-18.

         Esta Incluye dos aspectos:

                   a. Los muertos siendo salvos serán resucitados primero.

                   b. Los que se encuentren vivos serán transformados.

 

         10.7. Acontecimiento por ocurrir en cualquier momento, antes de la gran tribulación.

         - Será un hecho repentino e inesperado. 1 Cor 15:51–58

         - El Señor vendrá hasta las nubes. 1 Te 4:17

         - Nadie lo verá en la tierra durante el arrebatamiento. 1Te 4:17

         - Se escuchará la voz de mando y trompeta de Dios para arrebatar a su iglesia.  1 Te 4: 16.

         - Los muertos en Cristo resucitarán primero en cuerpo incorruptible y los que están en Cristo y aún viven serán transformados para recibir al Señor en las nubes. 1 Te 4:16–17; 1 Cor 15:51–54. La iglesia se encontrará con su Salvador y vivirá con Él por la eternidad. 1 Te 4:17.

         - En el arrebatamiento seremos libres de la ira venidera, veremos personalmente al Señor. Seremos transformados al instante en que aparezca el Señor, si vivimos. 1 Cor 15:50-54

         10.7.1. Después del arrebatamiento, sucederá el Tribunal de Cristo

         En el Tribunal de Cristo los creyentes serán recompensados por los servicios prestados en la obra del Señor. 2Cor 5:10. Los creyentes serán recompensados de acuerdo a su labor. Apocalipsis 22: 12. El Tribunal de Cristo no será para los no creyentes, pues ellos serán juzgados en el gran Trono Blanco, evento que tendrá lugar después de la época milenaria.

         Ante el Tribunal de Cristo comparecerán los creyentes no para ser condenados, sino para ser recompensados según “la obra de cada uno”. ¿Cuál es El propósito del Tribunal de Cristo? es recompensar a los creyentes. 1 Cor 5:10; Apocalipsis 22:12. Recompensar a las acciones justas de los santos” Apocalipsis 19:8, 1 Corintios 4:5; 2 Timoteo 4:8; Apocalipsis 22:12. ¿Cuál es El lugar del Tribunal de Cristo? 1 Te 4:17. Será en la esfera celestial. 2 Corintios 5.1-8. En la presencia del Señor. ¿Quién lo hará? El juicio es puesto en las manos del Hijo. Juan 5:22. Cristo, será el juez. El recompensará a cada uno conforme a su obra. Apocalipsis 22:12.

        

         11. Resurrección.

         Revelado a los antepasados que habría de resucitar el Mesías. Era la esperanza que sus cuerpos serían levantado juntamente con él, tanto los que durmieron en esperanza y los que después creerían por su anuncio y manifestación a Israel.

         Jesús dijo que él es la resurrección y la vida el que cree en él, aunque este muerto vivirá. El que vive y cree en él, no morirá eternamente.  Juan 11:25-26.

         En este sentido el profeta Oseas nos dice: nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará. Ose 6:2. La resurrección de Jesús cambio el panorama de todos los judíos y discípulos que, afectados por su muerte, no esperaban fuese Divino Jesús. Y se convencieron después de la resurrección de Jesús. Y creyeron todo lo dicho por las Escrituras de él.

         En este sentido los apóstoles sufrieron un cambio total después de la resurrección de Jesús. Las Escrituras hablan de la resurrección de forma fidedigna y sus hechos históricos legales son completamente reales, que no queda la menor duda para creerlo.

         En lo que respecta al fundamento de los hechos Bíblicos sobre la resurrección, encontramos lo siguiente:

         a. Su cuerpo que los principales sacerdotes junto con los fariseos, pidieron a Pilato, mandar a custodiar. Luego ellos no indagaron su búsqueda, no formularon ningún juicio para encontrarlo. Porque Resucitó y apareció su tumba vacía. Mat 28:11. Y ellos persistieron y pagaron mucho dinero a los soldados para divulgar un dicho, que hasta hoy creen los judíos, que se escondió el cuerpo de Jesús por algún seguidor. Y no fue así. Mat 28:11-15. Pero María Magdalena y María, estaban sentada frente al sepulcro eran testigo junto a José. Ellas vieron que José colocó a Jesús en el sepulcro, e hizo rodar una gran piedra. Y fueron también testigo de su resurrección. Mateo 27:58-60; Mat 28:9-11

         b. Se cumplió la profecía con los ricos fue su sepultura. Isa 53:9. José de Arimatea un hombre rico, rogó por su cuerpo a Pilatos y lo colocó en un sepulcro nuevo que había labrado. Mat 27:57-60. Este José de Arimatea ha debido indagar la búsqueda de su cuerpo posterior a su muerte. Pero no lo hizo porque Resucitó.

         c. Los soldados romanos desaparecen, ya que iban a pagar con su vida. Y esta medida de seguridad no podía ser quitada; El sello Romano que colocaron en la tumba muy difícilmente pudieron ellos destruir y rodar la gran piedra. Y no hay indicios, donde busquen a estos soldados para preguntarle por el cuerpo; porque Resucitó. Mat 27:60, 62-66

         d. Las investigaciones sobre el hecho por parte de los romanos y la seguridad puesta al sepulcro han debido surgir por el hecho ocurrido. Pero sin resultados porque resucitó. Posteriormente siguen las investigaciones ya que aparece en el libro de Lucas uno llamado excelentísimo Teófilo a quien Lucas le da explicación; pero para saber los hechos certísimos ocurridos al resucitado. Luc 1:3-5; He 1:1.4

         e. Hubo un gran terremoto porque un Ángel del Señor descendió del cielo y rueda la piedra. Después aparece sentado sobre ella, cuando van de mañana a ungir el cuerpo del Señor María Magdalena y María. El Ángel le dice:  no está; ha resucitado. Y las envió a avisar a los discípulos. Mat 28: 1-8

         f. Jesús va al encuentro de estas mujeres y le dice no teman, avisen a sus hermanos ha resucitado, para verlo en Galilea.  Mat 28:9-10. Entretanto cuando se enteraron los discípulos por las mujeres le parecía locura y otros se asombraron; pero algunos fueron al sepulcro. Y Pedro corrió al sepulcro; cuando miró dentro vio los lienzos solos, maravillándose corrió a casa. Luc 24:11-12, 22-24

         g. En el camino en Emaús Jesús aparece hablando y explicándoles a través de toda la Escritura los acontecimientos ocurridos sobre Él.  Mat 28: 14-29

         h. Aparece a sus discípulos después que las mujeres les avisan. Presentándose varias veces hablando con ellos, dándole unas instrucciones, recibidas posteriormente en el pentecostés. Y ellos vieron después de esto al Señor que fue llevado arriba al cielo. Mat 28: 16-20; Luc 24:30-49-53; He 1:3-4

         i. El Señor Jesús después de resucitado apareció a más de 500 personas. Entre ellos a José de Arimatea. Pues él no ejerce ninguna función en pro de encontrar el cuerpo. 1 Cor 15:6

         j. Después hubo persecución y dieron muerte a sus discípulos. Los apóstoles, así se expusieron después de la resurrección, aceptados por ellos, aún con tantos atropellos impuestos por el imperio y por los religiosos, porque habían visto al señor resucitado. He 12:4-6

         k. Pedro había negado y vituperado al Señor.  Luego que lo vio resucitado y verlo irse al cielo, hace defensa de su Apostolado. He 2:14; 15:7. Esteban fue apedreado. Antes ve a los cielos abierto y al Señor Jesús a la Diestra de Dios.  He 7:55-60

         l. Aparece a un ciudadano romano judío, llamado Saulo en el camino a Damasco, y esté hecho cambia la historia de este ciudadano romano que antes perseguía a los seguidores de Jesús. Y ejerce defensa del evangelio. He 9:1-22. Y de igual forma defiende su causa. He 25:8

 

         11.1. La resurrección dio a conocer:

                   a. Al hombre su eternidad. Isa 52:2; 53:12

                   b. Su Gloria Eterna. Ju 2:22; Isa 52:13; 53:12

                   c. Su vida eterna. Juan 17:3    

          

         11.2. Los evangelios explican la resurrección:

                   a. Serán como los ángeles. Mat 22:30

                   b. Ya no se podrá morir más. Luc 20:35-36

                   c. En la resurrección unos saldrán de los muertos para salvación y otros para condenación. Juan 5:29

                   d. Dios es un Dios de vivos no de muertos. Mat 22:32

                   e. Habrá recompensa. Luc 14:14

                   f. Serán tenidos por dignos de resucitar. Por haber creído a Jesucristo. Luc 20:35

                   g. Se cumplió la profecía de Ezequiel. Ez 37:12-13; Mat 27:52-53; Jua 11:25-26

 

         11.3. La Resurrección de Jesús en su Glorificación Eterna y Sempiterna.

         Jesús reinaba en Gloria con El Padre, el poseía Gloria Eterna a la Diestra del Yo Soy, El Eterno Padre. Juan 17:3. Cuando se cumplió el tiempo establecido por Dios, para cumplir el plan de redención, que había determinado en la Eternidad en Unidad a su Diestra y su Espíritu Santo. Jesús vino a cumplir la voluntad de Dios. Como el brazo poderoso, el brazo ejecutor de su voluntad. Y tomó forma de hombre, se hizo hombre por voluntad de Dios y fue engendrado por su Espíritu. Juan 1:14. Vino en un cuerpo humano. Para en este mismo cuerpo resucitar. He 3:13. Para darnos un cuerpo nuevo glorioso, después de haber sido Glorificado por el Padre. Heb 2:14-17.

         Y de esta forma: Es Sempiterno porque no tiene un principio y no tiene fin. El principio que se anuncia en Juan es el principio de la Eternidad. Juan 1:1. Eterno en Gloria, y vino como humano, pero siendo igual a Dios, para poder poner su vida para redimir al hombre y luego después de cumplir el plan de Dios. Volver a recibir su Gloria del Padre. Jesús dijo tengo poder para poner mi vida y volverla tomar. Ese mandamiento recibí del Padre. Juan 10:18

 

         12. Gloria.

         Jesús hace una oración única, glorifícame Padre a tu lado, con aquella gloria que tuve contigo, antes que el mundo fuese. Jua 17:5

                   a. En el principio. Era con el Padre. Juan 1:1-2; 17:3-5

                   b. En Jerusalén. El Padre lo glorifica. Sal 91:15; Juan 13:31-32

                   c. En la resurrección. Después de la ascensión. Rom 1:4

                   d. Fue glorificado cuando creyeron en él. Juan 20:28; He 13.48

                   e. Cuando recibieron la promesa del Espíritu Santo. Juan 16:14; He 3:13

 

G. Redención.

         La Escritura llama redención a la restauración de la humanidad a su estado original. Y devolver al hombre al paraíso de donde fue echado por causa de pecado.  Sal 111:9. Jesús ejecutó la redención. Él es el Redentor. Luc 2:38. La redención la hizo Jesús por su obra Vicaria, justifica gratuitamente por su gracia. Rom 3:24. En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecado según las riquezas de su gracia. Efe 1:7. Y por Jesús, en la sabiduría de Dios, estamos justificados, santificados y redimidos. 1 Cor 1:30

         Las Escrituras nos dicen: cuando Jesús entregó el Espíritu, se rasgó el velo del templo, tembló la tierra y muchos sepulcros se abrieron. Salieron muchos cuerpos de santos, se levantaron y aparecieron a muchos. Y en esto se cumple la profecía de Ezequiel 37. Mat 27:50-53. Mas sin embargo todavía no se ha ejecutado la obra completa de redención pues todavía no ha sucedido la resurrección de los muertos en Cristo. Que sucederá en cualquier momento según las Escrituras.

1.   Regeneración.

          Regenerar, es volver a renovarse. Nacer de nuevo una célula. En este caso nacer la persona de nuevo.

 

1.1. Regeneración humana 

Los seres vivos tienen la capacidad de regenerar, de renovar sus células mientras tengan vida. Así también en Cristo somos renovados, para tener vida en él. Renovados a través de la obra vicaria de Jesús. Y la obra del Espíritu Santo. Ju 5:21, somos engendrado por su Espíritu Santo. 1Ju 5:1. Haciéndonos una nueva criatura. 2Co 5:17. Recibiendo una nueva vida. Rom 6:4. Siendo participé de su naturaleza divina. 2Pe 1:4.     

 

1.2.      Es obra de Jesús su hijo.   

          Por voluntad de Dios, Jesús viene y toma un cuerpo humano. Dios le dio el mandamiento de poner su cuerpo por la humanidad y volverlo a tomar, al ser resucitado. Su cuerpo espiritual de gloria, se limitó a un cuerpo humano, con limitaciones humana.

 

          Un espíritu no podría salvarnos. Solo la humanidad del hijo de Dios nos salvó. Es decir: posee nuestra naturaleza humana para justificarnos delante de un Dios Santo y al mismo tiempo justo. Es incorrecto sostener otra manera de explicar. Como solo fue un espíritu. Pues no tendría lugar la justificación, la santificación, ni la regeneración del ser humano, actos totalmente legales en la justicia Divina. 1Cor 1:30.

 

          Comprendemos entonces la gran y admirable sabiduría de nuestro Dios creador, al planificar todos estos eventos cumplidos en totalidad por su diestra. Jesús la diestra de Dios, hijo de Dios. Vino en un cuerpo humano para poder redimir al ser humano.  Dejando su trono de gloria. Se limitó a un cuerpo. Y actuó en el poder del Espíritu Santo. El Espíritu Santo del Padre, estaba en Jesús. Y actualmente Jesús está en nosotros. Ju 17:21.

 

          Por otra parte, la manifestación de Jesús, el hijo de Dios, con un cuerpo Espiritual, es visto por sus discípulos en la transfiguración. Mat 17:2. Cuando muere Jesús. Muere su cuerpo humano. Porque Dios no muere. Es eterno. Quien desciende al infierno es el espíritu humano del cuerpo de Jesús. Ya que murió condenado por la humanidad. Efe 4:9.

 

          El Espíritu del hijo. El Espíritu de su diestra se queda con el cuerpo humano de Jesús, quien lo resucita al tercer día. Después de haber ascendido de los infiernos. Efe 4:10. El espíritu de Jesús desciende a los infiernos, y anuncia a los espíritus encarcelados su obra. 1Pe 3:19.

         

          Luego resucita, y va al seno de Abraham con el cuerpo resucitado de los muertos. En este momento, trae cautiva la cautividad. Es decir; los muertos que esperaban su promesa en su venida, los traslada al paraíso. Luc 16:22; Efe 4:8; 1Co 15:6.

 

          Luego se presenta a sus discípulos, y va al Padre a ser glorificado. Ju 20:17. Recibe del Padre el poder para infundir aliento de vida. Al Espíritu Santo de Dios. Ju 20:22. Se le da un Nombre, sobre todo nombre dado al hombre, poder y autoridad. He 4:12. Sobre todo, poder y autoridad por su obra realizada. Y este es el significado de su Nombre. El poder y la autoridad ejercido por Jesús. Mat 28:18.

 

          En resumidas cuentas, poseía Jesús el hijo de Dios, un cuerpo humano, un alma humana, un espíritu humano. Para poder regenerar este cuerpo de muerte. Y darnos uno celestial. 1Cor 15:49. Jesús tuvo que poseer un cuerpo igual al nuestro. Hb 2:14. También poseía un cuerpo espiritual desde la eternidad. Al igual al Padre celestial. 1Cr 15:40.

 

          Por consiguiente, el Espíritu de Dios que había sido profanado entre los pueblos, Jesús lo santifica en su cuerpo. He 1:5. Entonces el Espíritu de Jesús hijo de Dios, de Cristo, del Mesías, del Ungido, lo resucitó de los muertos, pues había recibido mandamiento de Dios de hacerlo. Jesús dijo: que tenía mandamiento o poder para ponerlo y volverlo a tomar. Ju 10:17-18; He 2:32.

 

          Mientras el Espíritu de Dios vuelve al padre, al abandonar a Jesús para poder morir en la cruz su cuerpo humano. Mat 27:46. El Espíritu Santo es vuelto a Jesús, después de resucitar e ir a ser glorificado por el Padre, es allí donde tiene el poder de impartir por la promesa al Espíritu Santo al creyente. He 2:33; Ju 20:17.

 

          Y de esta forma venir a morar en cada creyente. Él está con nosotros, con su Espíritu y en nosotros con el Espíritu Santo. Por su parte, Dios estuvo en Jesús con su Espíritu Santo. Jesús actuaba en el poder del Espíritu Santo, mientras estuvo limitado a un cuerpo humano. Ahora su Espíritu está en nosotros porque ya fue glorificado.

 

          En todo caso, el Espíritu Santo de Dios que estuvo con Jesús está en nosotros, como estuvo en Jesús.  Porque Jesús nos santificó en su obra vicaria, en el cuerpo humano. Y con nosotros porque lo prometió, que no nos dejaría solo.  Es así que nuestros cuerpos tendrán la capacidad de ser transformado, por la regeneración. Cuando venga Jesús en gloria. Ju 14:18, Mat 28:20, Ti 3:5, 1Cor 15:51-57.

 

          Dios es Espíritu, es un cuerpo celeste. Al igual es su hijo un cuerpo celeste, con un cuerpo humano glorificado. Y son uno en propósitos, unidad y voluntad. El Espíritu de Dios es uno con el Padre y con el Hijo. Siendo unidos, en toda su voluntad. Nunca harán nada sin la unidad de su voluntad. Al decir la Escritura, el Espíritu del Padre, y el Espíritu del hijo, no se está refiriendo a una separación, sino al cuerpo celeste espiritual. Dios y Jesús a su diestra, en unidad espiritual.

 

          En este aspecto, al Jesús separarse de la gloria de Dios, el Espíritu de Dios lo acompaña, y ejerce el poder que no podía ejercer Jesús en su cuerpo espiritual, porque está limitado a un cuerpo humano.  Al separarse su diestra de la gloria de Dios, y venir a poseer un cuerpo humano, queda limitado a ese cuerpo. Y el Espíritu de Dios lo asiste. De esta forma también nos asiste a nosotros los que hemos sido redimidos, por su Espíritu Santo en los dones espirituales.

 

          Al Jesús poseer de nuevo su gloria, siendo glorificado por el Padre. Tiene la facultad, el poder, la autoridad, de transmitir la promesa del Padre, al cuerpo humano. Así como él la poseía en su cuerpo humano. El Espíritu de Dios, es santo en el cuerpo de Jesús. Y el Espíritu Santo dado en la glorificación de Jesús mora en nosotros. 

 

1.3.       La regeneración la obra del Espíritu Santo.

 

          En conclusión. El Santo que mora en nosotros; es el Espíritu Santo, que regresó al hijo cuando Jesús fue glorificado por el Padre. El Espíritu de Jesús, el hijo de Dios mora en nosotros.  Estaba con los discípulos cuando Jesús andaba con ellos. Al Jesús resucitar y ser glorificado estaba en ellos. Y está en nosotros y con nosotros porque no nos dejara solo.

 

          Nuestra regeneración depende de la obra que hizo Cristo. Una regeneración sin la intervención Divina de Jesús, no es perdurable. Ni tiene la vida eterna. Una regeneración eterna es la que cree en la obra vicaria de Jesús. ¿Y quién imparte esta regeneración? es su Espíritu Santo.

 

En este sentido los profetas anuncian claramente cuál va a ser su obra en el Nuevo Pacto, del Espíritu Santo: sería derramado sobre todo Israel, y sobre toda carne, será dado para siempre, morará en el corazón del hombre, el cual regenerará y santificará. Ti 3:5; Isa 44:3; 59:21; Joel 2:28-29; Eze 36:26-28; Jer 31:33.

        

H. Restauración de la Imagen de Dios en el hombre.

         A través de Jesús Dios nos perdona las ofensas hechas a Dios Padre. ¿Porque tendría Dios que perdonar al hombre? Dios tiene que perdonar al hombre porque nos hizo a su imagen y a su semejanza Y la falta de obediencia de su creación al creador a destruido o profanado la imagen de Dios en el hombre.

         A Dios perdonar al hombre, significa restaurar su Imagen en el hombre. La imagen perdida a causa de las ofensas hechas a su imagen. Nuestra imagen que es la de Dios, fue afectada y Dios la restaura en Jesús. No te harás imagen de ninguna cosa ordenó Dios. Aun ni de el mismo. Éxodo 20:3-5, 23. Pero cuáles son las causas que originan el hecho de dañar la imagen. De Dios en nuestras vidas: Todos nos sentimos ofendidos, heridos por palabras, acciones y hechos. A través de la vida por padres, madres, hermanos, hijos, familiares, amigos, conocidos o desconocidos.

         Por razones de nuestro sano juicio.  Nos ofenden precisamente en la parte que más nos duele. En el momento donde hay más debilidad económica, social, política, cultural. Y hasta religiosa.  Cuando hay más vulnerabilidad en nuestras vidas. Y donde hay más fortaleza, prudencia, entereza y confianza en uno mismo. Sentimos las ofensas de palabras, hechos y acciones ante nosotros. Como si no lo merecemos.  Y que no somos así como la persona nos cataloga. La ofensa es por algo que creemos no es así, y que no es lo que somos.

         Ante los ojos de nosotros mismo y de los demás nuestra imagen se afecta. Así es afectada la imagen de Dios cuando Idolatramos e hacemos ídolos de su imagen. Los antiguos padres como lo hemos visto profanaron su imagen, haciendo cosas no actas del ser humano hecho a la imagen de Dios. Tal es el caso de hacer imágenes dentro del propio templo que había hecho el Rey Salomón para adorar a Dios vivo. Actualmente vemos también dentro del mismo templo que se adora a Dios, imágenes muchas veces espantosas.

         En consecuencia: Las palabras, hechos y acciones ofensivas van y vienen en nuestra mente constantemente. Y hacemos un juicio de ellos, hasta llegar a reaccionar. La reacción es no perdonar lo que nos hacen. Constantemente la imagen que tenemos de nosotros mismos y que tienen de nosotros los demás, se ve ofendidas con palabras, hechos o acciones.

         ¿Cómo se sentiría Dios cuando su imagen fue afectada? Si leemos las historias de los reyes y lo que Escribieron los Profetas. Tendremos una idea más clara, cómo profanaron el nombre de Dios los antiguos padres. Es por eso que se hizo necesario que Dios restaurara esta imagen. Dios le dio el dominio al hombre sobre la tierra, y él se lo entregó a otro. Cristo restauró la imagen de Dios al entregarnos el poder para perdonar.  Nosotros tenemos el poder de perdonar. Las ofensas no pueden dominarnos. Trayendo sobre nosotros amarguras, resentimientos, odios y desamor.  Dominemos por el perdón, restaurando la imagen de Dios en nosotros. Ju 1:1

         El primer hombre Adán, destruyó por la desobediencia la imagen de Dios. Dios había establecido al pueblo de Israel mediante la obediencia a la Ley, restaurar su linaje, que estaba en desobediencia y moría. Pero no fue así, se mezclaron con otros pueblos. Y se volvieron peores que Sodoma y Gomorra. Solo vemos a Nohemí restaurando con Rut a la descendencia del Mesías. Pero Jesús vino y restauró la imagen de Dios obedeciendo a Dios en todo. Y por ende la imagen de Dios en el hombre.

         En este sentido es lo que llama la Escritura Redención. Jesús es el Redentor. El la redención como ya hemos mencionado somos justificados gratuitamente por su gracia. En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecado según las riquezas de su gracia.

        

I. Importancia del Fundamento de la Doctrina en las Escritura.

         "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Preguntó Jesús. Pedro fue el único que dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Unos dijeron que era Juan el Bautista, otros Elías, otros Jeremías, otros es un profeta. Y otros lo llamaban hijo de David. A si mismo sucede hoy en día no saben realmente quién es Jesús. Porque Dios no se lo ha revelado, como se lo reveló a Pedro.

         Para que sepas quien es Jesús tiene el Padre que revelártelo a través de su Espíritu. Mat 16:13. San Mateo hace una descripción de Jesús como el Rey que esperaban los judíos. Dice que su nombre será Jesús. Y que es el Mesías, el Cristo que los judíos esperaban para que los salvará de sus pecados. Ellos creían que iba a establecer su reino de inmediato. Pero Jesús le dijo que su reino no era de este mundo.

         Sin embargo, en las Escrituras en el evangelio de San Juan se escribe para una comprensión universal. Y nos dice que Jesús es el hijo de Dios. El verbo hecho carne, la palabra hecha carne. Y nos dice que los judíos rechazaron al Mesías esperado. Por tal motivo la salvación paso a todos los hombres. Por otra parte, San Marco nos dice que Jesús es el siervo de Dios. Jesús como el siervo de Dios. El que se sometió a la voluntad de Dios y obedeció en todo hasta la muerte en la cruz para salvar a su pueblo de sus pecados.

         San Lucas era médico y detalló la humanidad de Jesús, como el hombre perfecto. Dios Hijo, hecho el hombre perfecto, para venir a sufrir, padecer en su carne por todos nosotros. Aunque nunca pecó, y fue perfecto, Dios quiso someterlo a padecimiento por el pecado de todos los hombres. Según nos explica la profecía de Isaías 53.

         Por su parte casi todos los libros en el Nuevo Testamento presentan a Jesucristo, saludan en su Nombre, son llamados en su nombre y hablan en su nombre. No indican porque unieron el nombre de Jesús con el de Cristo y dicen Jesucristo. Pero si Jesús es el Cristo, el Mesías, el Ungido, naturalmente la unión de las palabras Jesús el ungido, es Jesucristo.

         1. Los Evangelios dicen: El evangelio de Jesucristo. Mat 1:1; Marc 1:1; Juan 1:17

         2. Lucas dice en Hechos: Luc 1:31; He 2:38; 3:20; 5:42

         3. Saludan con la gracia de Nuestro Señor Jesucristo. Rom 16:24

         4. Su saludo es: Y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo. 1 Cor 1:3,9; Gal 1:3, Efes 1.2; Fil 1:2;

         Col 1:2; 1 Tes 1:1; 5:28; 2 Tes 1:2

         5. Gracias, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo. 2 Tim 1:2; Ti 1:4; 2 Jua 1:3

         6. Gracias y paz. Fil 1:3, 25; Heb 13:20

         7. Siervo de Dios y del Señor Jesucristo. Sant 1:1

         8. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. 1Pe 1:3

         9. Siervo y Apóstol de Jesucristo. 2Pe 1:1

         10. Su Hijo Jesucristo. El verdadero Dios, y la vida Eterna. Ju 5:20

     11. Siervo de Jesucristo, llamados, santificado en Dios Padres. Y guardados en Jesucristo. Ju 1:1

         12. La revelación de Jesucristo. Apo 1:1

 

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